Las huellas del abandono: Un relato desde la deconstrucción

Las huellas del abandono: Un relato desde la deconstrucción

Hubo tantas veces que romantice nuestra relación, el romance era la pasión que se traducía en consumo mutuo. Tantas veces fui tu refugio y tú mi calor, siempre complementarios, siempre antagónicos.

Tenerte me hacía querer más de ti, no solo tu cuerpo, deseaba tener tu amor, que me llegarás a amar tanto como yo a ti, pensaba que la pasión que existía entre nosotros era especial y única, que, así como yo, con ninguna otra de tus amantes te quedabas dormido después de hacer el amor, que con ninguna te quedabas abrazado por horas, que a nadie más le contabas tus temores y tus anhelos.

No puedo creer cómo llegamos a ese punto de nuestras vidas, una relación abierta jamás fue mi intención, pero si no aceptaba esa realidad, te perdería para siempre y al final del camino termine por perderte, sin saberlo, solo postergue el dolor y lo más fatídico es que junto a mí, también nuestro hijo te perdió.

Sé que no deseas ser padre, desde el inicio me lo planteaste y no me quedó más remedio que aceptar tu voluntad, así como tú la mía de traer a Sebas al mundo, pero claro sin responsabilizarte.

Ha sido una lucha constante tratar de convencerte de que la paternidad no es el fin del mundo, ni de tu vida. Pues acepte que tú y yo ya no seremos, pero Sebas y tú si son, su vínculo, aunque no está formado, existe. La misma sangre que corre por tus venas, corre por las de mi hijo.

Mi lucha ha sido convencerte de que mi hijo merece ser paternado, sin importar si resultas un buen o mal padre, él con seis años busca una explicación para tu abandono, busca saber quién eres, a qué te dedicas, dónde vives…Si es que piensas en él como él piensa en ti.

Para mí ha sido muy doloroso escuchar desde lo más profundo de su alma todas las incógnitas sobre ti. Pero aún más difícil saber cómo contestar o tratar de hallar respuesta que lo consuele.

Y es en este punto donde pienso en que cobarde eres, que injusta la vida, pues bien, sabes que cuando fue bebé, tú tuviste el deseo, curiosidad o como quieras llamarle de conocerlo, de abrazarlo, de besarlo y se te dio la oportunidad, porque nosotros decidimos por él y ahora que él tiene esos mismos deseos, tú simplemente se los arrebatas.

Ojalá no sea muy tarde cuando comiences a arrepentirte y remediar todo el daño que has ocasionado, porque tampoco me explico cómo quieres cambiar al mundo a través de un “partido político”, la formación de tus sueños no son más que mentiras como tu vida misma.

Hasta que empieces a paternar, estarás ejerciendo la política, porque estarás presente en la vida de un ser que puede cambiar al mundo, que puede generar cambios en la sociedad, que puede resultar un comunicador, un artista, un locutor, un poeta, un orador, no lo sabrás si nunca lo intentas.

Y ahora ya no hay romance que te salve de perdonarte está gran falta de respeto, jamás voy a olvidar esta crueldad que has venido ejerciendo en nuestras vidas, ya no te amo más, te detesto como a tu política de mierda.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS