La desesperación es poco estresante, ¿no lo crees?, —ella lo decía al espejo-

La rutina cansa y te lleva a la desesperación, pero, ¿qué podemos hacer para salir de la monotonía?.

Comencemos lo extraño demasiado, pero es que sus ojos son tan perfectos, me pierdo en su mirada, y cuando me coge de la cintura para besarme es como si estuviera en otro mundo, pero se tuvo que ir, no estábamos en lo correcto, lo entiendo; pero no me ignores mi amor.

Sus ojos son tan cafés que los confundes con negro, esa mirada me atrapa, sus manos son tan grandes y suaves, ni hablar de sus pestañas; son la perfección, su cabello es ondulado, suave, negro y brillante. Para abreviar él es perfecto, cariño, un chico como tú, no merece un desastre como yo.

Tengo hasta trastorno mental, por favor vete de aquí, no mereces una chica con depresión, ansiedad, bajo autoestima y alexitimia.

Vamos amor, tú eres mucho para mí, pero no te puedo dejar ir, nuestro primer beso fue algo inolvidable, como tus manos recorrían mi cuerpo, eso fue algo increíble y que no se borra de mi mente.

Pero cariño, no estamos en lo correcto, muero de ganas de repetir ese error, pero, pero, pero, nuestra relación está llena de esta maldita palabra “pero”.

No sé cómo hacerte entender que me confundes cada vez que vuelves, cuando llegas estás diferente y no me quieres contar qué te está pasando, cariño ya no confías en mí, odio tener que expresarle mis sentimientos al puto diario y no poder decírtelo en la cara, temo a que pelemos y no vuelvas…

Capítulo 2 en proceso

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