Esa tarde tuve todo tipo de alucinaciones provocadas por vos y el calor del sol

Tu bronceado no dejaba de brillarme en los ojos,  lograste desatar un infierno mental

No sé cómo pero de un momento a otro mis manos se despertaron

Me llené de crema los dedos y empecé a recorrer esa espalda que tanto quería tocar

A lo lejos percibía tu voz, pero distraída en mis fantasías,

no supe escuchar todo lo que tu boca  quería contar.

Ahora las horas se esfumaron, pero mis pensamientos no se derriten como el tiempo

Me niego a hacer de tu presencia una marca que se desvanece en la arena

Me quedo unos instantes más donde mis sentidos se perdieron en su totalidad.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS