Una noche de inseguridad rodeo mi alma,
discursos y contrariedades se escuchaba a miles,
como reaccionar de su ausencia con calma,
desmotivarme a su conquista con escenas versátiles.
Ayer la reconocí, desde lejos pero con rumbo cercano,
perpetrarme en su mirada deslumbró mi emoción,
majestuosa presencia sin expresar comentario arcano,
implorar una noche para escribir mis sentimientos en una canción.
El rito espiritual llegaba a su conclusión,
dislumbrado momento para aproximarme a ella,
dias tras días siento estar encerrado en una prisión,
de esperanzas como una historia real de una doncella.
Alejarme por un pronunciado tiempo fue mi determinación,
su ausencia derramará en mi una tortura,
la dulzura de su voz recordará mi noción,
aun así, exclamaré porque quedé rendido ante tu hermosura…
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