Palabras amargas y repletas de alfileres.
Palabras que te rodean con su dulce aroma mientras te desgarrar por dentro.
Palabras que te arrancan la piel. Una piel que pica. Una piel que quema.
Palabras punzantes, expuestas a la luz y ocultas tras la sombra de su recuerdo.
La sangre te arde con un intenso fuego que te devora y no sabes cómo apagarlo. No sientes dolor alguno y a cada palabra que te tragas tu cuerpo arde en carne viva.
Te tragaras todas y cada una de las palabras que te digan, hasta que el simple tacto de una pluma te haga agonizar.
Te retorceras y estarás tan expuesto que no sabrás donde esconderte. Sin piel que te proteja serás carne y huesos listos para ser devorados. Estarás expuesto a las miradas de todos, a las opiniones de todos.
Porque todo el mundo tiene una opinión al respecto. Porque las personas tienen la necesidad de justificar sus actos. Porque la gente habla demasiado. Porque a veces sobran las palabras y una sola mirada basta. Porque pocas personas saben escuchar y a demasiadas les gusta hablar. Porque la vida pasa y tu piensas demasiado. Porque tus propios pensamientos te frenan. Porque le das importancia a palabras que no saben a nada. A palabras vacías, aburridas.
Palabras que hacen eco en tus oídos y te absorben el alma. Palabras que se funden en tu corazón hasta llevarte a la locura.
OPINIONES Y COMENTARIOS