
Un día escribieron una carta, en donde expresaban sus más grandes secretos… fueron entonces en los que cierta mujer entendió que el mundo estaba cayendo y ella junto con él. Se podía sentir la tristeza de aquellas lagrimas que emanaban sus ojos grises, el dolor punzante que atravesaba su pecho y los leves gemidos conteniendo su voz.
Los recuerdos vagaban en su mente con la vista al cielo azul de primavera, palpitaciones surgían en cada paso que daba y ahí estaba aquel alborotador que le producía las más grandes penas, estático frente al lugar de la amarga despedida, aquel donde las palabras terminarían con un ADIOS y no un HASTA LUEGO, porque ellos sabían que su camino juntos se dividía ahí mismo.
La noche anterior había quedado grabado en lo más profundo del alma de aquella dama, que aun expectante miraba a la silueta nostálgica del hombre que sin expresar palabra alguna emanaba anhelo. Ambos estaban locos, locos de amor y pasión, pero eso terminaba hoy.
Primero, segundo, tercero… contaba los pasos que se dirigían en dirección al hombre, pero el numero 50 dio un desvió hacia la puerta de cristal giratoria para ingresar, sin antes darle la última mirada profunda que el día anterior había escrito en su carta. Ahí quedo el final, en el paso 50, en el silencioso ADIOS y en sus rotos corazones.
_SAYNATA
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