I
Ay, mi dulce amor,
el pensar mío
se vuelve un clamor
y mi corazón se pone frio.
Oh, bella doncella
con tu encanto y primor,
tu eres aquella estrella
que yo miro con amor.
Quédate un rato a mi lado
que tu dulce compañía
me salva a cada rato
de una cruel tiranía mía.
Porque eres así conmigo,
si antes yo velaba por ti,
ahora seguro con una amiga
te olvidaré por fin
Ayúdenme necesito un remedio
para poder olvidar
y ser un hombre muy baldío
que vive sin amar.
Mencionaré tu nombre
aunque me vean raro
puesto que soy un hombre
que vive sin poder contarlo.
Ay, mi dulce amada,
pronto estaré contigo
te protegeré a cuerpo y espada
y pronto estarás conmigo.
Tan bella y sola,
y yo con una simple amapola;
mientras que mi amor,
es solo un clamor;
de tu belleza
y mi proeza.
Por qué mi pensar es débil
será porque no estás aquí
para que mi campo fértil
de letras te diga:
“TE AMO”
II
Si supieras como estoy
muriendo de amor por ti
sin poder gritarlo hoy
todo lo que siento por ti.
Ay Dios, ayúdame a entender
como uno sufre por amor;
sin poder yo explicarle
todo lo que siente mi corazón.
Esa bella mujer, luz de mis ojos
hace sufrir a mi corazón;
pero tú estás tan lejos
y yo cada día pierdo la razón.
Ella tiene una sonrisa
que acelera mis latidos
así como el mar tiene su brisa
mi corazón está afligido.
Y yo digo:
Mi amor por ti es infinito
pero el vivir mío es finito,
tu eres perfecta y especial
Dios sabía cómo crearte
porque tú belleza es angelical.
III
Con todo esto me despedido diciéndote:
Tu belleza es pureza y alegría,
al estar a tu lado es armonía
tu mirada es signo de ternura
al igual que tú pensamiento
al verte mi amor perdura
y me quita este sufrimiento.
Mi bella amada
ya pronto llegaré
no estés alarmada
ya que no naufragaré
porque tu rostro
iluminará mi senda
ningún cruel espectro
será óbice de mi calzada.
La verdad es que estoy enamorado,
porque tú me quitas lo malhumorado;
colocas la luz en mi corazón
y aceleras mi palpitación.
Atte. I. Idiaquez.
OPINIONES Y COMENTARIOS