Llena de una combinación de sensaciones unas más presentes que otras, de pensamientos y recuerdos que la impactan de frente, al final solo quisiera poder parar en este preciso instante el mundo, el ruido y las personas en el, y tomarse un minuto para sentir y pensar sin que la sociedad lo condicione. El frenesí mismo de las personas en las fiestas de fin de año es tan fuerte y poderoso que esta alegría se puede transformar en sensaciones de desesperación, por hacer y deshacer. Ve tanto y oye tanto a su alrededor que se cuestiona por momentos si lo que esta haciendo y sintiendo es lo correcto. Solo dice que quiere poder sentir y pensar un poco más despacio, en su mente no termina un pensamiento cuando ya viene otro y de repente todo se siente tan nublado y pequeño.

Aquí y ahora.

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