Tesis sobre los sueños

Tesis sobre los sueños

Paola R.A.

27/12/2022

La cruda verdad es la siguiente: vivimos en un mundo donde es muy difícil creer en los sueños; después de todo “sueños” es el nombre con el que nos referimos a lo que nos gustaría lograr pero que en nuestras mentes se ve tan distante que no lo podemos categorizar como una “meta”.

Construimos tantos muros alrededor de los sueños que algo que podría sobrevolar esos muros decide sentarse en una esquina, llorar un rato y después cavar su propia tumba. Tumba que más tarde llevará la inscripción: pudo haber sido pero nunca será.

El porqué de la muerte de tantos sueños, más allá de un suicidio, es un asesinato enmascarado. La sociedad es quién empuja a los sueños a la muerte, es una pesadilla abrumadora que los persigue para que estos cometan una serie de actos indescriptibles, que los torturen y humillen, para que al terminar se les ordene extinguir la poca vida que permanece.

¿Cómo puede ser que en pleno siglo XXI donde “todo se puede” haya tantos degollamientos a sangre fría y a manos del mismo antagonista?

Se debe a que la sociedad es contradictoria. Es una sociedad que te vende las ideas del pensamiento propio pero que a la vez, no está a favor de que vayas contracorriente. Una sociedad enteramente hipócrita en la que todos somos eslabones de ciclos inquebrantables y en la que solo unos cuantos son aquellos que logran evadir lo que se había escrito para ellos.

Cuando se es joven es muy difícil saber si eres alguna de esas afortunadas personas. En esos momentos es una tarea increíblemente compleja el simple hecho de alinear los pensamientos con las emociones. Y no se puede hacer más que reír sobre lo absurdo que es que todas las decisiones que tendrán repercusiones por el resto de la vida sean las que tienes que tomar cuando no se sabe ni en donde se está parado.

Quizás sea estúpido admitir que al pensar en mi futuro me he imaginado siendo bailarina, modelo, artista, músico, contador, abogada, e incluso presidente. Y la verdad es que algo me dice que podría lograr ser cualquiera de estas cosas, pero nunca todas. Tomaría más de una vida llegar a ser dos.

Es triste como cada vez que pienso en lo que conlleva desarrollarme en todas estas áreas siempre llego a la conclusión de que se necesita: 1) Una muy generosa cantidad de dinero. 2) Tiempo a montones. 3) Trabajar duro.

Quizás tú como lector pensarás “Sólo tres cosas y esta vieja ya se está quejando, hay niños en áfrica que se mueren por no tener que comer y esta lo único que necesita para cumplir sus sueños idiotas son tres cosas”. A ese lector le pido que analice la situación: para conseguir el 1 tengo que hacer el 3 con lo cual difícilmente puedo tener el 2, y para tener el 2 tengo que tener el 1 que no puedo tener a menos de que haga el 3. ¿Demasiado para su cerebro? Intente de nuevo. ¿Ya intentó de nuevo? Le recomiendo leer un Tv y Novelas.

¿Qué si pienso lograr todas mis sueños?

Obviamente,

No.

Con todo lo anterior, llego a lo siguiente: Una profesión o trabajo no es un sueño o bien una meta.

¿Impactado?

Todo el tiempo desde que somos apenas unos niños nos han repetido mil y una veces, en cada situación oportuna, que nuestros sueños dependen de lo que estudiemos y el trabajo que obtengamos, que debemos seguir nuestros sueños y estudiar una profesión que los satisfaga, pero al mismo tiempo nos dicen que no nos arriesguemos y vayamos a la segura.

Lo cierto es que los trabajos son parte fundamental del capitalismo, y este a su vez de la sociedad en la que vive nuestro país. No son tus sueños. Es solo parte del sueño de alguien más.

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