El muchacho horrorizado por su entorno y los ajenos nauseabundos que le hicieron daño, decidió en su interior diseñar su propio veneno, uno tan corrosivo que lo rompiera en mil pedazos y no hubiera manera de recuperar los escombros dejados… Y así, se embarcó en una travesía para hacerse invulnerable… haciendo que no hubiese nada más que vulnerar, pues pensó: Si esta vida… si los demás me quieren acabar, entonces me destruiré yo mismo y así no tendrán nada más que mancillar.
Tal decisión desencadenó en él una introspección profunda que lo llevó a adoptar a la duda como su nuevo principio, rechazando a todo aquel que quisiera sonar demasiado amable o se destacase por agresivo. Y se convirtió él mismo en su mayor amenaza y su único amigo.
No hay manera de salvar un alma que por voluntad propia se sumergió en la pena.
OPINIONES Y COMENTARIOS