no es la misma niebla la que observas en tus bosques que mi niebla
que empaña y desenfoca
envuelve y distorsiona la inocencia
también es diferente el fuego que moldea
tu esperanza que mi fuego
que alumbra los caminos
que recorres cuando llamas a mi puerta
y el viento que te mece y el agua que hace pura tu presencia
se torna marejada
-feroz-
donde naufraga mi prudencia
nos guía distinto sol
nos une la -imprecisa- equidistancia
que dicta la pasión
a la órbita -imprecisa- de dos almas
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