Roberto salía de una habitación, unos enfermeros lo saludaban amablemente, él les contestaba levantando la mano, se veía muy temeroso mientras seguía por el pasillo. Al salir al patio veía a varios pacientes, -“hola Roberto”- dijo el psicólogo Isaac, un hombre de 50 años de edad, -“¿doctor que hace hoy aquí?, creí que no iba a verlo hasta la próxima semana”- dijo Roberto tartamudeando cabizbajo, -“Roberto vengo a darte una buena noticia, sabes hoy mismo vas a salir de este hospital psiquiátrico”- dijo el doctor Isaac sonriente le levantaba la cabeza, -“¿enserio?, ¿ya voy a poder salir de aquí?, ¿no me está bromeando?”- dijo Roberto tartamudeando contento, -“si, enserio vas a poder ver el mundo afuera otra vez, salir a pasear, regresar a casa, ir a visitar a tu hermano”- dijo el doctor Isaac sonriente, -“gracias, muchas gracias, entonces ¿puedo ir por mis cosas?”- dijo Roberto soltaba lágrimas de felicidad, -“si, ve y trae tus cosas, nos vamos”- dijo el doctor Isaac sonriente, Roberto contento fue a alistar su maleta.

Al salir de su habitación con su maleta en mano, una enfermera se le apareció cuando se disponía a irse, -“Roberto, es verdad entonces que te vas, nos dejas”- dijo la enfermera sonriente, -“si Dory me voy, ya me dieron de alta, pero vendré a visitarte, tú has sido muy buena conmigo, te voy a extrañar”- dijo Roberto tartamudeando le dio un abrazo, -“cuídate mucho Roberto, espero que te vaya bien, y no vayas aquel lugar si”- dijo Dory despidiéndose contenta, Roberto sonriente se fue.
Al salir del centro de salud mental, -“por fin fuera, por fin”- dijo Roberto sonriente, -“¡Roberto, estoy aquí muchacho ven!”- dijo el doctor Isaac levantándole la mano estando a unos metros lejos de él, -“doctor, gracias por querer llevarme a mi casa”- dijo Roberto alegre, -“si te llevare a casa pero antes quiero que me hagas un favor, tú eres el único que ha ido al pueblo de Pampas y quiero que me lleves ahí”- dijo el doctor Isaac sonriente, -“¿qué dice?, pero yo no quiero ir a ese lugar”- dijo Roberto tartamudeando asustado, -“vamos Roberto, estarás bien te lo prometo, dime ¿cuándo te eh mentido?, te ayude a salir de aquí por mi estas afuera, yo hable con los colegas para que te dieran de alta, así que me debes este favor, eso hacen los amigos, ¿no?”- dijo el doctor Isaac llevándolo abrazado por el cuello hacia su auto, Roberto lo miraba algo decepcionado, -“tú ya estas curado de tu mente, además tú recuerdas como llegar al pueblo, me lo has contado varias veces, quiero que me muestres el camino y luego me dejas ahí, te prometo que te llevare luego a tu casa sano y salvo, ahora te presentare a unos amigos que te van a caer muy bien”- dijo el doctor Isaac sonriente.
En el asiento de atrás del auto, habían unas personas ya adultos, que veían a el doctor Isaac y a Roberto acerase hacia ellos, -“ahí viene el profesor con su paciente”- dijo una mujer pintándose los labios mientras se miraba en su espejo de mano, -“vaya se ve espantoso, parece un retrasado”- dijo un hombre de lentes, -“es el único que nos conducirá la pueblo de Pampas, así que no lo pongamos nervioso, para que pueda recordar todo con claridad”- dijo una joven de cabello corto y bufanda. -“Chicos les presento a Roberto, él será nuestro guía en el viaje”- dijo el doctor Isaac sonriente, Roberto los miraba con temor y vergüenza, -“vamos Roberto di hola, ellos son mis alumnos, Lisa, Toni y Glenda son mis estudiantes, chicos saluden a Roberto”- dijo el doctor Isaac sonriente, -“hola Roberto, mucho gusto”- dijo Lisa sonriente, -“hola encanto”- dijo Glenda sonriente lo miraba de pies a cabeza, -“así que tú eres Roberto, el profesor Isaac nos ha hablado mucho de ti, así que estamos en confianza”- dijo Toni sonriente, -“hola a todos”- dijo Roberto tímido, -“vamos sube adelante”- dijo el doctor Isaac, subiendo al auto.
El auto estaba siendo conducido por el doctor Isaac, a su lado iba Roberto mirando el paisaje, cruzaban los montes, por medio de un bosque, un largo viaje tenían, -“cuéntanos ¿qué tal el manicomio?”- dijo Tony sonriente miro a Roberto, -“Tony, no es un manicomio es un centro de recuperación mental, así debes llamarlo”- dijo el doctor Isaac serio, -“está bien profesor Isaac pero antiguamente se llamaba así”- dijo Tony aburrido, -“ eso era antes, ahora se llama distinto, aprende hablar como futuro profesional”- dijo Lisa seria, -“si lo dice la mejor de la clase así será”- dijo Tony sonriente, -“profesor ¿no cree que debemos empezar a filmar?”- dijo Glenda sonriente, -“tienes razón, Tony encienda la filmadora, recuerda enfocarme a mí, Glenda ya sabes que hacer, Lisa toma apunte de todo”- dijo el profesor Isaac sonriente.

-“Toma uno, empezamos con el viaje hacia el pueblo fantasma de Pampas”- dijo Glenda sonriente, -“no es una película así que deja de hablar así”- dijo Tony, -“hola soy Glenda, y estamos yendo junto con mis compañeros y el profesor Isaac a un famoso lugar llamado el pueblo fantasma de Pampas, profesor Isaac puede hablar sobre el pueblo, ¿a qué vamos?”- dijo Glenda mientras miraba a la filmadora, -“primero déjenme presentarles a quien será nuestro guía, Roberto, el joven que alguna vez estuvo en ese lugar como hace 5 años atrás y logro salir con vida, paso muchas cosas el cual le afectaron la mente y está de regreso para superar sus temores. El pueblo de Pampas, está ubicado en Huaral a unos 3100 msnm, el cual nadie ha pisado sus tierras hace muchos años, solo nuestro amigo Roberto”- dijo Tony sonriente mientras era filmado, -“¿Por qué lo llaman pueblo fantasma profesor, porque nadie lo ha pisado”- dijo Glenda que hacia el papel de entrevistadora, -“¿por qué esta deshabitado?”- dijo Lisa, -“es considerado el pueblo fantasma por la densa neblina que cubre a la zona, suele taparlo y muy pocas veces suele despejarse para poder verse, los habitantes de este pueblo se marcharon debido a que las tierras dejaron de ser fértiles, los animales se enfermaron y fueron muriendo, total que no había nada que puedan comer y así sobrevivir, otros rumores dicen que como tienen el cementerio muy cerca del pueblo, los espíritus salían de sus tumbas y rondaban las calles, tuvieron miedo y se marcharon, hay cada cierta leyenda rural en estos lados”- dijo el profesor Isaac, Roberto cerraba los ojos, se recordaba a él corriendo asustado por las calles, por un bosque hasta que se topó con un auto.
-“¿Cree que existan esas cosas de los fantasmas o más se enfoca usted a lo de las tierras infértiles?”- pregunto Glenda, -“es lo más probable diría yo, no hay que temerle a esas leyendas inciertas, los fantasmas no hacen daño, sino los vivos”- dijo el profesor Isaac, -“¿Qué tan cierto es que si alguien entra a ese pueblo a quedarse a dormir, no vuelve a salir?”- dijo Lisa algo asustada, -“es lo que dicen, ciertos mineros se quedan a dormir en aquel lugar peor no se les vuelve a ver, se los traga ese pueblo, se pierden, hay tantas historias, fantasía”- dijo el profesor Isaac, -“que miedo ¿y desde que tiempo lleva abandonado?”- dijo Lisa, -“desde la década de los 50, esperemos tener suerte y poder encontrar dicho pueblo, tal vez comprobemos unas de las hipótesis o descubramos una nueva”- dijo el profesor Isaac sonriente miraba sus alumnos.
Tony le codeaba a Glenda para que pregunte por Roberto, -“cuéntennos sobre Roberto, tal vez muchos no conozcan su historia”- dijo Glenda, Tony sonreía filmándolo, Lisa seria los miraba, Roberto se puso nervioso, -Roberto, hace unos años había estado aquí, vino con unos amigos y su hermano, ellos eran profanadores de tumbas, se enteraron que los habitantes de este pueblo enterraban a los parientes con parte de sus joyas de oro que sacaban de la mina, Roberto fue el único que fue encontrado, sus demás amigos habían desaparecido, lo encontraron desorientado por una carretera, lo llevaron a la policía, no recordaba lo sucedido, ni su nombre, estaba traumado no sabemos que le causo ese trauma, la policía lo dejo en el hospital de salud mental de la ciudad”- dijo el profesor Isaac, -“Roberto crees que puedes contarnos lo sucedido con tus amigos”- dijo Glenda, Roberto guardaba silencio, -“esperemos con el viaje logre recordar lo que pueda”- dijo el profesor Isaac, -“si no va hablar ¿qué reportaje haremos?”- dijo Toni serio, –“tranquilo, acaba de salir del hospital, denle que se tome su tiempo”- dijo el profesor Isaac.
El camino se terminó, el auto se detuvo, -“hasta aquí termina el camino, de ahora en adelante iremos a pie, lleven cosas que puedan abrigarse estos lugares suele hacer mucho frio, Tony carga la mochila, chicas traigan las linternas”- dijo el profesor Isaac, tomo su saco y salió del auto hasta llegar a un río. El grupo cruzo las aguas algo sucias, Roberto miraba aquel río, recordaba a él y a sus amigos que se reían al cruzar, -“¿por donde iremos profesor?”- dijo Lisa mirando el ancho camino tras llegar a la otra orilla, -“Roberto dime ¿recuerdas este lugar?, vamos intenta recordarlo, estuviste por aquí, has memoria me contaste que habías cruzado el río que recordabas el camino, ¿por dónde fueron?”- dijo Isaac, Roberto no decía nada, agachaba la cabeza, hablaba en voz baja, -“mi hermano, quiero ver mi hermano”- dijo Roberto tartamudeando se cogía la cabeza, como si le doliera, -“¿es seguro seguir a un retrasado?”- dijo Tony serio, -“no le hables así”- dijo Lisa acercándose a Roberto y tranquilizándolo, Glenda sonreía, -“vamos Roberto, yo sé que puedes, dime por donde vamos, esfuérzate”- dijo el profesor Isaac serio, -“no lo presionemos, está haciendo lo que puede”- dijo Lisa interviniendo, Roberto empezó a llorar y señalo por un camino, -“¿por ahí?, ¿de frente?, ¿estás seguro?”- dijo el profesor Isaac, -“espero que nos terminemos perdidos”- dijo Tony serio, -“confiemos en él, sigamos por aquí”- dijo el profesor Isaac avanzando, Glenda avanzo con Tony, Lisa y Roberto se quedaron atrás de ellos, -“ya paso, tranquilo, vamos ven conmigo, no te dejare solo”- dijo Lisa tomándolo de la mano amablemente, Roberto la miraba, le agradecía y se iba con ella.

-“Tranquilo todo está bien, no prestes atención a lo que diga ese idiota de Tony, solo vino para que ayude a cargar lo pesado, es el burro del grupo, estaremos todos a salvo mientras estemos juntos”- dijo Lisa, -“gracias, pero cada vez que intento recordar me duele la cabeza, por más que intento no puedo recordar todo lo que paso, solo sé que me da mucho miedo volver a ese lugar”- dijo Roberto tartamudeando, Lisa lo miraba.
-“Mírenlos parece que fuera su novio, ¿crees que le guste ese tonto”- dijo Glenda, -“como crees, el encanta hacerse la buenita, ya sabes que el profesor vea que puede tener el control, todo lo hace para darle gusto al profesor, es una zorra”- dijo Tony serio, -“¿se puede saber que traes en esa mochila?”- dijo Glenda mirándolo cansado, -“no lo sé, dijo que eran herramientas de trabajo, quise averiguarlo pero se molestó cuando quise abrirla, cuando consigamos lo que buscamos le mandare al diablo”- dijo Tony serio miraba al profesor que iba adelante, -“yo quiero la fama, el dinero”- dijo Glenda sonriente le acariciaba el rostro a Tony.
El grupo seguía avanzando por un camino, veían varios montes, -“¿por dónde es Roberto?”- dijo el profesor Isaac, Roberto miro a Lisa, -“trata de recordar pero no te esfuerces demasiado, recuerdas esta área, mira los alrededores ¿hay algo que te resulte familiar?”- dijo Lisa amable, Roberto miraba los alrededores, en eso veía un árbol seco con una apariencia extraña, algo tétrico, -“ese árbol, lo recuerdo, nosotros estuvimos por aquí, caminamos por esa dirección”- dijo Roberto mirando el árbol seco, señalo a su derecha, -“bueno que esperamos, vamos”- dijo el profesor Isaac siguiendo la dirección que indico Roberto, -“que bien lo haces Lisa, ya sabemos porque eres la favorita del profesor”- dijo Tony sonriente, -“piérdete idiota”- dijo Lisa seria, Tony y Glenda sonriente se fueron tomados de la mano.

Luego de subir por aquella loma, el grupo veía el ocaso, -“que linda vista”- dijo el profesor Isaac, -“se ve muy romántico”- dijo Glenda sonriente, -“miren allá”- dijo Tony señalando, se veía a la neblina que se despejaba poco a poco, el pueblo de Pampas estaba frente a sus ojos, el profesor Isaac grito de alegría y bajaba entusiasmado, -“menos mal que llegamos, ya está apunto de anochecer”- dijo Glenda, -“después de todo ese retrasado si conocía el lugar”- dijo Tony bajando por la loma, -“lo hiciste }Roberto, llegamos”- dijo Lisa sonriente lo soltó de la mano y entusiasmada bajaba a ver el pueblo, Roberto se cruzaba de brazos mirando el lugar, -“no es una buena idea entrar en ese pueblo”- dijo él asustado tartamudeaba.

El profesor Isaac ingresaba al pueblo, se veía entusiasmado, tocaba los muros de la casa, -“hoy hicimos historia, Tony enciende la filmadora, quiero que grabes mi ingreso”- dijo el profesor sonriente, -“tengo cargando la mochila, me pesa bastante”- dijo Tony serio sacando la filmadora, -“no te quejes, ya estamos aquí donde queríamos estar”- dijo el profesor Isaac, -“pero qué lugar tan pobre, miren las casas, todas rusticas, me imaginaba alago más colonial”- dijo Glenda mirando con desprecio el lugar, -“es un lugar de pueblerinos, alejados de lo civilizado, vamos Tony que esperas con esa filmadora”- dijo el profesor Isaac, -“ya voy”- dijo Tony empezando a grabar, -“estamos aquí, llegamos al pueblo de Pampas, un lugar el cual hace años nadie pisa, el profesor Isaac nos va mostrar sobre….”- dijo Glenda frente a la filmadora, en eso el profesor se puso enfrente interrumpiéndole la narración, -“estas casas están abandonadas por años, ¿no escuchan nada?”- dijo el profesor Isaac, -“no se escucha nada”- dijo Glenda, -“pues claro, ni las aves se atreven a posarse sobre las casas, este pueblo no tiene vida, y nosotros haremos un recorrido, síganme”- dijo el profesor Isaac alegre, Tony lo seguía filmando, Glenda se veía molesta.

Lisa entraba al pueblo, -“este lugar es muy tétrico”- dijo ella mientras tomaba fotos al lugar, Roberto ingresaba temeroso, -“no debemos estar aquí, mejor ya vámonos”- dijo Roberto asustado mirando las calles, -“claro que no, acabamos de llegar, Roberto ¿recuerdas algo de estas calles, por donde estuviste tú?”- dijo Lisa sonriente, Roberto miraba las calles, cerró los ojos y recordaba cuando estaba con sus amigos paseando y gritando contentos diciendo que serán ricos, -“¿Qué te pasa, estas bien, recuerdas algo?”- dijo Lisa mirándolo mareado, -“no mucho, solo que se me vienen imágenes borrosas, incompletas, tengo frio”- dijo Roberto, -“eta oscureciendo, encontremos a los demás”- dijo Lisa sonriente se lo llevo de la mano.
La noche caía, -“en estas casas no fueron habitadas por décadas, y nuestras cámaras están filmando todo, ahora nos dirigimos al cementerio del pueblo”- dijo el profesor Isaac, -“¿al cementerio a esta hora?”- dijo Glenda, -“claro que sí, ahí está lo valioso”- dijo Tony dejando de filmar, -“¿y donde están Lisa y Roberto?”- dijo el profesor Isaac, -“estaban detrás de nosotros”- dijo Glenda, -“busquemos a Roberto para que nos ayude a buscar el cementerio”- dijo el profesor Isaac, -“este pueblo es pequeño no creo que sea difícil encontrarlo”- dijo Tony, -“obedezcan, y deja esa mochila para que avancen, no se alejen mucho nada más, no quiero que ustedes también se pierdan”- dijo el profesor Isaac serio miraba a sus alumnos, quienes fueron a buscar a Lisa y a Roberto. Él se quedó mirando los alrededores, luego tomo la mochila y voltio pro una esquina.
Glenda iluminaba con su linterna, -“aquí hace frio”- dijo Tony, -“y si aprovechamos el momento y entramos en una de esas casas para calentarnos un poco”- dijo Glenda sonriente, -“quieres adentro”- dijo Tony señalando una casa, -“si, no me digas que crees en fantasmas, tal vez te asuste uno que este rondando en la noche”- dijo Glenda desabotonándose su abrigo, -“está bien, vamos que sea algo rápido”- dijo Tony entrando a una casa con Glenda, se encerraron.
Roberto miraba una casa, parecía que alguien los observaba, el camino apresurado, -“tranquilo, ¿a dónde vas?”- dijo Lisa, viéndolo alejarse, -“hay alguien ahí que nos está observando”- dijo Roberto tartamudeando señalaba hacia la ventana de una casa, -“Roberto, ahí no hay nadie, te lo estas imaginando, solo estamos nosotros, no hay nadie más en este pueblo”- dijo Lisa alumbrando con su linterna aquella ventana, -“vámonos por favor, busquemos a tus amigos y salgamos de aquí”- dijo Roberto asustado, -“cálmate, no hay nada que temer aquí”- dijo Lisa intentando calmarlo, Roberto miro hacia las demás casas, escuchaba risas de niños y llantos de mujeres, él se cogía la cabeza, -“¿Roberto qué te pasa?”- dijo Lisa asustada lo miraba, -“déjenme, déjenme en paz, no quiero escucharlos”- dijo Roberto grito y se fue corriendo por una calle, -“Roberto espera te vas a perder, Roberto”- dijo Lisa siguiéndolo.
El profesor Isaac estaba saliendo del pueblo, veía el cementerio, -“te encontré, ahora vamos a ver si entierran sus muertos con todo su oro como tiene de traducen estos pueblerinos, debo apresurarme antes que vengan el resto a mas encuentre solo será para mí”- dijo el profesor Isaac sacando e la mochila una pequeña palana, se acercó a una tumba a excavar.
Glenda y Tony estaban en la casa teniendo relaciones sexuales, -“me encanta que te pongas así”- dijo Tony escuchándola gemir de placer, -“a mí también me encantas”- dijo Glenda acariciándolo cuando miro hacia arriba y algo le asustaba, Tony creía que seguía satisfaciéndola, Glenda puso su cara de asustada, -“te sigue gustando mi amor, ¿Qué te pasa?”- dijo Tony sonriéndole le miraba su cara de asustada, en eso alguien jalo de los pies a Tony arrastrándolo hacia la oscuridad, él grito adolorido, Glenda también grito se puso de pie y se cubría la cara.
-“¡Roberto, responde!, qué lugar tan triste, las ventanas rotas, las puertas, claro es lógico porque lleva años deshabitado, ¿y donde estará Roberto?, ya lo perdí, será mejor que encuentre al profesor y a los demás”- dijo Lisa asustada, en eso veía como una puerta se abría lentamente, rechinaba por las bisagras viejas,-“¿Roberto eres tú?, ¿ estás ahí?, ya me está contagiando Roberto”- dijo Lisa alumbrando la puerta, en eso esta se cerró de golpe, Lisa asustada empezó a correr.
Roberto asustado estaba por unas calles, -“¡corre Roberto, huye sal de aquí mientras puedas, sálvate!”- eran las voces que recordaba Roberto, -“mis amigos, mi hermano, no puede ser, no puede ser”- dijo Roberto agachándose y se sentó en la vereda en una esquina, se puso a llorar.
Glenda corría por las calles en ropa interior, -“¡ayúdenme, Lisa, profesor, alguien ayúdenme por favor!”- decía Glenda aterrada sin saber por dónde ir, en eso escuchaba risas de niños, asustada voltio a ver quién era pero no había nadie, al otro lado de la calle escuchaba el llanto de unas mujeres, -“por favor, no me asusten, déjenme ir”- dijo Glenda llorando se recostó en una pared, se deslizaba sin darse cuenta que en su detrás había una ventana, unas manos negras salieron por la ventana y empezaron a sujetarla de los brazos, ella gritaba poniendo resistencia que no la introdujeran dentro de la casa, pero aparecieron más manos sujetándola de su rostro, cabellos y todas partes de su cuerpo ingresándola con fuerza hacia dentro.

Lisa caminaba por una calle, -“Profesor, Tony, Glenda, Roberto, chicos donde están”- dijo Lisa asustada ingresa por una calle estrecha, en eso voltio a mirar atrás al escuchar el ruido de una oveja, alumbro con su linterna, y de hecho había una oveja, -“que hace una oveja aquí, este pueblo no estaba deshabitado?”- dijo ella iluminando a la cabra que estaba comiendo pasto, el animal al darse vuelta y mostrar su otra parte de la cara, Lisa se asustó al ver que estaba siendo devorado por gusanos, soltó su linterna, se tapó la boca, -“¿qué es eso, que está pasando aquí”- dijo ella aterrada por lo que vio, en eso un perro estaba detrás de unas rejas que ladraba, quería morderla pero no podía, ella vio que el perro también tenía su cara pudriéndose, ella grito aterrada, tomo su linterna y se echó a correr.

El profesor Isaac, termino de excavar la tumba, veía el ataúd, lo abrió con un golpe de su palana, -“por fin”- dijo él sonriente, veía el esqueleto de un habitante, sonrió al ver que tenía puesto un collar de oro, se lo quito al cadáver, y empezó a reírse, -“Roberto, yo si voy a lograr lo que tú no pudiste”- dijo el profesor alegre, en eso intento salir de la fosa pero el esqueleto tenía su brazo atorado en su pantalón, el profesor Isaac al ver que la mano del esqueleto se había atorado en su pierna, empezó a patearlo, -“un costal de huesos no me va asustar a mi”- dijo el profesor Isaac pateando aquel brazo que le sujetaba de la pierna, empezó a salir de la fosa sonriente, -“ahora iré a otra tumba”- dijo Isaac, cuando el esqueleto salió de la tumba y lo sujeto de las piernas, el profesor grito asustado al verlo que cobro vida aquel cadáver, el esqueleto lo arrastraba hacia su tumba, Isaac intentaba separarse de él, pateándolo que lo soltara pero el esqueleto logro arrastrarlo con él hacia su tumba, se escuchaban los gritos del profesor dentro de la fosa, hasta quedarse callado.

Lisa asustada corría por una calle llorando, llego a un callejón sin salida, regreso por el mismo camino, dio vuelta una esquina y veía Roberto sentado abrazándose las piernas, -“Roberto, te encontré, tenemos que irnos de aquí, este pueblo vi los fantasmas de unos animales, eran horribles, vámonos de aquí”- dijo Lisa llorando, -“ya recordé todo”- dijo Roberto soltando una lágrima, -“¿qué recordaste?”- dijo Lisa, -“lo que me paso a mis amigos y a mi”- dijo Roberto, -“¿qué te paso?”- dijo Lisa asustada.
Roberto empezó a contar: -“mi hermano Percy trabajaba en una mina, junto con su amigo Terry habían escuchado a unos pobladores hablar de este lugar, del pueblo de Pampas, que nadie lo había encontrado y ni se atrevían a pisar por que los fantasmas aún estaban aquí deambulando, así que me fue a buscar a mí a la ciudad para seguir una aventura, yo invite a Sandro, mi mejor amigo de la universidad, ambos éramos estudiantes de arqueología y nos pareció interesante si dábamos con este hallazgo, aceptamos venir con él. Mi hermano Percy y Terry habían tenido un mapa que mostraba la ubicación del pueblo, nosotros los seguimos, no sabíamos lo que iban hacer, mientras Sandro y yo queríamos hacer un hallazgo arqueológico de este pueblo abandonado, mi hermano y Terry querían encontrar el cementerio de este pueblo ya que los habitantes enterraban a sus difuntos que trabajaron en la mina con todas sus valiosas pertenencias, ellos eran los profanadores, Sandro y yo no, logramos cruzar el río, pasar por el aquel árbol, por esos montes, bajar esos senderos, todo estaba cubierto por la neblina, habíamos encontrado el pueblo de Pampas, mi hermano nos llevó al cementerio y junto con Terry empezaron a profanar las tumbas, encontraron oro en los cadáveres, Sandro y yo también caímos en la avaricia, juntamos mucho oro de aquellas tumbas, pero al anochecer, no encontrábamos la salida, por más que caminamos siempre llegábamos al mismo lugar, extraviados estábamos perdiendo la cabeza, horas y horas dando vueltas en un mismo circulo. Para calmar las cosas porque ya estábamos muy nerviosos, decimos pasar la noche en una de las casas, eso fue lo peor que pudimos hacer, escuchamos risas de niños, voces de mujeres que hablaban y renegaban por que habían profanado las tumbas de sus esposos, nos asomamos a ver por la ventana y no había rastro de nadie, Terry y mi hermano fueron a investigar pero no regresaban. Sandro quería esperar para salir hasta el amanecer pero yo no podía dejar a mi hermano, fui a buscarlo y me encontré con el cadáver de Terry colgado en uno de los techos, intenté regresar a la casa por Sandro pero al ingresar, él estaba muerto, tenía el cráneo destrozado, hui sin saber en dónde esconderme, llamaba a mi hermano que me encuentre y cuando lo encontré estaba asustado, me dijo para correr, que los habitantes del pueblo habían regresado y nos iban a linchar por haberles robado, corrimos tanto, llegamos a una iglesia, los fantasmas de los habitantes estaban enfurecidos, golpeaban la puerta queriendo entrar por nosotros, mi hermano y yo llegamos por detrás de la iglesia, había un cuarto nos encerramos, solo vimos una ventana pequeña, él me ayudo a salir pero me atore, no podía desatorarme, lo que hizo mi hermano es regresar y alejar a los habitantes que no se acercaran a donde estábamos, me dijo que me escapara y que no regrese a buscarlo, se los llevo por otro lado a que lo persiguieran, luego de tanto esfuerzo logre salir, corrí sin mirar atrás, luego recuerdo que me resbale por un barranco, me golpee la cabeza, al despertar vi una carretera, un auto y me puse en medio a que me ayudaran, eso fue lo que sucedió”- dijo Roberto llorando tartamudeaba finalizando su relato, Lisa se tapaba la boca asustada.

-“Roberto, lo que me dices es algo de terror, no debimos haber venido”- dijo Lisa, -“te lo dije, pero no me escucharon, ahora es tarde para salir, no nos dejaran que nos vayamos”- dijo Roberto soltando lágrimas, -“tenemos que hacerlo antes que aparezcan los fantasmas”- dijo Lisa, -“ya es muy tarde, mira hacia allá”- dijo Roberto señalando la silueta de un hombre con una palana en sus hombros, Lisa asustada miraba aquella silueta que estaba acercándose hacia el lugar donde estaban ellos, -“vámonos de aquí”- dijo Roberto poniéndose de pie y tomando de la mano a Lisa quien se cayó de rodillas, -“no puedo, no puedo”- dijo Lisa asustada, Roberto le ayudaba levantarse y se marcharon.

-“¿Qué es eso, fue un fantasma lo que vimos?”- dijo Lisa llorando, Roberto se detuvo, mirando al frente, había la silueta de otros hombres con unas picotas en mano, -“están llegando, vámonos tenemos que salir de aquí, buscar la salida”- dijo Roberto, -“pero como, dijiste que no hay salida”- dijo Lisa entre lágrimas, -“debemos encontrar la iglesia, esa es la única salida”- dijo Roberto asustado, -“pero por donde es, recuerdas donde está ubicada esa iglesia”- dijo Lisa, -“no recuerdo muy bien, pero tenemos que buscarla si queremos salir de este lugar”- dijo Roberto caminando por otra calle, al frente de ellos se veían las siluetas de unas mujeres que los señalaban, Roberto entro a una de las casas con Lisa, cerraron la puerta, -“que haremos no hay salida”- dijo Lisa, -“debemos encontrar la iglesia”- dijo Roberto agitado, Lisa lloraba escuchando los golpes de la puerta, gritaban los pobladores que abran, que eran unos ladrones, Lisa se tapaba los oídos y retrocedía en eso se topó con algo en el suelo, era el cuerpo de Tony ensangrentado, Lisa grito, Roberto la tomo de la mano y fueron a la parte trasera de la casa, llegaron a un corral, saltaron el muro y llegaron a otra calle.
Ellos estaban cansados de tanto correr, -“esto es el fin, no hay salida, corrimos mucho y no encontramos la salida”- dijo Lisa, -“la iglesia, debemos de encontrarla”- dijo Roberto tartamudeando, -“lamento que el profesor Isaac te haya traído aquí con engaños, la verdad es que aparte de un documental nosotros también queríamos profanar las tumbas, íbamos a repartirnos en partes iguales, lo lamento”- dijo Lisa llorando, Roberto la miraba, -“mis amigos murieron, y los tuyos también”- dijo Roberto mirando en el centro del pueblo, en unos postes de palos estaban atados los cuerpos del profesor Isaac y de Glenda, -“a nosotros también eso nos va esperar”- dijo Lisa llorando asustada, Roberto miro a su hermano que le sonreía a lo lejos y le decía que viniera hacia donde esta él, -“¿Percy?”- dijo Roberto dirigiéndose hacia donde estaba su hermano, -“¿Roberto a dónde vas?”- dijo Lisa siguiéndolo, el hermano de Roberto daba vuelta una esquina, -“ahí donde está esta mi hermano”- dijo Roberto señalando el lugar donde había visto el fantasma de su hermano, Lisa asustada lo miraba extraño, -“¿qué dices, donde está tu hermano, donde lo viste?”- dijo Lisa siguiéndolo.
Roberto veía su hermano que lo guio hasta la iglesia, lo veía ingresar, -“Percy, me trajo aquí, es la salida”- dijo Roberto sonriente, -“¿Qué dices, yo no veo a nadie”- dijo Lisa mirándolo extraño, -“vámonos de aquí”- dijo Roberto entrando a la iglesia, Lisa lo seguía, -“Percy, hermano, donde estas, hermano”- dijo Roberto sonriente entro a la iglesia pero no había nadie, estaba todo abandonado, Lisa se quedó afuera temblando de frio, veía que por la derecha se acercaban los pobladores con antorchas y palos, por la izquierda también habían pobladores enfurecidos, todos eran fantasmas, ella grito aterrada, entro a la iglesia, -“¡ahí vienen, Roberto, están afuera los fantasmas de los pobladores, tenemos que hacer algo, nos tienen rodeados!”- dijo Lisa asustada, -“¡Percy!, sé que estas aquí, me trajiste aquí hermano, gracias, Lisa ve por el cuarto de atrás, escapa”- dijo Roberto, -“¿ir yo sola, y tú que harás?”- dijo Lisa, -“yo te alcanzare luego, anda, ve de una vez”- dijo Roberto sonriente, Lisa lo miro asustada, veía por las ventanas las antorchas, los gritos de la gente enfurecida, los golpes que daban a la puerta de la iglesia eran cada vez más fuertes, Lisa se marchó dejándolo solo.

-“Percy, ahora sí, ¿dónde estás hermano?”- dijo Roberto sonriente dio un giro lentamente, en eso apareció Percy, tenía una herida en la cabeza, -“te dije que no regresaras a buscarme”- dijo Percy sonriente, -“te extraño mucho hermano, no me quiero irme sin ti”- dijo Roberto, -“tu puedes continuar con tus estudios, recuperar tu vida, aun estas con vida, yo ya no pertenezco a ese mundo, vete hermano y se feliz”- dijo Percy triste, -“no me iré, porque mi única familia eras tú, afuera ya no tengo a nadie, así que me quedare aquí contigo y con Sandro mi mejor amigo”- dijo Roberto sonriente soltando una lagrima, -“¿estás seguro que quieres quedarte?, no es un bonito lugar aquí”- dijo el fantasma de Sandro apareciendo, -“si estaré con ustedes, estaré contento”- dijo Roberto abrazándolos y llorando, -“hermano yo no quiero que te quedes aquí, tu alma estará en pena como la nuestra, atrapada en este lugar”- dijo Percy, -“déjame, es mi decisión, quedarme y estar con ustedes”- dijo Roberto sonriéndole, en eso entraron los fantasmas de los pobladores y lo rodeaban, Roberto dio un grito de dolor.

Lisa lo esperaba pero cuando escucho el grito, se asustó miro una habitación, entro y veía la ventana, ella logro salir por aquella ventana estrecha, al caer hacia el otro lado, se puso de pie y empezó a llorar, corría sin detenerse, hasta que subió a un monte, veía el sol salir, el día se empezó aclarar, voltio a mirar atrás y la neblina que cubría al pueblo desapareció junto con pueblo,-“Roberto…”-dijo ella, se asustó al ver que el pueblo era fantasma, se marchó.
Lisa caminaba sin dirección alguna, con el sol fuerte sobre ella, se cogió el brazo, estaba herida, caminaba lentamente por un lugar que no conocía, un camino por el cual no había llegado parecía que se iba desvanecer.
Llego a un pueblo donde había gente campesina que la veían algo asustados, ella se detuvo en un poste de luz, la gente la miraba, los que cruzaban por su delante le dieron una limosna, Lisa no decía nada solo miraba las monedas que le dejaban, ella cerraba los ojos estaba cansada.
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