El Estadista del Cielo – Pt. 2

-… Bueno, en total sumado vas unos 5 años y medio de purgatorio. Un año de infierno y uno 450 días de resurrección como un cerdo.- dijo con el tono de voz que sólo un burócrata podría tener. – Y de paso cuando vuelvas aquí veremos de darte un cuartucho en una nube en los barrios bajos del cielo por el resto de la eternidad.

Clases sociales en el cielo. No podía creerlo.

– Pero no desfallezcas. – dijo, claramente confundiendo mi incredulidad por sorpresa – Tenemos que contar todas las cosas buenas que hiciste. Generalmente eso equilibra un poco los tiempos.

Me pasó un libro titulado «Contabilidad Existencial Usuario:TJA19861117ORR75111715…» que tenía una plantilla, dividida en cuatro columnas. La primera se llamaba «Acciones», «Fecha», la siguiente «Debe» y la última «Haber».

En este libro cada línea estaba escrita:

«Le pagó a su amigo a tiempo el dinero que se prestó | 17/06/2005 | 5 | 0 «

«Trató mal a su mamá | 18/06/2005 | 0 | 150 «

«Le metieron cuernos y se portó muy bien | 05/05/2016 | 120 | 0»

Etc… cada que cambiaba de página se creaba una nueva, causando que el libro pareciera no avanzar y de paso no tener final. Ahí había un detalle del peso de todas mis acciones, buenas o malas, ya que el detalle de mis acciones neutras era tan grande que, en sus palabras, serían tres libros más.

– ¿Qué hay al final?

– Bueno, eso aún no se termina de definir. Dependerá tus acciones desde ahora. Pero antes, hay que sacar un veredicto.

– ¿O sea que aquí se me juzgará, literalmente, por el contenido de ese libro?

– Prácticamente, sí. Tienes todo el tiempo para revisar el libro si crees que te juzgamos mal, y puedes revisar detalles si tocas sobre la línea, incluso revivir recuerdos. Así que si me disculpas, me levanto y prosigo a prepararme un café. – Dijo y apareció justo atrás mío con su tasa ya servida leyendo un periódico.

– ¿Qué quiere decir con desde ahora? ¿Puedo volver como algún tipo de fantasma para aumentar mi cuota?

– Eh… no. Ya intentamos por un tiempo hacer eso y los humanos crearon varias religiones para explicar el fenómeno, así que tuvimos que resetear todo mandando a un tipo que muriera por sus… bueno, debes conocer el resto.

Seleccioné uno que me llamó la atención.

«Pisó la cola a un perro en la calle y no se disculpó | 22/10/2003 | 0 | 20 «

Seleccioné la entrada, y reviví el recuerdo. Estaba en el teléfono hablando con alguien del trabajo, caminando por la calle, sintiendo el estrés. Era como una película en realidad virtual con sentimientos incluidos. Pise la cola al perro, y no me inmuté siquiera por el chillido del animal. El cuál vio como me alejaba, y él sentía rencor y miedo e injusticia porque no me había hecho nada.

Volví a la oficina. Si todo lo que estaba en el libro era como lo que había visto… no quería ver más. Tengo la mala suerte de recordar lo malo que me pasa, darle sentido y no olvidarlo nunca más para intentar no ponerme en una situación que me haga revivir ese momento de nuevo. No sabría decir si me hiciese sentir mejor revivir la situación de forma tan realista.

– ¿Y cuánto es mi puntaje final? – pregunté, porque esto sí era ser juzgado por mis acciones. – ¿No puedo rezar para que se baje un poco?

– ¿Rezar? Já! Si fuese tan fácil, todos estarían aquí arriba. Lo siento, pero la culpa no cumple un rol aquí. Tu vida y lo que hiciste sí. Pero veamos. Sumando todo tu buen obrar y tu mal obrar, tenemos:

«Totales | 120855 | 52276 «

– Tienes un buen surplus. Podríamos decir que obraste mejor en general. Según la norma pero, tienes que obrar tres veces mejor de lo que malobras para poder entrar. Así que te quedas unos treinta mil puntos corto.

– Ok… y… ¿cómo logro eso?

– Bueno. Tenemos varios paquetes.- Se agachó y sacó un brochure con propaganda celestial.- Nos puedes pagar obviamente en años y te encontramos obviamente algo especial para lo que necesites. Como por ejemplo – dijo entregándome uno.- Este paquete tiene un plan de velocidad donde podrás acumular el tiempo en una persona que vivirá intensamente obrando y haciendo bien hasta sus 18 años y morirá en una fecha a ser determinada de forma a determinarse dentro de ese periodo rango.

– ¿Cómo una reencarnación? – Le pregunté algo escéptico.

– No, para nada. Aquí a eso lo llamamos destino…

Me pasó otro brochure.

– Este es el paquete flojo. Vivirá una vida larga y aburrida, sin muchos sobresaltos ni emociones fuertes. Una vida lenta y segura, donde se esforzará lo mínimo, pero morirá a sus 80 más o menos… como una estadística más en sus reportes que hacen sobre esperanza de vida, producto interno bruto y esas cosas. – dijo, haciendo un ademán para restarle importancia a lo que acababa de decir.

– Siempre pensé que si había un cielo y alguien que nos trae al mundo, como ustedes, nos creaba de algún lugar único, y nos mandaba a la tierra a sufrir… no que había reencarnación.

– DESTINO! No usamos esa palabra aquí, según el inciso 2.- Dijo cambiando de tono de voz de enojo a menosprecio mientras hacía otra vez su ademán de restarle importancia. – Lo que sucede es que hubo un tiempo donde se creaba almas sin control, y como las almas no aprendían nada porque siempre eran nuevas, nunca evolucionaban, y terminaban matándose entre ustedes. El equipo de programación de almas no podía parchar y lanzar nuevas versiones que ustedes lo único que hacían era aprender a matarse más rápido. Logramos reducir esto reciclando las almas disponibles. Lo bueno es que algo de aprendizaje se les queda entre destino y destino, y pueden evolucionar antes de llegar al cielo. Hasta ahora sólo un puñado de almas buenas lograron entrar, pero desde que iniciamos el reciclaje, estamos dejando que entren más.

Si ellos nos crearon, pensé, eso explicaría un poco nuestra caótica existencia.