Planeta entre Coníferas

Érase una vez en el hemisferio septentrional una comunidad de roedores, entre los líderes de esta comunidad, se encontraban los castores quienes estaban a cargo de la construcción de viviendas, diseñadas y construidas en los troncos de coníferas, algunos materiales para la viviendas eran transportados por ardillas voladoras. La comunidad se encontraba en expansión «entre aquellos» emigrantes de Asia del Sur como ardillas de la India y de Europa como hámsteres rusos quienes llegaron para encargarse de la recolecta de alimentos como frutos rojos, frutos secos como nueces, y distintas especies de plantitas de dicha hábitat. 

Un día Wendy una pequeña hámster rusa que tenía su pastelería, avisa a Tomy un castor encargado de vigilar la comunidad, que estaban siendo espiados, por lo que deciden crear un medio de transporte para llevar a cabo una travesía con el fin de emprender un viaje y no ser invadidos. Quien los espiaba era un naturalista que los observaba por un telescopio.