Continente Lunar, lucha por cristales elementales
Índice
Capítulo 1 – El árbol que nadie puede cortar.
Capítulo 2 – Encuentros repentinos.
Capítulo 3 – En el centro del Continente Lunar, llamada hacia el misterio.
Capítulo 4 – Duras pruebas en el interior de la Montaña del Pie. Parte 1
Capítulo 5 – Detrás del gran misterio, las escrituras del pasado.
Capítulo 6 – Duras pruebas en el interior de la Montaña del Pie. Parte 2
Capítulo 7 – Después del fracaso de un hombre sádico.
Capítulo 8 – Encuentros del pasado.
Capítulo 9 – Duras pruebas en el interior de la Montaña del Pie. Parte 3
Capítulo 10 – Ser precavido no está de más.
Capítulo 11 – Planes de dominación, unión de longevos.
Capítulo 12 – Al final del túnel está el cristal colosal.
Capítulo 13 – ¡Puede que no sea el final del viaje!
Capítulo 14 – Puesta en escena, los cristales elementales.
Capítulo 15 – Lo que no había pasado, afinidad por los cuatro cristales.
Capítulo 16 – Algo se cuece, reinicio de todo.
Capítulo 17 – Henos aquí, el reinicio esperado.
Capítulo 18 – La luz que aturde y cambia a las personas.
Capítulo 19 – Las cosas se aclaran, cristales elementales en la tierra.
Capítulo 20 – Rumores que viajan más rápido que el agua.
Capítulo 21 – Sacar provecho de la muerte.
Capítulo 22 – Inicia el nuevo inicio, continúan las pruebas.
Capítulo 23 – Encierro dinámico.
Capítulo 24 – Encuentro inesperado, puede que surja un gran mal.
Prologo
Desde que recuerdo me han gustado las grandes historias narradas en películas, animaciones, cortometrajes o cualquier otro medio, siempre tuve el deseo de poder descubrir, que clases de historias podría escribir yo y si una de esas historias pasaba a ser uno de los medios antes mencionados, sería un “Eureka” para mí, es lo que más deseo, ver como las palabras se convierten en acciones y demás actos, como las letras se transforman en movimientos, es la razón principal por la que escribo, pero también hay algo bastante fuerte y resuena del interior de todas las personas, diría yo, es transmitir lo que pensamos al resto de las personas y que están puedan principalmente disfrutar de ello.
La historia gira entorno al Continente Lunar en el cual ha surgido un fenómeno, que sobrepasa lo que las personas conocían, a raíz de este gran cambio en la tierra, surge una gran incógnita por las escrituras que antes no eran más que garabatos en las paredes, las ansias de poder de los reyes aumenta, todos quieren dominar a todos, un nuevo poder surge de un gran descubrimiento, alguien que tiene el ego por los aires aparece con este poder, el desenlace de todo esto es un misterio.
Capítulo 1 – El árbol que nadie puede cortar.
De un lado, está el muro de Roca Tree, el cual también tiene por nombres: el muro del fin de la tierra, el muro de los misterios y también el muro místico; alto, grueso, áspero y con musgo en todos lados, las raíces y las plantas salían en toda la edificación, se podían ver algunas ramas que salían del muro, pero no llegaban a crecer mucho, debido a que sus ramas no encontraban cimientos para crecer, excepto en el centro del muro, de allí salía un árbol fuerte, robusto, de una talla dura, jamás vista, se dice que es así debido a la gran muralla a la cual estaba atado, que adquirió dotes del muro, pero aun así tenía unas ramas fuertes que se aferraban a la tierra, las cuales no cortaban ningún arma de todos los reinos, se cuentan historias de millares de hombres que lo han intentado pero todos fallaron, aunque hubo algunos que sí lograron sacarle alguna astilla, ¡puede ser!, esta Sir Zuss Park, quien mando a hacer la espada más filosa de todos los reinos y al término de esta, fue hacia el árbol a intentar cortar aunque sea una rama.
Sir Zuss Park era una persona de complexión delgada, no calado en los huesos, pero tampoco tan esbelto como se podría pensar, su cabello largo y marrón, muchas veces codiciado por muchas mujeres, no tanto por lo largo de este si no por lo cuidado y bien tratado que este mantenía el mismo, tenía cierto nivel de osadía, era esta la que lo hacía intentar ir en contra del árbol ancestral.
Sir Zuss Park – Hoy será el día en que caerás pedazo de madera insolente.
Se preparó para acertar el golpe, ¡cliimmmmm!, la espada resuena al contacto con el árbol, al mismo tiempo que se parte a la mitad, la punta de la espada le paso por la cara, cortando a Sir Zuss Park, en medio de la nariz y los ojos.
Sir Zuss Park – Te maldigo, árbol de los demonios, pero algún día te arrancaré de raíz, con tu centro me haré un carromato y con tus ramas prepararé el mayor festín de todos los tiempos, aún más grande que la del rey fiestero Jorge Sirven, me meare y cagare en lo que quede de tus cenizas, lo juro o moriré en el intento.
Se marchó sin más que decir y con una cara de muerte, que solo reflejaba irá, enojo, y odio hacia el árbol, no paso mucho para que la voz se corriera y llego a oídos de Sir Gonzo Dimitro, lo que intento hacer Sir Zuss Park en el gran muro, con aquel árbol ancestral.
Sir Gonzo Dimitro – Si esto es así no puedo aceptar quedarme atrás, debo partir hacia el árbol en el muro, antes de que llegue el rumor a otros oídos, preparen mi montura y una escuadrilla de veinte hombres para que me escolten, ¡hacedlo rápido!
A su lado estaba su segundo al mando y consultor, Yon Yinsel.
Sir Gonzo Dimitro – Encárgate de esto y hazlo, en la brevedad.
Yon Yinsel – Si mi señor, de lo por hecho.
Sir Gonzo Dimitro – Te lo encargo.
Sir Gonzo Dimitro era un hombre robusto, de piel áspera, la cual había tomado esa apariencia debido a las grandes batallas que había librado cuando era más joven y cientos de justas, siempre era confiado de sí mismo, en parte por su gran cuerpo y musculatura, también por su arrogancia, la cual saltaba a la vista de todos y como era de alta cuna, esta aumentaba al pasar los días, pero por encima de todo ponía a su honor como caballero, tenía una barba tan negra como la noche más oscura, esta le llegaba aproximadamente hasta el pecho, su cabello no era tan negro como la barba, parecía que la barba se había tragado el negro del cabello, en la actualidad está es canosa, conservando sólo un poco de su color negro, estas canas eran de un color plateado intenso, que al contacto con el sol brillaban.
Sir Gonzo Dimitro – Llamad a mi forjador.
Forjador – Mi señor, en que pueden servirle mis leales manos.
El forjador era un hombre de una edad un poco avanzada, de unos sesenta años de edad, en su cabeza no había ni un solo cabello de otro color que no fuese blanco, ya las canas habían llenado su cabeza, estas brillaba en la claridad del sol, como una nube en el sol del verano, sus ojos demostraban que era una persona honesta y con gran apego a la honradez, el hombre había nacido al otro lado de las tierras en las cuales vivía ahora, en un pueblo de tamaño mediano, donde todos conocían a todos, por cuya razón, los asaltos y demás delitos no eran muy frecuentes en ese pueblo, se sentía una tranquilidad que rodeaba el pueblo, algo no muy usual en ese tiempo, debido a que no mucho atrás se habían librado dos batallas, no muy lejos del pueblo, pero esto no abrumaba al pueblo, a pesar de la tranquilidad de este, las personas eran valientes, dispuestas a dar todo por su honor y los suyos.
Forjador – A sus órdenes señor.
Sir Gonzo Dimitro – Quiero que fabriques la espada más grande de todos los reinos y tiempos, lo suficiente para que yo pueda blandirla, y que a su vez tenga un buen filo.
Forjador – Como ordene mi señor.
Sir Gonzo Dimitro – ¿Qué tiempo te tomará fabricarla?
Forjador – Una semana y dos días, mi señor.
Sir Gonzo Dimitro – La quiero lista en seis días, o date por desterrado de estas tierras, no dejare que otro se lleve este logro a su casa.
Forjador – Como ordene.
El forjador sabía que tendría que cancelar todos los trabajos que tenía pendientes para poder hacerle la espada a Sir Gonzo Dimitro, poniéndose a ello, llego el día de la entrega de la espada, pero el forjador aún no había terminado de forjarla, Sir Gonzo Dimitro había mandado a sus caballeros a buscar la espada el día exacto, en la tarde del mismo, el forjador pidió más tiempo, Sir Gonzo Dimitro le concedió hasta la mañana del día siguiente, el forjador trabajo hasta el cansancio logrando la proeza, al término de esto llegaron los caballeros de Sir Gonzo Dimitro, a la llegada de estos, avistan que el forjador va a chocar la espada que había forjado con otra, el forjador tendía a hacerle duras pruebas a sus mejores espadas.
Soldado – Espera allí, que piensas hacer con la espada del señor.
Forjador – Esta solo es una prueba, si la espada no puede pasar tan simple prueba, no es digna de que nadie y menos el señor la blanda.
Soldado – Si la espada se rompe, el castigo que te esperara, podría ser peor que solo el destierro, ¿Estás dispuesto a correr tal riesgo?
Forjador – Si la espada se rompe aquí, no tendría posibilidades con el árbol ancestral, así que tomare el riesgo, sería peor si se rompe con el árbol, el castigo sería más grave.
El forjador apenas podía sostener la espada en el aire, de un solo golpe estampa la espada con la otra, chispas saltan, seguidas de pedazos de espada, que se esparcen por todas partes, la espada que se rompió, fue la otra, el peso y el corte hacen que la espada se entierre en el suelo, demostrando aún más lo alucinante de la misma, preparada la espada, parten hacia el castillo.
Sir Gonzo Dimitro – ¡Hasta que llegan!, ya pensaba que no lo lograrías, mejor para ti que así no sucedió.
Forjador – Lo acordado fue completado.
El forjador le sede la espada a su señor, este se asombra al ver como la levanta y blande, la agita unas cuantas veces y termina rompiendo una parte de su silla de un solo movimiento.
Sir Gonzo Dimitro – Buen trabajo, al parecer no me equivoque al confiarte este trabajo, ya hemos retrasado este momento demasiado, partiremos a la brevedad, Yon prepara todo lo necesario para partir.
Yon Yinsel – Como ordene mi señor.
Capítulo 2 – Encuentros repentinos.
El castillo del Sir Gonzo Dimitro era uno de los que estaban a mayor distancia de la gran muralla, el Muro Ancestral, además de eso, el camino que llevaba al muro contaba con bandidos y malhechores, debido al tiempo que tomaba recorrer el camino y lo desolado de este, entre estos bandidos había uno que se hizo un gran nombre entre todos ellos “Maxis Painer”, era tan bueno con la espada, como con el arco, no fallaba casi ninguno de sus tiros, deambulaba con sus compañeros y seguidores en todo el bosque de Caminolar, asaltando a los que estaban de viaje y los que atravesaban el bosque, sin importar de que clase social fuera está, solo tenía una debilidad hacia las personas, gozar de mujeres hermosas, su meta era llegar a poseer unas cuatrocientas mujeres antes de morir, en su elección era muy riguroso, mujeres de cabellos lisos como la mejor tela, con ojos claros y resplandecientes, piel limpia sin ningún tipo de cortadura o deformación corporal, en caso contrario a lo anterior, solo si sus ojos opacaban algunos de sus defectos, este las tomaría, tenía una peculiaridad en cuanto a la justicia y como veía a las personas, su justicia se basaba en que “nadie puede quitarle el poder a otra persona si esta es fuerte en verdad y en caso de que fuera vencido aquel que tenía el poder, la justificación era que este poder no era real”, juzgaba a las personas en base a la fuerza y firmeza de sus ojos, si estos no mostraban la suficiente determinación y fortaleza estos no merecían vivir, siquiera haber nacido desde un principio, todo aquel que pertenecía a su grupo de bandidos tuvo que pelear con él y vivir, para poder pertenecer a su banda, algunos incluso intentaron matarle, pero este poseía una destreza y fuerza que había adquirido de batalla en batalla muy notable, además era claro en sus pensamientos aun cuando era sólo un niño, por esta razón cuando llegó a la conclusión de que algún día se vería en enredado en muchas peleas, debido a su estatus, se retiró a las montañas a entrenar su cuerpo y mente, a agudizar todos los sentidos que pudo lograr agudizar, cuando se sintió preparado se integró nuevamente con las personas, pero al estar con estas se dio cuenta de que había perdido algo que las demás personas poseían o mejor dicho muchas cosas, su niñez fue una historia trágica como las mayorías en esa época, pero como había previsto o imaginado todo esto no lo afecto en gran manera y se encaminó en su gran contienda, ser el más fuerte de todos.
La noticia de la aproximación de Sir Gonzo Dimitro llegó y todo estaba predispuesto, pero el bandido sabía que esta no sería una contienda fácil debido a que Sir Gonzo Dimitro era uno de los mejores en la espada de los reinos y también Maxis Painer sabía que el mismo adiestraba a sus soldados y seguidores, así que su preparación no era común y corriente, contrario a esto el bandido no instruía a nadie, debido a que este decía “que el poder y habilidad verdadera, es solo aquella que el hombre obtiene a través de su esfuerzo y sus logros, aun si esto hacía referencia a acercarse a la muerte tan cerca que puedas oler y ver su respiración, siempre y cuando no perdieras la cabeza, un brazo, una pierna, si no te ocurría nada de esto en las experiencias vividas, eras una persona con posibilidades de ser capaz de unirte a su conglomerado”, pero siempre tenías que pelear con él antes de entrar en su banda, aquel que tuviera la dicha de vencerlo, no solo podría unirse a su equipo, sino que dominaría la banda, como dirigente de la banda, solo tenía la regla de que siempre y cuando uno de sus subordinados le retara a un duelo, este aceptaría, pero aquel que lo desafiaba y perdía, tenía que esperar medio año por cada perdida, al final se acumulaban años, para volver a retarlo, en toda la banda solo habían dos personas que llegaron a eril a Maxis Painer, el primero fue Triston Tavarez, quien lo reto cuando este estaba a la mitad de su capacidad militar.
La banda de Maxis Painer estaba saqueando algunas aldeas alejadas de las ciudades, un hombre callo de un albor enfrente de la caravana, tenía un olor a alcohol insoportable, se había desmayado encima de ese albor, Maxis Painer lo mando a revisar, lo increíble era que no se había roto ni un solo hueso al caer, Maxis Painer se asombró por esto.
Maxis Painer – Un hombre que caiga de esa altura y sobreviva, más aún no romperse ni un solo hueso, tiene que ser fuerte.
Mando a subir al hombre a un caballo, acamparon no muy lejos de donde cayó el hombre, a la mañana el hombre se despierta desconcertado, pues estaba atado en un poste clavado a la tierra, a la intemperie.
Bandido1 – Por fin has despertado, has dormido medio día.
Triston Tavarez – ¿Dónde estoy? o mejor ¿Por qué estoy atado a este poste?, y ¿Quién demonios son ustedes?
Bandido1 – Hombre, es sorprendente que hallas sobrevivido después de esa caída, acaso eres un maldito hombre de mental.
Triston Tavarez – De qué demonios estas hablan… ¡jejejejajajajaja!, ya me acuerdo, ¡maldición!, podrías desatarme, tengo cosas que hacer más delante.
Bandido1 – Eso estará difícil, avisare a Maxis Painer que has despertado, mientras tanto quédate calladito y no vayas a ningún lugar, espera no puedes, ¡jajajajaja!
El hombre encontrado se quedó pensando en el nombre que había mencionado el bandido, seria este hombre al que este había buscado por dos años y tres meses, acabaría su búsqueda.
Bandido1 – Maxis, el hombre de acero ha despertado.
Maxis Painer – ¿Y ha dicho algo?
Bandido1 – No mucho, solo ha preguntado donde estaba y lo usual, ¿Lo veras?
Maxis Painer se paró sin respuesta y se encaminaron hacia el forastero.
Maxis Painer – ¿Cómo estuvo la caída?, ¿Qué buscabas encima de ese albor?, de causalidad nos espiabas.
Triston Tavarez – ¡Eeeeehhh!, de hecho, no lo hacía, aunque si te eh estado buscando Maxis Painer.
Maxis Painer – ¡Bueno!, supongo que ya me has encontrado, cual es el plan maestro, considerando que puedas hacer algo en la delicada situación en la que te encuentras ahora, porque aún no decido lo que eres.
Triston Tavarez – De hecho, no soy un hombre de muchos planes.
Maxis Painer – ¿Cuáles son tus intenciones entonces?
Triston Tavarez – Eh venido para retarte a una pelea a muerte.
Maxis Painer – ¡En serio!
Triston Tavarez – Se dé buena fuente que no rechazas ninguna contienda.
Maxis Painer – Me gusta ver las capacidades de los demás, ver que tan lejos han llegado otros aparte de mí, los métodos que estos utilizaron para llegar a sus capacidades no me interesan, solo el resultado de su esfuerzo y entrenamiento, ver que tan fuerte es su determinación, ver como su sangre mancha la tierra, hierba, roca o donde sea que caiga mi rival, ¿Te interesa?
Triston Tavarez – Suena bien para mí.
Maxis Painer – Libérenlo, denle una espada y un escudo.
Triston Tavarez – Prefiero un buen desayuno y una cerveza, antes de iniciar.
Maxis Painer – ¡jajajajaja! genial, denle lo que pide y manténganlo bajo vigilancia, puede que solo sea un loco y escape.
Triston Tavarez – Descuida no lo hare, ¡ah! y no necesito el escudo, entorpece mis movimientos.
Llegada la tarde de ese día iniciaron la lucha, ambos eran personas de grandes habilidades, todos los del campamento se sorprendieron al ver las habilidades de ese hombre, que había caído de un albor, pelearon ferozmente durante hora y media, Triston Tavarez hirió a Maxis Painer en el brazo izquierdo.
Maxis Painer – Has podido alcanzarme, me sorprendes.
Triston Tavarez – Aún no lo hagas, puede que te decepciones, cuando caigas al suelo.
Triston Tavarez ataco con una estocada, con un movimiento de revés y a su continuidad unos giros, Maxis Painer esquivo y desvió cada uno de sus movimientos, derribo a Triston Tavarez haciendo un movimiento rápido y colocando un pie delante de este, antes de que este callera al suelo le despojo de su espada, colocando la suya en su cuello.
Maxis Painer – Debo admitir que me has sorprendido, nadie había resistido tanto y menos herirme.
Triston Tavarez – ¿Y de que son tus heridas?
Maxis Painer – No pienses nada equivocado, estas heridas son de mis entrenamientos.
Triston Tavarez – ¿Ahora qué piensas hacer conmigo?
Maxis Painer – Eres un guerrero de buen acero, me podrías servir bien, porque no nos saltamos los temas donde te niegas y prefieres morir y todo eso, ¡piénsalo!
Triston Tavarez – Aceptare de una sola manera, si me dejas retarte cada vez que lo quiera.
Maxis Painer – Te permitiré retarme cada seis meses, así tendrás tiempo para entrenar.
Triston Tavarez – Seis meses suena demasiado, ¡pero que rayos!, me parece bien.
La banda de Maxis Painer se fue expandiendo cada vez más, enfrentando cada vez más adversarios, saqueando pueblos, carretas mercantiles y a todo lo que podía ser saqueado.
Luego de varios meses divagando en pequeñas regiones, la banda de Maxis Painer, se dirigía asía la región de Sir Gonzo Dimitro, en busca de un desafío mayor que solo pequeñas regiones, una que otra vez saqueaban carretas que iban hacia los reinos, pero nunca atacaron algún poblado grande, debido a que la banda de Maxis Painer aún no contaba con suficientes hombres para hacer un asalto de esa magnitud, pero Maxis Painer había decidió que ya contaba con los hombres suficientes para realizar tal hazaña, claro que Maxis Painer no era un tonto que actuara solo por sus instintos, sin pensar en las acciones antes de realizarlas, se dispuso a atacar el poblado más pequeño, el cual era el de Sir Gonzo Dimitro, de camino hacia este, vinieron recuerdos a su mente de cuando conoció a su tercero al mando, en unas de las regiones cercanas a el reino al cual pertenecía Sir Gonzo Dimitro, recordó como apareció aquel forastero, el cual se encontraba en un estado no muy bien visto, estaba lleno de golpes y cicatrices, salto hacia la caravana que seguía su camino, salto al frente de esta.
Bandido1 – ¿Qué quieres? lunático, forastero.
Forastero – Deseo un duelo con el bandido de renombre Maxis Painer, lo antes posible, de ser preciso.
Bandido2 – Pero quién demonios te has creído que eres, mejor lárgate de mí vista antes de que te llene de agujeros con mi espada.
Forastero – Puedes intentarlo si te sientes tan capaz.
Bandido1 – Y con qué piensas defenderte, listillo.
Forastero – Pues con mi… ¡me lleva el demonio! uummm… ¡bueno!, entonces lo hare con esta vara.
Bandido2 – Esto será interesante.
Bandido1 – Si, mata al desgraciado, infeliz.
El Bandido2 baja del caballo a abatir al forastero, pero no se imaginaba que este sería tan resistente y tenaz, a pesar de que solo poseía una vara en sus manos.
Bandido1 – Termina con el de una vez y deja de jugar con este loco.
Forastero – ¡Si, vamos acaba conmigo, ya!
El Forastero desalmo al Bandido2, el otro bajo deprisa de su caballo, mientras avisaba a los demás, el alboroto llego a los oídos de Maxis Painer, quien enseguida se dirigió hacia el frente.
Maxis Painer – ¿Qué está pasando aquí?
Bandido6 – Ese sujeto ha abatido a dos de nuestros hombres y recibido varios cortes, pero aún sigue en pie.
A voz fuerte grita el Forastero “Maxis Painer”.
Maxis Painer – ¡Alto!
Todos detuvieron su ataque, mientras Maxis Painer se dirige hacia el frente donde estaba el Forastero, el Forastero apenas se mantenía en pie, había perdido bastante sangre y se encontraba muy exhausto, pero su deseo de pelear con Maxis Painer, no hizo que se desmayara ni un solo momento en medio de la contienda.
Forastero – Vamos malditos, nunca podrán derribarme, no hasta que allá peleado y vencido a Maxis Painer.
Maxis Painer – Me buscabas, aquí estoy.
Forastero – Hasta que decides aparecer, te estabas embelleciendo, ¡desgraciado!, prepárate pues hoy caerás.
Maxis Painer desenvaino su espada, el Forastero le ataco, un ataque sin fuerzas, Maxis Painer lo bloqueo, pero ante de que hiciera nada, el Forastero se desplomo, pues había perdido mucha sangre y fuerza.
Triston Tavarez – Déjame acabar con su sufrimiento Maxis.
Maxis Painer – No, espera, un hombre que pelee con tal ferocidad no se encuentra todos los días en el camino o en cualquier otra parte, creo que podría servirme.
Triston Tavarez – Veremos si piensa lo mismo que tu cuando despierte, ¡si lo hace!
Forastero – (Sueño: Maxis Painer, gran rival sin duda fuiste, pero ante la espada del gran Kortiz Kruggen no pudiste hacer nada más que caer y temblar de miedo, luego de ver mi gran habilidad y poder, más aún sentirlo en carne propia.
Maxis Painer – Que equivocado estaba, al pensar que siquiera te iba a lastimar una uña gran Kortiz Kruggen, me doblego ante tu poder y grandeza, perdóname la vida, te lo suplico.
Kortiz Kruggen – Así es pequeño gusano, suplica por tu mísera vida, ¡Ajajajajaja!, quizás te perdone y te haga mi esclavo, ¡Ajajajaja!)
Bandido1 – ¿Ya le arrojaste otro balde con agua?
Bandido2 – Acaso no ves lo empapado que esta, esté maldito.
Bandido1 – Sigue arrojándole agua.
Bandido2 – Quieres que vacié el rio encima de él, aun así no creo que despierte.
Kortiz Kruggen – (Pensamiento), ¿Qué sucede?, hay dos personas hablando.
Bandido1 – ¿Tienes alguna otra idea para despertarlo?, espera, qué tal si orinamos encima de su cara, una lluvia tibia de basto olor.
Kortiz Kruggen – (Pensamiento), ¡Espera!, orinar, a quien, es a mí.
Bandido2 – Parece una buena idea, puede que hasta le guste, vamos a ello.
Kortiz Kruggen – ¡Aaaaaaah!, aguarden, despreciables, rastreros, degenerados, no se atrevan a vaciar ni una sola gota de su asqueroso liquido sobre mí.
Bandido2 – ¡Sabes que!, hagámoslo de todas formas.
Triston Tavarez – ¿Cómo van con lo del forastero?, piensan seguir divirtiéndose o prefieren ir a orinar.
Bandido2 – ¡Umju!, Ya está listo.
Triston Tavarez – Avisen a Maxis.
Kortiz Kruggen – Debería agradecerte, pero no lo hare.
Triston Tavarez – Si quieres puedo terminar esa última parte, pero no tengo esos gustos.
Kortiz Kruggen – Por tu cara de degenerado, pensé que tenías esos gustos.
Triston Tavarez – Como digas.
Kortiz Kruggen – La linda doncella entra al salón del baile, en su hermosa vestimenta, bravo y aplausos, desátame de aquí, para que pueda terminar un hermoso sueño que tuve, puede que el final hasta te guste.
Maxis Painer – Debió ser un bonito sueño, lamento que solo será eso, ¡espera no me lamento!, me ha impresionado la tenacidad que has mostrado antes, quería sugerirte que te unieras a nosotros, mira que estas de suerte, no a todos se lo pido.
Kortiz Kruggen – Lame mi codo, porque mejor no me desatas y te muestro algo increíble.
Triston Tavarez – Supongo que la supuesta golpiza que le darás, seria cómico ver qué sucede.
Maxis Painer – No te confundas, me atrajo tu tenacidad, nada más que eso, vi lo que hiciste, pero lamento decirte que aun te falta mucho, aunque puedes mejorar, sin en verdad lo deseas.
Kortiz Kruggen – Mucha palabrería es todo lo que escuché, solo tu pútrido aliento que llega hasta aquí, creo que con eso si podrías ganar.
Maxis Painer – No me gustan las discusiones absurdas y que no tengan un valor significativo, te presento esto, te soltare, veremos tu gran destreza, si me matas, serás el nuevo líder y lograras, ¡supongo!, lo que querías, pero si pierdes, desistirás de todo intento de pelear conmigo y te unirás a mis hombres.
Kortiz Kruggen – Por lo que escucho, tu ego esta tan hinchado como tu enorme cabeza, ya que no vivirás más, no importa todo lo que soltaste por tu apestosa boca, ¡hagamos esto malnacido!
Triston Tavarez – Maxis, qué tal si le agregas, que mejore su vocabulario, le arias un favor enorme, cerrando su enorme bocaza.
La batalla que Kortiz Kruggen había buscado por largo tiempo estaba al alcance de sus manos, toca ver cuál sería el resultado de esta, ambos se preparan con armas en mano, Maxis Painer se mantiene tranquilo, tan calmado que pensarías que no estaba en frente de nadie con una espada en disposición de matarlo, su rival se movía bastante, agitándose y cambiando su arma de manos, Maxis Painer sostuvo el mango de su espada, su contrario se dispuso a atacar con una estocada, en un solo movimiento ágil y tan rápido que su atacante no pudo reaccionar, desvió la espada de Kortiz Kruggen continuando con un golpe en su nuca, el cual lo dejo inconsciente casi al instante.
Maxis Painer – Bienvenido con nosotros, te espero temprano, espero que tu nuevo sueño sea más agradable que este, ¡espera!, mejor no.
Kortiz Kruggen – Ya verás lo que…
Triston Tavarez – ¿Estás seguro de reclutarlo a él?, siento que podría dar problemas.
Maxis Painer – No te preocupes, tendrá una meta delante, la misma de muchos de mis hombres, derrotarme.
Capítulo 3 – En el centro del Continente Lunar, llamada hacia el misterio.
En el centro del continente se encuentra la montaña más alta y proporcional de todo el continente que rodea los diferentes reinos de la tierra, por lo menos la tierra conocida hasta ahora, en conjunto con las islas que rodean el mismo, muchos se han aventurado en esta montaña de tamaño descomunal, en comparación a las demás montañas de la tierra conocida o del Continente Lunar, llamado así por su circunferencia plasmada en los pocos mapas cartográficos conocidos.
De los que se logran aventurar en esta montaña, muchos no se vuelven a ver nunca más en la faz del continente, de los pocos que logran bajar a la vuelta de la montaña, como todos los misterios que rodean las cosas que se desconocen, se crean cientos de historias refiriéndose a apariciones de espíritus y demás seres de mitos, leyendas y otras historias fantásticas, son las cosas que narran los que bajan de allí.
Memoria: “Llevo mucho tiempo investigando diferentes símbolos y referencias de escritos de precedencia antigua, diría, busque en los diferentes reinos que aún prevalecen en el Continente Lunar, los cuales parecen haber sido escritos por la misma civilización, estos están en partes a la vista de todas las personas, si es un secreto el que querían ocultar, el cometido no fue conseguido, razón por la cual descarte este hecho, en castillos, cuevas de gran flujo de personas por sus localizaciones, algunas tabernas de roca y otros lugares concurridos, ¿Están allí para que alguien las examines?, ¿Quién las puso allí?, ¿Cuál fue su razón de ponerlas tan visibles?, esas y otras preguntas sondeaban mi mente de forma incesante, la curiosidad que se apodero de mi cuerpo no me dejaba tranquilo en ningún momento de mi día a día, como si me la hubiesen grabado en el cerebro con algún tipo de maleficio o maldición, tenía que deshacerme de esto de forma inmediata, sabia de la existencia del muro ancestral Roca Tree y del árbol que yacía en sus rocas, de no ser por algo que me incitaba a ir a otro lugar, hubiese sido el primer lugar al que hubiera ido a inicial mi investigación y deshacerme del mal que me acogía, de haber sido este el lugar correcto, pero no era de esta forma en absoluto, como una polilla es atraída hacia la luz, era yo atraído por la montaña en el centro del continente, sin más que teorizar me dirigí hacia allí”.
El camino que esperaba a este hombre en su viaje era largo y cansado, dependiendo de por dónde pasara el mismo también se le agregaría peligroso, a pesar de que el muro atraía la atención de la mayoría de los reinos, evitando futuros ataques a otros reinos, este no se preocupaba mucho de esto, de lo que se preocupaba era de los bandidos y asaltantes.
El hombre en cuestión llamase Duem, era de un tamaño dentro de la media de los hombres de la época, su físico no resaltaba demasiado a la vista por la musculatura, de pelo corto y castaño, poca presencia de barba y bigote, digamos que alguien de la media a quien no encomendarías demasiadas cosas, pero alguien consciente de lo que le rodeaba y las circunstancias que le rodeasen, con una vista que superaba a la de la media, pues cosas a su favor tenía.
Duem – El viaje que me espera será largo y agotador, mejor sería perecer estando listo que sin estarlo, la complacencia al morir seria mayor de esta forma, “di todo de mí en la mejor forma y estado de mi ser”, serían las palabras que me complacerían decir en mi lecho de muerte, me entrenare y al término de este partiré en mi viaje, en busca de la verdad de lo que me acoge, para librarme de esta malicia y vivir lo que resta de mi vida en paz, en una cierta medida, considerando mi estatus en la población.
El chico, a decir chico por que se pronunciaban en su cuerpo una edad de veinticinco años, al inicial su entrenamiento se alejó a las proximidades, en lugares donde podría habitar y sostenerse de alimentos, encontró una cueva que le venía perfecta a la situación que se le presentaba, al final de esta pudo encontrar un rio subterráneo que le proveería de agua, cuando iba de camino a tal lugar, vio frutas y demás arboles de comestibles, ya que este aun no era muy habido en la caza, “las circunstancias muchas veces favorecen a los que lo necesitan”, al todo presentársele de tal forma cual no tuvo que esforzarse demás, inicio el entrenamiento.
Duem – Las cosas no podrían salir mejor que de esta forma, será que acaso alguien me forja el camino a seguir, de todas formas, no demasiada importancia le daré, me desharé de lo que sea que me atormenta, espero no sea algo fuera de mi alcance, pues mi estado humano no me tendría preparado para un ser sobrehumano, en tal caso creo que huiré y veré que hago después.
Al terminal su entrenamiento Duem se preparó para su viaje, al verlo nuevamente no dirías que mucho cambio, pero cuando se centra la vista en su cuerpo, vemos lo tonificado que se encuentra, su determinación lo llevo hasta ese estado en el cual se encontraba.
Duem – Se podría decir que logre mi objetivo, muchos buscarían músculos y fuerza bruta, pero para lo que me espera, el entrenamiento que seguí fue el justo para lograr el objetivo trazado, me desharé de ti seas quien seas o lo que seas, ¡desgraciado!
Con la mente clara en su objetivo y con la preparación de antemano, Duem se dirigió a su destino, listo para terminar con el mal que le acogía.
Con lo concentrado que estaba en su objetivo, no se percató del tiempo que transcurría, las circunstancias no lo detenían y los males no lo retuvieron, con tal determinación, no se percató lo cerca que estaba de su punto de llegada, entrando en sí, se detuvo a una distancia no tan lejana de su destino.
Duem – Durante todo este tiempo pareciese que un espíritu se apodero de mí y me trajo hasta aquí.
Al mirar a su alrededor se percató de una bestia que buscaba entre los matorrales algo de que alimentarse, Duem se movió con sigilo para no advertir a la bestia, no vaya este se convirtiera en la comida que la bestia buscaba, para desgracia de Duem, la bestia lo percibió, dándose cuenta de esto, empezó la huida, “veré los resultado de mi entrenamiento”, pensó este, le llevaba cierta ventaja a la bestia, la cual no era demasiada rápida, corrió con su vida dependiendo de ello, antes de llegar al pie de la montaña, admiro su tamaño y dimensiones, pensó que era como si el pie de un gigante como ningún otro, bajase desde el cielo, era tal el tamaño de esta montaña, a la cual decidió nombrar Montaña del Pie, que no podías ver su parte más alta por las nubes y la niebla que la rodeaba.
La bestia que perseguía a Duem, era de un tamaño cuatro veces la de un hombre en proporción, tan alta como dos de su estatura, cuando esta se para en dos de las cuatro patas que poseía, tenía un pelaje pronunciado marron-negrusco, un hocico alargado y unas orejas redondeadas, además de un pelaje bastante lanudo y abundante.
Mientras la bestia perseguía a Duem, jadeaba como el estruendo de una tormenta, el chico empezó a escalar la montaña, esperanzado de que la bestia no lo persiguiese más, para desgracia de este, la misma continuo con su caza en una cólera envolvente, después de un largo tiempo de persecución, Duem llevaba un gran tramo de la montaña escalado en conjunto con su perseguidor, esta era una verdadera lucha entre el hambre de la bestia o el deseo de vivir del chico, en su camino encontró un tramo de la montaña desprendido, procedió a saltarlo, al llegar al otro lado se percató de que la bestia no lo siguió más, pero aún se encontraba del otro lado, jadeando y con los ojos clavados en Duem, Duem pudo darse cuenta que la bestia estaba en la decisión de saltar y seguirle, miro más adelante y el camino se volvía muy estrecho, llego a ver que en un punto desaparecía.
Duem – ¡Rayos, demonios, maldición!, que podría hacer ahora, me quedo aquí a esperar que este desgraciado me coma, ¡no será así!, otro día será bestia, pero este no, comete esto.
Luego de arrojarle una roca, se inclinó por seguir el camino por aquella pequeña cuesta, pensaba que si moría, se moriría la bestia también al perseguirle, el acto de la roca aumento la cólera de la bestia, la cual después de unos segundos salto y continuo persiguiendo a Duem, este ya se encontraba empezando a tomar la cuesta, después de unos pasos una luz empezó a salir de su mano derecha, pudo avistar unos símbolos similares a los que ya había visto, luego esta luz lo cubrió por completo.
Capítulo 4 – Duras pruebas en el interior de la Montaña del Pie. Parte 1
Duem – ¿Qué ha pasado?, esa luz cegadora me ha traído dentro de una cueva.
Mientras el chico asimilaba lo que le estaba pasando, se percató que detrás de él había una luz que emanaba de la roca, como la que vio al principio de ser adsorbido, se dio cuenta de que en la roca había un cristal incrustado, que brillaba al mismo tiempo que el símbolo, este brillo se fue atenuando hasta irse por completo, lo cual dejo a Duem en total oscuridad, esté intento de nuevo tocar el símbolo para ver si esto repetía lo ocurrido, pero sus intentos fueron en vano, después de suspirar y enfurecer, se calmó, empezando a meditar las cosas.
Duem – Bien, tengo que empezar a buscar un nuevo enfoque para salir de esta situación, empezaré aferrándome a la pared de la cueva y seguiré desde allí.
Al Duem dar unos diez pasos, otra luz empezó a brillar, iluminando su camino, pero la luz que ahora emanaba era de un todo diferente a la anterior.
Duem – ¿Qué está pasando aquí?, según pude percibir, la otra luz apareció luego de tocar la pared con el símbolo, no solo la luz de esta vez es diferente, los cristales también tienen otro tono, supongo que se activaron luego de acercarme lo suficiente a ellos.
Ante el chico se deslumbro un túnel, el cual tenía una dirección ascendente, sin vacilar ni un solo momento, este empezó a caminar, su determinación era fuerte y su propósito claro, acabar con la voz en su mente, que lo atormentaba , listo estaba ya para asumir los riesgos que se podrían interponer a su travesía, con pie firme y confiado continuo la marcha, mientras los pensamientos lo inundaron con preguntas y cuestionamientos, antes todo esto que se presentaba ante sus ojos, de los sucesos que lo habían envuelto, como debería de denominar aquello que se presentó ante él, nunca había visto algo como eso ni parecido siquiera en toda su vida, ningún rumor de los más sabios o los más ancianos de los que había escuchado hacían referencia de cosa parecida, registro no existía de tales sucesos y acontecimientos.
De repente el camino se volvió plano y surgió un giro a la derecha, no tan lejos de allí, otro cambio y surgió otro giro a la izquierda, de esta misma forma surgieron muchos más cambios que variaban de derecha a izquierda, otras veces de derecha-derecha e izquierda-izquierda, Duem se percató de ciertos cambios pequeños en las curvas, que no siempre eran en el mismo ángulo, al percatarse de que no iba a ningún lado y la fatiga que tenía se estaba agravando en gran manera, decidió descansar y proseguir con el viaje al despertar.
Duem – ¡Uuuumm, aaahh!, que mal he dormido, mejor digo que bien fue, ya que dormir encima de rocas no sería la mejor definición de comodidad, pero si este arduo camino y el peso que supone llevarlo a cabo, es una prueba de aquel que me oprime, le demostrare que soy más que capaz de superar el reto impuesto, mi bienestar depende de este viaje y valoro mucho mi ser, espera y veras malnacido Ser.
Capítulo 5 – Detrás del gran misterio, las escrituras del pasado.
El Continente Lunar, se dividía en tres grandes reinos que abarcaban la totalidad de la tierra expuesta, las islas se les agregaban al reino más próximo a estas, desde ya hacia un tiempo que no se libraban batallas por las tierras entre los tres reinos, parte de este desinterés por las batallas territoriales, se debía al Árbol Ancestral y el muro en el cual se posaba este, a las cualidades indestructibles que poseían ambos, todos los reinos querían descubrir el misterio que este envolvía, quizás de esta forma obtendrían un poder que no tendría rival entre ellos, la invulnerabilidad ante todos los ataques, este sueño que quizás rondaba en la cabeza de todos los reyes, parecía tan lejano y cercano a la vez, la sola presencia de este muro y su árbol incrustado, daban la sensación de cercanía que todos ellos podían sentir, pero al mismo tiempo esa brecha que los alejaba por no poder despedazar ambos.
Los tres reinos poseían un poder militar similar, esta era otra razón por la cual no se atacaban unos a otros, uno resaltaba en proporción de tierra.
Los lores, sires y demás nobles, del continente de mayor proporción, se mantenían alejados del muro, por orden de su rey, el cual había decretado, que hasta no dar la orden, nadie podría ir hacia este, a pesar que este muro se encontraba en las cercanías de la división de su reino, el rey nunca mostro algún indicio de querer realizar expediciones hacia el muro, que la curiosidad lo impregnara sería difícil de deducir.
El rey Reemf Sordess era bien conocido por no precipitarse ante ninguna situación o circunstancia que se le presentara a esté, su mirada siempre centrada y muchas veces su cara inexpresiva, eran características que lo definían, podía controlar sus emociones y expresiones de una manera casi sobrehumana, ¡casi sobrehumana!, porque en muchas ocasiones este empezaba a reír sin que nadie estuviera predispuesto para esto, su nivel de cuidado y detalle con lo que se predisponía era algo exorbitante, era otro de los atributos que lo hacían resaltar entre los demás reyes y demás personas, estas características resaltaban aún más por el hecho de que el rey Reemf Sordess era muy joven en comparación a los otros reyes, los cuales oscilaban entre los setenta y ochenta años, este tenía solo cuarenta y dos años.
El rey Reemf Sordess era un hombre fornido, de semblante firme, como la actitud que lo acompañaba, entrenaba todos los días sin falta, pues entendía que si el cuerpo no poseía vigor, la mente tampoco, que la determinación era una virtud que debería poseer cualquier hombre que desee tener poder y saber manejar el mismo, poseía un cabello largo, no demasiado cuidado, con un mechón de canas en la parte delantera de su cabellera, el cual usaba a veces como flequillo, su estatura no era muy pronunciada, pero al estar siempre con una postura adecuada al pararse y andar, se podría decir que se imponía más su estatura, tenía dos espadas en su cintura en todo momento, las cuales eran de la misma envergadura, el mismo las había forjado, al igual que otras que poseía en un cuarto personal.
Reemf Sordess – Manda a buscar a mis mandatarios.
Servidora – Como ordene el gran señor.
Reemf Sordess – ¡Ah! También llama un mensajero, que el mensajero siga estas intrusiones.
Duem pensaba que quizás era el único interesado por las escrituras de los diferentes sitios que había visitado, pero lejos estaba de eso, puesto que el rey ya había puesto los ojos en estas, mucho antes que él, solo que como a Duem se le había metido esa voz que no acallaba en su mente, este le llevaba ventaja al rey, pero el rey nunca ceso en la búsqueda del misterio que escondían esas escrituras, buscando la pieza faltante para descifrar el misterio detrás de dichas escrituras, aun en su gran sabiduría y gran entendimiento, a pesar de todos los estudios que realizo, a pesar del acceso que poseía a los registros de los reinos, nunca pudo hallar un solo indicio de porque estaban allí esos escritos, pero su instinto resonaba con gran fuerza en su cabeza, este era el que le incitaba a seguir en su búsqueda, lo impasible que era, lo mantenía siempre sereno por la falta de datos y pérdida de tiempo, su objetivo no era claro, pero su visión era firme.
Mandatario1 – Estamos a su servicio gran rey.
Reemf Sordess – Antes de darles las nuevas órdenes que tengo para ustedes, denme el reporte de las actividades del reino.
Mandatario2 – Sus órdenes llegan a todos los lados del reino, nada de lo que manda se reprocha u omite, se cumplen sus órdenes a la brevedad de ser anunciada, todos tienen bien sabido la sabiduría de la que está usted capacitado y de que sus mandatos son para reforzar su reino, al igual que a quienes lo habitan.
Reemf Sordess – Por lo que escucho no tendré que preocuparme por los asuntos del reino, vamos con lo que me importa en este momento, necesito que preparen cuatros escuadrones de soldados que indaguen por todo el reino, investigando sobre estas escrituras, pregunten a toda persona anciana o más sabiente del reino, de estos cuatro escuadrones, dos se vestirán de ciudadanos normales y visitaran los diferentes reinos, siguiendo las mismas pautas, toda información que puedan traer será de vital importancia para fortalecer el reino y a su gente.
Mandatario1 – ¿Puedo saber el porqué de estas medidas? Si me lo permite, el gran señor.
Reemf Sordess – Es imperioso que consigamos más poder, debido a que pienso apoderarme de los demás reinos, a nivel de poderío militar y gentilicio, poseemos la misma cantidad de activos, lo que iguala la balanza, pero lo que busco es un poder al cual no puedan resistirse a doblegarse, no quiero muertes demás, mi dominio no tendrá como base el miedo y terror de los demás, pero la fuerza será el pilar en el cual nos afianzaremos como unidad, además presiento que esos dos ancianos planean algo en conjunto.
Mandatario2 – Ciertamente se denota, el porqué, es tan admirado usted señor.
Mandatario1 – No hay dudas de tal afirmación, pero aún no ha aclarado lo de las escrituras y la investigación a estas, disculpe mi exasperación, gran señor.
Reemf Sordess – ¡Jajajajaja! Tu curiosidad y querer saber el porqué de las cosas, fue una de las razones por las cuales te elegí como mandatario.
Mandatario1 – Me alaga en gran manera, tales palabras de gratitud no tengo para expresarlas.
Reemf Sordess – Continuando, tengo un soldado especial, al cual eh encomendado una gran tarea, presiento que las escrituras que nos rodean, en muchos puntos de nuestra tierra, no pueden estar allí por mera casualidad, veo el plan de alguien que quiere ser descubierto y quiere que descubramos lo que hay de trasfondo, el muro ancestral es un gran ejemplo de las cosas que desconocemos, al igual que estos escritos, basándome en la existencia del muro, llegue a la conclusión de que algo más grande debe de estar detrás y que de alguna forma, está asociado a estas escrituras, aquel que pueda descifrar tal misterio podrá obtener un poder, cuanto menos similar al del muro, al cual nadie ha podido destruir con ningún arma existente, si quiera cortar una rama de aquel árbol que esta incrustado en el mismo, este es el poder que busco.
Mandatario1 – Ciertamente no podemos negar la existencia del muro y el árbol, de tontos seria negar lo visible y palpable, no veo fallas en su razonamiento, el historial de sus hazañas lo preceden y como antes, confiare en usted, al igual que en la sabiduría que ha mostrado.
Reemf Sordess – Si nadie tiene alguna otra sugerencia.
Mandatario2 – Si me permite el gran señor, me gustaría que incluyera en su búsqueda, la montaña que se encuentra en el centro de nuestro continente, me resulta un punto clave en esta nueva hazaña que ha emprendido el gran señor.
Reemf Sordess – Lamento decirte que mi soldado especial a realizado tal acción, al no hallar ningún indicio en dicha montaña, le ordene que no se estancara y siguiera avanzando, era lo más factible.
Mandatario2 – Cierto es que, sin resultados, pronto se abandona una tarea, pero cierto también es que hay tareas que tardan más en dar resultados, lo que me lleva a querer indagar más esa montaña, usted me ha servido de ejemplo para seguir mis instintos, razonamiento, aplicando la lógica a los mismo.
Reemf Sordess – ¡Jajajajaja! Tus dotes resaltan y brillan a la vista de todos, no me das razones para dudar de mi decisión al darte el puesto que ocupas, ambos son excelentes, ante tal deducción no hay objeción, Servir, manda una nueva carta al soldado especial con las órdenes dictadas.
Capítulo 6 – Duras pruebas en el interior de la Montaña del Pie. Parte 2
Mientras el mundo fuera de la montaña, en la cual estaba adentrado Duem, seguía su curso y las acciones continuaban surgiendo. Duem se encontraba aun en ese camino de curvas, el cual no parecía tener final, todo le parecía un sinsentido, como alguien que quería ser descubierto, puede poner tales retos a quien o quienes buscan exponer lo que este quería que fuera expuesto, este ha de ser un sádico y lunático Ser, ya que preciso no sería llegar a la conclusión de que sea una persona o animal, podría ser un Ser que escapa del conocimiento y entendimiento de las personas, un Ser deforme y de proporciones descomunales, quizás de aquí venga que se oculte en esta montaña de proporciones exageradas, puede que sea un Ser no físico, intangible, que irradie pura energía, quizás tenga cierto parecido al fuego, que tanto poder poseerá este Ser, solo quedaba llegar al fondo del misterio para descubrir la verdad detrás.
Duem – Ya llevo tres días dentro de esta montaña, será que este Ser solo quería traerme hasta mi muerte en esta montaña, su plan era que pereciera solo y en desesperación, ¿Para qué la molestia de hacer esto?, solo soy una persona corriente, pero a pesar de sus planes, seguiré adelante y si la muerte me espera, llegare a ella intentando descubrir la verdad, al igual que en mi complacencia, espérame desgraciado.
Duem persistía en su travesía, fuese que alguien esperase al final de su camino o no, este alcanzaría la meta planteada, aunque este llegase al destino final o cayese a mitad, antes de la mitad o antes que la mitad de la mitad, este continuaría su viaje, poseía la determinación y la furia para continuar, dos grandes motivaciones que impulsan a las personas a grandes cosas.
El camino que Duem seguía, se tornó en una línea recta, solo una luz quedaba para alumbrar el camino de este, se percató de esto al avanzar en el túnel, al ver que no se encendió ninguna otra luz al avanzar, volvió hacia atrás, la luz anterior volvió a encender, ya que nunca había vuelto en sus pasos, resulto un descubrimiento el ver que la luz volvió a surgir luego de volver atrás, pero más adelante solo lo esperaba la oscuridad absoluta.
Analizando las cosas desde una perspectiva más amplia, pensó en las consecuencias de los pensamientos anteriores, si alguien lo llevo allí para que muriera solo y demás, es posible que la oscuridad aumentara las emociones negativas, sería el escenario adecuado para tal fin, que sería su fin, “una caída hacia unas lanzas, una caída hacia unas púas y una caída hacía el vacío, lo que lo llevaría hasta el suelo”, esos fueron los pensamientos de muerte que tenía el chico al pensar en lo porvenir, pero como estaba preparado siguió avanzando, también pensaba en las molestias que se tomó quien lo llevo allí, que quizás no serían por nada.
Duem – Quizás eh aquí el desafío final, antes de concluir mi arduo viaje, vamos a ello, que parado aquí no resolveré nada ni llegare a ningún lugar.
Después de unos cien pasos, pudo darse cuenta que el camino era recto sin más, al dar por sentado este hecho camino sin vacilar y sin más precauciones, mientras caminaba noto que sus pasos hacían un eco más amplio, lo que sugería que se acercaba a un espacio más abierto, su corazón se aceleró a mas no poder, su final o salvación se encontraba a unos cuantos pasos de distancia, cada paso que daba se tornaba pesado y a la vez más largo de lo normal, esto hizo que sin darse cuenta de ello, acelerara un poco el paso, luego del pie izquierdo noto que ya no había más camino, pero por su aceleración no pudo detenerse, este empezó a caer.
Duem – (Pensamiento) Sé que no tuve muchas de las cosas que desee en la vida, pero hasta aquí llego mi existencia.
Mientras el pensamiento atravesaba la mente de Duem, este caía, pero su caída no fue tan larga como este pensaba, después de rodar un poco, este se estampo contra el suelo, golpeando su cabeza, sus miedos se fueron en el momento que este dejo de rodar y quedado en el suelo, luego de pasar el dolor del golpe que había recibido, se quedó sentado meditando sobre lo sucedió y su posición, mientras asentía con la cabeza, lo que pasaba por su mente era: estoy vivo, estoy vivo, estoy vivo…, desde el momento que toco el suelo, la luz volvió a surgir.
Luego de asimilar las cosas miro a su alrededor, este era un espacio amplio, he aquí porque el eco fuese más lejano y amplio al acercarse, pudo ver en un lado, una tina de roca, con una base que la elevaba un metro y medio aproximado, encima de esta había unos hongos, los cuales pudo identificar sin mucho esfuerzo, ya que había vivido en el busque y aprendió a identificar ciertos tipos de estos cuerpos con cabezas redondeadas, encima de la tina había un orificio por donde emanaba agua en pequeñas porciones, la cual servía para mantener el crecimiento de los hongos, ya las dudas de que el ser misterioso que lo indujo allí, la idea de que este lo llevo para su muerte, se despejo, luego de llenar su estómago y saciar su sed, se dispuse una siesta.
Duem – Luego de lo que eh pasado, merecida una siesta tengo, dormiré más complacido sin duda, al saber que mi muerte quizás fue postergada o cancelada, esto último anhelo con todo mi ser, me acerco a ti misterioso, cauteloso, ingenioso, desgraciado Ser.
Capítulo 7 – Después del fracaso de un hombre sádico.
Sir Zuss Park se encontraba llegando a su castillo, luego del encarnizado enfrentamiento, si así se le podría llamar a acertarle golpes a un árbol, se encontraba en gran medida furioso, aun mas por el corte en su cara, sentía una impotencia terrible por no poder haberle hecho nada al árbol.
Hombres de hermoso semblante, lo recibieron, la hermosura irradiaba de cada rasgo de su rostro, cada detalle de este, estaba excelentemente cuidado al detalle, sus cabellos eran largos e igualmente cuidados, el sol se reflejaba en estos, casi como si de un espejo se tratara, sedosos como la mejor vestimenta que pudieses encontrar, podrías pasar los dedos por estos y ningún dedo se trabaría, ningún pelo caería de allí, sus cuerpos delgados, sin un solo cumulo de grasa en ninguna de sus regiones corpóreas, cada detalle de sus cuerpos estaban cuidados al más mínimo detalle, pareciese que alguien los había esculpido a su conveniencia y placer, no demasiado lejos de la realidad era esto, debido a que Sir Zuss Park era una persona quien intentaba alcanzar la perfección en todo lo que le atrajera, estas personas personificaban este hecho.
Las servir que servían a este, estaban de igual forma cuidadas y seleccionadas, mientras estas preparaban los alimentos en la mesa de Sir Zuss Park, los servir le daban la bienvenida a la misma voz: “bienvenido su hermosura excelentísimo”; otra bienvenida que no fuese esta, sería muy mal recibida por Sir Zuss Park, Sir Zuss Park no permitía que nadie aparte de estas personas lo mirasen a la cara, debido a que le disgustaba sus rostros, los que tenían el infortunio de hacer esto eran azotados o recibían otros castigos.
Servirdor1 – Espero allá sido de su agrado el viaje que emprendió, su hermosura.
Sir Zuss Park – Puede que hayas perdido la cordura que te quedaba, acaso no ves mi cara, ¡estúpido!, podrías acercarte un momento (bofetada), es lo que te mereces por no prestar atención, solo tendrás eso de castigo, porque sería más difícil encontrar un sustituto para ti, ahora vete donde no pueda verte ni oírte por dos días.
Servirdor2 – Traigan los mejores ungüentos para tratar a su hermosura, esto no puede dejar marca.
Sir Zuss Park – Alguien que tiene buenas ideas, excelente, hagan eso, ¡rápido!
Servirdor2 – Mientras no estaba a llegado esta carta de parte de nuestro rey, lo ha convocado a una reunión, los temas a tratar serán mencionas en el castillo.
Sir Zuss Park – Ese despreciable viejo no sabe por lo que estoy pasando, envíen le una carta, especificando que he sufrido una herida considerable y que no podré estar presente.
Servirdor2 – Pero su hermosura, ha mandado a un escolta de su guardia personal, para que lo escolte hasta el palacio.
Sir Zuss Park – (Pensamiento: ese viejo cascarrabias no se fía de nadie nunca, como desearía que me dejara en paz y muriera lo más pronto posible, muere, muere). Avísenle al guardia que estaré listo para mañana.
Servirdor2 – Su hermosura manda, nosotros cumplimos.
Capítulo 8 – Encuentros del pasado.
Bandido1 – Maxis, nos han llegado noticias de que Sir Gonzo Dimitro se dirige hacia estas regiones, como todos los demás, quiere llegar al muro indestructible y ver si tiene suerte con el árbol.
Maxis Painer – Las cosas no pudieron darse mejor que estas, lo esperaremos en las cercanías, no creo que sea tan fácil de asediar como cualquiera pudiera pensar, pero no soy tan tonto como para no poder ingeniármelas.
Triston Tavarez – Por lo que puedo notar, tienes al hombre en gran estima, puede ser que acaso le temes.
Maxis Painer – ¡Jajajajaja! Que estupideces salen de tu boca, a lo único que le teme Maxis Painer, el servidor, es a no poder satisfacer los deseos carnales de una mujer, y te puedo decir amigo, que hasta este día y momento de mi existencia, a todas las he satisfecho, hasta caer rendidas.
Triston Tavarez – De no ser porque los gemidos de muchas de esas mujeres, me hicieron pasar malas noches, no creería nada de lo que afirmas, amigo.
Mientras estas cosas acontecían Sir Gonzo Dimitro se encontraba llegando a la primera región cercana de su castillo, mientras cabalgaba, un recuerdo llego a su mente, de una época en la cual se encontraba visitando diferentes lugares del reino al cual pertenecía. En una taberna en las afueras del reino, se encontró con una persona particular entre las demás, mientras tomaba unos tragos, alguien llego y se sentó en la mesa donde este estaba.
Sir Gonzo Dimitro – Siento curiosidad, ¿Por qué elegiste sentarte en esta mesa?, si mal no estoy viendo, hay más lugares vacíos.
Maxis Painer – Muchas veces me gusta disfrutar de un trago, sin que alguien este parloteando a mi lado, este es uno de esos momentos, dado que vi que no hablabas con nadie, siquiera contigo mismo, di por hecho que este sería el mejor lugar, si mi presencia no es de tu agrado, lo siento por ti, ¡ah espera, no lo hago!
Sir Gonzo Dimitro – Hasta la última parte, pude creer que serias una persona educada y sin pretensiones, pero veo que las cosas no son así.
Maxis Painer – No me mal entiendas, solo expreso mis pensamientos, me gusta ser preciso, que te parece si ambos disfrutamos de lo que buscamos, el silencio cercano.
Sir Gonzo Dimitro solo levanta la jarra en señal de aceptación, luego del choque de ambas jarras, continúan bebiendo y en silencio, luego de unas cuantas jarras Sir Gonzo Dimitro se levanta y se marcha, cuando apenas lleva unos pasos fuera de la taberna.
Maxis Painer – ¡Hey!, ¡qué te parece si tenemos un pequeño encuentro!, presiento que algo bueno escondes detrás de esa actitud.
Sir Gonzo Dimitro – Preferiría que no, para ser preciso.
Maxis Painer – Preciso, (mientras saca su espada) que no era una pregunta lo que te hice.
Sir Gonzo Dimitro – Te tienes en muy alta estima o es que no valoras tu vida lo suficiente, puedo ver la determinación en tus ojos, esto no se resolverá con palabras.
Maxis Painer – ¡Supongo!
Ambos contrincantes se quedan observándose de forma meticulosa, mientras se analizan uno al otro, su vista no se aparta ni un solo segundo una de la otra, Maxis Painer es el primero en atacar, luego de un esquive sutil Sir Gonzo Dimitro contrataca, la agilidad de su contrincante al esquivar su ataque lo sorprende, luego de una serie de ataques de ambas partes, sin ninguno haber acertado ninguno, Sir Gonzo Dimitro logra causarle una leve herida en la pierna a su rival.
Sir Gonzo Dimitro – Al parecer llevo la ventaja.
Maxis Painer – Porque no miras tu brazo antes de esa afirmación.
Maxis Painer solo había dicho eso para distraer a su oponente, cuando este viro para verificar su brazo, éste se abalanzó sobre su rival, luego de un ataque rápido, el cual fue esquivado, pero debido a la rapidez del ataque Sir Gonzo Dimitro no pudo preparase bien para el segundo, lo cual conllevo que Maxis Painer lo hiriera en el brazo contrario al que le había indicado.
Maxis Painer – Al parecer mi estima no estaba tan alta como suponías ni estoy tan loco para buscar mi muerte, ¡era algo como esto!
Sir Gonzo Dimitro – ¡Jajajajaja!, cierto, cierto, me temo que hasta aquí a llegado esta contienda, me gustaría terminar, pero tengo cosas que atender, hasta otra (envaina su espada).
Maxis Painer – ¿Tan seguro estas de que no te atacare?, para mí esto aún no termina.
Sir Gonzo Dimitro se gira y camina hacia su caballo, Maxis Painer se precipita hacia él, pero antes de que pudiera acertarle el golpe, se detiene.
Sir Gonzo Dimitro – Es justo como pensé.
Maxis Painer – No sé qué pensabas, pero al parecer es así, necesito terminar esto algún otro día, dime tu nombre.
Sir Gonzo Dimitro – No soy presto a dar mi nombre tan a ligera, solo te diré GD.
Maxis Painer – ¡Ja! Seguiré tu jueguito, MP, pero esto terminara, tengo que vencerte para avanzar en mi camino trazado, hasta entonces no mueras, yo no creo que vaya a morir hasta ese momento.
Sir Gonzo Dimitro – ¡Jujuju!
Al terminar este pensamiento Maxis Painer, no muy lejos de la región donde se encontraba este, un soldado aparece, se adelanta para llegar a la posición de Sir Gonzo Dimitro, seguido de esto le entrega una carta, con las indicaciones de que regrese a la capital real, el rey solicita su presencia de manera urgente, Sir Gonzo Dimitro estruja la carta y la arroja, al mismo tiempo que maldice, su vida se basa en gran parte en la disciplina, el no acudir al llamado de su rey, por más urgente que sea el asunto que éste esté realizando, debería acudir al llamado de su rey, había dado su palabra de cumplir el deber que le correspondía, su palabra tenía un gran valor, como todo hombre de gran honor, dio la orden de regresar al castillo cuanto antes.
Capítulo 9 – Duras pruebas en el interior de la Montaña del Pie. Parte 3
Después de una siesta bastante pronunciada departe de Duem, unas doce horas durmió este, pareciese que había entrado en estado de hibernación, al despertar olvido por un momento en el lugar en donde se encontraba, camino por el espacio hacia el lado derecho, buscando un balde en el cual habituaba a lavar su cara después de despertar y cada vez que se lavaba la cara, termino estampado en la pared.
Duem – ¡Cierto!, estoy en una cueva, debajo o encima de una montaña, ¡Aaaf!, ¡donde me quede la última vez que pensé que moriría!
Volvió a mirar a su alrededor, confirmo que no era un sueño, el hecho de estar allí y ver con sus propios ojos lo que estaba rodeándole, fue suficiente para aceptar de inmediato, que lo que sucedió y sucedía, era real, que nunca tuviera un sueño tan lucido en su vida, era su razonamiento para aceptar todo eso, luego de un desayuno de hongos y una buena porción de agua, continúo indagando en el salón del interior de la montaña.
Duem – Todo esto parece demasiado tratado al detalle, para que se trate de una mera formación de la erosión de la tierra, todo pulido y hecho de forma minuciosa, esto confirma aún más, que alguien está detrás de todo esto, puede que mi viaje y tormento terminen pronto.
Después del joven atormentado caminar unos cuantos pasos, vio otro túnel, pero este era más angosto, tenía la forma de una puerta, con la parte superior redondeada.
Duem – ¡No otra vez!, si lo que me espera delante no me mata, la angustia de pasar por lo mismo, si lo hará.
Luego de adentrarse en el túnel, un gran suspiro escapó de su cuerpo, al ver que el túnel no era largo y al no avistar curvas en ninguna dirección, pero al final se encontrada una puerta de piedra, al igual que la cueva poseía un gran nivel de detalle, tenía grabados de varios tipos, al igual que las escrituras que Duem ya había visto antes, este procedió a tocar la puerta para ver si se abría, para su desaliento quien lo llevo allí no lo se lo pondría tan fácil, la puerta no soltó ni una pisca de ruido o luminosidad.
Duem – ¡Vamos!, después de lo que me hiciste pasar aun tienes más cosas para mí, pero ya verás, sí que veras, si tus palpados están cerrados, si es que tienes palpados, los abriré para que veas.
Duem empezó a palpar la puerta de roca por todos lados, pensó que quizás habría que tocar en un punto en específico para que esta se activara, al llegar a los lados de la puerta, unos grabados empezaron a brillar, cada uno de diferente color, cada grabado escrito de forma diferente, luego de uno por uno iluminarse, unos surcos salieron de la puerta, estos se interconectaban, en las esquinas estaban los grabados en pedazos de roca de forma redondeada, cuatro en total eran estos, luego de los surcos interconectarse, se abrieron otras nueve hendiduras de forma redondeada en los surcos, estas nuevas hendiduras eran un poco más profundas que las anteriores, pero del mismo tamaño del de la roca de los grabados, al Duem analizar la relación del tamaño de las hendiduras, pudo deducir que tendría que trasladarlas a las más profundas, luego de relazar esto, no pasó nada al colocar las rocas con los grabados en las hendiduras.
Duem – No creí ni por un momento que en esta ocasión me lo pondrías fácil, Ser, sé que no paso por tu cabeza hacer eso, si posees cabeza.
Luego de alrededor de dos horas intentado, todas las combinaciones que pudo imaginar, no pudo lograr que pasara nada, además había llegado a un punto de frustración en el cual debía tomar un descanso o no podría seguir sin golpear algo, sin más que la roca que lo rodeaba, su destino seria solo el dolor, su razonamiento hizo que este se contuviera de hacer tal irracionalidad, pero en vez de hacer esto, grito a todo pulmón, desatando toda su ira y caos, luego del desahogo, se sentó para meditar las cosas.
Duem – ¿Qué se me escapo?, debo concentrarme en los detalles de mis acciones, algo sucedió que debe de darme una pista.
Luego de estar meditando por alrededor de una hora.
Duem – (Pensamiento: que me ha permitido llegar hasta aquí, las luces, los cristales, el camino, ¿Que resalta más de estos?, las luces son las que más atraen a las personas, que estás surjan de la nada, sin que allá fuego de por medio, los cristales los asemejarías a las joyas, las cuales puedes ver en diferentes lugares fuera de esta montaña, aparte de la arquitectura de los caminos, son solo eso y demás hay caminos fuera de aquí, ¡espera!, las luces de los grabados, recuerdo que encendieron en secuencia, además cada una tenía un color, ¡veamos!, ¿Cuáles eran?, amarillo, ¡sí!, rojo, ¡aja!, marrón y azul, no cabe duda estos eran, entonces ahora la secuencia, no fue donde toque que primero encendió la luz, fue encima, a mi izquierda arriba, espera, soy surdo, entonces a la izquierdo de un diestro, primero azul, luego amarillo debajo, si, después marrón debajo del lado derecho, por último, rojo arriba del marrón, esa es la secuencia, apostaría a ello, intentémoslo), bien, esta vez solo encendió una por vez, según las iba tocando, intentemos de nuevo.
Luego de intentar todas las combinaciones, otra vez, no pasó nada, pero las rocas continuaron encendidas, lo que no había sucedido antes, lo que indicaba que estaba bien encamino, pero le faltaba otra cosa, Duem se sentó a meditar otra vez.
Duem – Basándome en lo anterior, también en lo que conozco de quien me trajo aquí, las cosas no son lo que parecen, primero una secuencia, qué tal si ahora es una combinación, un orden, en el cual colocar las rocas.
El chico intentó varias combinaciones por largo tiempo, pero la frustración que volvió a crecer en él, hizo que percibiría el tiempo más rápido, en un ataque, coloco las rocas a ciegas de forma alocada, por extraño que pueda ser, las acciones alocadas a veces tienen resultados inesperados, en estas veces se logra acertar en lo que se quiere, este no fue el caso de Duem, incluso una roca quedo fuera de los surcos, en su nueva euforia, gira la roca alrededor de todos los lados de los surcos, tropezó, con el empuje coloco la roca en el lugar correcto, luego la puerta absorbió las rocas lumínicas, después de esto la puerta se abrió.
Todo se encontraba oscuro, como había sido hasta ahora, de no ser por los cristales y los grabados, la luz del salón en el que se encontraba, le permitió ver un poco más adelante, podía caminar unos pasos seguros, como ya había superado el paso de aceptar la muerte, camino sin vacilar ni un solo paso, luego de dar varios pasos dentro, la puerta se cerraba detrás de él, este corrió para evitar esto, solo unas cuantas pulgadas le faltaban para cerrarse, Duem se aferró a esta intentado detenerla, todo en vano, porque esta se cerró sin más.
Duem – Así que volvemos con el jueguito, pero ya no tengo miedo.
Capítulo 10 – Ser precavido no está de más.
El soldado enviado por el rey Reemf Sordess, había llegado a la región donde se encontraba el soldado especial, al cual había encomendado la tarea de investigar los reinos, en busca de respuestas de las escrituras, el soldado había llegado allí cumpliendo órdenes, pero no sabía cómo iba a reconocer al soldado especial, ya que este se vestía de forma ordinaria, para no resaltar ningún detalle que lo asociara con algún reino, ya que el mensajero también iba de incognito, dudoso era el cómo podrían reconocerse uno al otro.
Mensajero – Mi señor es uno de los hombres más sabios que eh visto y escuchado en mi vida, pero no entiendo cómo quiere que encuentre a alguien que nunca eh visto o escuchado hablar.
El mensajero procedió a ir a la posada más cercana para poder comer y tomar algo, al igual que reabastecerse para su viaje de vuelta, al llegar a la posada, apenas había caminado unos pasos, alguien se le acerco, susurrando, el gran rey Reemf Sordess, de inmediato el mensajero pudo darse cuenta de que ese era el hombre que buscaba, ya que no llevaba nada que pudiera identificarlo como súbdito del rey Reemf Sordess, coincidencia demasiada grande seria que esto le pasara a cualquiera que existiera, a menos que allá una fuga de información, el mensajero procedió a seguir al hombre, nunca quito la mano de su espada ante la duda que había surgido.
Soldado especial – Ya puedes quitar la mano de la espada, no soy ningún espía, ladrón, bandido o enemigo en general, soy el soldado al que el gran rey Reemf Sordess encomendó la tarea de buscar respuestas a sus grandes incógnitas de esos grabados.
Mensajero – Si tuvieras suficiente información podrías decir todo eso, es lo que hacen los espías.
Soldado especial – Te aseguro que no hay mejor rey que el nuestro, ni mejor soldado que yo en el arte de la cautela.
Mensajero – El rey me susurro esas mis palabras antes de salir, al parecer dedujo que podría desconfiar, además me dijo que a menudo te jactas de decir eso.
Soldado especial – Ese rey de…, bien entonces, entrégame mis nuevas órdenes.
Mensajero – Espera, ¿Cómo supiste reconocerme?, no llevaba nada que me identificara.
Soldado especial – Subestimas a nuestro rey, mira la parte trasera de tu caballo, tiene una palma marcada.
Mensajero – Sin más que agregar a nuestro repentino y estrepitoso encuentro, aquí están las órdenes, te encomiendo los deseos de nuestro gran rey, tengo órdenes de regresar en cuanto te entregara esto, así que sería un saludo y un adiós de mi parte, podrías decirme tu nombre.
Soldado especial – Es que acaso has olvidado lo que te eh dicho antes, soy el mejor soldado, el más cauteloso, sabes lo que es la cautela, ¡verdad!
Mensajero – ¡Cierto!
Sin más que decir el mensajero, más que una señal de callar su boca, se retiró para continuar su encomienda, el soldado especial del rey, leyó las órdenes dictadas, luego de esto emprendió su viaje a la Montaña del Pie, no se encontraba tan lejos de donde se encontraba esta, estimó que en dos días llegaría allí, su propósito era claro, con la determinación que poseía, no hacía falta más para avanzar.
Capítulo 11 – Planes de dominación, unión de longevos.
Sir Gonzo Dimitro se encontraba llegando a la capital real, muchos de los habitantes del pueblo lo saludaban, pues se había hecho conocido entre todos, por adiestrar a sus soldados; si muchos de los habitantes no formaban parte de sus soldados, muchos deseaban serlo, los soldados por igual lo saludaban, se había ganado el respecto de mucha gente, se dirigió directamente al castillo, demostrando lo diligente que era.
Soldado1 – Mi señor, es que acaso no vamos a detenernos a alimentarnos y recargar energías.
Sir Gonzo Dimitro – Me gustaría resolver este percance lo más pronto posible, tengo un árbol que talar a cuesta de espada.
En el castillo ya se encontraban todos los sires y lores del reino, Sir Gonzo Dimitro fue el último en llegar, todos devoraban los platos que tenían en las mesas como cerdos, Sir Gonzo Dimitro se dirigió directamente hacia la mesa del rey.
Sir Gonzo Dimitro – Como me pediste aquí estoy, listo para servir.
Rey – Esplendido, tu lealtad y deber resalta de tu cuerpo demás, siento que eh esperado demasiado, que todos estén listos.
Soldado del rey – El rey solicita que todos los sires y lores, pasen al salón de reuniones.
Estando todos allí, se encontraban en expectativa, ya que no había una guerra en mucho tiempo, de igual forma, por tales razones, nunca se había convocado a los lores y sires, todos empezaron a murmurar y especular de las circunstancias que los llevaron allí, todos menos Sir Gonzo Dimitro, quien se encontraba callado en espera de lo que diría el rey.
El rey era un hombre corpulento, aún no había llegado a la obesidad, de setenta y seis años, de barba exuberante, cabello largo, este le llegaba casi hasta las rodillas, era conocido por su avaricia y deseo de poseerlo todo, pero su cautela era algo que resaltaba de él, al hablar media sus palabras, en la mayoría de las veces, en otras saltaba de ira.
Había decidido que ya era hora de poseer todo, pero por la igualdad de fuerzas en todos los reinos, nunca dio un paso adelante en esto, pero había formado una alianza con el rey del otro reino, de tamaño igualitario al de él, en proporción de tierras, esta alianza seria la que lo pondría más cerca de lograr sus intereses.
Rey – A llegado la hora de que reclamemos y poseamos las tierras que nos rodean, de esta forma podremos ser un imperio más grande y poderoso, nuestra grandeza será en gran manera enaltecida en los tiempos venideros, al igual que en los tiempos actuales, debemos de asegurar el futuro, este es el momento para lograr ese objetivo.
Sir1 – Pero que sucede con el muro misterioso, aquel que nadie puede cortar su árbol o derribar el muro, ese ha sido un gran misterio, el cual se cree que si se descubre, se obtendrá un poder enorme.
Rey – Fascinante ha sido lo referente al muro, no hay duda en eso, pero hasta ahora nada se ha sabido sobre qué hacer con ellos, tanto el muro, como el árbol, está en incertidumbre lo que pueda ocurrir con ambos, pero lo que tengo ahora en mis manos, está a mi alcance, lo del muro místico puede esperar, no creo que alguien por coincidencia pueda descifrar tan gran misterio.
Sir Gonzo Dimitro – Si me permite preguntar mi rey.
Rey – Adelante.
Sir Gonzo Dimitro – ¿Por qué ha tomado una decisión tan drástica de repente?
Rey – De repente no ha sido en ninguna manera, solo que aún no se había consolidado la alianza, con este echo cumplido, solo queda ejecutar las acciones.
Sir Gonzo Dimitro – Entiendo mi rey.
Rey – Si nadie tiene nada más que agregar, empezaremos las preparaciones para ejecutar esta misión y a través de esta lograremos un propósito más grande que cada uno de nosotros, nuestros aliados ya deberían estar iniciando sus operaciones también.
Al día siguiente de que se convocara esta reunión, Sir Zuss Park se encontraba llegando al castillo de su rey.
Sir Zuss Park – Odio estos viajes hacia la capital real, ver a todas esas personas imperfectas, me hace doler la cabeza, al igual que ver a ese viejo.
Servir1 – Les presento a su hermosura Sir Zuss Park.
Sir Zuss Park entraba en el salón de forma galante y presumida, como si todos deberían estar por debajo de él, pasos alargados, mentón en alto, para evitar verle las caras a los demás, se sentó lo más alejado que pudo, al ser el último en llegar por un día completo, esto no le fue difícil de hacer, ya todos se encontraban en los asientos más cercanos al rey.
Rey2 – Así que nos honras con tu presencia, además de eso nos das un espectáculo, ¡bravo!
Sir Zuss Park – Mi deber es siempre cumplir los deseos ocultos de los demás, lo que creo que sí cumplí este día.
Rey2 – No veo más razón para alargar esto ya, entonces empezare de inmediato con las órdenes que habréis de cumplir.
Sir1 – Era necesario que estuviéramos todos aquí para dictar esas órdenes, bien se hubieran podido enviar con un mensajero a cada sir del reino.
Rey2 – El nivel de urgencia de este asunto requería de una reunión presencial con cada uno de ustedes, no se podía dejar nada que escape, las cartas podían ser interceptadas, en este asunto la cautela es máxima prioridad.
Al igual que el otro rey, este tenía unos setenta y seis años de edad, con una barba larga y abundante, la cual le llegaba casi hasta la cintura, el cabello igual de largo, pero este envuelto en una coleta, sus cabellos eran todos blancos, como el blanco de un fino mármol, tenía una complexión delgada, aunque apetito no le faltaba, este comía más que muchos hombres de su edad y que los de una edad más temprana, de igual forma que el otro rey poseía una gran cautela, midiendo todos sus pasos y acciones, poseía una gran admiración hacia el oro, su color, textura y su maleabilidad, eran cosas que le encantaban de este, por este metal precioso, podría caer fácilmente en una tentación, la cual podría llevarlo a situaciones difíciles y precarias.
Rey2 – Es primordial que amasemos riquezas en oro, para asegurar la soberanía de nuestro imperio, esto nos llevara, a asegurar un futuro estable en nuestro reino, en los tiempos que corren y los venideros, nuestra riqueza en oro y poder no tendrá rival alguno,
Todos allí poseían una avaricia de gran tamaño. Todos reían después de las palabras del rey, si estos planes se cumplían, lograrían muchos de sus objetivos individuales, todos se pararon de sus sillas, ovacionando al rey.
Rey2 – Pues, sin más que agregar, pongámonos en marcha, alcancemos la riqueza que nos merecemos.
Después de que ambos reinos se comunicaran, dando la noticia que estaban listos para inicial la operación en conjunto, todo se puso en marcha, las tropas se reunirían en la madrugada, para no ser vistos o levantar sospechas, ambos ejércitos atacarían por flancos diferentes, de esta forma estarían emboscando al reino de Reemf Sordess, iniciaron su marcha al mismo tiempo ambos ejércitos, se movían entre caminos que conocían muy pocos, manteniendo el sigilo de esta forma, pero de los pocos hombres que frecuentaban esas rutas los de Maxis Painer eran unos, ya que estos también las utilizaban para este mismo fin, de inmediato un bandido que se encontraba de vigilancia, corrió a informar a Maxis Painer de la situación que se avecinaba.
Bandido1 – Maxis, eh visto a los reinos más pequeños iniciando una avanzada hacia el reino del rey Reemf Sordess, por lo que vi ataran con todo.
Maxis Painer – Pensé que sería el primero en terminar con todos estos años sin guerra aparente, pero veo que se me adelantaron, ¡maldición!, estemos alerta y observemos que pasa, luego del resultado veremos cómo actuaremos.
Capítulo 12 – Al final del túnel está el cristal colosal.
Duem se encontraba entrando en lo que creía seria su perdición, aquel Ser misterioso lograría su objetivo, si este sería llevar a un cualquiera a un lugar lejano y terminar con su vida, después de atormentarlo por días, pero para sorpresa de Duem, no sería de esta forma, al empezar a caminar, salieron luces de todas partes, iluminado en su totalidad el lugar al cual había llegado, resaltaba un enorme cristal que se encontraba en el centro de todos, el chico nunca imagino que el lugar sería tan grande, su vista no alcanzaba a terminar de ver el paisaje que se presentó ante él, utilizando eso como referencia, pudo determinar que el cristal era más grande de lo que se imaginaba, por todos lados había cristales de diversos colores, cuatro en total eran los colores de los cristales, pero habían cristales blancos que permitían que se iluminara todo el espacio, pero en comparación a los demás estos eran muy pocos, el cristal que se encontraba en el centro, brillaba de todos los colores de los demás cristales, no podrías determinar, si refletaba los demás o si irradiaba esos colores el mismo, desde cualquier ángulo que te movías, el cristal centrar parecía cambiar de color, mejor dicho colores, porque era una amalgama de estos.
Duem – ¡Waaaao!, llegados a este punto no creo que vaya a morir, a menos que el Ser me tenga algo preparado más adelante, pero primero pensare positivo, avancemos y luego veremos lo que sucede.
En medio de todos los cristales había un camino, que se dirigía hacia el otro lado de todos los cristales, pero Duem no podía ver que había al final de este, además había pequeñas colinas, que imposibilitaban el poder ver más allá de los cristales, aparte de esto las colinas estaban repletas de cristales, las adornaban como arbustos, Duem se apresuró a correr, estando tan cerca de lo que buscaba, no perdería ni un minuto más allí dentro, después de correr por unos minutos, paso por debajo del gran cristales del centro, el cual se veía más imponente de cerca, mientras corría pudo visualizar una enorme casa.
Duem – Supongo que alguien quiere compensar una cosa, con esa enorme casa.
Mientras más se acercaba a la casa, se dio cuenta que era más grande de lo que pudo imaginar, al estar frente a esta, vio que el techo quedaba parejo con la parte de la montaña que resaltaba, la puerta de la casa era enorme, pensó que allí vivirían gigantes o vivieron.
Duem – Como podre abrir esta enorme puerta, no creo haber entrenado lo suficiente para poder con esto, pero intentare de todos modos.
Duem solo se posiciono en la puerta, al colocar ambas manos en esta, la enorme puerta empezó abrirse, esto no sorprendió tanto a Duem, lo que si lo sorprendió fue el hecho que fuera tan fácil, palabra a la cual no estaba habituado, desde que empezó su viaje hasta este punto, no era una palabra que describiría ni un tercio de su travesía, luego de entrar en la casa de tamaño colosal, observo que todas las cosas de dentro de esta eran de tamaño normal, con la primera impresión que tenía por esa puerta, pensó que lo demás sería igual de exagerado, además el Ser que lo llevo allí, no había sido muy racional, teniendo en comparación las cosas a las cuales estaba habituado Duem, debido a este pensamiento de irracionalidad de Duem hacia el Ser, no pensó que lo de adentro de la casa sería diferente a la puerta o el edificio, aliviado por esto, empezó a indagar en la enorme casa.
La casa por dentro se iba hacia la parte de atrás, donde estaban todas las habitaciones, aglomeradas en filas y columnas, el número de habitaciones no era tan grande, pero los espacios entre puerta y puerta le hacían pensar que las habitaciones eran de gran tamaño, además las habitaciones estaban pintadas de colores diferentes por delante, de igual forma las puertas tenían escritos diferentes cada una de ellas, solo habían cuatro columnas de habitaciones, los pasillos se encontraban delante de las habitaciones, estos pasillos recorrían la casa de un lado al otro, del lado derecho de la casa habían escaleras giratorias, las cuales daban a cada piso, del lado izquierdo había una especie de tubo, que llegaba hasta lo más alto de la casa al igual que las escaleras, pero en el primer piso de la casa, este tubo tenía una puerta.
La parte de delante de la casa, desde la entrada hasta los pisos, era un gran área de recreación, por todas partes habían unas columnas que salían del suelo, se erguían unos tres metros, en sus puntas tenían un cristal como las lámparas, al acercarse a una área de las muchas que habían, las cuales se dividían por senderos, las puntas de las columnas alumbraban todo esa área, según te movías de área esa se iluminaba, habían mesas en cada área con sus sillas, todo era tallado en piedra, esto fue beneficioso para Duem, debido a que las luces de fuera de la casa solo se reflejaban un poco por debajo de la puerta.
Luego de pasada el área de recreación, un gran espacio dividía la casa del área anterior, Duem se acercó para examinar todo lo que apareció ante él, para su desgracia ninguna puerta se abrió al tocarlas, golpearlas o cualquier otro contacto de persona u objeto, de igual forma la puerta del tubo no se abría, esto sería en el primer piso de la casa, dio por sentado que pasaría lo mismo con las demás puertas de los demás pisos, se dirigió a la única parte que no le opondría resistencia, las escaleras.
Duem – ¡Jejejeje!, así están las cosas, después del pequeño avance que tuvimos, volvemos atrás, pero sabes, no me sorprendes, ya no más.
En el primer piso de las escaleras habían unas lámparas, en un pequeño cuarto, al parecer designado solo para ellas, Duem se encontraba casi a ciegas, al coger una de estas empezó a alumbrar, inicio su subida hacia lo más alto de la casa, cuando llego a lo más alto de la casa, vio que las escaleras seguían más arriba, de hecho, estas iban por dentro de la roca, continuo subiendo hasta dar con una puerta al final de la escalera, pudo abrir esta sin más, gran alivio fue para él, debido a lo ya vivido, pensó que nunca vería una puerta de la misma forma.
Al abrir la puerta, ante él se presentó algo que quizás nunca pensó ver en ese lugar, había arboles por doquier, al igual que diferentes sembríos en los alrededores, pensaba como pudieron sembrar algo encima de la roca, a excepción de algunos guisantes que vio echar raíces encima de alguna roca, pero sin más desarrollo que este, como este Ser pudo sembrar plantas encima de la roca sólida, empezó a cuestionar sobre si solo sería un Ser y no unos Seres, ya que para tales cosas que había visto, una mente en solitario no sería lo suficientemente potente para todo el esfuerzo que conlleva todo ese trabajo antes y ahora visto por los ojos del chico, al igual que vividos en carne propia.
Duem empezó a caminar hacia adelante, pudo ver que todo estaba iluminado pero la luz no era de dentro de esa pequeña selva, por así llamarla, venía desde un corredor que daba a otra parte, supuso que esa luz vendría del cristal de tamaño colosal que había visto antes, el cual estaba incrustado en la roca, por lo visto atravesaba la roca y salía por encima, luego de avanzar unos pasos pudo observar que las plantas no estaban plantadas en la roca, por lo visto habían hecho unos surcos en la roca donde metieron tierra y allí plantaron las plantas, al mirar entre los árboles y diferentes plantas, pudo ver que en algunos lugares por alrededor de estas, corría un pequeño caudal que suministraba agua a las plantas y árboles en este mini-bosque, el agua salía directamente de la roca bajando a los caudales, solo había sembrado plantas y árboles que dieran frutos comestibles, pero pudo diferenciar unos árboles en diferentes lugares del mini-bosque, estos estaban repartidos alrededor del mini-bosque, estos árboles tenían un olor fragante y agradable al olfato, eran los únicos que no daban fruto al parecer, el hecho de que despidieran ese olor era la razón de que estuvieran allí, para aromatizar el área, eso era lo que se veía a simple vista, más bien a simple olfato y con un análisis crítico, pero debido al descuido de las plantas y árboles, estos crecían por todas partes, había miles de frutas en el suelo podridas, sanas y germinando, luego de Duem maravillarse con esto y sacar sus análisis, no dejemos pasar el hecho de que comió como nunca lo había hecho en su vida, luego de reposar unos minutos, continuo caminando por un pasillo que estaba en medio del mini-bosque, al final de este encontró unas escaleras, al parecer no muy altas porque podía ver el final de estas.
Capítulo 13 – ¡Puede que no sea el final del viaje!
Duem se encontró al final de las escaleras un espacio amplio, un pasillo rodeaba el cristal, apenas este pudiendo ver, por el brillo que emanaba el cristal, sin más vacilaciones se acercó al cristal para tocarlo, supuso que al no encontrar más indicios para terminar con su viaje y ya no había más hacia dónde ir, este sería el final del viaje para él, que solo tocando el cristal lo sobria, al tocar el cristal este empezó a aumentar su brillo, Duem intento despegarse de este, pero no pudo hacerlo, la luz fue tan fuerte que cerró los ojos, pero un gran número de pensamientos invadieron su mente, recuerdos de una vida pasada.
Había un chico de unos doce años, en un pequeño pueblo, en una isla, justo como era la situación de Duem, todo parecía familiar, al parecer el niño estaba jugando con algo, en su mano había un cristal de color rojo, pronuncio unas palabras que Duem nunca había escuchado, pero Duem asumió que no hablaba otra lengua, luego sucedió algo que respondía esa duda de Duem, quien solo miraba todo lo que pasaba como un espectador, nada de lo que dijera podía escuchar el niño.
Madre – Brent, ¡donde estas!, vuelve a casa, se está haciendo tarde para la cena.
Mientras la madre llamaba a su hijo, este se encontraba en el bosque, jugando con un cristal de color rojo, lo sostenía mientras pronunciaba unas palabras, las palabras de la madre le hicieron ver a Duem, que estaba en lo correcto referente a que hablaban la misma lengua, a pesar de que Brent pronunciaba otras, que eran irreconocibles para él.
Al la madre ver que su hijo no se acercaba a la casa, fue a buscar a este, gran sorpresa fue para ella encontrar a su hijo con el cristal que poseía, magicio rojo, dador de calor y creador de fuego, pronuncio en vos baja.
Madre – Hijo, que gran gozo recibo al ver esto, eres un conjurador, vamos a casa y contémosle a tu padre.
Brent – Pero madre solo estaba jugando, no hacía nada malo, esta roca me la encontré mientras caminaba, no le digas a padre.
Madre – No te preocupes hijo, no has hecho nada malo, es todo lo contrario, ¿Dónde has escuchado esas palabras?, las que pronunciabas antes.
Brent – Padre las ha utilizado mientras contaba historias de grandes conjuradores, que portaban piedras, no, padre dijo, cristales de colores.
Madre – ¿Mientras pronunciabas el conjuro, no pasó nada?
Brent – No madre.
Madre – Ahora que lo pienso, pronunciabas el conjuro magicio azul, dador de humedad y creador de agua, por eso no debió pasar nada, apresurémonos, tu padre sabrá algo más sobre esto.
Ser – ¡Tadaaaa!, ¿Qué te está pareciendo lo que ves?, puede que sea la clave para algo más grande y revelador.
Duem – Así que por fin das la cara, Ser rastrero, espera y te digo varias cosas.
Duem se encontraba aun en el estado de trance cuando el Ser decidió revelarse ante él, como no vio a nadie en frente de él decidió dar la vuelta, pero, para su disgusto allí tampoco había nadie, miro hacia todos lados pero no pudo ver a nadie, pero escucharlo sí que podía.
Ser – ¡Jajajajaja! Sigue buscando quizás pueda ser que me encuentres, en alguna parte de, arriba, no abajo, espera encima de esa roca o será debajo, pero no puedes tocar nada, ¡jajajajaja!, pero no te rindas.
Duem – Si serás hijo de tu…, pero no me descontrolare, ahora estoy más cerca de lo que estaba antes, por lo menos puedo escucharte y es algo ya, acaso me temes que no sales a saludarme.
Ser – Con las cosas que has visto, crees que tendrías una oportunidad contra mí, las cosas que viste, son cosas simples, puedo hacer cosas con tu ser que no te imaginas siquiera.
Duem – ¿Cuál es tu propósito? ¿Qué buscas conmigo?, si todas las cosas que me dices son ciertas, porque no estas ejecutando lo que sea que tienes en mente.
Ser – Es lamentable, incluso para mi decirlo, que no puedo deformar la realidad de la muerte, así que busque otro método para poder seguir existiendo en el plano de los humanos, en cierta medida, como es evidente.
Duem – Pero si eres tan viejo, ¿Por qué no suenas como uno?, deberías sonar como un vejestorio.
Ser – Estoy limitado pero no tanto como podrías pensar, hay barreras que si puedo romper, estando en este plano, puedo alterar mi vos y algunas cosas más, que prefiero no compartir contigo.
Duem – ¿Qué tiene que ver la historia de este niño contigo?, acaso puede ser que este niño seas tú, quien diría que un niño tan educado, pueda ser tan cínico y a la vez altanero.
Ser – Que este sea yo, no lo sabes con certeza, decírtelo yo, no lo hare, puede que sea mi tío, mi padre, mi hermano, sobrino…, pero continuemos, puede que se ponga más interesante más adelante.
Capítulo 14 – Puesta en escena, los cristales elementales.
Luego del Ser tener el primer contacto con Duem, adelanto un poco las cosas en la visión que le estaba mostrando de aquel niño, este se encontraba en una escuela de conjuradores, al parecer su padre lo había llevado allí, para que pudiese aprender a conjurar.
En la escuela había una prueba de admisión, la cual consistía en que el ingresado debía tomar uno de los cuatro cristales de los elementos, de esta forma se podía determinar la afinidad de esa persona, hacia el elemento correspondiente, si el cristal brillaba mientras se sostenía, esto determinaba que afinidad sería la de la persona, existen cuatro cristales elementales:
El cristal rojo, dador de calor y creador de fuego.
El cristal azul, dador de humedad y creador de agua.
El cristal amarillo, dador de frescura y creador de viento.
El cristal marrón, dador de plantas y creador de tierra.
Estos cristales en conjunto con un conjuro magicio, podían hacer que se creara el elemento conjurado, al igual que la manipulación de los mismos, con una variación en el conjuro.
Otro aspecto a tomar en cuenta, era, que tan fuerte era la conexión de esa persona con el elemento de afinidad, dependiendo de la fuerza de esta conexión, se podría crear una gran llamarada, en el caso del elemento fuego, como un leve fuego, pasaba lo mismo con los demás elementos.
Los conjuros magicios debían ser pronunciados a la perfección para que pudieran causar una reacción, en caso contrario nada pasaría, aun poseyendo la afinidad por algún elemento, por esta razón algunas personas se rendían con algunos conjuros magicios, utilizando solo los que pronunciaban de forma correcta, tardando muchos años en practicar para poder lograr la pronunciación correcta, además la intensidad del elemento al conjurarlo, dependía de la intensidad del sentimiento que reflejaba la persona al conjurar.
Una de las personas que se encargaba de la prueba le acerco un cristal del elemento viento.
Padre de Brent – Espere gran conjurador, la madre me conto que le había encontrado con un cristal de elemento fuego en las manos.
El conjurador procedió a volver y traer el cristal de fuego, los conjuradores daban por hecho que alguien no pudiera poseer más de una afinidad, debido a que muchas veces lo intentaron, pero nunca hubo algún resultado, así que solo probaban con un cristal a la vez, cuando se determinaba la afinidad de la persona, se daba por hecho que sería la única que este poseería, al poner el cristal de fuego en las manos de Brent, este brillo de forma inmediata, así empezó a aprender los conjuros magicios del elemento fuego y como dominar la intensidad a través de las emociones, de igual forma como controlar el fuego ya existente.
Ser – ¡Dime! Que te está pareciendo la obra, va acorde a lo que pudieses pensar, no, si, quizás, que piensas.
Duem – Si me dejaras decir algo lo haría, así que este es el origen de los cristales, pero no mencionaron el cristal blanco que proporciona luz.
Ser – Pues el cristal blanco es…, es broma, acaso creías que contaría uno de los grandes misterios que tengo, no, no, no, otro día chico.
Duem – Aquí vamos con la manifestación del sadismo, no te cansas de hacerme pasar penurias.
Ser – ¡Espera hay!, de eso nada chico, es solo que no podría dejar que cualquiera tuviera lo que había guardado, esas eran pruebas para ver si tenías lo necesario para poder… dejémoslo hay por ahora.
Duem – ¡Si serás!, ya que veo que no me dirás demasiadas cosas claves, continuemos con esto de la visión o lo que sea, bastante eh pasado gracias a ti, esta parte ya es sencilla.
Ser – Bien, continuemos entonces.
El conjurador procedió a decirle las últimas palabras de ingreso a Brent.
Conjurador – Brent Belenus, cual no posee ni título, hijo de Brent Belenus, formara parte de nuestra escuela, comprometiéndose a servir al reino en todo lo que este requiera, será registrado como conjurador de fuego en los registros y basara toda su vida en dominar este elemento.
Pasaron seis meses y Brent apenas dominaba dos conjuros, además de solo dominar dos conjuros, estos no eran muy fuertes, solo podía conjurar pequeñas llamas, se le agregaba que aún no podía dominar el fuego ya creado.
Brent era un chico común, pero poseía una gran perspicacia, al igual que un gran razonamiento, estos serían rasgos que resaltaban de él, además era un chico muy educado y formal, siempre siguiendo las reglas y obedeciendo a los demás, a pesar de venir de una familia pueblerina había adquirido tal personalidad, podríamos resaltar que sus padres tenían un comportamiento similar, así que esto no surge de la nada, pero los demás en el pueblo en el que vivía, eran muy diferentes a esto, pero Brent eligió el camino menos transitado, por tal razón adquirió grandes dotes educativos.
Luego de un año sin ningún avance en su aprendizaje, Brent Belenus utilizo sus dotes para buscar otro enfoque a como hacia las cosas, quizás de esta forma podría mejorar aunque fuera un poco más, ya dejarían de utilizarlo para encender las fogatas solamente, en todas las lecciones que les daban en clase, resaltaban el gran peso que tienen las emociones en los conjuradores y en los conjuros que estos lanzan, tomando este enfoque, se alejó de su comportamiento habitual, poco a poco realizo esto, según fue adquiriendo una personalidad contraria a la suya, una más extrovertida y resaltada, vio grandes avances en sus conjuros, las llamas eran cada vez más fuertes, esta personalidad le ayudo a mejorar sus habilidades como conjurador, logro todo esto en solo un año, sus habilidades habían mejorado tanto que muchos se sorprendieron, al ver su transición desde que llego y este punto en donde se encontraba, la enorme mejoría que tuvo en sus habilidades sorprendieron tanto como el cambio de su personalidad, esto continuo avanzando.
Duem – ¡Hey!, tomemos un receso, es que acaso no piensas decirme nada, de todo esto que está pasando, además ya me siento raro estando aquí, falta mucho para terminar.
Ser – No te alteres, además las cosas son muy diferentes aquí y fuera de aquí, que sería fuera de tu mente, afuera no ha pasado tanto tiempo como aquí dentro, si creías que morirías de hambre, no lo harás, quédate callado que ahora viene una parte crucial de la historia.
Capítulo 15 – Lo que no había pasado, afinidad por los cuatro cristales.
Maestro conjurador – ¡Hey! Detente ahí, Brent Belenus, no seas mal educado y detente, de paso deja de lanzar fuego (va corriendo).
Brent Belenus – Atrapa me, siempre que puedas, maeston (combinación entre maestro y tonto, que Brent utilizaba), atrapa esto (lanzo una bola de fuego), cuidado si te quemas.
El maestro de Brent conjuro una bola de agua para contrarrestar la de él, Brent sabía que esto crearía una cortina de vapor para que este pudiera escapar, al colisionar las bolas, el vapor se esparció por todas partes, Brent se apresuró a entrar en la primera puerta que agarro, una vez allí dentro se percató que estaba en el salón de ingresos, justo donde estuvo cuatro años atrás, donde empezó su viaje y su cambio, medito sobre el gran cambio que hubo en su personalidad.
Brent Belenus – ¡Wwwa! Cuantos recuerdos me trae este salón, estaba yo todo serio y respetable, era todo si, si y solo si, ahora soy más como un espíritu del bosque que ha sido liberado de un largo encierro, viviendo cada día al máximo nivel de energía y entusiasmo, agregándole unos cuantos valores que no son muy gratos para mis maestros, ¡que aquellas no son, espera, si son!, los cuatro cristales elementales, los conjuradores de la prueba de ingreso, fueron muy precisos al decir que nadie había podido hacer reaccionar los cuatro cristales elementales, nadie, nunca, jamás, ¡¿Pero qué pasaría si las tocara?!, supongo que lo que puede pasar es que brillen, caso positivo claro, del otro lado esta que no brillen, las tomare una por una y veremos qué pasa, mejor aún, las tomare todas, menos la del elemento fuego, sobrado tengo que puedo dominarlo o hay vamos en dominarlo.
Maestro conjurador – Brent, donde andas, no me hagas ir por ti, ¡vamos!, me haces esto cada dos por tres, dame un respiro.
Alumno – Maestro, le gusta estar en el techo, puede que allí lo encuentre.
Brent Belenus – Bueno, en que estábamos, los cristales, si los agarro todos, que pasara, ¡veamos!, uno, dos y tres, ¡súper explosión!
Al momento que Brent tomo los cristales estos empezaron a brillar a la vez, todos con gran intensidad, la luz se escapó por la parte de debajo de la puerta, una amalgama de color se formó con los colores, todos los que estaban fuera de la puerta se quedaron perplejos, nadie se atrevió a abrir la puerta, mientras aquella luz siguiera saliendo, el maestro que estaba buscando a Brent llego al lugar, en su exaltación no analizo mucho la situación, en su mente solo estaba encontrar a Brent y darle un castigo, por las fechorías que había causado, se acercó lentamente a la puerta, al abrir esta vio como Brent se encontraba sosteniendo los tres cristales en sus manos y como estos brillaban en conjunto, Brent no decía nada, estaba solo allí parado, en estado catártico, con los cristales en sus manos, el maestro corrió hacia él, pero antes de que pudiera llegar siquiera a tocarlo, este se desvaneció, soltando los cristales, luego de que todo se había calmado, el maestro corrió a informal a sus superiores, este era un hecho insólito entre lo insólito, algo que solo se podrían haber imaginado en sus fantasías, pero allí estaba, había sucedido lo impensable, un chico que no era de la clase de elite de los conjuradores, que no descendía de ninguna de las familias de grandes conjuradores de la historia conocida, allí estaba el chico que desafío todo lo conocido y miles de preguntas le esperaban, solo faltaba esperar que este despertara, una nueva era esperaba a esta generación, muchas cosas llegarían a cambiar y pasar, un enorme acontecimiento desata enormes sucesos.
Pasaron tres días antes de que Brent Belenus hubiese despertado, al tomar los tres cristales a la vez, hizo que utilizara una gran cantidad de energía, agotando su cuerpo al máximo peligro, si los cristales no se les hubieran caído de las manos, era posible que este hubiese muerto por el sobre esfuerzo a su cuerpo, luego de despertar, inicio recuperando sus fuerzas, pasado solo un día de este despertar, los conjuradores le bombardearon con preguntas, pero ninguna respuesta fue muy satisfactoria, ya que ni el mismo Brent sabría explicar lo que había sucedido, lo único que pudo decir es que sentía que todos los cristales le absorbían la vida, puede que por usarlos todos a la vez, además no había desarrollado la suficiente resistencia y cantidad de energía para controlar por demasiado tiempo los cristales.
La recuperación de Brent sucedió sin percances, al ver los maestros y conjuradores que no podrían obtener las respuestas a sus preguntas, desistieron, continuarían analizando a Brent según valla avanzando en la conjuración y manipulación de los elementos.
Había cosas que Brent no le dijo a los maestros y conjuradores, que sintió que su mente se expandía después de tocar los cristales, que su energía aumento desde ese día, que su dominio era más fuerte y firme sobre los elementos, ya no sentía ciertas ataduras que sentía antes de lo que sucedió.
Luego de que Brent Belenus se recuperara por completo, se vieron grandes mejoras en sus habilidades, pero este limitaba el alcance de lo que sentía que podía hacer, se planteó que si mostraba demasiado poder delante de las personas, estas se segarían y lo tratarían como a un alma de destrucción, con este pensamiento en mente, Brent avanzo en pequeños pasos en su aprendizaje, por lo menos esto le mostraba a los demás, fuera de la vista este daba enorme pasos en sus avances.
El rumor de que había un chico que podía dominar los cuatro cristales elementales, llego a los reinos vecinos, todos se pusieron en marcha para poder obtener información sobre Brent, al igual de cómo hacerse con él, para descubrir el misterio detrás de que pudiera controlar los cuatro cristales elementales.
Antes de que Brent apareciera, se libraban batallas entre todos los reinos, antes había diez reinos, a través de las batallas tres de los reinos cayeron, quedando solo siete reinos librando las batallas, luchaban por las trivialidades de las personas, pero sobre todo luchaban por los cristales elementales que se encontraban en toda la tierra, el deseo por poseer todos los cristales de la tierra los impulsaba a las batallas, quien tendría el mayor control en los cristales, tendría mayor poder en la tierra, ya que la energía que podían dar cada cristal era limitada, cuando esta se agotaba, al cristal tocar el suele se convertía en polvo, desapareciendo con el viento o absorbido por la tierra luego de que le echaran agua por encima, que pasara con los cristales después de eso, era uno de los grandes misterios que poseía la tierra, pero aún se libraban batallas de poder, debido a la gran oportunidad que se presentó con el descubrimiento de que Brent podía dominar los cuatro cristales elementales, todos querían ese conocimiento y poder, seguro era que lucharían por él, como ya lo estaban haciendo de por sí.
Ser – Seguro que te estas entreteniendo bastante, pero que tal si saltamos a una parte más interesante, seguro que te gustara, habrá algo revelador en esa parte.
Duem – Salgamos de esto de una vez, mi noción de la realidad cambiara mucho cuando salga de aquí, ¡si me dejas salir!
Pasaron dos años más en el aprendizaje de Brent Belenus, los maestros vieron avances en sus habilidades que eran fuera de lo normal, en cada uno de los elementos, al igual que en el control de los elementos ya existentes, lleno las expectativas de todos, al llegar al nivel de los mejores conjuradores que habían existido y que existían, pero no en todos los elementos poseía el mismo control, pero todo esto no era más que una fachada, para que los demás no se dieran cuenta del poder que había adquirido, mantenía todo lo referente a sus habilidades reales en total secreto, la personalidad que poseía no dejaba escapar ninguna duda de que podría ocultar algo, pues había dominado muy bien sus emociones, pudo elegir seguir con su personalidad inicial, pero pensó que la extrovertida sería más atractiva para las demás personas, que las personas sospecharían menos de alguien que no parece ocultar nada.
Brent había dominado en su aprendizaje todos los conjuros, pero solo los conjuros que poseía su reino, ya que otros reinos tenían conjuros que pertenecían a dicho reino únicamente, solo apoderándose de este podían obtener los conjuros, además creo nuevos conjuros, experimentando con los ya existentes, también creo un nuevo cristal experimentando con la fusión de varios de ellos, uno que tenía la capacidad de poder crear luz de la nada, solo se necesitaba tocar el cristal para que este emanara luz, tanto su conocimiento como sus habilidades crecieron de forma exponencial.
En el tiempo que Brent se encontraba en entrenamiento, las cosas no marcharon muy bien entre los reinos, estos iniciaban cada vez más enfrentamientos, todos querían el nuevo poder que había surgido, se acercaba una gran guerra, donde todos los reinos saldrían involucrados, todos se estaban preparando para dar un solo golpe, surgieron varias alianzas entre los reinos, bajo promesas de compartir lo que pudiesen obtener, las cosas se encontraban en el clímax, solo faltaba un movimiento para que todos se lanzaran contra todos, esto no tardo mucho porque los reinos aliados iniciaron su ataque.
Duem – Entonces, resulta que tú eres ese Brent Belenus.
Ser – Es así, soy el primero de mi categoría, pero puede que no el único y quizás ni el ultimo.
Duem – ¿Qué te llevo hasta este punto?, ¿Por qué me llamaste?
Brent Belenus – Paciencia en tus añoranzas, todo te será respondido en el momento idóneo, sigamos viendo, llegamos a la parte final del relato.
Capítulo 16 – Algo se cuece, reinicio de todo.
Mientras todos a su alrededor hacían sus planes de ataques y demás, Brent Belenus también tenía sus planes en mente, uno a gran escala, pensaba reformar todo lo que se conocía hasta ese momento, cambiar el mundo que todos conocían y a todos los que lo habitaban, pensaba borrar cualquier rastro de la conjuración del mundo, pero no pensaba desaparecer todo para siempre, dejaría pistas para las generaciones venideras, para que puedan encontrar lo que este guardaría para ellos, algo que sería un nuevo principio, tanto para él, como para las generaciones venideras.
Crearía un lugar basado en sus propios criterios, donde nadie lo trataría como un arma de destrucción, moldearía el mundo que lo rodearía, dentro de la medida de lo posible y ya pocas cosas eran imposibles para él, pero tendría que sacrificar mucho para poder obtener lo que este quería, tal hazaña requería de mucha energía, tendría que utilizar cada gramo de su cuerpo para poder lograr lo que se proponía, esto era de forma literal, ya antes habría sido consumido por los cristales, siendo interrumpido esto, antes de que pasara, pero en esta ocasión sería diferente, esto debía de pasar para que Brent obtuviera lo que quería y en esta ocasión no sería algo que fuese por error, pero este tenía ya todo planeado, con las habilidades que ya había ganado y lo que había descubierto, era seguro que lograría lo que se había propuesto.
Todos los reinos estaban dispuestos a inicial la gran guerra, que pondría a uno u otro en el frente de los demás, pero ninguno contaba con los planes de Brent, que iban en otra dirección, la gran batalla surgiría en los alrededores de la gran montaña, que estaba en el centro del continente, además allí no había cristales en un radio de unos kilómetros, nadie tendría ventaja absoluta sobre nadie aprovechando el terreno, todos estaban dispuestos a atacar.
Brent era uno de los soldados que estaría en el frente en la batalla que vendría, pero este se adelantó a esto, de acuerdo al plan que este había puesto en marcha, sería el primer paso, llegar a la montaña. Después de tocar los cristales, sintió un gran impulso que venía de la montaña, algo hacia que este se sintiera en afinidad con esta. Ya había escapado una vez he ido a la montaña, al estar cerca de esta, sintió que la conexión era más fuerte, pero no descubrió nada al analizar la montaña, pero esto era porque aún no había desarrollado suficiente experiencia y afinidad, para poder sentir lo suficientemente fuerte lo que venía de la montaña, pero ya casi podía ver lo que ocultaba la montaña, tan claro como ver el cielo azul, a través de esta conexión percibió que la montaña se conectaba con los cristales que estaban esparcidos por la tierra, con todos estos factores, sumados a los conocimientos y experiencia que había ganado, más los descubrimientos que había hecho, era todo lo que necesitaba para llevar a cabo su plan, el cual iniciaría cuando todos estuvieran alrededor de la montaña y centrados.
Estudiando los cristales se percató que las personas tienen una conexión a nivel anatómico con estos, aunque sea solo hasta la vida útil de los mismo, pero la conexión esta hay, este busco la manera de sacarle beneficio a esto, tras descubrir esta parte, empezó a manipular sus propios recuerdos, borrando pequeñas cosas, luego borrando una cantidad más grande de recuerdos, mientras realizaba esta acción, nació la idea, más bien la cuestión: ¿Dos personas pueden conectarse al mismo cristal?, esta era otra de las cosas que nadie había intentado antes, pues sí que se podía, Brent aprovecho esto para empezar a borrar los recuerdos de algunas personas, viendo que podía realizar esto con gran eficacia, se conectó a varios cristales a la vez, esto fue algo agotador para ver, debía buscar otra forma de como poder realizar esto, entonces recordó aquella conexión que sintió a través de los cristales, volvió a investigar sobre esto, quizás allí estaría la solución a sus problemas, pero primero debía de corroborar lo que había puesto en cuestionamiento.
Inicio profundizando más en el momento de la conexión con el cristal, sentía esa conexión que tenía el cristal, entonces se concentró más en esa parte, puso toda su atención en ese sentimiento, sintió la vena de energía que provenía de un lugar no muy alejado, pero que al llegar allí, se iba aún más lejos, pero el lugar al cual lo llevaba esa vena era la montaña inmensa, en el centro del continente, afianzo su teoría sintiendo la conexión en los demás cristales, luego de dar por sentado esto, no había duda de que algo se hallaba dentro de la montaña inmensa, que estaba conectado a todos los cristales y la cantidad de energía que poseía este objeto era inmensa, como la montaña que lo contenía dentro, ahora Brent debía buscar la manera de entrar en la montaña, para poder llegar a la fuente de tal poder.
Brent usaba la excusa de ir a investigar, para poder ir a la montaña a investigar como entrar en esta, pero no había mucho que deducir de esto, ya que Brent poseía el control en todos los cristales, solo debía de excavar en la roca hasta llegar a la fuente de origen del poder de los cristales, en cada supuesta investigación, fue acercándose más a su meta, llego a descubrir unas cuantas cuevas internas en la montaña, pero estas no lo llevaban a ningún lado, había otras cuevas externas, pero Brent se encargaría de cerrarlas luego, por raro que parezca en estas cuevas externas no había ni un solo cristal, estaban todas de esta forma, este siempre iniciaba la excavación en una parte alta de la montaña, para que no sea fácil identificar donde estaba excavando, ya que no era el único que visitaba la montaña inmensa, pero este siempre se aseguraba de cerrar el hueco que abría, luego de terminar su excavación.
Luego de unos días excavando, llego a una cueva, bueno a otra cueva, pues muchas eran a las que había llegado, esta era más amplia al principio, parecía una enorme sala de estar, luego seguía más adelante, pero en esta parte era más angosta, siguió esta cueva, al final de esta encontró lo que estaba buscando, en el centro se encontraba un enorme cristal, que brillaba de forma constante y a su alrededor miles, sino millones de cristales de todos los elementos, este era un espacio amplio, la vista se perdía al mirar hacia delante, haber encontrado esta parte de la montaña lo coloco más cerca de completar su gran plan. Decidió quedarse unos días allí para estudiar lo descubierto, además quería un lugar secreto para desarrollar sus dotes como constructor, pero de una forma poco convencional, desde ya hacía mucho tiempo, quería construir una mansión toda de roca, con su habilidad esto no sería difícil, pero antes de todo esto, escribió una carta a la escuela para indicar que faltaría unos días, por razones de investigación.
Como ya poseía unas grandes habilidades en el manejo de los cristales elementales, además de una inteligencia muy por encima de la media, la tarea que se había asignado a lograr, no le tomo mucho tiempo, otro factor a su favor, fue el hecho de que tenía ya plasmado todo en su mente, poseía un mapa mental de todo lo que haría.
Luego de experimental un poco con el cristal centrar, pudo adaptarse rápido a controlar masas de personas, el peso que sentía antes al controlar a alguien con un cristal, se había aligerado en gran medida, pero cuando intentaba controlar una cantidad más grande de personas, los efectos se hacían evidentes, antes ya lo había considerado, pero ahora sería un hecho, Brent Belenus tendría que pasar a la posteridad para poder seguir con su plan, después de esto ya no sería él del todo, con las consecuencias asumidas y tomadas, todo estaba dispuesto a ocurrir.
Había llegado el día de la gran confrontación, pero no entre todos los reinos, sino entre todos y Brent Belenus, de repente todos los cristales empezaron a brillar, esto ocurrió de noche, todos se despertaron y salieron de sus tiendas de campañas, al salir vieron que en todas partes que vieran brillaban los cristales, esto no era un caso aislado, pero, ¡que habría detonado esta reacción!, nadie sabía de ello, excepto quien lo estaba perpetrando, ese era Brent Belenus, el cual había puesto su plan en marcha, donde nadie sería capaz de tocarlo o alcanzarlo, por lo menos hasta cierto tiempo, más bien hasta que este lo decidiera.
Dos horas después paso lo que estaba predispuesto a pasar, la luz cubrió todo, todos entraron en el proceso de borrado de memoria, Brent Belenus se encontraba dentro de la montaña usando todas sus fuerzas para lograr su objetivo, las personas fuera de la montaña se encontraban en un especie de trance, después de unos minutos los cristales de todas partes fuera de la montaña empezaron a desaparecer, cada vez menos luces había en los alrededores y las lejanías, pues los cristales desaparecían.
Brent se encontraba dando lo último de si, a través de la conexión que tuvo con todas las personas, supo cuando había conseguido su objetivo.
Brent Belenus – (Sin muchas fuerzas) Quizás no tenga que desaparecer, después de todo, ¡viva!
Poco después de Brent decir esas palabras, sintió algo extraño en su cuerpo, cuando miro sus manos estas se estaban desvaneciendo.
Brent Belenus – Así que fue pedir demasiado, ¡bueno!, sigamos adelante.
Luego de estas palabras Brent se dispuso a pasar su memoria al cristal central, donde permanecería por largo tiempo, hasta que aparezca alguien con las cualidades para poder acercarse hasta él, en la medida de lo posible.
Después del gran suceso, todos despertaron desconcertados, pero no todos sus recuerdos fueron borrados, solo aquellos que fueran concernientes a los conjuros y los cristales elementales, al todos estar desconcertados, se fueron de allí, regresando a sus diferentes países, donde encontraron a más personas en su misma situación, al igual que a sus familiares.
El alcance de la acción de Brent llego hasta los que no podían dominar cristales elementales, ya que al descubrir el cristal que se encontraba dentro de la montaña, descubrió una conexión mayor a la que había pensado, a menor o mayor medida todos estaban conectados al cristal centrar.
Capítulo 17 – Henos aquí, el reinicio esperado.
Brent Belenus – Al todos estar desconcertados, luego de reponerse y estar más lúcidos, iniciaron nuevas colonias de personas, las cuales no tenían nada que ver con las anteriores, pues las personas habían olvidado gran parte del porqué de las batallas, pero no paso demasiado para que surgirían nuevos oligarcas y para que los deseos malvados de las personas saliera a dar la cara, esto llevo a que se formaron nuevos reinos, se destruyeron otros y bla, bla, llegamos hasta aquí.
Duem – Entonces, vamos en esta parte de la historia, que al parecer continuara, con…
Brent Belenus – Bueno, quizás la parte que viene a continuación no te gustara mucho, necesito un recipiente para poder meter mi esencia en él, en esta parte es donde encajas tú.
Duem – Pero que rayos me estás diciendo, después de todo lo que pase, ¡llegue hasta aquí para irme sin mi cuerpo!
Brent Belenus – Desearía que fuera de otra forma, por lo que veo no me equivoque contigo, en base a lo que te había dicho dedujiste que necesitaba tu cuerpo, pero no te preocupes, no sufrirás, además estarás aquí dentro hasta que descubra como poder meter tu esencia en otro cuerpo.
Duem – ¿Por qué debo ser yo?, hay miles de personas fuera de esta montaña, no, espera, supongo que no hay otra como yo, ¡Uuf!, así que esto es lo que pasara, ya estoy muy cansado y agotado para seguir peleando, haz lo tuyo, por lo menos me consuela que no estaré muerto, bueno solo a medias.
Brent Belenus – Ese es el espíritu, ¡supongo!, te prometo que daré lo mejor de mí para que tengas un cuerpo pronto, entonces, nos vemos luego.
Duem – No es que confié en ti, ni nada de eso, pero con el empeño que pusiste en hacerme la vida imposible, al igual que el esfuerzo que pusiste para lograr tu objetivo, creo poder tener la certeza o confianza, ¡a penas!, de que podrás cumplir lo que dices.
Brent Belenus – Antes de que no nos volvamos a ver, podrías decirme que paso con las escuelas de conjuración y con toda la información que había en estas, además de la información externa sobre los conjuros.
Duem – En la actualidad no existe mucha de esa información, pues fue catalogada como falsa, como meros cuentos que salieron de la nada, de igual forma muchos edificios fueron destruidos, supongo que una parte de esos, serian esas escuelas que mencionas, solo en el reino de Reemf Sordess mantienen esa información intacta.
Brent Belenus – Gracias por toda la información que me has brindado, será de gran ayuda, entonces será un hasta luego, cuídate mucho, aunque aquí no te pasara.
Duem – Ya solo vete y déjame solo, pero vuelve pronto.
Brent Belenus – Así que después de tanto tiempo estoy fuera de ese cristal, a decir verdad no parece tanto tiempo al estar aquí fuera, es como si todo hubiese sido un mal sueño, pero al estar en este cuerpo y verlo, caigo en cuenta de que no ha sido así, entonces, veamos qué cosas maravillosas me esperan fuera.
Capítulo 18 – La luz que aturde y cambia a las personas.
Una pesadez extrema se apodero de todas las personas, haciendo que estas cayeran en un sueño profundo, los soldados que regresaban a sus casas cayeron en el camino, todas las personas que se encontraban lejos de sus casas, cayeron en ese mismo lugar.
Las cosas fuera de la Montaña del Pie estaban empezando a aclararse, ya que después de la sacudida mental que recibieron todas las personas, se encontraban estas aturdidas y confundidas, después de ver el enorme destello que salió de la montaña gigante, muchas preguntas surgieron por este acontecimiento, mientras todos fueron recuperando más la conciencia, fueron retirándose a sus respetivos reinos, hasta que las cosas se aclararan, no es que pudieran hacer mucho después de lo que paso, pues sus cabezas daban tumbos enormes, es posible que ninguno fuera el vencedor después de esa batalla de incertidumbre, además todos sentían que sus cuerpos habían cambiado, como si algo hubiese sido modificado en cada uno de ellos, por lo pronto todos decidieron marchar hacia sus hogares.
Brent Belenus se encontraba saliendo de la montaña, mientras todos los acontecimientos antes mencionados transcurrían.
Brent Belenus – Así que, así está el mundo que había dejado hacia tanto tiempo atrás, pero desde aquí no puedo ser muy crítico, debo de acercarme y analizar mejor lo que me rodea, después de todo moldeare este mundo a mi antojo, hasta cierta medida claro, nunca quise ser un tirano, dictador o cualquiera de esas personas que quieren ver y sentir el sufrimiento de los demás, sin más vacilación, ¡vamos allá!
Brent se tomó su tiempo para llegar a las diferentes regiones del Continente Lunar, anduvo todo el camino a pie, a pesar que los soldados dejaron muchos caballos a su disponibilidad, vio que muchas cosas habían cambiado, pero que muchas otras no lo habían hecho, lo principal que no cambio fue la montaña gigante, pues no tenían las herramientas necesarias para poder moldearla o perforarla, algunas edificaciones, las cuales eran donde había dejado los grabados, sobrevivieron al paso de los años, pues eran excelente edificaciones, estas eran las cosas que no cambiaron, después todo lo demás sí que lo hizo, pero seguía habiendo personas, eso es algo que hubiese arruinado muchas cosas, si no estuvieran allí.
El primer lugar al que llego Brent fue al campamento de Maxis Painer, llego allí divagando por las aldeas y alrededores, las personas a penas se estaban recuperando de la sacudida mental, el grupo de Maxis no sería la excepción a todo esto.
Brent Belenus – Hola amigo, ¿Cómo están las cosas?, como toman lo de la pequeña sacudida, que les ocasione.
Bandido1 – Disculpa, que rayos estas diciendo.
Brent Belenus – ¡Bueno!, empecemos de nuevo amigo, por punto, lo primero fue una pregunta, lo segundo fue un dato.
Bandido2 – ¿Qué pasa aquí?
Brent Belenus – De pasar, pasa algo enorme, y es que veo que con ustedes no se puede hablar, por casualidad existencial, existe alguien aquí que pueda llevar una conversación.
Bandido2 – No te preocupes, tu conversación está aquí mismo (sostienen la espada), pero quizás la conversación no sea tan larga.
Brent Belenus – Siempre y cuando sea de calidad, no me importa que sea corta la charla, pero dudo que sea posible con ustedes dos.
El segundo bandido se dispuso a atacar a Brent, el bandido desenvaino su espada en un movimiento rápido, cuando se disponía a atacar a Brent, este en un movimiento rápido pronuncio un conjuro de elemento tierra, derribando a los bandidos, no tan fuerte para matarlos, estos asustados por lo que había pasado, salieron corriendo, pues nunca habían visto a alguien hacer mover la tierra a su voluntad, menos a ver escuchado las palabras pronunciadas, llamaron a todos los bandidos, Maxis salió a la cabeza, pues no podía creer lo que decían los dos bandidos.
Maxis Painer – Es bastante interesante lo que me cuentan aquel par de idiotas, creo que están peor de lo que pensé de la cabeza, quizás el evento del otro día los afecto más a ellos, ¡a todo esto! ¿Quién rayos eres tú?, y todas las preguntas que le siguen también respóndemelas.
Brent se había acomodado en una silla de piedra que había creado, mientras comía de las provisiones de los bandidos.
Brent Belenus – Pregunta interesante y concepto interesante, por lo que veo y escucho, eres el cabecilla de esta camada de zorros, mientras oía el alboroto que estaban causando, busque que comer y cree esta silla, además decidí que no respondería preguntas, al menos hasta comprobar algo.
Maxis Painer – Si mis oídos no me fallan, acabas de decir que creaste esa silla, de por si encontré extraño que hubiera una silla en ese lugar y menos de piedra, lo que me acerca más a creer que no es mentira del todo lo que dijeron aquellos dos, viendo que no los mataste cuando tuviste oportunidad, quedando de esta forma en el anonimato, puedo decir que tus intenciones no son de asesinato, por lo que puedo creer que no intentaras nada extraño, además, mis arqueros ya están en posiciones para agujerear tu trasero si intentas algo extraño, pero antes de esa prueba que mencionas, me gustaría enfrentarme a ti, si ganas, podrás guiar a estos idiotas como su líder, pero si pierdes, ¡Uuumm!, veré que hago contigo.
Triston Tavarez – No crees que te estas tomando demasiadas libertades en este asunto.
Kortiz Kruggen – Si, recuerda que yo debería ser quien te humille y te haga pedir clemencia por tu vida.
Maxis Painer – Ya deberían tener bien sabido como pienso, al igual que deberían saber que aún no me han vencido, por consiguiente sigo estando al mando, lo que lleva a que tengan que obedecer me, así que callen sus bocas, ¡ah!, por favor.
Triston Tavarez – Como quieras, me quedare con tus bienes al morir, así que salgo ganando.
Kortiz Kruggen – Solo no mueras antes de hacerte sufrir con mis propias manos.
Brent Belenus – Veo que han tomado por sentado que combatiré contigo.
Maxis Painer – Si no peleas conmigo, le harás esa prueba que quieres hacer a cadáveres y quizás eso no esté en tus planes o sí.
Brent Belenus – Cierto es que no le hare la prueba a cadáveres, entonces accederé a tu demostración de hombría, mejor aún, les daré un pequeño espectáculo, de esa forma no quedara duda, que no saben a lo que se enfrentan, así no te quedara más opción que aceptar lo que digo sin reproches.
Brent traía encima de si, cuatro cristales elementales, entonces empezó a pronunciar el conjuro del elemento agua, mientras el pronunciaba estas palabras, Maxis se quedó analizando las palabras que salían de la boca de Brent, pues nunca había escuchado ese lenguaje en su existencia, esto era algo que lo asombraba ya que había escuchado todas las variaciones de su idioma, no paso mucho para que todos notaran el brillo del cristal, que salía por debajo de la túnica de Brent, esta era otra incógnita que dejo perplejo a Maxis, ya que esto era otra cosa extraña que sucedía en frente de sus ojos, esto le dio la razón a lo que decían sus subordinados, los cántaros empezaron a moverse en todo el campamento, luego de esto el agua empezó a rodear a Brent, formando espirales a su alrededor, estas espirales destrozaban las cosas que estaban cerca de Brent, en un movimiento de su brazo el agua se dispersó, yendo hacia arriba y luego cayendo en gotas encima de los bandidos, los cuales se encontraban perplejos, por las cosas que acontecían delante de sus ojos, era algo tan asombroso eh increíble, que nunca se imaginaron que pudiesen ver en sus cortas existencias, la sorpresa de Maxis Painer no era tan diferente a la de los demás, pero los bandidos que ya habían visto esto, aparte de su impresión, asentían con la cabeza, tratando de decir: se los dijimos.
Así de rápido como todo empezó, termino de la misma manera, para unos estas cosas pasaron en minutos, pero la verdad es que paso en solo segundos, el impacto que causo en los bandidos hizo que estos alargaran su perspectiva de la situación, gran impacto tubo esto también en Maxis, el cual se encontraba aparte de esto, pensando en cientos de cuestionamientos a las cosas que habían pasado, cuestionamientos que podían ser respondidos, ya que el responsable de que estos surgieran se encontraba justo delante de él.
Brent Belenus – ¡Uff! Debes tener frío después de ese baño helado, quieres que te preste una manta, que encienda un fuego por ti (enciende una llama en su dedo), dime algo por lo menos, acaso quieres que continuemos con este supuesto duelo, debo advertirte que no creo que sobrevivas si seguimos con esto, claro, si varios de tus hombre no intentan vengarte, lo que dejaría más cadáveres innecesarios.
Maxis aún no se había recuperado, cuando Brent empezó a caminar hacia él, el instinto de pelea que había ganado a través de las peleas y batallas, hizo que su cuerpo reaccionara antes que su mente, sin darse cuenta saco su espada, este suceso hizo que volviera en sí, advenido de esto, soltó la espada en un movimiento rápido, pues también sintió el gran peligro que corría.
Brent Belenus – No te muevas, hasta que te lo indique.
Maxis aún no había asimilado las cosas, pero sabía que no debía hacer nada precipitado, este que no dudaba en hablar sin vacilar ante ningún rival, ahora no le salían las palabras, mientras Brent hacia sus movimientos, Maxis no se movía ni un centímetro, cuando Brent llego hasta él, le dio una bofetada.
Brent Belenus – Que rayos estás haciendo, camina, salta, mueve un dedo por lo menos, tenía grandes expectativas sobre ti, no me decepciones así, ¡Uff!, bueno de todas formas hare mi prueba, tú no tienes que hacer nada, solo quédate allí quieto.
Triston Tavarez – Es que acaso no dirás nada Maxis, alguien como tú, quien no calla siempre que tiene la ocasión.
Triston sabía que la referencia de que Maxis es un parlanchín, lo ponía furioso, luego de esta frase Maxis reacciono.
Maxis Painer – Si eres más que un hombre, aunque sea medio más, vuelve a repetir eso.
Brent Belenus – Así que por fin reaccionas, entonces tu palabra tiene suficiente peso como para cumplirse o será la otra parte, un mentiroso, el cual no cumple ni con la expectativa de una hormiga.
Maxis Painer – No podría negar que estoy sorprendido en gran manera, lo que acabas de hacer desafía todo lo conocido por mí, créeme que conozco mucho de este mundillo, te aseguro, no, más bien, los que están aquí pueden asegurarte lo que pesan mis palabras, por lo visto no podre derrotarte, así que dejémoslo aquí por ahora, pues, también me quedan muchas bellezas por poseer.
Brent Belenus – Interesante motivación la tuya, prosigamos entonces, prepárate pues te espera un gran dolor por delante, si quieres puedes llorar o cerrar los ojos, me da igual.
Después de lo que Maxis había presenciado, su mente no se quedó tranquila, sabiendo que alguien que poseía tal poder, iba a hacerle algo, el hecho de que le había prometido que estaría vivo después de la prueba, lo tranquilizaba un poco.
Brent procedió a sacar algo de sus bolsillos, lo fue acercando lentamente a Maxis, este se quedó atento y preparado para lo que viniese.
Brent Belenus – Aquí viene el dolor.
Luego de su frase, Brent acerco un cristal a la mano de Maxis, el cual empezó a brillar apenas toco a Maxis, al mismo tiempo que brillo el cristal Brent dijo algo.
Brent Belenus – Eh aquí un ganador.
Luego de Maxis ver que no corría ningún peligro, su cara volvió a la normalidad y todos sus pensamientos, emociones y demás sanaciones negativas, desaparecieron de él, entro en un estado de relajación, paz después de una terrible tormenta.
Brent Belenus – ¡Jajajajaja!, debiste ver tu cara, ¡jajajajaja!, pagaría por volver a ver esa reacción en ella, ¡te habías preparado para el dolor!, por lo menos no te orinaste encima o algo peor.
Maxis Painer – Acaso crees que hablas o tratas con cualquier individuo, no me retrataría ni retrocedería a mi palabra, pero sí que me alegra estar completo, en algún punto pensé que perdería una pierna, brazo o por lo menos una oreja, si mal no escuche dijiste que eh ganado, ¿Qué gane?
Brent Belenus – Acabas de ganar algo muy grande y vistoso, ganaste el premio mayor hijo, puedes controlar el elemento fuego, a través del cristal magicios rojo, que fue el que te acerque ase rato a la mano, felicitaciones por tu nuevo don.
Maxis Painer – Entonces poder controlar el fuego a mi voluntad, como lo has hecho tú con el agua ase rato, esto sería algo muy útil en mis asedios y ataques, podre vencer a más personas e impresionar a más mujeres, llegar a las cuatrocientas mujeres complacidas estará más cerca.
Brent Belenus – Interesantes pensamientos los que has expresado, sé que te podría ir bien en tus deseos, pero eh de decirte que tú no eres el único que ha recibido este don, hay más como tú, que podrían arruinar los planes que mencionaste ase un momento.
Maxis Painer – Entonces me hare más fuerte y los venceré a todos, puede que quizás algún día pueda hacerte frente inclusive a ti.
Brent Belenus – Espero llegar a ese punto de la historia, pero no veo como podrás lograr todo eso si no tienes algún cristal en tu poder, no sabes los conjuros, no sabes cómo funciona esto de conjurar siquiera, no tienes ni una pista de lo que debes hacer, quiero ver como lo logras.
Maxis Painer – Al parecer me adelante a los hechos, puede que fuese por la excitación de descubrir todo este nuevo panorama que se abre ante mí, supongo que ya que viniste ante nosotros y nos mostraste todo esto, piensas instruirnos en estas cosas, ¡solo lo supongo!
Brent Belenus – ¡Jajajajaj! Veo que no eres cualquier bandido que saquea pueblos, eso me gusta, tu deducción no se aleja de la realidad, bueno, ya que esto ha quedado aclarado sigamos adelante, haz que vengan cada uno de tus hombres, hare la prueba con cada uno, veremos qué resultados obtengo.
Maxis ordeno a cada uno de sus hombres que pasara uno por uno donde Brent para que este realizara la prueba con los diferentes cristales que poseía, elemento agua, elemento fuego, elemento tierra y elemento viento.
Brent había realizado una pequeña modificación en los cristales elementales, los volvió todos incoloros, ahora estos solo brillaban del color de la afinidad que poseía la persona que lo tocaba, rojo para el elemento fuego, marrón para el elemento tierra, azul para el elemento agua y amarillo para el elemento viento.
Triston Tavarez – Te noto muy tranquilo con todo esto, no te estarás confiando demasiado con todo esto, puede que este sujeto esté planeando algo, puede que al final de lo que esté haciendo, caigamos todos muertos y se alimente de nuestros cadáveres, quizás nos use de formas muy macabras, mientras estamos conscientes, sabes que no soy presto a las cosas raras, me gustaría morir sin que nadie profanara mis partes privadas, después que muera ya no me importaría, pero antes ni pensarlo amigo.
Maxis Painer – ¡Jajajajaja! Eres muy gracioso, eres tu quien le da muchas vueltas a las cosas, además, si esta persona nos hubiera querido matar, ya lo hubiera hecho, sabes que se juzgar bien a las personas luego de conocerlas, eres testigo de ello, créeme cuando te digo que saldremos vivos y con nuestra dignidad después de esto.
Kortiz Kruggen – Si intestas algo raro conmigo, no me culpes si te mato por accidente.
Brent Belenus – ¡Jajajajaja! Si logras tal hazaña, serás el hombre más fuerte del mundo, también serias el hombre con más suerte del mundo, pero si quieres puedes intentarlo, nunca eh reducido un hombre solo a cenizas, me gustaría ver ese proceso.
Kortiz Kruggen – Mejor lo dejamos para otro día, hoy no me siento con esa suerte.
Brent Belenus – Por lo visto no tienes dicha suerte, no fuiste uno de los afortunados, no posees ninguna afinidad elemental.
Kortiz Kruggen – Que rayos me cuentas, seguro te equivocaste, prueba otra vez, quizás esos cristales estén averiados, debes tener otros guardados.
Brent Belenus – En esto no hay margen de error, solo te queda aceptar la realidad de tu situación y seguir adelante.
Kortiz Kruggen salió enojado de allí mas no poder, pateando todo lo que había a su paso, había sido el último hombre de los cuales se le había hecho la prueba de afinidad, Brent había confirmado que muchas personas habían recuperado la conexión con el cristal central, recuperando su afinidad hacia los elementos.
Maxis Painer – Viendo que haz termino, ¿Ahora qué sigue?
Brent Belenus – Para empezar tomare un baño, comeré algo y luego me iré a acostar, mañana veremos que hacemos.
A la mañana siguiente cuando todos se despertaron, Maxis se dirigió de inmediato a la tienda de Brent, cuando la abrió, no encontró a nadie allí, este se había marchado, pero le había dejado un cristal y una carta con un texto que este no entendía, pero por la entonación, dedujo que era un conjuro para conjurar los elementos, encontró raro el hecho de que solo era un solo conjuro, luego se percató que había más hojas en otros lados, estas también contenían solo un conjuro, debajo en una esquina del papel, en una letra diminuta, tenía escrito algo que si entendió, agua, fuego, viento y tierra, de inmediato supo que estos eran los conjuros de estos elementos, seguido y sin darle más importancia a que Brent se halla ido, procedió a practicar los conjuros en conjunto con los demás.
Capítulo 19 – Las cosas se aclaran, cristales elementales en la tierra.
Las cosas se habían calmado por el acontecimiento del golpe mental que recibieron todos los pobladores de los tres reinos, pero más que solo un golpe a sus mentes, fue un golpe a todo su cuerpo, pues lo que estaba guardado en sus cuerpos creció de forma exponencial, esto era el potencial de usar los conjuros elementales, Brent no había eliminado esa capacidad en sus cuerpos, lo que había hecho fue hacer un bloqueo en sus cuerpos, directamente ligado a sus genes, para que de esta manera las generaciones venideras no pudieran usar los conjuros, este bloqueo seguirá presente en todas las generaciones, mientras el cristal central que se encontraba dentro de la montaña siguiera funcionando, alimentando el conjuro puesto en las personas, este no desaparecería, solo Brent podía deshacer este conjuro, quizás si el bloqueo no hubiera seguido funcionando alguien lo hubiese podido romper, pero Brent quito esta posibilidad al bloquearles su manejo de los cristales elementales a las personas, a menos que la montaña desapareciese por completo, no sería posible quitar el conjuro de las personas, pero eso serie historia de otro cuento.
Mientras todos los reinos se encontraban componiéndose de los acontecimientos ocurridos, alguien en alguna aldea no muy lejana de la montaña descubría algo interesante, ya habían pasado unos cuantos días después de lo ocurrido, mientras esta persona caminaba por el bosque, tropezó con algo que se encontraba incrustado en la tierra, cuando se levantó para verificar con que había tropezado, encontró un cristal saliendo de debajo de la tierra, nunca había visto un cristal como este, sí había visto gemas, joyas y diferentes tipos de materiales preciosos, pero nunca antes había visto algo como lo que tenía delante, como esta persona estaba habituada a caminar por allí, fue algo extraño encontrar este cristal, sin mucha vacilación, pensó que quizás podría obtener mucho dinero por este objeto, así que lo fue a tomar, en el momento en que lo toco este empezó a brillar, la persona huyó despavorida de allí, pues lo que paso lo asusto bastante, en el lado que se encontraba esta persona del continente, era más cercano al reino de Reemf Sordess.
El soldado secreto de Reemf Sordess se encontraba en dirección a su reino para informarle a su rey sobre los acontecimientos ocurridos y las conclusiones a las que había llegado, como estaba de incognito en los otros reinos, siempre se movía a través de diferentes vías, por circunstancias que escapan de las manos de las personas, utilizo la ruta por donde se encontraba corriendo la persona que huyo del cristal, al ver su miedo, la detuvo, entonces intento calmar a esa persona.
Soldado secreto – ¡Hey! Cálmate, toma un respiro, vamos, hazlo conmigo, inhala, exhala, repite, ahora te daré un momento para que te calmes.
Persona – ¡Uf! Gracias por tu ayuda, no sabría decirte hasta donde hubiese llegado corriendo, si no me hubieses detenido.
Soldado secreto – Si no te molesta, puedo saber qué cosa te asusto tanto para que salieras corriendo de esa forma.
Persona – Muchas cosas me asustan, más aun las cosas que desconozco, pienso que quizás me harán daño, entonces prevengo esto saliendo corriendo y esta fue la cosa más extraña que eh visto, había un cristal incrustado en el suelo, nunca había visto uno como este, pensé que era extraño, pues habituaba esos lugares y nunca vi ningún diamante, perla o ninguna otra joya, material precioso ni demás, así que decidí tocarlo, además que podría hacerme un cristal, en el mismo momento que hice esto, este empezó a brillar, así que antes de que explotara, salí corriendo de allí.
Soldado secreto – Crees poder llevarme allí, puedo recompensarte por ello.
Persona – Puedo llevarte lo más cerca que pueda de allí, pero no pienso acercarme de nuevo a ese lugar, ¡aunque puede que ya haya explotado!, de todas formas no me arriesgare.
Después de lo que había ocurrido con la sacudida mental, el soldado secreto presentía que algo había cambiado en todo lo que conocía, mientras más información este podría recopilar, mejor sería para la misión que se le había asignado.
Llegaron hasta el lugar donde se encontraba el cristal, pero se encontraban a unos cuantos metros, la persona no quiso acercarse a ese lugar, el soldado secreto debía de confirmar la información que le había suministrado esta persona, la única forma de hacer esto era con la ayuda de la persona, la cual no quería acercarse al objeto.
Soldado secreto – ¡Oye!, qué tal si me esperas aquí, confirmo que no corres peligro, luego de esto puedes ayudarme, te pagaría mucho más de lo que acordamos, además solo yo correré el riesgo de explotar.
Persona – ¿Cómo me pagaras si explotas?
Soldado secreto – Piensa un poco, si exploto podrás obtener mucho más, pues puedes tomar lo que quieras de mi cadáver, ganaras de todas formas.
El soldado secreto del rey Reemf Sordess, siguió el camino que le había indicado la persona, no paso mucho para que este se encontrara con el cristal, confirmó la existencia de este, lo que descartaría el hecho de que la persona estuviera loca y que solo fueran delirios de esta, analizo el cristal, pudo notar que este parecía emerger de la tierra, como si hubiese crecido como una planta, antes de intentar tomarlo con sus manos, lo toco con diferentes objetos, para ver la reacción que tendría el cristal a los diferentes materiales, puede que este no reaccionara al contacto de la persona, sino a un material que este poseería, luego de tocar el cristal con madera, acero, bronce, plata y oro, confirmo que la reacción del cristal fue directamente por el contacto de la persona con este, aun con dudas, pero con el deseo de obtener toda la información, prosiguió a intentar tomar el cristal, luego de tocar este, nada sucedió, lo que le hizo pensar en por qué no reacciono, con un poco de fuerza, saco el cristal del suelo, procedió a llevarlo hasta donde la persona, para poder responder sus dudas sobre este objeto, quizás esto lo acercaría a descubrir el porqué de la sacudida mental.
Soldado secreto – ¡Hey! Aún estoy en una pieza, nada extraño ha pasado aun, pero el cristal estaba donde dijiste, así que no eres una persona mentirosa o lunática, pero aun necesito tu ayuda, debo confirmar si el cristal solo reacciona a ti, para esto quiero que toques el cristal, ¡por un leve momento!
Persona – No pienso tocar esa cosa otra vez, que tal si ahora si explota, aléjalo de mí, dame mi pago, luego de eso me largare de aquí, tú sabrás que harás con esa cosa.
Soldado secreto – Me has puesto en un situación un poco complicada y al hacer esto también te pusiste a ti misma en una situación complicada, por lo que veo valoras mucho tu vida, así que si no tocas este cristal y confirmas lo que dices, me temo que puede que te inmovilice y luego ponga el cristal en tu mano, pero solo hare esto si te resistes a tocar el cristal.
Persona – ¡Maldito!, me has mentido y me has engañado, aparte de esto quieres matarme.
Soldado secreto – Lamento que tenga que ser de esta forma, solo toca el cristal por un instante y saldremos de esta situación, por favor.
Persona – No me dejas más opciones, maldito mentiroso, pero no tocare eso consiente de que lo hago, acércalo a mí y ponlo en mi mano, así no sabré que tan cerca estará mi muerte.
Al momento que el cristal toco la mano de la persona, este empezó a brillar de inmediato, no mostraba signos de que fuera a detener ese brillo, el soldado secreto se quedó maravillado con lo que estaba pasando, era algo nuevo y extraño para él, pero su cordura siempre se mantuvo ante todo, luego de confirmar todo lo que había dicho la persona y aclarar algunas de sus dudas, dio por sentado que las cosas habían cambiado después del golpe mental que habían recibido todas las personas, debía de informar de inmediato a su rey sobre este hallazgo.
Soldado secreto – Ya que es un hecho que no explotamos, no hay riesgo con este cristal, ¿Qué te parece si duplicas lo que te pagare?, solo tienes que venir conmigo al reino del rey Reemf Sordess y hacer lo que ya hiciste.
Persona – Como no quiero volver a poner mi vida en juego, aparte de esto no explotamos, supongo que puedo ir contigo, solo espero vivir luego de terminar este recorrido.
Capítulo 20 – Rumores que viajan más rápido que el agua.
En los demás reinos pasaban cosas similares, surgieron cristales de la tierra, los cuales brillaban al tocarlos, pero no con todas las personas que los tocaran brillaban estos, al parecer solo con algunas de estas personas brillaban los cristales, esta noticia ya se había esparcido por gran parte de los diferentes reinos, pero no todos la tomaban como una historia cierta, los dos reyes más ancianos no creían que esto pudiese pasar, así que mandaron a soldados para confirmar esta información, tenían sus dudas debido a que ya había ocurrido un suceso ilógico para ellos, la noticia también llego donde el rey Reemf Sordess, junto al soldado secreto que se encontraba entrando ante el rey Reemf Sordess, también había rumores de un hombre que realizaba pruebas con las personas de diferentes ciudades, con una especie de cristal o diamante, similar al de los rumores, los cuales ya habían sido confirmados por las diferentes personas que daban testimonio de los cristales, los cuales se encontraban en las diferentes localidades, todas estas cercanas a la montaña, por el momento parecía que había un perímetro marcado por los cristales, el hombre que realizaba estas prueba no era otra que Brent Belenus.
Soldado secreto – Le traigo mi informe.
Reemf Sordess – Me alegra ver que estas de una sola pieza, al parecer son noticias alentadoras las que me traes, basándome en el rumor que ha llegado a mí, es lo que puedo asumir.
Soldado secreto – Supongo que son buenas las noticias, dependiendo del resulto que quiera obtener mi rey, aquí le traigo el cristal de los rumores, la persona que viene que conmigo, es alguien que puede hacer que el cristal reaccione, solo con tocarlo.
Reemf Sordess – No esperemos más, demuéstrame lo que has descubierto.
La persona procedió a tomar el cristal, ahora con más seguridad que antes, pues el temor de que fuera a explotar en sus manos ya no existía, al hacer esto el cristal empezó a brillar de forma inmediata en su mano, el rey Reemf Sordess quedo sorprendido por lo que veía, se podría decir, más fascinado que sorprendido, pues lo que estaba ocurriendo, quizás lo llevaría más cerca de su investigación, sobre los escritos en los diferentes lugares que había investigado al igual que el secreto detrás del muro indestructible, esto creo un sin número de preguntas y cuestionamientos en su mente.
Soldado secreto – Es todo lo que eh podido descubrir hasta el momento, eh escuchado rumores de una persona que realiza pruebas con un cristal en las personas, para ver si estos reaccionan a las mismas, otros también dicen que puede controlar el agua, el fuego y la tierra, me imagino que esta persona está conectada de alguna forma con este cristal también, puede que con algo más grande.
Reemf Sordess – Tu razonamiento es impecable, no habría más nada que agregar, concuerdo con lo que dices, lo que se presenta antes nosotros es una oportunidad, la cual no podemos declinar ni dejar pasar por alto, esto nos puede llevar a crear un reino más fuerte y unido, te doy la nueva tarea de investigar todas estas cosas que se están diciendo, de ser posible trae contigo a esa persona de los rumores, me gustaría poder hablar con ella, no olvides cuidarte Weillen Estens y no morir.
Weillen Estens – Gracias por sus buenas intenciones, yo también espero no morir pronto, espero traerle buenas noticias pronto mi rey, le eh prometido una recompensa a esta chica por sus servicios.
Reemf Sordess – Las promesas son importantes cumplirlas, denle lo acordado; te agradezco por todo lo que has hecho por mí en este día, me has acercado un poco más a lo que deseo.
Chica – No le de mucha importancia a esto, solo fue un trabajo para mí, además la paga compensara todo lo que este (señala a Weillen Estens) me ha hecho pasar, así que dejemos todo lo ocurrido en el pasado y caminemos hacia el mañana, ¡Ah!, por cierto, sería posible que me lleven hasta donde estaba.
Reemf Sordess – No hay problema con ello, pero me gustaría hacerte una oferta, ya que eres alguien que puede hacer reaccionar al cristal, me gustaría que te quedaras aquí, serás una invitada hasta que encuentre una respuesta a las cosas que están ocurriendo, luego me gustaría seguir hablando contigo.
Chica – Siempre que tenga una cama donde dormir, alimento, vestimenta y todo lo necesario, no me importaría quedarme, ¡pero!, prométame que mi vida no correrá peligro, pues ya tuve una experiencia de esas con alguien (señala a Weillen Estens).
Reemf Sordess – ¡Jajajaja! Que pensamientos más curiosos, no sé qué habrá pasado antes de que llegaras aquí (mira a Weillen Estens) pero hare todo lo posible para mantenerte a salvo y brindarte todo lo que mencionas, señorita…
Chica – Shara, es el único nombre que eh poseído, así que estará bien.
Reemf Sordess – Espero puedas seguir ayudándome, Weillen, espero puedas completar tu encomienda sin que nadie corra peligro de muerte, descansa unos días y luego realiza lo dictado.
Weillen Estens – Como ordene mi gran rey.
Los dos reyes más ancianos se encontraban escépticos sobre las cosas que se rumoreaban, pero todo esto cambio cuando llegaron los soldados que habían mandado para que investigaran los rumores, ambos llevaron ante sus reyes los cristales y usuarios para hacer reaccionar los mismos, gran sorpresa fue para ambos, que después de lo ocurrido, encontraran otro suceso como este, ambos reyes cegados por la codicia de controlar este nuevo poder, aun si saber cómo funciona, querían tocar los cristales para descubrir si podían dominar este nuevo poder con sus propias manos, el cual se presentaba ante ellos, mientras sus soldados les acercaban los cristales, podías ver en sus ojos los deseos de gobernación, la ambición, la avaricia, la codicia; sus ojos brillaban al contemplar todo eso en sus mentes, para desgracia de uno de estos dos reyes el cristal no brillo, pero, para más desgracia aun, en las manos del segundo rey el cristal si brillo, dirán entonces porque la desgracia, pues, el rey murió luego de unos segundos sosteniendo el cristal, debido a que este consumió de su energía de golpe, esto le ocasiono un ataque al corazón, el rey que había muerto no tenía herederos, al igual que el otro rey más anciano, así que su reino quedaría bajo el mandato de los sires y lores, que dominaban las diferentes regiones del reino.
Capítulo 21 – Sacar provecho de la muerte.
La noticia de la muerte de uno de los reyes longevos llego a todas partes, la noticia no altero mucho a los pobladores, pues este abusaba de ellos al cobrarles grandes tarifas de impuestos, el rey que murió fue el de Sir Gonzo Dimitro, al este enterarse de lo ocurrido, inicio movimientos para asegurar a las personas y el reino, pues este sabía que los demás oligarcas tratarían de tomar ventaja de este suceso, mientras Sir Gonzo Dimitro gestionaba todas las maniobras necesarias para lograr lo que había planteado, los planes del otro rey longevo eran otros.
Rey longevo – Así que murió mi aliado, ¡Jejeje!, ¡Jajajaja!, qué bueno que hallas muerto, anciano decrepito, me evitaste tener que ensuciar mis manos contigo, preparen los soldados lo antes posible para atacar el reino.
Vocero – Pero señor, que pasara con lo de los cristales y los rumores de la persona que puede dominar los elementos con estos.
Rey longevo – Eso puede esperar, el cristal no ira a ningún lado, inicien todo lo más pronto posible.
Soldado – Como ordene.
Las cosas en el reino, antes aliado, también se estaban moviendo, todos los lores y sires hacían sus planes de dominar a los demás, pero a todos le llego una carta de Sir Gonzo Dimitro, el cual advertía de las intenciones que podrían tener los demás reino, sus principales sospechas venían del rey longevo, pues ya había escuchado sobre este, de igual forma había escuchado del rey Reemf Sordess, sabía que las acciones de este último no eran viles y apresuradas, con lo que Sir Gonzo Dimitro no conto es que también el rey longevo, le envió cartas a esos sires y lores, prometiéndoles más poder y riquezas a cambio de sus servicios, mientras el rey longevo se encontraba marchando al otro reino, los sires y lores procedieron a traicionar a Sir Gonzo Dimitro, gracias a que estos no estaban sincronizados y a que Sir Gonzo Dimitro previo una traición por parte de estos, preparo planes para poder retirar a sus tropas con la menor cantidad de bajas posible.
Mientras la traición a Sir Gonzo Dimitro se estaba perpetrando, la noticia de la muerte de uno de los reyes longevos llego a Reemf Sordess.
Soldado – Mi rey, nos informan que el rey Royardi Bellmu Senm ha muerto.
Consejero – Sería una buena oportunidad para atacar y obtener más poder, todos estarán divididos, bien sabido es, que todos los sires y lores de ese reino están bien podridos hasta el centro.
Reemf Sordess – Paciencia, recuerdo que hay un hombre de gran valor y que es admirado por todos en ese reino, no creo que deje que todo se salga de control, pero temo que una gran traición se efectué en su contra.
Consejero – ¿Entonces qué haremos?, mi gran rey.
Reemf Sordess – No haremos nada, solo tenemos que esperar y ver qué sucede, en base a mi presentimiento, es posible que el resultado de esta muerte sea a nuestro favor.
Reemf Sordess tenía plena confianza en las decisiones que tomaba, todas las que había tomado lo llevaron hasta donde estaba, por lo que no fueron malas las decisiones que había tomado, además había investigado a Sir Gonzo Dimitro, sabia de la lealtad que este mantenía a su rey, pero sobre todo a su reino, siempre que el rey estaba por tomar una decisión que afectase al reino, este intercedía en la medida de lo posible para que el rey no fuera tan brusco en sus decisiones, analizando la nueva situación de los reinos y en base a la información que además poseía del otro reino, veía la posibilidad de que Sir Gonzo Dimitro acudiera a él, en caso de una traición, lo que lo beneficiaria a él, en caso de que esta posibilidad no exista, sería más fácil tratar una alianza con Sir Gonzo Dimitro que con el rey anterior.
Unos días después de que el rey Reemf Sordess recibiera la noticia de la muerte del otro rey, le llegó la noticia de la traición que recibió Sir Gonzo Dimitro por parte de sus aliados y del reino vecino que una vez fue su aliado. Debido a la rapidez con que sucedió todo lo de la traición, Sir Gonzo Dimitro no tuvo otra opción que dirigir sus tropas y a muchas personas que decidieron seguirlo, hasta la Montaña del Pie, pudo lograr llegar hasta la montaña, gracias a valientes hombres que se quedaron atrás para defender su huida, también gracias a que las ansias de controlar todo de los demás sires y lores, los mantuvo en las diferentes regiones saqueando cuanto pudieron, además todos querían llegar primero al castillo para reclamarlo como suyo.
Estando las tropas de Sir Gonzo Dimitro y las personas que lo siguieron en las cercanías de la Montaña del Pie, fue diligente para preparar sus tropas, para el ataque que recibiría, el cual sería inminente, tubo más días de lo que pensó, pues creía que los traidores irían de inmediato detrás de él, pero estos se tomaron su tiempo para tomar todo lo que pudieron de las regiones que se les oponían, las cuales eran fieles a Sir Gonzo Dimitro, muchas personas deseaban que este fuera rey, quizás de no ser por la rápida traición que recibió este, sería el puesto que terminaría tomando.
Unos días después, se encontraba llegando el rey longevo viviente a la capital del reino, donde el castillo ya había sido tomado, luego de reubicarse y acomodarse en ese castillo, mando a llamar a todos los sires y lores.
Rey longevo – Por lo que veo las cosas salieron muy bien de este lado, mis tropas no tuvieron que hacer demasiado para eliminar a los bastarnos que intentaban escapar.
Sir1 – Si, esos desgraciados no supieron que fue lo que los golpeo.
Sir2 – Ahora solo falta terminar con ese Reemf Sordess y toda esta tierra será nuestra.
Rey longevo – ¡Supongo que le quitaron la cabeza a Sir Gonzo Dimitro!, tráiganmela, quiero echarle un vistazo a la cara del pobre infeliz.
Sir1 – No pudimos capturarlo, salió huyendo hacia la Montaña del Pie, pero pronto será nuestro.
Rey longevo – ¡Entonces inútiles!, dejaron escapar a la única persona que puede hacernos frente en este reino, por unas cuantas monedas, peor aún con muchas personas al igual que soldados, ¡Acaso es que perdieron la razón (voz muy elevada)!, ¿Quién se hará responsable por esto?, nadie habla, decapiten a esa persona (señala con el dedo)
Sir3 – ¡No mi rey, no haga esto, perdóneme, esperen, suéltenme malditos (se lo llevan los soldados)!
Rey longevo – Espero esto sirva de experiencia para el resto, no debemos tolerar estas estupideces, ahora vallan por la cabeza de Sir Gonzo Dimitro y tráiganmela.
Mientras estas cosas sucedían una carta le llego a Sir Gonzo Dimitro, esta era de parte del rey Reemf Sordess, el cual ya conocía toda la situación que le rodeaba, en la carta le presentaba una oferta de alianza, a cambio de su lealtad, este le brindaría su apoyo, Sir Gonzo Dimitro ya había escuchado del rey Reemf Sordess, de su gran generosidad, del trato que le daba a todas las personas, de lo honesto que era con sus palabras y de la sabiduría que este tenía, no había mucho que Sir Gonzo Dimitro tuviera que pensar para dar su respuesta, pues todos los acontecimientos que ocurrían, lo dirigían hacia esa decisión, además estaría bajo el mando de un gran rey, este era uno de los deseos de Sir Gonzo Dimitro, pero antes servía a alguien que se aleja mucho de su ideal de alguien a quien servirle con honor y honradez, sin mucha vacilación le envió una respuesta positiva al rey Reemf Sordess, en la carta también puntualizaba que si la respuesta era de aceptación, que partiera de inmediato a su reino, pues este ya sabía de la traición que había sufrido.
Luego de varias horas de Sir Gonzo Dimitro enviar su respuesta, llego un soldado con la noticia de que las tropas del rey longevo, en conjunto con los que lo traicionaron, se dirigían hacia su posición, luego llego el soldado que se había encargado de entregar la respuesta al rey Reemf Sordess, con la noticia de que venían tropas a apoyarlos, extraño fue para Sir Gonzo Dimitro que esos refuerzos llegaran tan pronto, pues no paso mucho después de enviar la respuesta, pero pronto entendió que el rey Reemf Sordess había enviado los refuerzos no mucho después de enviar la carta, al parecer dio por hecho que la respuesta sería positiva.
Sir Gonzo Dimitro detuvo a sus tropas y preparo la defensa, mantuvo a los civiles marchando en dirección al reino de Reemf Sordess, los soldados enemigos ya se podían avistar, todo estaba predispuesto a la batalla, los soldados enemigos superaban a los de Sir Gonzo Dimitro tres a uno, mientras las tropas enemigas enviaban a su avanzada a atacar, Sir Gonzo Dimitro enviaba a todos sus soldados al ataque, con él a la cabeza, cuando los soldados se encontraban a escasos metros unos de otros, los soldados del rey Reemf Sordess se encontraban atacando por los flancos y la retaguardia a los enemigos, Sir Gonzo Dimitro aprovecho al máximo la ventaja que tenía, pues los soldados enemigos no sabían que los soldados del rey Reemf Sordess se encontraban marchando hacia esa posición, Sir Gonzo Dimitro envió un mensajero con las instrucciones de atacar de la forma que ya se había empleado, con esta maniobra Sir Gonzo Dimitro en conjunto de los soldados del rey Reemf Sordess ganaron esa batalla, este redujo en lo posible la cantidad de bajas enemigas, pues ya había luchado y hecho ejercicios con esos soldados, a los cuales por desgracia para él, le toco enfrentar en batalla, luego de la batalla se dirigió de forma inmediata al reino de Reemf Sordess, mientras los enemigos perdonados se dirigían a su tierra.
Capítulo 22 – Inicia el nuevo inicio, continúan las pruebas.
Mientras todas estas cosas sucedían, Brent Belenus se encontraba haciendo sus cosas en todas las regiones, este probaba los cristales en las personas, para ver con cuales estos reaccionaban, siempre dejaba un cristal y una nota con los conjuros más sencillos antes de irse de un pueblo, pero nunca pensó que encontraría lo que encontró en la siguiente aldea que visitaría.
Brent Belenus – ¡Pero que rayos ven mis ojos!
Las personas se encontraban realizando los conjuros de forma simple, Brent había calculado unos cuantos años antes de que estos pudieran dominar de forma individual, los diferentes conjuros que había esparcido, pero allí estaba observando el fenómeno de las personas conjurando, las conjuraciones no eran fuertes, pues parecía que apenas estaban dominando los conjuros, pero aun así era sorprendente que pudieran dominar aunque sea uno de ellos, menos que fuesen todos ellos, aunque fuese de forma mínima.
Brent Belenus – ¡Hey! Podrías responder a algunas preguntas, te prometo que no robare mucho de tu tiempo.
Aldeano – Sí claro, adelante.
Brent Belenus – ¿De dónde han sacado esos cristales?
Aldeano – Los hemos encontrado en los alrededores de la aldea, parecían salir de la tierra, como si crecieran de esta.
Brent Belenus – Bien, ¿Y cómo han conseguido los conjuros?
Aldeano – Alguien que se encontraba en una de las ciudades más alejadas de la montaña, llego días atrás, trayendo estas notas y una historia muy loca que había escuchado, sobre unos cristales que brillaban cuando las personas los tocaban, como encontramos los cristales, decidimos probar también nosotros, nos llevamos una gran sorpresa, cuando uno brillo, después de varias personas tocarlos.
Brent Belenus – Es una historia sorprendente la que me cuentas, además de estas cosas, otras más acontecieron en la aldea.
Aldeano – Después de lo que pasó con todas las personas desorientadas, esto ha sido lo más raro que eh visto, pero también nos dijo que había alguien haciendo pruebas con estos cristales, eso es todo.
Brent Belenus – La verdad es que es fascinante todo lo que me cuentas, gracias por tu información.
Brent Belenus aún no había visitado las aldeas que rodeaban la Montaña del Pie, por esta razón no se había percatado de los cambios que habían ocurrido en la tierra, pero lo que le sorprendió más, fue la facilidad con la que las personas empezaron a conjurar, al parecer el cambio que dieron las cosas no solo fue en los cristales, los cuales habían perdido sus colores individuales y adquirido un solo color, el blanco, Brent tenía que seguir averiguando más cosas, sobre estos grandes cambios que estaban ocurriendo, las cosas dieron un cambio más grande de lo que este hubiera imaginado.
Las personas no parecían controlar los elementos o aun no sabían que podían realizar esta acción, era una de las incógnitas que rodeaban la mente de Brent o más bien la principal, este procedió a realizar una prueba para comprobar cuál de los dos racionamientos era el correcto.
Brent Belenus – ¡Muchacho!, ven aquí, veo que puedes conjurar un elemento, pero te gustaría ser más poderoso, que cualquiera en la aldea.
Muchacho – Sería estupendo, podría ayudar a mi familia.
Brent Belenus se llevó al muchacho a un lugar alejado de la aldea, pues aun no quería que las demás personas supieran del control de los elementos.
Muchacho – ¿Por qué nos vamos tan lejos de las personas?
Brent Belenus – ¡Acaso quieres que otros sean tan fuertes como tú!
Muchacho – No
Brent Belenus – Ya debiste de descubrir la razón de que nos alejemos entonces. Creo que hasta aquí está bien, empecemos de inmediato, quiero que te centres en las palabras que dices, que no las digas solo por decirlas, ponles emociones a esas palabras, como si le transfirieras tus sentimientos, ahora intenta lanzar el conjuro.
Muchacho – Entonces así se llama ¡conjuro!, todos decían cosas sobre esto, pero así es como se llama.
Brent Belenus – Muchacho, necesito que pongas toda tu concentración en esto, ¡o quieres que busque a otra persona!
Muchacho – ¡Espere, no!
Brent Belenus – Bien, entonces sin hablar ni divagar, concentrado en lo que tienes que hacer.
Luego del muchacho recitar el conjuro, salió el agua, lo que lo posicionaba en la afinidad del elemento agua, el hecho de que el muchacho pudiera conjurar al primer intento, aun dejaba a Brent un poco sorprendido, pues antes había que mejorar mucho el conjuro, antes de conseguir una pequeña llamarada, en el caso de Brent, que en este momento fuera tan sencillo, lo hacía enojar un poco, después de intentar por varias horas el chico logro un cambio en la intensidad de su conjuro, al Brent Belenus comprobar que la pronunciación del conjuro ya no era tan relevante como antes, pero que aún había que imbuir emociones en los conjuros, le quedaba comprobar lo del control de los elementos.
Muchacho – ¡Wao! Eh mejorado mucho, gracias, pero ya es muy tarde y mis padres se preocuparan, debo irme, ¿Nos veremos mañana otra vez?
Brent Belenus – Claro muchacho, en este mismo lugar, temprano.
Brent Belenus erigió una tienda de campaña allí mismo, algo pequeña, para que esta no resaltara, además la cubrió de plantas para que pasara desapercibida, al día siguiente el chico apareció, pero más tarde de lo que Brent pensaba.
Muchacho – Perdone la tardanza, tuve que ayudar a mi padre, pero ya estoy aquí, así que vamos.
Brent Belenus – Por lo visto estas entusiasmado, sin más empecemos, hoy quiero que te concentres y trates de mover el agua que se encuentra en esta jarra, como lo hiciste ayer sin hablar y lo demás.
Muchacho – Bien.
La noche llegaba, pero no había ningún avance en tratar de controlar el agua, lo que le daba dos opciones a Brent, este muchacho no puede hacer esto o nadie puede hacerlo.
Muchacho – Que mal, no pude hacer que el agua se moviera, pero quizás mañana pueda, ¿Verdad conjurador?
Brent Belenus – Si, quizás mañana puedas.
Brent Belenus dijo esas palabras, pero lo cierto es que no volvería a ver al muchacho, pues se movería de lugar y lo intentaría con otras personas, pues este quería repuestas rápido, al día siguiente el muchacho no encontró a Brent en el lugar, se deprimió, pero después de un rato siguió practicando, pues solo el sabia, hasta el momento, que se podía controlar los elementos, después de esto Brent lo intento con varias personas, pero no obtuvo ningún resultado, dejo que las personas creyeran que serían las únicas que sabrían de esto, para que estas no divulgaran la información, después de irse y dejar a las personas para ver luego los resultados, luego pasaría otra vez por donde estas personas, para borrarles los recuerdos relacionados con el control de los elementos, al ver que nadie había logrado hacer que se movieran los elementos, luego de que Brent les preguntara por sus avances y que las respuestas fueran que no pudieron hacer que se movieran, Brent procedió a borrarles esos recuerdos, pero aún no había llegado hasta donde estaba el muchacho del principio, sentía un poco de culpa por lo que haría, pues el muchacho mostro ser de buen corazón, para sorpresa de Brent, el muchacho aún se encontraba practicando, los demás al ver un poco de mejoría, la cual en comparación a los demás era mucha, dejaron de entrenar, pero el muchacho aún se encontraba practicando ambas partes, la conjuración y el control elementar, Brent lo observo todo el día y espero al día siguiente, el muchacho llego al lugar y continuo practicando, esto conmovió a Brent, el cual decidió no borrar sus recuerdos, pero al ver que el muchacho aun no podía controlar el elemento agua, dio por sentado que ya nadie aparte de él podía hacer esto.
Capítulo 23 – Encierro dinámico.
Duem – Así que, aquí estaré por largo y tendido tiempo, hasta que el Ser, digo, Brent, me pueda transferir a otro cuerpo, sea lo que sea, que sea yo ahora mismo, pero que tanto podré hacer desde aquí dentro, el Ser, que digo otra vez, Brent, Brent, su nombre es Brent, me hizo pasar tanto antes de saber quién era, que solo asocio su nombre con el de Ser, pero es Brent como se llama ese estúpido que me dejo aquí dentro, supongo que si medito y pongo toda mi concentración pueda lograr algo, pero debería de enfocarme en algo, bien, que tal si me enfoco en ver mi pueblo, puede que quizás acceda a uno de mis recuerdos, como lo ha hecho Brent antes.
Duem centro y canalizo todo su atención en su pueblo, empezó a captar algo, empezó escuchando a las personas, luego de escuchar por un momento, se percató de que algo no iba bien, luego empezó a visualizar a las personas y su alrededor, luego de poder ver y escuchar lo que le rodeaba, dio por sentado que eso no era un recuerdo, pues no recordaba nada como lo que sucedía en ese momento, además, las personas que este había alcanzado, estaban hablando de él, pero como si este hubiera desaparecido, que fue lo que sucedió con él, el día que se marchó y no le conto a nadie hacia donde iba.
Persona1 – Que habrá sido del chico que vivía en la casa de la colina, han pasado varios días y no ha regresado.
Persona2 – Espero no se lo haya comido un animal salvaje o haya muerto por un accidente, a pesar de que no hablaba mucho, no le hacía daño a nadie.
Persona3 – Fue trágico que sus padres hayan muerto, luego de eso se aleja un poco de las personas y no aceptaba ninguna ayuda.
Persona2 – Fue un chico muy valiente al valerse de sí mismo para poder vivir, sea donde sea que este, espero y este bien.
Duem – Pero que demo… que ha sido eso, no fue ningún recuerdo, de eso no tengo ninguna duda, no se puede recordar lo que no se ha visto o escuchado, entonces que está pasando aquí.
Al parecer los cambios que estaban ocurriendo no solo estaban afectando a los cristales pequeños, también afectaban al cristal principal que encontraba en la Montaña del Pie, por esta razón Duem podía manifestar su espíritu de forma intangible, a saber cuántos cambios más hubieron después de lo ocurrido con Brent Belenus, su vuelta al mundo tangible, había alterado muchas cosas, pero hasta donde sería el alcance de estos cambios, nadie lo sabe.
Duem – Tengo que confirmar que lo que tuve no fue una alucinación, volveré a entrar en ese estado de trance, debo centrarme, bien, vamos a ello.
Por alguna razón Duem apareció en las nubes, pero al momento de aparecer, en vez de empezar a caer, se quedó estático en ese lugar, cuando apareció en ese lugar, se llevó una gran impresión, más bien un gran susto.
Duem – Entonces como bajare de aquí, como controlo todo esto con mi conciencia, supongo que si pienso en descender, es lo que pasara.
Duem empezó a descender de forma brusca, en ese momento se llevó otro susto, porque pensó que se estamparía contra el suelo, no recordó que no tenía cuerpo para que se estampara, quizás lo que haría sería atravesar la tierra y seguir bajando, después de gritar – Aaaaltooo – se detuvo en ese mismo momento.
Duem – Esa fue una prueba bastante intensa, ahora debo pensar en bajar, pero esta vez despacio y con calma.
Mientras Duem descendía despacio y con calma, se asombraba con el paisaje que veía mientras se aproximaba hacia la tierra, se fascino con la sensación que tenía en ese momento, también pudo apreciar y confirmar que el continente era de forma circular, mientras descendía vio unas aves que iban volando, entonces pensó que así se deben de sentir esas aves al surcar los cielos, se concentró un poco más y acelero el descenso, antes de darse cuenta la tierra se encontraba a escasos metros, como ya se manejaba mejor, empezó a reducir la velocidad, para terminar en el suelo, cuando toco tierra, se sintió aliviado y a la vez triste, aliviado porque ya no estaría pensando en si podría morir y triste porque ya no sentiría esa sensación tan increíble que este había sentido, pero debía continuar.
Descendió cerca de un pueblo, cuando se acercó allí, al poder escuchar y ver a las personas, dio por sentado que lo que había pasado y estaba pasando no era ninguna alucinación, todo era real, pero noto que las cosas habían cambiado, las personas hablaban de lo del acontecimiento del desmayo de todos, Duem dio por sentado que esto tendría que ver con Brent, pero eso no era todo, Duem vio a personas con cristales en las manos, los cuales eran muy parecidos a los que ya había visto, pero estos eran incoloros, hasta que vio uno que brillaba en las manos de la persona que lo sostenía, esto no era todo, después de pronunciar unas palabras, las cuales fueron familiares para Duem, salió fuego delante de esta persona.
Duem – Pero que está pasando aquí, ahora los cristales están por el mundo y las personas controlan los conjuros, que rayos hiciste Brent o más bien que rayos provocaste.
Duem se percató que nunca intento tocar a nadie en ese estado, así que lo intento, pero esto no tuvo ningún resultado, su mano solo los atravesaba, pero esto había sucedido solo con las personas que no tenían ninguna afinidad con los cristales, sentía que había una diferencia entre el aura de las personas que tenían afinidad y de las que no tenían, por esta razón decidió tocar a una persona con afinidad, volvió a suceder lo mismo, pero esta vez fue diferente, tuvo una sensación extraña cuando toco a la persona con afinidad.
Capítulo 24 – Encuentro inesperado, puede que surja un gran mal.
Brent Belenus se encontraba llegando a una nueva región, pero a diferencia de las demás regiones que visito, donde se quedaba en los pueblos y no se acercaba a los monarcas de estas regiones, siempre permaneciendo entre las personas de bajo estatus, pero hacia la región a la cual estaba llegando realizo la acción contraria, se dirigió directo hacia donde estaba el monarca de esa región, el cual era Sir Zuss Park, pero coincidencia no era esto, en lo más mínimo, escucho entre las personas que el monarca de esa región no había despertado después del gran desmayo que tuvieron todos, esto llamo la atención de Brent, Brent iba de forma despreocupada y silbando hacia la entrada, pero antes de poder entrar donde estaba Sir Zuss Park, unos guardias lo detuvieron.
Guardia1 – ¡Hacia donde crees que vas!
Brent Belenus – Que no es obvio que voy a entrar en esta edificación, hay un bello durmiente al cual debo ver, así que si no les molesta.
Guardia1 – Aun no te eh dicho que puedes pasar, deberías de volver por donde viniste, si es que tienes aprecio por tus partes, todas ellas.
Guardia2 – Espera, eh escuchado de alguien que tiene el mismo carácter que has mostrado, el cual posee un gran poder, puede ser que esa persona seas tú.
Brent Belenus – Puede que sí, puede que no, puede que su hermano, puede que su amigo, hay muchas posibilidades.
Guardia2 – Dentro de esas posibilidades, estaría la poder hacer que se despierte Sir Zuss Park.
Brent Belenus – Solo el futuro que esta después de esta conversación puede decirnos que posibilidad sería la correcta.
Guardia1 – ¡Acaso piensas dejar pasar a este incordio!
Guardia2 – Me intriga ver que pasara si dejamos pasar a esta persona, ya muchos curanderos, alquimistas y no sé qué otras cosas, han venido para hacer que se despierte el bello durmiente, mantengámoslo vigilado y si resulta ser un fraude lo sacamos a patadas (Pensamiento: muchas cosas locas han pasado últimamente, veamos si este hombre es el de los rumores.).
Brent Belenus – Me parece bien lo del fraude y las patadas, entonces vamos al lio, (mientras caminan) puede que el beso de alguien tenga algún efecto, alguno de ustedes se ofrece, alguno, ninguno.
Guardia1 – Solo céntrate en lo que vas a hacer.
Se dirigían hacia donde se encontraba Sir Zuss Park, mientras iban caminando Brent pensaba en como poder hacer que este despertara. Se podría pensar que por el carácter de Sir Zuss Park, las personas que estaban bajo su mando lo abandonarían de inmediato, pero aquellos a los cuales este elegía para servirles, las personas más hermosas, recibían el mejor trato y tenían títulos de altos rangos, así que fuese por agradecimiento o por avaricia, Sir Zuss Park era bien cuidado por estas personas.
Brent Belenus se encontraba entrando en el cuarto junto a los dos guardias, al entrar vio el cuerpo de una persona muy delgada recostada en una cama decorada hasta mas no poder, del cuarto salió un grato olor, pues había flores de muchos tipos, las cuales desprendían un olor armonioso, además, todas las personas que estaban dentro del cuarto, eran increíblemente hermosas, estas cosas asombraron a Brent Belenus, el cual sin vacilación a pesar de su asombro entro en el cuarto.
Servir1 – Así que esta persona cree poder ayudar a su hermosura.
Brent Belenus – Esta persona hará lo que pueda, si puede, ¡bien!, traigan agua, un látigo corto, un tablón y una manta cálida.
Todos se sintieron extraños al escuchar las cosas que Brent pedía que buscasen, pues no se parecían en nada a los materiales que los demás pedían, debido a la sencillez de las cosas que pidió, todas estaban allí en un pispas, todos pensaban que rayos hará este hombre con estas cosas.
Brent Belenus – ¡Correcto! Comencemos, denme el agua, ah, pero antes quítenle esa manta, bien aquí voy (arroja el agua sobre Sir Zuss Park), ahora colóquenlo con el trasero hacia arriba.
Servir1 – ¿Cómo has dicho?
Brent Belenus – Es que acaso están sordos, trasero arriba, ¡ahora!
Luego de esto Brent Belenus procedió a golpear a Sir Zuss Park con el tablón.
Brent Belenus – Colóquenlo boca abajo.
Servir1 – ¡Oye! Lo que estas intentado hacer ya lo habíamos hecho antes, pero claro que cuan este estaba consiente.
Brent Belenus – Sera mejor que se callen y hagan lo que digo o es que no quieren que este hombre se mejore.
Brent continuo azotando a Sir Zuss Park, todos los miraban aun con esa cara de: qué demonios está haciendo este hombre, una gran pregunta rondo sus mentes, que haría con la manta al final de toda esa locura, Brent Belenus se acercó con la manta hacia Sir Zuss Park, colocando esta encima del mismo, todos se quedaron esperando a que pasara algo, pero nada pasaba.
Guardia1 – ¡Extraño!, ¿Pasara algo?, ¿A que esperamos?, para que fue todo lo que hiciste.
Brent Belenus – Responderé solo a lo último, para comprobar si podía, mojarlo, golpearlo con dos objetos y al final cubrirlo con la manta, sin que ustedes hicieran algo o descubrieran que esto no llevaría a nada, así que logre mi primer objetivo.
Servir1 – ¡Saquen a este charlatán de aquí y denle su merecido! ¡Ahoooooora!
Brent Belenus en un movimiento rápido saco un cristal de su bolsillo y lo coloco en la mano de Sir Zuss Park, el cual brillo en el momento que toco su mano, pero esta vez el cristal brillo de dos colores, esto asombro a Brent y más aun a los que estaban en el cuarto, pues hasta ese momento solo habían escuchado rumores sobre los cristales y como estos brillaban en las manos de las personas.
Servir1 – Que cosa haz hecho, has dañado más a su hermosura.
Brent Belenus – Lo cierto es que no sé qué ha pasado, pero más adelante veremos que sucede, quizás de un brinco de esa cama y se reanime.
Después que Brent pronunciara esas palabras Sir Zuss Park aspiro una gran bocanada de aire, a pesar de que este respiraba, luego abrió los ojos y se empezó a alborotarse, se levantó de la cama e intento escapar del cuarto, pero termino estampándose contra la puerta cayendo desmayado al suelo.
Brent Belenus – No sé a ustedes, pero para mí eso fue alucinante.
Servir1 – Lleven a este hombre a las cerdas y vuelvan a poner a su hermosura en la cama, ya que ustedes dos lo trajeron, encárguense de vigilarlo.
Guardia2 – ¡Oye!, ¿Cómo has logrado que se despertara?, ¿Qué era esa luz?, ¿Quién demonios eres?
Brent Belenus – Como decirte esto, de lo primero no sé nada, de lo segundo lo averiguaras pronto y de lo tercero puede que lo sepas en varios años.
Pasaron unas horas hasta que Sir Zuss Park despertara, esta vez se despertó más lúcido y calmado, pero aún estaba asustado y nervioso.
Servir1 – Tranquilo su hermosura, estamos aquí para ayudarle y servirle.
Sir Zuss Park – Quienes son ustedes, que quieren de mí, es que me harán daño, me mataran, quien soy yo.
Servir1 – Usted es uno de los grandes sires de esta tierra Sir Zuss Park, también el más hermoso de esta tierra, estaba dormido y ya ha despertado.
Sir Zuss Park – No creo nada de que lo dices, trae a quien me despertó, si es cierto que estaba dormido.
Los guardias trajeron a Brent Belenus, el cual no parecía importarle mucho la situación, pues este sabía que podría zafarse de esta en el momento que más le conviniera, pero ahora que había descubierto este misterio, quería descifrarlo, solo hasta lograr su objetivo este pasaría por la victima de la historia.
Brent Belenus – ¿Durmió bien su hermosura?, es que acaso quiere un beso de buenos días, porque eso tendrá que pedírselo a sus lacayos, eso no venía en el paquete Brent.
Sir Zuss Park – Así que has sido tu quien me ha despertado, ¿Cómo lo has hecho?
Brent Belenus – ¡Directo al punto eh!, bien, sigamos así entonces, (mientras camina) solo tuve que tocarle con este hermoso cristal.
Al momento que Brent volvió a tocar a Sir Zuss Park con el cristal, la mente de este se expandió, así como lo hizo la de Brent tiempo atrás, pero también una gran maldad se creó en su conciencia, cuando Sir Zuss Park volvió en sí, continuo actuando normal.
Brent Belenus – Justo así, fue como lo hice.
Sir Zuss Park – Oh, que interesante es esto, también da un poco de miedo.
Brent Belenus – ¿Qué es lo último que recuerdas antes de dormir?
Sir Zuss Park – Lo último que recuerdo fue una luz que entro directo en mi cabeza.
Brent Belenus – Y mientras estabas dormido, no recuerdas nada de lo que allá pasado por tu mente.
Sir Zuss Park – Solo lo de la luz, luego nada más.
Brent Belenus – Entonces bien, te dejare en paz, descansa y luego hablamos.
Sir Zuss Park – Lamento no serte de mucha ayuda.
Guardia2 – (Susurro) será cierto lo que escuchan mis oídos, se acaba de disculpar.
Servir1 – Se encuentra bien su hermosura.
Sir Zuss Park – Podrías dejar de llamarme de esa forma, siento que estoy en un estante y en cualquier momento caeré rompiéndome en cientos de pedazos.
Servir1 – Como órdenes.
Mientras Brent Belenus caminaba por los pasillos escucho hablar a dos personas sobre un árbol indestructible y un muro legendario.
Sirviente1 – Las cosas sean están poniendo bastantes locas en estos tiempos, antes lo más alocado que existía el muro del árbol incrustado, el cual nadie podía cortar alguna rama.
Sirviente2 – Ni que lo digas, nadie pudo hacerle ni un rasguño, hasta Sir Zuss Park lo intento, pero solo logro llevarse una herida de eso.
Brent Belenus – Disculpen mi intromisión, pero hacia donde se encuentra ese árbol y muro del que hablan.
Sirviente1 – No sé qué tan lejos podrás llegar, pues las cosas se pusieron tensas después de lo que paso con los reinos, se avecina una gran guerra.
Brent Belenus – No deben preocuparse por mí, aun no hay persona que pueda hacerme frente, por lo menos en esta tierra no.
Sirviente1 – Que sea lo que quieras, solo tienes que ir a la parte noroeste del reino de Reemf Sordess, seguro que das de inmediato con él.
Brent Belenus – Gracias por su amabilidad, espero poder pagarles luego por su información, mejor que sea ahora, tengan este cristal, seguro que le sacaran provecho.
Brent sentía una gran intriga por este árbol al que nadie podía cortar, antes en su tiempo nunca escucho hablar de ello, que misterios desenvolvería el analizar ese árbol o que nuevo poder podría obtener de este, pronto lo descubriría.
Brent Belenus – Bien, no hay tiempo que perder, vamos allá (Pensamiento: antes quería probar algo para poder levitar en los cielos, pero debido a lo sucedido no lo pude probar, este sería el momento justo, pues debo recorrer una gran distancia, intentare controlar un pedazo de roca mientras estoy encima de este, así podre levitar con este) veré que tan resistente será ese árbol.
Brent Belenus ya poseía las habilidades para dominar cualquier elemento a la perfección, así que sin mucho esfuerzo pudo alzar el vuelo con el pedazo de roca que controlaba, pero cayó casi de inmediato, pues aún no estaba acostumbrado a mantener el balance en una la roca en movimiento, fijo sus pies a la roca, para nunca más caer de esta, entonces volvió a elevarse, ahora pudo estar más firme, pues tenía más soporte por tener los pies fijos a la roca, tomo bastante altura, ahora era el turno de intentar avanzar, inicio despacio, para no perder el equilibrio, luego de avanzar un poco y sentirse más confiado, aumento la velocidad, pero al hacer esto perdió el equilibrio, quedando de cabeza, debido al cambio de posición y el peso que se agregó a la roca, Brent empezó a descender.
Brent Belenus – No creo que volví a este mundo para morir, ¡vamos maldición!
Después de sentir el peso de la muerte en sus hombros y que esta le susurrara, se concentró en detenerse, logrando detenerse, antes de caer encima de un árbol con ramas secas y puntiagudas, luego de soltar un gran suspiro de alivio, volvió a elevarse, luego de viajar un tramo de cielo volteado, se sintió mareado y con nauseas, entonces se detuvo y volvió a estar en la parte de arriba de la roca, mientras dejaba pasar el mareo y las náuseas, pensó en como poder mantenerse estable encima de la roca.
Brent Belenus – Si inclino mi peso hacia adelante para poder compensar el empuje del viento, podre ir más rápido y quizás no me volteare de nuevo, además ya tengo mi peso medido, no creo volver a descender si me volteo, esfuerzo máximo, vamos.
Después de realizar este cambio en su modo de montar la roca, logro poder aumentar la velocidad y debido a su capacidad de adaptabilidad pudo dominar esto pronto, manteniéndose estable y firme en la roca.
Brent Belenus – ¡Ja! Ya tengo esto dominado, estaré en unos minutos contigo árbol misterioso.
Brent Belenus aún no era consciente del alcance del manejo de los conjuros que habían alcanzado las personas, las cuales podían conjurar bolas de fuego, de agua, de viento o tierra, este era un avance más allá de lo que este pensaría en ese momento, toda esta información llego a ambos reinos, los cuales se estaban preparando para atacar, pero con la llegada de este nuevo poder frenaron sus planes, de esta forma podrían cultivar este poder, para aplastar a su rival.
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