Un sueño confuso, una pesadilla de amor.

Había sido un día maravilloso, el se portó tan lindo que no podía hacer mas que agradecerle mentalmente y darle muestras de mi afecto, si tan solo fuera eterno…

-no te acabes nunca por favor-. le dije en un suspiro, tiernamente me acerque y roce mi nariz con la suya. este embozó una sonrisa y me besó.

El pasar de la tarde fue tranquilo, hablamos y vimos una película, pero llego el momento de su ida. como ya era costumbre nos tuvimos que despedir… como también era costumbre no nos despedimos con un «adiós».

llegue a la cabaña con una extraña sensación en el pecho, suponía ya saber lo que era pero no lo quería aceptar, lo que siempre me había atemorizado se estaba cumpliendo. las dudas. tales que me hacían cuestionar todo, tales que me preguntaban una y otra vez lo mismo. ¿ de verdad lo amas? ¿pasarías toda la vida con el? ¿y si llega alguien y lo eliges en vez de a el?

malditos sean esos cuestionamientos, que me hacían sentir un desagrado enorme y decepción conmigo misma, quería llorar pues sentía que si dudaba de mi amor por el no lo merecería, de hecho aun siento que no lo merezco, pero hay algo de lo que si me di cuenta.

ni siquiera en sueños seria capaz de traicionar su amor, lo digo porque anoche soñé con alguien, y ese alguien no era el. pero en aquel escenario sentía cierta atracción a tal desconocido, que me pidió entregarme a el pero yo me negué, cada segundo que pase allí no podía pensar en nadie más que en mi verdadero enamorado. y, aunque sentía culpabilidad por atracción que me produjo aquella misteriosa presencia, la elimine tiempo después de despertar, entendí que si me preocupaba tanto era porque de verdad lo amaba, y lo ultimo que quería era que aquella infame pesadilla se hiciera realidad.

Si, lo amor, si, quiero pasar mi vida con el y bueno, si lo llegase a hacer espero y sea lo mejor.

pero lo dudo mucho, hay mucho en la vida que nunca se podrá reemplazar. y ese «mucho» para mi es el amor.