En una charla con la vida y conmigo mismo, me di cuenta realmente de cuánto ella disfrutaba confrontarme; ponerme obstáculos en el camino y destruirme en más de una circunstancia.
Cai en conclusión, que dentro de la destrucción me habría paso a mejoradas versiones de mi ser y me preguntaba siempre curiosa qué camino quería yo tomar…
¿Estás seguro?- me preguntaba de nuevo y reía cómplice guiñando su rostro al destino que observaba callado.
Ya han pasado muchos años y recopilo decisiones y bifurcaciones como ramas de árboles caídos. Y en el ahora en que vivo, resultado de elecciones y consecuencias dejo por completo de lado el caos del entorno y
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