CARTA A UN ENAMORADO

Se encontraba buscando un recuerdo para llegar a una realidad, rebuscando arreglar su corazón para poder brindarlo a la mujer de sus sueños y sus placeres.

Estaba en su mesa desayunando cereal como de costumbre, tomaba la cuchara sin fuerzas y lentamente la llevaba a su boca, era evidente que su cuerpo estaba presente, pero su espíritu estaba en otro lugar.

Al llegar a su trabajo reseteaba la mente, se metía una máscara para poder mostrar una sonrisa y dejar cada cosa en su lugar, para no mezclar lo uno con lo otro como un buen adulto responsable y maduro.

Esta era su rutina, aburrida y abrumadora, la cual lo fue envolviendo poco a poco hasta dejarlo sin nada. Dentro de él faltaba imaginación, creatividad y no se explicaba porque, se sentía diferente y se lo decían sus amigos: “ No te veo igual”, “No eres el mismo”, “te pasa algo”.

De noche, retiraba su uniforme y se daba una ducha, esta si la hacía rápido porque de lo contrario pagaba alto el recibo. Apenas terminaba de cambiarse se metía en su cama y meditaba sobre su situación, dejando de un lado aquel recuerdo, que sin saberlo era la raíz de su problema.

Sin encontrar solución después de varias horas se quedaba dormido, se levantaba al siguiente día, sintiendo un leve vacío y confusión que sucesivamente le generaban preocupación.

Como lo dije anteriormente el problema era su recuerdo, estaba enamorado de una mujer con la que había vivido los mejores momentos de su vida, pero que por cosas de la vida ya no estaba a su lado. Soñaba con ella todas las noches, la veía en su mente cuando hacía algo nuevo, el recuerdo lo atormentaba. Su ilusión era recuperarla, o volver a verla por lo menos, pero había pasado tiempo y ya no se sentía capaz, no se sentía el mismo, no creía en poder alcanzarlo.

Y en este punto llego yo. Yo fui como “Marta” en la película “Diario de una pasión”. Fui su almohadilla, su consejera, su amiga en esos momentos donde necesitaba hablar. Me enamore, me perdí en un hombre que no podía amarme, porque el trono de su corazón ya tenia reina. Podemos decir que la historia se repitió, eso que él sentía lo sentí y lo viví yo, con la diferencia de que yo lo entendí primero.

Tal vez nunca salga de mi corazón, pero sé que no será él un lugar para mi, donde pueda estar, debo decir y destacar que es un hombre con un corazón increíble, porque aun con sus cargas y oscuridades, da una sonrisa a cada persona.

«A veces, para amar a alguien, tienes que ser un extraño”

  • Blade Runner

La creó cierta porque quise entrar en su corazón más de una vez y aunque a veces me lo permitía, me encontraba siempre con un espacio lleno. Una vez me dijo que si quería ayudarlo entonces debía dejarlo hacer sus cosas solo, esta es la prueba de que la frase es cierta. Desde ese día, deje su camino libre.

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