Me quiero a mi mismo, pero por ellos no soy querido,

soy la chispa en un saco de lino,

tomo todo lo mío, me lo llevo y ni lo quiero,

solo no dejo que lo tengan para joderlos.

Este infierno para mi no es suficiente,

¿Por qué eh de temerle a «la muerte»?

anoche vino Felipe a mi presente me dijo que ella tiene un tremendo culazo

le coqueteo y el la dejó quererle.

La amo y me hiere, me decepciona y viene,

mantenemos un relación toxica pero necesaria,

en ella nací por cesárea, prometió darme un cuerpo nuevo y mil dudas,

yo le prometí no saciar mi curiosidad nunca.

Nací preguntándome cuestionando el ¿Por qué?,

pero no me supo contestar, se que este cuerpo

no es mi hogar, lo eh tratado mal, lo tuve que limpiar, ordenar y adecuar,

porque en casa ajena el arrimado apesta antes que el muerto y eso es normal.

A veces escribo dilogías difíciles de interpretar,

¿o será que es eso lo que pretendo? despierto muerto y duermo en vida creyendo

que yo me entiendo, si tienden querer entender a los demás

entonces se equivocan al recibir lo que no dan.

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