Combustionando nuestros cuerpos hasta el clima del éxtasis, sintiéndote tan cerca de Dios logre ver en tus pupilas una lluvia de galaxias y pequeñas estrellas jugando alrededor de tu iris. Estas intentaban salir para ver algo más hermoso que el propio universo. Su inocencia y picardía, no pudieron ponerse de acuerdo, terminando escabulléndose de su mundo y con una mirada absorta, lograron apreciar algo casi tan perfecto que destruyo toda su realidad y todo significado de existencia… Con el único fin de tocarte y ser parte de ti, llevaron al límite sus vidas hasta convertirse en supernovas y explosionar para alcanzarte y conseguir la perfección total. Cuando toco tu rostro llego a sentir un polvo de estrellas que se convirtió en una delicada porcelana, lo suficientemente frágil para expresar tu encanto e inocencia como lo suficientemente fuerte para admirarlo sin miedo. Te agarro de la mano y te llevo a un lugar donde los sueños se hacen realidad y los deseos son sus amantes más fieles. Subimos a nuestra naves que nos llevara al final del infinito, estamos felices de ser los tortolos ingenuos que por un largo tiempo buscaremos ese momento eterno.

Un milagro ocurrió y tu cuerpo se convirtió en una melodía que no deja de cautivarme, su complejidad me seduce, acaricio cada nota y siento en mis manos un hermoso tiple que no puedo de dejar de tocarlo, sus cuerdas y sus curvas me cautivan hasta perder la noción del tiempo, solo quiero juntarme contigo y crear una hermosa sonata que se escuche hasta final de nuestro viaje. Es tanto el clímax que logramos traspasar cualquier barrera, sigo tocando tu cuerpo, tu cabello, esos destellos que seducen a cualquier mortal y pintan el lienzo de cada planeta. Los temblores que emanas sacuden el universo, cada vez más y más, sigo acariciándote, rosando cada punto, es tanto este momento de éxtasis, que lo único que llegas a decir es WOW, una palabra, una señal que quedara plasmada para toda la historia, no hay límites cuando estoy contigo, estamos volando en la nada, pero a tu lado no necesito nada más, junto nuestras naves y las estrellamos para ver más allá de lo prohibido, vemos a lo lejos el final del infinito que nos llevara al siguiente nivel…

Estamos llegando y escuchamos una risa picara y melancólica, nos mira con nostalgia y tristeza y no entiende como el amor volvió a llegar a sus manos, sus lágrimas se convierten en rojo escarlata empapando nuestros cuerpos y logrando encarnarnos su vivo pasado, Eros solo pide que huyamos y que no preguntemos porque. Logro entender su mensaje. Al mirarnos entendemos cual es nuestra razón de vivir, cual es nuestro destino final. Me paro en frente de toda la creación y con 2 palabras logro destruir todas las realidades donde no encuentre tu esencia, veo nuestro reflejo en todo el universo, miro a Dalia y le digo: yo solo te quiero a ti. Con estas últimas palabras traspasamos los límites, nos volvemos invencibles y conseguimos algo tan grande, tan majestuoso que Dios nunca pudo haberlo creado…

Nuestro amor.

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