¿Quién ama lo imperfecto?
¿Y cómo sabes que algo es imperfecto cuando lo amas?
Entre las maravillas que contempla mi visión,
Está el más puro diamante que a simple vista parece roca indestructible;
Sin saber que yo soy el estado de meteorización que ha llegado para en su interior abrirse paso y hacerlo libre.
Defectos de la humanidad, aquellos que nos hacen reales,
Junto con cicatrices de guerra causadas por el dolor de vivir en un mundo donde lo hermoso solo es apreciado cuando no se tiene que escarbar.
Llamarte maravilloso, sería poco…
Llamarte perfecto sería excesivo.
¿Cuál es el punto medio entre ambos, Sibilino?
Si te miro, es como si contemplara la obra de arte más hermosa jamás creada;
Si te oigo, serías la melodía más profunda jamás escuchada.
Tocarte se vuelve otro nivel de embeleso,
Del que mejor ni hablo para no convertirme en un tropiezo.
No eres perfecto, aunque eres maravilloso, o quizá…
¿Eres algo perfectamente maravilloso?
Debería convencerme de que todos aquellos ideales que he puesto sobre ti,
Son solo una quimera en mi imaginación.
Aun cuando el egoísmo de tu acción,
Más que causarme temor me crea una intención;
Como si tus defectos en lugar de alejarme, me atrajeran como imán retándome a que los acepte con gran ilusión.
Así es la ígnea, aquella que alguna vez fue cálida y por decisión de la naturaleza dejó de serlo…
¿Podría convertir la lava en arena sin quemarme en el proceso?
Es de pacientes extraer un diamante del centro de una ígnea,
Unos dirán que la razón es porque allí no crecen, pero no saben que,
Por amor, hay cosas que en cualquier lado florecen.
Si pierdo mis dedos escarbando,
¿Cuidarías mis manos rotas al haberlo encontrado?
Mi diamante… Mi roca indestructible… Mi debilidad.
Difícil es rendirme ante tal reto que, aunque me atemoriza,
Me hace sentir libre y me regocija en la verdad.
Tonto el que escarba y deja la tarea a medias,
Porque donde cree que el trabajo termina y no hay tesoro;
A un centímetro se queda del triunfo y por temor lo pierde todo.
Yo no me rindo ante lo difícil,
Porque difícil es creer que yo esté escribiendo esto.
Tal vez no seré un diamante atrapado en el centro de una ígnea,
Pero soy la abrasión de las rocas, la que estruye en el proceso todo lo que toca.
Chocaré una y mil veces para llegar a tu interior.
Toleraré las astillas que desprendas y apuñalan mi corazón…
Había olvidado que tú eres forma física,
Pero yo estoy en el aire y para tocarme se necesita más que un simple roce.
Acepto lo que eres, porque me acepto como soy…
Acepto todo lo que hay en ti, y nada que venga de ti, para mí…
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