el destripador satánico. 4

el destripador satánico. 4

javier españa

15/11/2022

El inspector Olazábal pasa la punta de su dedo índice por la hoja de acero de uno de los cuchillos, dejando un rastro de humedad sobre ella.  

-¿Son muy comunes en España? Quiero decir que todo el mundo conoce esa mierda de luchacos, estrellas ninjas y espadas samuráis, pero esto -el policía no acaba la frase, molesto se pasa el dorso de la mano por el ojo izquierdo y luego el derecho- ¡¿Joder, Chu, no tienes un puto ventilador?! -pregunta, y mira a su alrededor parpadeando vivamente 

-Los samuráis son japoneses ´

-¿Qué?

-Los samuráis son japonenses -repite Chu, al tiempo que ofrece un paquete de pañuelos de papel a Olazábal

-Gracias -masculla el policía mientras se limpia el sudor-. ¡Qué calor!

-Esto es un arma china de la dinastía Ming, y no, no son comunes en España. Estas son un vestigio.

-¿Vestigio? 

-Los restos de una época en que todo lo oriental se vendía como churros, sin importar si los objetos eran chinos, coreanos o japoneses. Estas, de puro simples, no se vendieron, con ser más originales que otras… si hubieran llevado un dragón pintado en la empuñadura o grabado en la hoja sería otra cosa -Chu termina su explicación con un carraspeo de garganta, con el que finge la emoción que le causa ser útil al hombre blanco  

-¡Ya! -el inspector Olazábal toma aire por la nariz y lo expulsa ruidosamente por la boca, luego mete la mano en e bolsillo de su pantalón de donde saca un taco de fotografías que arroja dentro del estuche de las dagas-. ¡Bien, «vestigio», a ver que me dices de esto!

 

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