Quiebre amistoso

Un mes sin vernos con mi psicóloga: cuéntame cómo has estado ¿Qué ha pasado todo este tiempo? -me dice luego de saludarnos-.

Le hago un resumen de temas importantes y empezamos el análisis. Para mi tranquilidad no se trata de una recaída, sino de presenciar los últimos acontecimientos (complejos) de mi vida. 

Crecer y avanzar implica soltar relaciones, filtrar amistades en cada paso o etapa importante de la vida. Esto requiere de un luto, que no vives si sigues esperando con ilusión que la amistad se retome. Si no sueltas, la espera no es sana -me explicó-, porque está presente de distinta manera en tu mente. 

Toca aceptar y dejar de buscar. No busques acercarte, acepta que no hay forma de ello. No puedes esperarle siempre. Esperar implica no avanzar.

No rompiste nada, estás reparando algo que él rompió. Si ella quiere (necesita) seguir viéndolo es porque no quiere (sabe) ponerle límites. Y si te evita es justamente para evitar esa tomar responsabilidad. Y en este punto nace la injusticia. Porque asumes una responsabilidad que no es tuya.

Mereces más que eso. Mereces amor y reciprocidad en todas tus relaciones. 

Déjala ir y quién sabe si algún día se vuelven a alcanzar, coinciden. 

Mereces amor.