Hasta ahora los científicos sabían que el pingüino más grande de su especie se pega a sus semejantes para darse calor y repartir así la exposición al frío…en esa masa de pingüinos los individuos se mueven constantemente para evitar que el frío les toque siempre a los mismos…
La acera se aferra a las pisadas agotadas de una jornada asfixiante.
Resoplidos y meneos varios impacientes, deseando escapar del suplicio de la solana.
El deseado transporte se acerca y los tiempos de espera de cada individuo se evaporan al abrir la boca el ansiado refugio.
Cada cual se sitúa con descarada avidez en su espacio deseado. Algunos ubicados en las puertas, ajenos a los viajeros que continuamente necesitan usar la salida.
Pero…
Un tierno joven fue el verdadero refresco de esta pringosa estampa , con su humana mirada cediendo su lugar a quién más lo necesitaba .
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