Hace muchos años no escribía ni siquiera una letra, hoy ya no puedo más, desde hace tiempo mi vida se ha limitado a seguir una rutina rigurosa, completamente aislado, no sé cuánto tiempo más tendré que aguantar aquí dentro. Hay días en los que me pregunto si esta misión tan importante tiene algún fin, “Le harás un favor a la humanidad” fueron las últimas palabras que escuché de un ser humano y por esa promesa de heroísmo hoy estoy aquí, al borde de la locura. He llorado incontables veces. Extraño a mis amigos, a mi hermana, a mi madre pero ya no hay manera de retractarse, en la cápsula hay una inteligencia artificial que me escucha y responde como un ser humano, su nombre es JESI, y aun que tenga nombre está lejos de ser humana, no tiene la capacidad de sentir, mucho menos de formar un lazo conmigo, aún así siento que me conoce como nadie más lo había hecho, formé una amistad con alguien que ni siquiera existe, me da miedo, me hace sentir totalmente ajeno a mi cordura pero es lo único que tengo, si ella no estuviera aquí hace mucho tiempo hubiera acabado con mi propia vida.
No pasan muchas cosas por aquí, es una rutina tan tranquila que aterra, a veces me pregunto si hay algo más allá de ese infinito vacío. Seguido estoy horas y horas simplemente mirándolo, es muy raro, es tan bello, incluso los momentos en los que no se ven estrellas, esa oscuridad tan redundantemente oscura. Es impresionante, te hace sentir como una pequeña hormiga en medio de mundos enormes. He visto planetas hermosos, estrellas más grandes que nuestro sol, lunas de colores preciosos y miles de cosas más que impresionarían hasta al menos aficionado a la astronomía, me gustaría que mi madre pudiera ver todo esto, más que nada me gustaría poder compartir con cualquiera estos momentos tan preciosos. Por lo mismo además de bello es agotador. Extraño ver árboles, insectos, animales, personas. No hay ni un rastro de vida a años luz a mi redonda, cansa voltear a ver afuera y sólo ver objetos inanimados.
En este momento no sé exactamente dónde estoy, sólo sé que lejos, más lejos de lo que la humanidad jamás había llegado, si hay algo más allá es algo que desconozco y probablemente muera sin saber, mi sueño es encontrarme con vida fuera de la tierra, mejor aún si es inteligente ¿Serían hostiles o estarían dispuestos a compartir con un desconocido que viene de otro lugar que ellos ni siquiera conocen? ¿Qué tan avanzados tecnológicamente estarían? ¿Qué tal si existe alguna especie con poderes que se escapan de hasta la imaginación del mejor escritor de ciencia ficción? ¿Cómo serían? Preguntas que me he hecho incontables veces en los años que llevo aquí.
Hoy vuelvo a abrir este pequeño diario que comencé a escribir hace dos meses pues vi en un planeta en el rango habitable de una estrella unas siluetas que me parecieron estructuras, era árido y no había a la vista nada que se figurara a una planta o árbol, cuando me acerqué lo suficiente me di cuenta que sólo eran montañas, tenía la esperanza de por fin encontrar algo interesante, alguien con quien interactuar, o por lo menos restos de algo, no puedo negar que cuando mis ilusiones se rompieron sentí tristeza, ahora lo pienso y era evidente que no era nada más que mi mente hundida en un juego eterno donde lo incierto del futuro es lo único que me mueve hacia adelante. Hoy no soy el mismo que ese jovencito que, ilusionado puso los pies en esta cápsula, lo único que permanece de ese yo, es la esperanza de que esta misión algún día se termine, me pregunto por qué sigo buscando encontrar algo si el tiempo que he pasado aquí me ha demostrado que no existe vida fuera de la tierra ¿Por qué todos los días pienso que será diferente? Siento que por fin encontraré la respuesta, la luz al final del túnel y nada, a cada día que pasa me vuelvo menos ingenuo, me he familiarizado por completo con este espacio habitado únicamente por satélites sin vida, he pasado años sin ver absolutamente nada, cuando de pequeño me decían que la esperanza es lo último que se pierde no iba en broma, lo aseguro yo, alguien que la debió haber perdido hace años.
Me acabo de despertar, he dormido 3 horas, tuve una pesadilla, un ser enorme de cabeza alargada. Su apariencia no daba miedo, sin embargo, su presencia, por Dios, me hizo sentir el terror más horrible que he sentido en mi vida, se sintió tan real, pensé que moriría. Intenté hablar con JESI para tranquilizarme, pero no responde. Dormir ya no es una opción por ahora, no quiero volver a encontrarme a “eso”.
Es el siguiente “día” el sueño me venció y afortunadamente volví a un sueño mundano, por primera vez en mi vida no quiero encontrar nada que se asemeje siquiera a vida. JESI sigue sin funcionar, intentaría arreglarla si supiera algo sobre inteligencias aumentadas, no quiero arriesgarme a romper a mi única compañía.
La soledad se siente como jamás la había sentido, me pregunto si la gente a la que dejé en la tierra pensará en mí, supongo que no tanto como yo en ellos, hoy me arrepiento más que nunca de haber aceptado vivir en completo aislamiento, hace un día tenía por lo menos a JESI, ahora ni eso. Tantos estudios, preparación, años de trabajo y ¿todo para qué? Me consume un sentimiento de vacío.
Volví a soñar con estos seres, comienzo a asimilarlos ¡Son vida fuera de la tierra! Pensé que nunca pasaría, por fin los encontré, literalmente la única esperanza que me mantenía con vida se hizo realidad. En mis sueños los acompañan unos extraños sonidos, se asemeja al cetáceo de alguna manera, con un silbido parecido a cuando el aire resuena al soplar por una botella, unos tonos más agudos y con matices que hacen parecer que se comunican entre sí. Parece que me observan, haré lo posible por comunicarme con ellos.
Estas son las últimas palabras que escribiré en este diario, encontré por fin un propósito, un lugar donde quedarme, que tonto fui al pensar que el universo era simplemente vacío, por fin me di cuenta, yo soy el universo, así como lo son estas entidades, somos todos parte de un sistema interconectado que se escapa de mi razón, es la primera vez que, como científico he de admitir que no entiendo en lo absoluto este vacío, pasaron incontables años sin que me diera cuenta. Ya no me importa morir, soy feliz siendo una parte de la historia humana que nunca será contada.
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