Bita

Me lleva de la mano, con el juego de llaves en el bolsillo de su delantal blanco. Yo sigo sus pasos mientras me muestra el alrededor con la bolsa de compras en su hombro izquierdo. Me cuenta historias y me cuenta lo feliz que está conmigo en ese lugar. 

Ella es bajita pero empeñosa hasta los huesos. Conocí muchas cosas y realidades gracias a ella, me mostró la felicidad, el apego, el amor de una madre, una amiga, una abuela. Era pequeña cuando comencé a extrañarla al momento de partir sin mí, siempre la esperaba en el paradero del bus cuando llegaba con su bolso. No faltaba un viernes sin que me trajera un presente…y no faltaba mi llanto cuando partía los domingos. 

Era verano cuando me llevó consigo de nuevo, la ayudaba en lo que podía teniendo mi edad…recuerdo que cosechamos frambuesas, yo me guardaba algunas en el bolsillo de mi chaleco rosa, que luego quedaba manchado del color y olor de ellas. Todas las mañanas me esperaba con el desayuno y me explicaba que haríamos en el día. 

Creo que nunca voy a volver a sentir esa admiración y ese amor tan pero tan puro por alguien más, mi bita es lo máximo, no existen palabras para expresar lo que siento por ella. Tengo tanto que agradecerle, tanto que devolverle….que no se si me alcanza el tiempo…ha pasado por tanto, se ha levantado tantas veces y yo he ayudado en algunas. 

Personas extraordinarias no deberían de sufrir, y digo extraordinarias porque nunca le fallaron al prójimo, nunca hicieron mal…solo esparcen sabiduría, amor…

He perdido tanto tiempo, y me duele saber que no podré recuperarlo, no quiero perderla…le temo a ese hecho…..

Bita quizás nunca leas esto a pesar de que tu me inculcaste la lectura, no hay acción que me deje darte todo lo que tu me has dado, solo espero seguir tú legado, y que cuando yo cierre los ojos para siempre, te vea ahí, parada con tu delantal blanco…estrechandome tus brazos y me hagas un recorrido contándome historias, sintiéndonos felices inmensamente por estar en ese lugar cobijada conmigo.