Escribo por diversión. Porque tengo ganas, porque es lo que más me gusta, aparte de leer. En una época no disponía de tiempo. La lucha por la supervivencia ocupaba mis días y mis horas. Me siento frente al teclado y escribo lo que se me ocurre. Puedo pasar de un hecho cotidiano hasta un hecho histórico, filosófico o político. Escribo sin pensar lo que escribía ayer o hace un mes. Me puedo contradecir o repetir. Me doy el gusto de ser desordenado. Lo hago igual con lo que leo.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS