Me voy a la otra punta, en hora más que punta. Pa comprar lana de muchos colores. Es el arco iris de mi tarde, que anochece demasiado pronto. Me desoriento al anochecer y un conductor, de la Emt, semfada, porque estoy más de la cuenta, con el pito, pito, gorgorito. Me bajo, no me bajo. Me veo, no veo na… Y lleno mi bolsa de esponjosos colores y me voy contenta pal centro, a cambiar una falda de lunares y no llevo ya tiket, en el fondo de mi bolso. La falda, en su bolsa, la bolsa en mi armario, no hay ni cambio ni devolución. Una falda de lunares se quedó olvidada en un rincón, no de mi alma, ni mi ♥️En el fondo del armario, en el que no hace ningún apaño. Y tejeré esta noche, como Penelope, un arco iris de colores. No conozco a Ulises, pero destejere mañana, tampoco a Juan ni a Pedro, me creo que se llama, Tedio. Y tedioso me resulta el otoño y también el invierno. La noche no me confunde, como aquél, en este, mi tiempo. Me desorienta y desalienta, me duele y me pesa. Mañana destejere y esta noche dormiré, entre ovillos de colores. Igual tejo una primavera, en otoño. Igual, me duermo, como un lirón y despierto pal día de la marmota, con una bufanda ya hecha. Ya lo voy viendo y tejiendo, mientras tejo y destejo, a estajo y convierto a Tedio en Uli, pa los amigos,ea🙄
Reservados, lo derechos de la muy autora. Que los escribe, siempre, subida en algún bus, acabado en algún uno. Con la vejiga más que llena. Con el ya me paso de parada y me bajo en la próxima, como aquella peli, del Sacristan. Y sueño con un bus, que lleve retrete. Tanto inventar… y no puedo ni mear. Ya llego a casa, ya llega, mi orgasmo preferido. Después de una larga y cálida meada. Me suena a título de libro, dantaño. Autora, mu antañosa ya🙃
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