VACIAR EL ALMA

La vida es bella, se nos repite todo el tiempo, y resuena en lo más profundo de nuestras almas cuando las situaciones que se nos presentan nos afectan de forma negativa. ¿Pero como se puede ver esa belleza cuando solo vemos desgracias y mala racha en nuestra vida?

Es una pregunta que es difícil de responder cuando estamos en medio del caos, pero es la que nos ayuda a enfrentar esa mala situación, a buscar la salida, a seguir el camino hasta la vida bella para sentir paz. Ese momento se siente que duele hasta los huesos, que daña, que es eterno, que no hay más salida, y en muchos casos y cuando más oscuro se ve alrededor, que todo termino, y al no ver que la señora muerte este cerca, las personas la buscan sin más contemplación. No por esto queriendo decir que es la mejor solución. Ya que al encontrar la muerte estamos corriendo al lado contrario de esa vida bella que tanto añoramos, creyendo que este es el fin a todos nuestros males, cuando en realidad lo que hacemos es sumar más males a esta vida, seguramente no para el que se va de este mundo de esa forma, pero si para sus seres más queridos. Volviéndose este un circulo viciosos en donde cae una nueva persona en esa situación, malos momentos en la que se siente que no hay salida.

Es por esto, y al ver que día a día los seres humanos, independientemente de país, religión, posición social, educación, entre otros, nos vemos envueltos en momentos de angustia, de crisis interminables, de pocas respuestas u oportunidades, de que los que están a nuestro alrededor nos señalen y juzguen por, según ellos, nuestras malas decisiones y un sinfín de sentimientos que nos acorralan y no nos permiten ver más salidas. Por todo esto es necesario que, en determinados tiempos, según nuestras propias necesidades, vaciemos nuestras almas de la mejor forma posible y en donde no afectemos nuestra integridad física ni mental, y mucho menos afectemos a quienes nos rodean.

Y por supuesto que es una idea lógica para muchos, pero cuando una persona está en lo más profundo de una mala situación, no es claro, ni de fácil entendimiento que la mejor salida, en ese momento es vaciar el alma, al no sentir todo eso malo, ni tener esperanzas de algo bueno, y dejar libre el alma, tenemos la oportunidad de suspirar y que ese suspiro traiga de nuevo esa imagen de la vida bella. En ese mismo punto es cuando vemos salidas, opciones, podemos ver más pequeño el problema, y hasta reírnos de nosotros mismos por ahogarnos en un vaso de agua. Y no es para menos, las crisis y los problemas a veces crecen tanto que los vemos como gigantes con quienes no podemos pelear. Pero al final la realidad es que es una situación como la de David y Goliat, en la que solo es cuestión de dar un pequeño paso para vencer ese gigante que nos atormenta.

La vida bella es como una noria (rueda de chicago), a veces estamos en la parte superior de la rueda, en donde se puede contemplar todo el paisaje, y a veces podemos estar en la parte más baja, donde lo único que se ve es el mismo paisaje de siempre, sin nada nuevo por contemplar, o a veces en los medios, donde ni es bueno ni malo, no estas mal pero tampoco te puedes quejar porque es apropiado. Y siguiendo este ejemplo, debemos ser conscientes que esta rueda siempre gira y cambia de posición, esta vida bella está en constante cambio y lo que hoy damos por perdido, mañana se convierte en una gran oportunidad. Solo hay que seguir siempre ese camino de regreso a la vida bella.