Introspección

Introspección

KCH

19/09/2022

Andando lento , respirando rápido, mi mirada se tiñe de agua borrosa, opaca , que torna el panorama de un azul peculiar, que no se siente triste , pero que invade cada célula, cada hueso, cada cabello , cada exhalación de inquietud, de miedos y de sueños ocultos cumplidos de una forma tan particularmente explicita que parece no ser real; y te veo allí, compartiendo  tus sueños vívidos  con los míos , mezclando las añoranzas y deseos más luminosos y más oscuros, entrelazando tus piernas blancas entre mis caderas anchas y fértiles , luego pienso que no podría querer nada más, que justo en tu respiración y en tu aliento me podría quedar a vivir, o a morir, dispuesta a todo sin miedo de ir en primera línea hacia el incierto futuro que tantas tretas me ha jugado.

En mis conversaciones conmigo misma siento que ya tuve o tuvimos suficientes pesares, y suficientes auto sabotajes dolorosos, risibles, patéticos , llegue a la conclusión de que hay que aprender a tomar un »sí» por respuesta sin esperar que la tempestad se haga responsable de arrebatarnos esa felicidad que cuando llega pocos la reconocen… pienso en mis acciones , en mis conflictos internos que terminan tocándote el pecho el corazón y ¿sabes? no quiero saberme desdichada , con los labios rotos de la soledad y de la amarga realidad de haber tenido un cielo azul , abierto, rozagante y haber temido tanto a la lluvia y a la oscuridad que al final  ríos incesantes de cólera bañaran mis deseos con un triste final, uno que yo misma proyecte al viento de las ideas inconscientes y de los temores desenfrenados.

Me hago una propuesta a mi misma , de saber recibir, con las palmas abiertas las bendiciones de esta vida, de la que  muchas veces tanto me quejo, de permitirme sentir la dicha y el gozo recorriendo esos mismos caminos energéticos que la tristeza tanto transitó hasta dejar una mella en mi ser, y pasar por tu vida construyendo con mis manos lo que mi mente y el destino que yo misma me había imaginado jamás creyó posible, hoy siento un buen augurio, un genuino entusiasmo por ti, por mí, por esa libertad que nos permite tomarnos de las manos, de los centros, de las almas.

Para mi León , que sepas que mis reflexiones suenan como bocinas en mi cabeza y que las conclusiones en mi caso cojean y trastabillan pero llegan y llegan con fuerza , retumbando en mi pecho, escapando a través de estas teclas , del tintineo de mis ojos y de la comisura de tus labios gruesos. 

Hoy me siento vencedora de los grilletes que me he puesto, cada vez se aliviana mi caminar , que muchas veces fluctúa pero que al final del día de tu mano vuelo y los pies atados al suelo pasan a un segundo plano.

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