Siempre temía que hubiera un final
tu ausencia en mis noches
y mis días
son casi lo rutinario,
es increíble como puede alguien
cambiar nuestra sonrisa,
el brillo de nuestros ojos
que ahora solo quedaron congelados
y en este frió tu ausencia
se siente mas,
quise que nada se rompiera
trate de dibujar tus emociones
pintar tu amor hacia mi,
pero nunca supe
si tú también al menos querías eso
y ahora me enfrento
en este invierno
con el corazón en la mano
el alma desnuda
y la piel helada
con un vacío y un dolor inevitable
y ya no iré contracorriente
dejare que se rompa lo que tenga
que romperse
dejaré que vueles,
que vueles lejos
de mis ojos
mi sonrisa
y mi nido.
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