Inocente

Papá siempre era malo con mamá, ella estaba triste y lloraba. Por eso yo estaba feliz cuando papá se fue, ahora mí mamá iba a poder estar feliz con mí hermana y yo.

Pero mamá no estaba feliz, ella quería un nuevo papá, eso es lo que me dijo mí hermana, por eso todos los días venían muchos hombres para buscar a un nuevo papá. Pero mamá nunca se podía decidir, siempre salía triste de estar con esos hombres, supongo que ninguno era bueno.

Los hombres siempre jugaban con mí hermana, yo también quería jugar. Pero cuando se lo decía a mí hermana se enojaba mucho conmigo. Ella no era una persona muy agradable, siempre peleaba con mamá, y yo a mamá la quería mucho. Creo que mí hermana no me quería, siempre me gritaba y pegaba, era como papá y yo a papá no o quería, el me daba miedo.

Mamá aveces salía a buscar al nuevo papá y yo me quedaba con mí hermana en la casa, uno de esos días vino un hombre grandote y panzón, le pregunto a mí hermana por «la niña», esa era yo, al fin alguien quería jugar conmigo. Mí hermana se acerco y me dijo que tenía que jugar con el hombre y que hiciera caso, yo estaba feliz porque era la primera vez que iba a poder jugar. 

Primera y última vez hermanita, no pudiste aguantar más, obvio después de conocer lo más horrible de la realidad.

Los juegos de este hombre son raros, tengo miedo y no me suelta. Ayuda.

Perdón hermanita, son tus gritos los que me atormentan. Vos no entendés yo ya estaba cansada no podía seguir así. Además, ¿Vos no querías jugar?