La biblia, Disney y la salud mental

Se podría decir que las personas somos historias, cuentos, textos, llenándose al pasar de los minutos, sin embargo, no son historias sueltas paginas regadas a las que les vamos dando formas, ya nuestras historias tienen un escritor que claramente no somos nosotros, la pluma que nos escribe la tiene otro y la tinta que nos dibuja ya tiene su color.

Creo que tres colores están presentes en varias historias que se escuchan todos los días, empezando por los colores base que en su combinación permiten la creación de otros clores, estos son la religión y el capitalismo, cabe preguntar ¿quién tiene la pluma?, también y con propósito de este texto es importante resaltar una de sus combinaciones la llamada salud mental.

Sin embargo, a diferencia de los colores no las vemos con los sentidos, las leemos con nuestros cuerpos el lienzo es nuestra vida diaria y muchas veces si no la gran mayoría se encuentra escrita en otro idioma que nosotros no hablamos.

Desde aquí y con esa noción presente contare un cuento, empezando por el principio y 1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por Él fueron hechas; y sin Él nada de lo que es hecho, fue hecho. (juan 1 la biblia)

El creo en un lugar muy muy lejano mujeres maltratadas por madrastras, hermanastras o alguna otra mujer como las brujas. Así mismo hombres guapos, ricos, carismáticos y con grandes habilidades llamados príncipes únicos y en búsqueda del amor.

Estas mujeres blancas, altas, delgadas, sensuales, de pelo lacio, en un estado perpetuo de opresión son ayudadas por seres mágicos, hadas, duendes o hechiceras que, con un bibidi, babidi, du creaban una princesa perfecta para un príncipe y en el encuentro de el con ella un despertar del verdadero amor.

Y llegamos al felices por siempre, eternamente bien, infinitamente sanos, en una relación monógama, cristiana católica apostólica romana, que tiene su vida juntos, pero sin perder su individualidad, con límites claros en su relación, dentro de una comunicación oportuna y clara. Donde se llegan a acuerdos comunes frente a la vida social, familiar y por supuesto las relaciones sexuales siempre satisfactorias y nunca rutinarias dado que mantiene la llama prendida.

Porque eso es la felicidad y en estado de salud mental en donde la vida en pareja e individual no se obstruyen sino se complementan, mantienen una vida fitness, ecofriendly, proactiva, propositiva, no usan pitillos, donde tiene un espacio para desarrollarse de forma profesional, educativa, con espacios de amistad y familiar, proyectos claros en un ambiente sano y estable económicamente, pero con conciencia de clase, raza, genero, ambiente y trabajando para un mundo mejor.

Y sobre todo con amor propio, resiliencia ante cualquier adversidad, ya que cada adversidad es una nueva oportunidad, entendiendo con claridad y sin dudar que con convicción, esfuerzo y actitud positiva cualquier meta es posible, perdonando a todo el que tal vez me causo un malestar o daño siempre perdonando, porque hasta el final de nuestros días el amor todo lo puede.

Que linda historia que gran historia la que me han atravesado, siempre recordando que en la biblia están todas las respuestas, y como Dios trinidad nos enseñó. Todas las cosas por Él fueron hechas; y sin Él nada de lo que es hecho, sin embargo, Jesús gritó fuerte: «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?» MATEO 27:46 recordemos que Jesús es Dios es decir él se abandonó a sí mismo, o podría decir no es consciente de sí mismo, no es consciente de que es dios. Dios es inconsciente o dios no existe, pero si dios no existe ……..

Pero ¿Por qué me se esta historia si yo no soy un príncipe o una princesa? Si no todos los días me siento bien, si a veces me siento insuficiente, triste, solo o melancólico, cuando no todo el tiempo me estoy auto realizando, por más esfuerzo que realice hay cosas que no puedo hacer o arreglar, si el hambre no es una oportunidad sino un impedimento.

Como estar en armonía conmigo cuando la mayoría de mis decisiones no son ni fueron tomadas por mí, como hacer con el amor propio si en verdad extraño, como poner límites al amor cuando ni entiendo que es eso, dios me dice que soy un pecador, disney que vivo en un mundo de hadas y unas personas de bata blanca muy al estilo capitalista me dicen que tengo que ser de cierta forma para estar bien. Seria esperanzador que me contaran una historia donde la imperfección sea estética, a saber, que rico es comer con hambre.

Por: Alejandro Salazar Perez

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