Te conocí toda la vida y es mentira pero parece, pues el cariño se hace inmenso y crece cada día.

La confianza se palpa, se nos safan los apodos, y el cariño prematuro no hace peso ni disgusto.

Pasando mis pesares te pasaste por mi vida y no maldigo aquel tormento que nos hizo coincidir.

Descubrir que éramos espejos dibujó sorpresas en mi mente, y los gustos semejantes saltando a son de suerte.

Mi complicada cómplice de frágil corazón, hoy te guardo del peligro y tú me guardas del dolor.

Con acordes de guitarra, y con pinturas de pared, con canciones sugeridas, todo arte y menester.

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