La genuflexión teatral, el aplauso de los espectadores, el fin de la función.
Rutina practicada mil veces, tal como el acto de escapismo que quitaba la respiración del público y que una vez más representarían la noche siguiente; pero aquel viejo mago acostumbrado como estaba a las ovaciones y a ver el asombro en los ojos de su auditorio, seria sorprendido por el destino.
Una magia poderosa y que él no entendió nunca lo esperaba tras esta función, un último acto del cual no lograría escapar, cuando pensó que solo lo podría esperar la muerte… lo sorprendió el amor.
OPINIONES Y COMENTARIOS