ENCERRADA EN UNA BURBUJA

Melanie tenía 16 años cuando la conocí, ella no era como todas las chicas de su edad, no le gustaba hacer contacto con la gente de ninguna forma. En la escuela se sentaba hasta atrás como si quisiera ser invisible ante todos y para ella eso era lo mejor pues así nadie la volvería a lastimar ni a traicionar como en el pasado.

Mi primo que la conocía desde pequeña me conto que hace 3 tres años Melanie tuvo una amiga a la que le había brindado toda su confianza, le contaba todos sus secretos, pero al parecer no era reciproco ya que la traiciono y utilizo todos sus secretos en su contra y para cerrar con broche de oro se volvió novia del chavo por el que Melanie se había enamorado. Desde ese momento Melanie dejo de confiar en la gente y se encerró en una burbuja donde nadie puede entrar y de la cual ella no puede salir.

Si se preguntan quién narra esta historia… Mi nombre es Eduardo y he de confesar que desde que la vi me enamore de ella, pero para ser sinceros me ha sido muy difícil acercarme a ella ya que casi no habla con nadie y cuando trato de entablar una charla ella es muy cortante y se va. Pero no me rendiré para mi Melanie es una persona muy especial y sé que está herida pero yo la ayudare a sanar.

He empezado a enviarle cartas y regalos pero como un admirador secreto, claro que al principio pensó que era una mala broma y tiraba todo a la basura; pero un día le deje en su mesa una flor que había cortado del jardín de mi mamá y una carta, ese día empezó a ver que no era una broma y que todo lo que de escribía en las cartas era real, día tras día a Melanie le brillaban los ojos cada vez más como unos hermosos diamantes.

Así pasaron 4 meses y llego el día en el que le rebele que yo era su admirador secreto, Melanie se quedó muda con la carita toda rojita solo dijo gracias y se fue corriendo. Y así paso una semana en la cual ella se escondía de mi hasta que al inicio de la siguiente semana me hablo y me dijo que ella sentía l mismo por mí.

Me sentí tan contento que no dude en pedirle que fuera mi novia a lo que ella respondió un si con voz baja, la abrase y le di un beso en la frente. Todo empezó a caviar pues Melanie empezó a hablar más y poco a poco logre que romper esa burbuja en la que ella estaba encerrada.

Y han pasado los años y pues Melanie y yo nos casamos ella es una gran mujer que decidió ayudar a otras niñas a no encerrarse en una burbuja como ella lo hizo por miedo y yo la sigo amando y apoyando en sus proyectos como el primer día.