Amor Interrumpido: historia de amor entre un gato y una casa

Amor Interrumpido: historia de amor entre un gato y una casa

Rosama

26/08/2022

Amor Interrumpido: Historia de amor entre un gato y una casa

La puerta frente a la nuestra se ha abierto hoy por primera vez desde que llegamos aquí. Muy quieta para que no se percaten de mi presencia, espío a través del ventanuco que da al pasillo comunitario y veo entrar cajas grandes y otras más grandes aún. También luchan por traspasar el umbral diversos muebles envueltos en plástico, alfombras y muchas, muchas más cajas. Desde esta mañana se escucha un gran estruendo que tiene aterrado a todo el edificio. Yo sigo aquí quieta y con los ojos muy abiertos. No puedo dejar de mirar la puerta abierta porque nunca la había visto así, tan expuesta, invitando al que quiera a penetrar su hábitat. Siento unos celos tremendos y si pudiese saldría a repartir arañazos a todo el que la tocara, pero no puedo sino que empezar a aceptar con resignación que nuestra historia de amor ha terminado abruptamente. Sin poder evitarlo emito sonidos lastimeros. Quién viene a romper nuestro idilio, quién osa perturbar nuestra querida paz, quien irrumpe en nuestro universo hecho de una intimidad que solo los enamorados conocen. La casa vacía y yo teníamos una relación toda nuestra y alguien se ha entrometido. Lo ha hecho a la fuerza y sin pedir permiso. Una violación en toda regla. No ha habido miramientos y ahora la soban, la ensucian, le arrancan el papel pintado, la rompen a martillazos. Yo, desde mi puesto de vigía no puedo sino rezar y llorar por ti, mi preciosa casa vacía, mientras escucho con horror cómo te maltratan. Cuando acaben contigo ya no quedará mucho de ti. Quizá algún marco de una puerta o alguna repisa olvidada, pero el resto será nuevo, de otra pasta, otro material, menos noble, más moderno y sofisticado. Yo te buscaré en mis recuerdos, en aquellos que se forjaron esas noches que, sin que nadie me viera, me colaba por el hueco de tu ventana desprovisto de cristal. Recorreré con la mente los pasillos de tu cuerpo, soñaré con frotarme en tus rincones, reiré contigo y bailaré en tus salones y me enredaré con tus visillos y daré miles de vueltas hasta caer redonda en el centro de tus dominios, feliz. Pero ahora me siento como un amante cobarde que sin poder dejar de escuchar el lamento angustioso de tu saqueo y derribo no soy capaz de enfrentarme a tus captores. Pasaré la noche llorando en un rincón. La vida no trata bien a los amantes.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS