Vida, mi buena amiga

¿Cuál es el sentido de vivir? Me preguntó si hice todas las cosas que quería antes de morir. ¿Sera que todos nos sentimos igual en esta instancia?

Esto y más pienso mientras caigo, ¿De dónde estoy cayendo, hacía donde?… Del todo hacia la nada; caigo a la oscuridad, a la soledad, al vacío. 

¿Cómo será que me recordarán cuando ya no esté? Espero que con amor, cariño y alegría, no quiero más tristeza después de mi muerte, ya fue suficiente. 

Y mientras me entrego por completo a la muerte lo veo, lo escucho y lo siento; ¿Qué es? Miedo, miedo a desaparecer, a dejar de existir y entonces empiezo a resistirme a ella, no quiero morir, quiero seguir con vida, disfrutar de lo que me gusta, de mi familia y amigos, recuerdo a toda la gente que me ama y me doy cuenta que no estoy sola. 

Empiezo a luchar contra ella, la noto desesperada, sola y triste, no quiere que me vaya. Me ruega que me quede a hacerle compañía pero ya no quiero. Es muy fuerte y nose si pueda ganarle, lloro desconsoladamente por no poder seguir, por ser tan débil y cuando menos me lo espero, la vida me agarra la mano, sacándome de lo profundo de este poso vacío, oscuro y fría. 

Lo veo, lo escucho y lo siento ¿Qué es? Una mezcla de alivio y miedo. No puedo evitar pensar si estoy haciendo lo correcto, me pregunto si va a volver a pasar, si voy a ser lo suficientemente fuerte para seguir adelante. Me aferró a estos sentimientos y los disfruto, me los quedo y no los suelto. Ahora la vida es mi amiga y con ella viene la promesa y esperanza de algo mejor, de un futuro incierto pero que esta vez me genera tanta curiosidad y siento la valentía para poder afrontarlo. 

No estoy sola… Estoy llena de vida.