El eterno lamento…
Me llama por mi nombre
Consigue atarme
Conducirme hasta el llanto
Se entierra como cuchillo
en mantequilla caliente
Penetrando hasta el inconsciente
Fundiéndose con las entrañas
Y no es por ti
Ni mucho menos por mí
Cada paso que doy
oigo crujir las hojas secas
Que acallan las voces
de mi corazón marchito (podrido)
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