LA ODISEA ESPACIAL DE ZIGGY STARDUST: LA INFLUENCIA DE DAVID BOWIE EN EL ESPACIO

LA ODISEA ESPACIAL DE ZIGGY STARDUST: LA INFLUENCIA DE DAVID BOWIE EN EL ESPACIO

El 6 de febrero del año 2018, era lanzado a la órbita el automóvil modelo Roadster del fabricante estadounidense Tesla Motors, desde la plataforma 39A de la NASA en el Kennedy Space Center en Florida, donde se lanzaron las misiones Apolo y Lanzadera Espacial. Se realizó en el primer lanzamiento del Falcon Heavy en una órbita elíptica alrededor del Sol.

El que para muchos es el punto de partida de la inminente colonización espacial que personajes como Elon Musk, vienen promoviendo desde hace ya varios años, transporta un pequeño detalle que, si bien no tiene impacto alguno en la misión, nos da pauta a reflexionar en torno a la influencia de un personaje tan apasionante como inclasificable en el mundo de la ciencia aeroespacial.

Al interior del Roadster color rojo que marcha en inalterable quietud, “suena” uno de los más grandes himnos de la música popular contemporánea, Space Oddity de David Bowie. Lo que aún hoy día continúa dividiendo opiniones en el ámbito de la ciencia, entre saber si la disparatada idea de Musk, no pasa de ser un capricho más, que las incalculables fortunas de algunos pocos pueden hacer realidad, o si esto representa un genuino esfuerzo por acercar la ciencia a cada vez mas personas, representa en realidad una más de la múltiples referencias que la comunidad científica a hecho al hombre que conquistó el espacio sin siquiera traspasar la atmosfera terrestre.

Cualquiera que se jacte de tener un amor verdadero al mundo de la ciencia no puede dejar de admitir que una de las fuentes más ricas de ideas para el pensamiento científico se encuentra precisamente en el arte. Música, cinematografía y literatura, por mencionar sólo algunas de sus ramas, han servido a lo largo de la historia como fuente de inspiración para grandes científicos en todo el mundo. En el sentido opuesto, la historia no es diferente. Desde Leonardo Da Vinci hasta Julio Verne, la ciencia siempre ha resultado un marco atrayente para creadores de las más diversas disciplinas. Será quizás su naturaleza misma como base de la composición estética o su enigmática relación con el todo. Lo que es un hecho es que no hablamos de una coincidencia llana cuando decimos que artes y ciencias mantienen una relación estrecha, natural e inquebrantable.

Para David Bowie, quizás la pasión por el mundo de la ciencia y la tecnología no resultó ser una constante a lo largo de su carrera, al menos no desde el punto de un análisis estrictamente pragmático. Su profunda pasión por el conocimiento se encontraba más bien camuflada entre metáforas y ramificaciones de sí mismo. Space Oddity surge como una referencia quizás paródica al trabajo de Stanley Kubrick, 2001 A Space Oddity, que tanta influencia tuvo sobre él. La canción se convirtió casi de manera inmediata en una explosión de dramatismo.

Como resultado de ello, la BBC de Londres eligió el tema de Bowie como banda sonora de su transmisión sobre la llegada del hombre a la Luna en ese mismo año. No podríamos decir que esto es una total coincidencia, pues al paso de los años el músico inglés siguió haciendo guiños al campo de la astronomía.

David Bowie pensó en el universo hasta su último aliento. Existió siempre, aunque tal vez no como una cicatriz de sus orígenes, un amor sincero de su parte a las estrellas. Sin entrar jamás en cuestionamientos de índole técnico, sin referenciar nunca datos oficiales o profundizando en detalles que poca repercusión habrían tenido en su obra. Más bien encerró su pasión por el universo en pequeñas dosis sonoras que distorsionaban las imágenes establecidas que se tenían de la cosmonáutica.

Desde su primer LP al que daba título la ya antes mencionada Space Oddity, hasta su último trabajo, Black Star, existió casi siempre una marcada connotación cósmica que, en mayor o menor medida, fue convirtiendo a Bowie en un referente de culto para el mundo de la ciencia aeroespacial.

La influencia que los temas científicos tuvieron en el artista no quedó ahí. No fueron pocas las ocasiones en las que Robert Jones, se alejó de la parafernalia de los escenarios para abocarse a la interpretación de diversos personajes en el mundo del cine. Muchos de ellos dejaban ver de manera sutil un trabajo bien fundamentado y claramente influenciado por cuestiones científicas.

Desde El ansia, de Tony Scott (1983) hasta su magistral interpretación de Nikola Tesla en The Prestige, dirigida por Christopher Nolan en el año 2006. Nombres que no aparecen aquí sin un trasfondo que mucho tiene que ver con lo que se busca exponer en este texto, David Bowie giró durante casi medio siglo en torno a la ciencia. Científico del arte como han existido muchos, su trabajo multidisciplinario trascendió por encima de los límites artísticos.

En el año 2015 Chris Hadfield, astronauta de la Estación Espacial Internacional grabó oficialmente el primer video musical desde el espacio, la canción que interpretó fue “Space Oddity”. Al cabo de un año, tiempo que duró el permiso emitido por el propio Bowie, el video se había convertido en un fenómeno global a través de las redes sociales. Paradójicamente el permiso expiró apenas tres días después de la muerte del artista. Merecido homenaje final al hombre que visitó las estrellas sin abandonar el planeta Tierra.

Luego de 47 años de trayectoria marcando la pauta en la tierra de la creatividad, resultaría difícil pensar que la obra de Bowie no dejó una larga estela de referencias y herederos ocasionales. Los espectros de su influencia se perciben no sólo en la música, sino también en diversos ámbitos de la cultura que incluso parecerían alejados de la sombra que cobijan los acordes de la música popular. Desde el cine hasta las ciencias del espacio pasando incluso por aspectos socioculturales, Robert Jones, enfundado en cualquiera de sus múltiples alter egos, brindó riquísimas ideas que prevalecen y seguirán vigentes con toda certeza al paso de los años.

This is Ground Control to Major Tom

You’ve really made the grade

And the papers want to know whose shirts you wear

Now it’s time to leave the capsule, if you dare


This is Major Tom to Ground Control

I’m stepping through the door

And I’m floating in a most peculiar way

And the stars look very different today


For here am I sitting in a tin can

Far above the world

Planet Earth is blue

And there’s nothing I can do…

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