La existencia de los enamorados

La existencia de los enamorados

No te preparan para el amor, como no te preparan para la vida.

Naces y ves todo nuevo, todo luminoso, todo mas bullicioso y a la vez ensordecedor y entonces extrañas la oscuridad, el silencio, la paz & la protección materna, el calor de su cuerpo y la quietud que solo te pertenecía a ti & a nadie mas que a ti.

Cuando te enamoras, la cuestión no es muy distinta a la de sentir el primer golpe de vida al momento de nacer… también es todo ajeno a tu realidad & por alguna razón sales & entras de dos nuevos campos de protección con la única diferencia de que el segundo es tan acogedor como dañino & tan saludable como enfermizo… pero no quieres salir, extrañas a tu amante como extrañabas el calor materno, y el sentido de pertenencia de algo que no es tuyo se vuelve asesino, te hace falta su ruidosa mente aunque tu corazón pida calma & sin su presencia vuelves a la oscuridad de tu refugio pero te agobia, no quieres estar solo…

& entonces descubres que no te preparan para el amor, como no te preparan para la muerte.

Mueres & aunque las circunstancias varían mucho; ves tu vida pasar en los últimos segundos , ves lo vivido & lo faltante por vivir; agradeces & te arrepientes, buscas perdón en un Dios en el que no decidiste creer hasta que su enemigo te arrulla en su lecho arrebatándote las ultimas esperanzas de mantenerte firme en el mundo de los vivos y sabes que aunque no quieras, aunque los segundos parezcan horas, aunque el aire se agote y lo atrapes con suspiros fatales & aunque tus ultimas energías quieran luchar, es el fin.. Es el fin y no puedes hacer nada al respecto.

Cuando te enamoras, la cuestión no es muy distinta a la de sentir el último golpe de vida al momento de morir… Las circunstancias varían & te cuesta acostumbrarte al cambio, el amor es tan fugaz como los últimos segundos, recuerdas lo cumplido & las promesas que se desvanecen, das las gracias por haber sentido & te arrepientes de no haber podido sentir mas, buscas consuelo en un Dios en el que no decidiste creer hasta que su enemigo te arrulla en su lecho arrebatándote las ultimas esperanzas de mantenerte firme en el mundo de los enamorados y sabes que aunque no quieras, aunque las horas parezcan segundos, aunque se te corte la respiración y suspires con dificultad las ultimas letanías de tu romance & aunque tus últimos deseos quieran luchar, es el fin.. Es el fin y no puedes hacer nada al respecto.

& entonces descubres que amar es algo tan relativo como la vida & la muerte, con la alegría & el dolor de ambas, con la fe & desesperanza que te regalan y con lo subjetivo de su existencia…Y notas que todo es un proceso vital, que la vida necesita de la muerte & viceversa… Y que no valdría la pena vivir mil años, ni morir en un segundo sin haber amado al menos una vez.

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