Eran las 11pm, iba rumbo a mi casa luego de un agotador día de trabajo, trabajo en la biblioteca y a veces hay alto flujo de personas y es algo cansado estar buscando libros, aunque es lo que me apasiona hacer; saqué un cigarro y mi encendedor cuando me percaté de que alguien me seguía, me asusté y aceleré mi paso hasta que llegué al paradero del bus donde inmediatamente miré hacia atrás y la vi, joder era supremamente hermosa, ojos color miel, morenita cabello largo y negro, aproximadamente 1.55 de estatura y unos labios color carmesí aunque mire que brotaban unas lágrimas de sus tiernos ojos y le pregunté que si estaba bien y me dijo que no, la invité a un café y cuando estuvo más tranquila decidió contarme, empezó diciéndome que alguien la perseguía, era su ex novio y le gritaba cosas y la quería llevar a las malas al apartamento de él, pero ella lo único que hizo fue salir corriendo y cuando me vio salir de la biblioteca decidió seguirme para sentirse más segura, me conmovió demasiado y le pregunté donde quedaba su lugar de empleo y me dijo que en la cuadra de arriba de la biblioteca así que le dije que si quería intercambiamos números telefónicos y yo iba y la recogía y la acompañaba a su casa, y así fue, cuando guardó su número en mi celular vi su nombre, wow Mariana, que nombre más hermoso, la acompañé hasta su casa y nos despedimos, me dijo: “hasta mañana, querida amiga descansa”, solo me quedó sonreírle y decirle que lo mismo.
Al regresar a mi casa sentí la ilusión más grande, yo una simple mujer de 1.60, algo gorda no mucho, cabello corto blanca y literal un ratón de biblioteca ilusionándome de una mujer tan bella como ella, Mariana.
Al despertar le dejé un mensaje de buenos días, al cual ella me respondió: “Fernanda, te deseo un feliz día nos vemos en la noche, te compensaré el café de anoche”, joder me salió una sonrisa inmensa y fui feliz rumbo a mi trabajo, cuando llegó la hora de salida me di un suave retoque en el maquillaje y fui rápido a recoger a Mariana, cuando me vio salió de prisa a saludarme y me dijo, vamos a tomarnos un café y platicamos mejor, me preguntó de mi vida y pues le conté todo, literal todo pero hizo una cara de reprobación cuando le dije que me gustaban las chicas, eso me mató pero le expliqué mi razón y entendió, ella también me contó sobre su vida y me dijo que llevaba casi toda su vida con su ex, ella tenía 24 años de edad y tenía 14 cuando inicio con él, no sabía de amores y vivió siempre de lo que él le enseñaba, lloró mucho y eso me conmovió así que cambié de asiento para abrazarla y me dio las gracias, entre susurros me dijo que si se podía quedar en mi casa, y solo pude responder que sí, no sabía que más decirle, a mí nadie jamás me había puesto nerviosa y esta chiquilla lo consiguió en menos de un mes, caray.
llegamos a mi casa y me pidió una toalla prestada, le saqué una limpia y mientras ella se duchaba saqué una de mis pijamas y se la dejé encima de la cama mientras yo acomodaba las cobijas en el sofá para yo dormir ahí, le preparé algo de comer y cuando ella salió de la ducha entré yo, cuando salí ella estaba acostada viendo novelas y me dijo que la acompañara que no quería dormir sola y bueno, yo accedí, en medio del silencio ella me dijo: “puedes regalarme un beso”, yo le dije que sí y de lo di en la mejilla a lo que ella no accedió y me dijo: “no, en la boca”, y ella misma me agarró y me dio un beso que me flechó inmediatamente, ella dijo que se sentía bien y que quería experimentar algo más, y yo feliz la cosa se puso algo candente y mientras ella sentía placer yo iba sintiendo que en mi crecía un amor infinito por ella, cuando terminamos me lo agradeció me dio un beso se acurruco y quedó profunda; al día siguiente al levantarme vi que en la mesa habían dos desayunos y un sonido salía del baño fui a mirar y ella se estaba bañando, yo sin miedo alguno entré, le hice el amor nuevamente, terminamos de ducharnos y a desayunar, mientras comíamos ella me dijo que si en la noche podríamos regresar a mi casa y de inmediato le dije que sí.
La llevé al trabajo y al despedirnos me dijo que quería iniciar una relación conmigo, pero que luego hablábamos mejor de sus miedos y de lo que podría pasar, me dio un beso y entró al consultorio clínico, es secretaria de ese lugar, todo el día en mi trabajo tuve una sonrisa de tonta que hasta mis compañeras se burlaban. Las 6:00pm, ¡perfecto!, iré por mi princesa al verme fuera del consultorio salió corriendo y se abalanzo a mis brazos y pensé “carajo está mujer me va a volver loca”, llegamos a casa y me puse a hacer lo mismo de la noche anterior, nos acostamos a ver series y luego de eso hicimos el amor, al terminar me dijo que quería hablar y pues ya saben, yo era feliz escuchándola, inició: “como sabes toda mi vida solamente giró en torno a mi relación con Sebastián, y pues mi papás son algo religiosos y no están de acuerdo con las parejas del mismo sexo, no es que los odien pero no quisieran jamás en la vida verme con otra chica en una relación estable, pero yo quiero intentarlo contigo y no sé si tú quieras ayudarme a afrontar todos los obstáculos que se presenten”, yo sin duda alguna, sin miedo y con la mayor ilusión le dije que sí, que yo sería capaz de afrontarlo todo y que si sus padres se oponían viviríamos juntas, que nada ni nadie nos iba a separar y ella con una gran alegría me dijo que si yo quería ser su novia y le dije que no, que así no y se sorprendió, pero de inmediato yo le dije, Mariana Guerra Marulanda, ¿quieres ser mi novia?, y por supuesto contestó que sí, y agarramos un taxi y nos fuimos para mi casa, esa noche no hicimos el amor solo vimos películas y pedimos pizza, yo jamás en la vida había sido tan feliz y creo que ella tampoco. A las 12:00 de la madrugada recibe una llamada de su padre, él muy preocupado le dice que donde estaba, que su madre y él estaban preocupados, ella le dijo que se quedó de nuevo donde su amiga y que mañana iría a casa, que debían hablar muy seriamente, se despidieron y ella me dijo que iba a afrontar todo y les iba a decir sobre nuestra relación, – ¿quieres que te acompañe?, -¡no!, déjame hacer esto sola.
Dormimos e hicimos la misma rutina, la llevé hasta la esquina de su casa y al regresar a casa recibí un mensaje, era de mi princesa se notaba muy feliz, decía que sus padres me querían conocer y que al día siguiente de habían invitado a cenar, esa misma noche busqué mi mejor traje, yo no soy de vestidos así que saqué mi smoking lo planché y lo guarde en su paño, me cambié en la biblioteca y cuando fui a recogerla ella quedó asombrada y me dijo que yo estaba muy hermosa y me besó, cuando llegamos a su casa sus papás me recibieron muy bien cosa que me sorprendió, cuando terminamos de cenar vinieron las preguntas incomodas, y la que mejor pude responder fue: ¿qué quiere con mi hija?, les dije que quería hacerla feliz, enamorarla jamás hacerle daño, formar un hogar viajar por el mundo y hacer muchas cosas con ella por primera vez y que ojala lo que más deseaba, que fuera para siempre. Que no iba a ser como aquel patán que se fue y solo supo hacerle mal, sus padres me aceptaron y pues ya se imaginan la mujer más feliz, esa noche me dejaron quedar en su casa y dormimos juntas, por respeto a sus papás no hicimos nada, pero yo feliz de compartir tiempo con ella.
Cuando llevábamos ya 3 años de relación decidí proponerle matrimonio, lo hice en el café donde la llevé la primera vez, aceptó, obviamente ja,ja,ja. Estábamos tranquilas en el sofá de casa de ella cuando le entra una llamada, un número desconocido entonces ella me dijo que contestara, era ese estúpido, no sé qué carajos quería luego de tres años venir a fastidiar, no que no moleste, eso a ella la indispuso tenía miedo de que él me hiciera daño o que hiciera de todo para separarnos, yo la hice sentir segura diciéndole que todo iba a estar bien, así que decidí llevarla de viaje, ya habíamos ido a gran parte de Colombia, así que decidí llevarla a otro lugar del mundo, elegimos Italia, fue súper feliz y yo amaba hacerla feliz. Al regresar a casa estaba ese patán, quería dizque pedirle perdón, ella junto conmigo y sus padres lo corrimos de la casa y le dijimos que si regresaba lo denunciábamos.
Llego el día más esperado, yo estaba nerviosa en medio de la playa mirando a mi abuela y con los nervios de punta mientras el notario me decía que me veía bien y que ojala fuera muy feliz al lado de Mariana, cuando la vi, con su vestido blanco y un maquillaje que la hacía lucir aún más bella, en ese preciso momento solo pude pensar: “ella, simplemente ella”; agarrada del brazo de su padre el cual me la entregó diciéndome que me agradecía por hacer tan feliz a su hija, cuando la ceremonia terminó nos fuimos rumbo a nuestra luna de miel, la cual fue por toda Europa, al regresar a nuestro hogar sus padres nos dieron su regalo de boda, un apartamento nuevo, donde iniciaríamos nuestro hogar con nuestras dos pequeñas mascotas y nuestras ganas de seguir luchando por nuestro amor, jamás pensé que esa noche donde pasé un susto porque alguien me estaba siguiendo iba a terminar en mi felicidad eterna.
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