Tratando de una nueva historia empezar, nuevas fantasía para explorar, en una antigua, pero presente realidad.

Retomando algún reto olvidado, que no era tan sencillo, ni difícil de alcanzar; y olvidar lo que significó, algo entre tu y yo. 

Que no.  Que no puedo dejar de imaginarte, encendiendo en mi aquella llama agitada.
Que no.  Que no paro de pensarte, y por más que trate, tu bella imagen no puedo fingir olvidada.
Que no.  Que no sé a que juega mi mente, pues perturba la tranquilidad que esta bastante ausente.
Que no.  Que no lo aguanto aquí en el frío de esta soledad, pensando en el calor de dos en unidad. 
Que no lo puedo ya soportar. 

Que mi corazón no da pa más, y el deseo me traiciona porque no estas para mi sed saciar.  Esta sed de poseerte más, ¡qué yo te quiero entre mis brazos nomas!  Y no, no son dos las que mis desvelos atrapan, son más, las torturas en esta triste cama, casi vacía y con sábanas sudadas.

Son horas, tres corridas, son tres seguidas, que no permiten dormir en calma, porque tu espalda no siento al tener la almohada entre mis brazos. Y la humedad marcando surcos en mi piel calada, es el llanto del alma, pues lejos estoy de tus labios y de tus piernas blancas. Son lágrimas que no se detienen, por los deseos del alma con sus vías de sangre, como fuego, doquiera para y la noche hace larga.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS