Porque’s

Porque di cuenta que no merezco aquellas migajas de amor que me diste. No merecía estas inseguridades que sólo agregaste en mi consciencia. No estabas bien y yo tampoco, por ahí ese fue nuestro mayor error. Yo aceptar e idealizar cada mínima muestra de amor, y vos por intentar mantener una relación sabiendo lo mal que estabas.

Porque prometiste jamás lastimarme, y al final solo se convirtió en una frase tan repetitiva que dejó de tener valor. Porque cualquier cosa que me digas, aprendí a no tomármela en serio, sabía que volverías a hacerlo.

Porque pasaste de ser la razón para levantarme, a ser por la cual no quiero despertar.

Porque ahora en mi cabeza no dejo de pensar en que fallé, en lo insuficiente que fui para vos, en que a lo mejor tuve que darte más, ¿Pero que más podía darte? Si todo era tuyo, incluso aquello que no tenía. Y con esto solo puedo pensar en que di demasiado. Porque ahora que no estás, ya no tengo nada.

Porque pensé que, terminando, aquella luz que te di volvería. Pero me quedé con toda tu oscuridad, con las inseguridades, con aquel silencio y dolor que sólo me brindaste el último tiempo.

Y porque el pecho me arde al saber que jamás sufrirás mi ida como yo la tuya. Ya que tu despedida fue aun cuando yo tenía un banquete de bienvenida, fue cuando aún tenía comida que servir y amor que dar, mientras que yo, sólo me fui cuando vi que no volverías.

¿No valgo la pena? ¿Fue eso? Dijiste tener miedo de volver porque no querías ser lastimado, por cómo te miraba y contestaba. Sin embargo, yo jamás te brinde un silencio, jamás te ignore o te abandoné, y vos lo hiciste. ¿No vale la pena todo el amor que aún tengo para darte por el simple hecho de salir lastimados? Todo lo que hice, lo que te di. ¿Fue opacado por aquellos enojos causados por el silencio que recibí? ¿Realmente tan poco valgo? Pensé que nuestro amor era uno que no lo podría romper nadie, ese mismo amor que tanto jurabas tenerme, ese que no fue lo suficiente como para arriesgarte.

Entonces ahí caí en cuenta, que nuestro amor nunca estuvo balanceado. Porque mientras yo daría todo por vos, incluso dejar el miedo a ser rota nuevamente, vos ni siquiera te arriesgarías.

Y debe ser porque encontraste a alguien más, maldito el día en que me dijiste quien es, porque no puedo evitar compararme. Y sé que jamás seré así, porque vos buscabas otra cosa, mientras yo solo te buscaba a ti.

Porque siempre fuiste suficiente para mí, y yo solo era aquello que tenías y te conformabas. ¿Tan poco valgo? Se que es repetitiva la preguntaba, pero lo es aún más en mi cabeza.

Porque te di todo y aun así no te bastó. Porque no decidiste arriesgarte nuevamente por mí. Porque ya conseguiste a otra persona en tan solo un mes de nuestra ruptura. Porque me abandonaste al conseguir amigos nuevos. Porque solo me brindaste promesas vacías. Y porque aún después de haber terminado, no te preocupe ni un poco. Hasta el día de hoy me pregunto si comes bien, como te sentís, y que estarás haciendo. Preguntas que seguramente no rondan en tu cabeza.

Y lo peor de todo, es mi habitación, un lugar en el que me quiero quedar y odio tanto. Sólo me trae recuerdos de ti, de aquellas siestas y abrazos, de todas las risas y llantos. Y la amo tanto por eso, pero la detesto porque ahora solo quedan lágrimas y dolor. Intente cambiando todo de lugar, y aun así te siento presente. Me dan ganas de quemar todas aquellas cosas que me regalaste, y a la vez de dormir abrazándolas. A veces simplemente desearía por volver a dormir una vez más con vos, porque la última vez que viniste no fue suficiente tiempo para mí.

Y me está matando, no quiero dormir más en esa cama, no quiero estar más en esta pieza, ni quiero vivir cerca tuyo. Porque cada vez que duermo, que salgo y que intentó descansar solo estas en mi cabeza.

Lo más doloroso es que aún te amo a pesar de todo. Te amo cada vez que te reis, cuando me contas sobre cosas que te gustan, ese brillo en tus ojos que simplemente me hacen querer besarte, amo tus abrazos y tus mimos, amo tu voz y amo todo de vos. Mi mamá me llama estúpida por seguirte amando, y yo también lo creo. ¿Por qué seguirte amando después de todo? Lo triste, es que vos ya no. Y aún lo es más, que, si me decís ahora mismo de volver, aceptaría sin pensarlo un segundo. Pero sé que al que extraño y amo, no lo hace de la misma manera, y que, a pesar de querer volver, sé que, si volviera a pasar por lo mismo de los últimos meses, posiblemente me mataría.

Porque sé que, si vuelvo a romperme, ya no quedaría nada de mí.

Solo espero que algún día este dolor se vaya, y volver a ser feliz, con o sin vos.

-V.C