Cuantas patas tiene el gato

El hedor de los rumores, cubría el piso de aquel lugar, parecería tal cual, que nadie iba a enterarse de lo ahí ocurrido. Porque entre secretos y susurros, la verdad era el único arcano que nunca se dijo.

Las ventanas dejaban entrar moscas, atraídas por la podredumbre de sus pensamientos, el asqueroso color de su mente trascendía las fronteras de lo inmaterial y atraía con su olor a la muerte. No era para menos, su mirada incandescente desnudaba monjas con la pupila, su boca exhalaba el aroma fuerte de un licor muy añejo y sin embargo era bien entendido cuando cruzaba la calle, si los ojos ajenos le rechazaban, que los suyos traspasarían la materia al dirigirse al otro lado de las miradas.

Se sabía poco de su vida, todo lo que a cuenta gotas preguntaban los curiosos, era lo que se decía a través del vulgo, ya que las amistades no le sobraban y su mirada parecía disfrutar misantropías entre los barrotes de su ventana. La gente se preguntaba al pasar por su casa, que pasaba por su mente que reflejaba tantos horrores a la simple vista del habla y este como fuego, ardía con las gases de su llana presencia en una plática, sin embargo, en la intimidad de su alma, el conocía todos los secretos de una buena amistad y las apariencias no le eran indiferentes al sentirse seguras con él, al punto de ser sinceras.

El soliloquio lo buscaba para encarnar la materia oscura de su podrida mente en el inconsciente de lo colectivo, en donde quedaría como registro, el recuerdo de su alma en gusanada, ardiendo al alcanzar un éxtasis de soledad en vela de juicio, de un juicio mortal que gruñía en su mirada, al preguntarse, si era verdad que le disfrutaba o era lo que en la alacena escondía para tragar sin fruncir el ceño por el sabor de tal soledad. Podría mentirse y seguir adelante, creyendo conjeturas de el mismo, que no revelaban arcanos a la vista del pensamiento, a no ser, que este viniera con intensiones dispersas y que en pasiones su atención quedara atrapada, el suficiente tiempo para engendrar una expresión, una relación entre él y sus secretos, aquellos que ni su disfuncional psique comprendía, pero que sin embargo, eran pieza de su alma.

A medida los discursos crecían a través de su mirada, los rumores de los curiosos, a corto plazo, su saña escondían, al otro lado de la pared escuchando a través de un vaso, cualquiera que fuera la locura, que la soledad y el loco, dispararan al viento, sin importar lo que decían, sin importar lo que ahí había, eran los entrometidos los que construían su imagen pública en la mente del colectivo, porque sus secretos, cual acertijo, hasta de su propia atención se escondían.

En su mente crecían las interrogantes y se hacían más prontas sus propias preguntas, pareciera un sonar tranquilo el de unas tazas de café y unos platos, al cabo de unos años ya no importaba, aquella oscura casa, que apestaba a pensamientos, ya podía ser ignorada, porque ni impetuoso, ni respetuoso, se escondió en la irrelevancia, tras encumbrar un verso en la nube, dándose cuenta que la putrefacción de las almas, ya había extendido gangrena en los registros de lo insondable, tras una excusa que los espías solían llamar internet, sin embargo, tampoco era relevante, un narcisismo compartido que no capturaba su atención, no obstante, en ciertas tardes peculiares, donde la lluvia convertía en grises los días, imaginaba las nubes de las mentes de sus vecinos, pensando cuando iban a ser desvirginadas o que iban a comer en ese momento, toda clase de pensamientos son válidos en ese espacio, solía pensar sin dejar salir ni un paso a sus deseos.

Hambriento de aires diferentes, comenzó a disfrutar de un mundo distinto, al notar la velocidad con la que moría la gente que no le importaba a través de los años, el olor de su recuerdo, no le era indiferente, pero era un registro que solo tenía sentido en su mente, aunque cuando lo evocaba, olía sus muertes y el aroma profundo de un alma dejando su cuerpo, lo perseguía hasta que la costumbre le volvía su amigo.

Los sentimientos de la muerte no le eran irrelevantes, entre sus muchas preguntas, le llovían respuestas, que no podía ignorar tan fácilmente, que pasaría con la muerte, cuando tocara su puerta, que decirle o como rechazarla, si el frio de su presencia era un talismán que alejaba la suerte, tal cual, la lluvia aleja las almas de las calles, sin embargo, el hilo tentador de un pensamiento, atrajo su mente hacia la desgracia, cuando pudo imaginar, que pasaría si en su casa, se plantara la muerte, si se iba papá o moría mamá, o su inflada hermana, imaginarlo solamente era plantearse que le arrancaran un brazo, es decir, nada después de ella volvería a ser igual, la muerte sin lugar a duda, merecía respeto y los muertos, ser recordados en esencia o en el corazón llevar su memoria.

La existencia en general tenía muchas cosas interesantes que mostrarle, la muerte, la vida, el tiempo, el amor, el desamor, el café y su aroma al ser llevado por el viento, etc. Al solo meditarlo, sus pensamientos se retorcían y comían cual carne podrida a su mente y lo que en ella habitaba. A pesar de no ser el más popular o deseado de los amigos, cosas buenas se asomaban tras sus ventanas. Imaginarse amando correspondía a una serie de elementos, que convertían al amor en algo oscuro, solía pensar que inyectar su alma en el útero de una mujer, era parasitar la desde el instante de una concepción hasta el mismísimo momento de la muerte.

En su mente había una oscuridad peligrosa, no del tipo que engendraba la maldad, sino aun peor, aquel era de la clase de gente que serenaba las almas, era solamente su forma de vida, que le planteaba muchos puntos de vista para una sola esfera, cosas que sabía, cosas que ignoraba, cosas que hacía, cosas que no hacía, nada fuera de lo común, sin embargo, había algo en su podrida alma, que enriquecía a los arboles cuando pasaba y nutria su calma, cuando solo estaba… estando en el espacio, con las ventanas del alma quietas sin murmuro alguno que agitara la paz de su oscuro y solitario ocio, que con sus deseos sosiegos, entonaba el baile de una verdad.

Sus pestilentes aposentos, sometían la voluntad del día tras una cortina y una muy cómoda cama,
que solía acabar con la realidad en cada noche de sueño. En ella la reproducción era placentera, aún más que la soledad cuando un equilátero se erguía en orgasmos y el clímax se volvía una esquina para dos, raro acontecimiento, no solo en estos días, sino en todas las épocas, que el placer se volviera plural al éxtasis, era una extensión del pensamiento que convertía al sexo y al amor, en una relación simbiótica, en donde el placer generaba placer.

Las relaciones con el sexo opuesto, eran lo que podría llamar equitativas, daba el mismo placer que esperaba recibir y las pláticas no eran lo que se dice enriquecedoras, no sondeaban temas que fueran relevantes, ni para ellas, ni para él, lo que convertía al sexo en el protagonista de la noche. Nadie podía imaginar que un alma como la suya, cuya existencia no tenía trascendencia ni siquiera para sí mismo, tuviera además, una media naranja que no estuviera ya mordida por la gente. Aun que culpar a la gente, por el mal estado de sus almas, tal vez fuese estúpido, pero también era idiota.

Rara vez encontraba a alguien lo suficientemente interesante, para extender la plática a más que un ritual para invocar al sexo. En su haber la mujer era un ser que traía consigo infinitos elementos de interés, sin embargo, muchos de ellos, requerían de un compromiso que no podía darse el lujo de tomar. Aun que sin embargo era consciente de la belleza que las mujeres traían consigo, lo que le hacía pensarlas distintas, era extraño, eran homogéneas al hombre, casi simétricas, sin embargo sus almas encordaban una síntesis de ideas distintas a las acostumbrados desde la apreciación masculina. Por lo que las mujeres eran uno de sus intereses imposibles de entender, tras un telón de misterio que llevaría varias vidas explicar, la apreciación femenina de las cosas, le parecía por de más interesante, lo llevaba a entender que existía un lado distinto desde donde ellas aprecian el universo y sus maravillas, un lado que solo una mujer podía entender. Hasta el momento ninguna de ellas, había logrado enamorarle, si, amaba a la mujer, pero en ella, las veía a todas y en todas, no lograba ver a una que protagonizara más allá de sus intereses intelectuales, las necesidades de su fermentada esencia.

La inmunda presencia de su espíritu, alimentaba a los demonios de los incautos, ya que en silencio, la ignorancia era un espejo que no reflejaba nada. Algunas personas le veían con desdén, por sus camisas sucias y rasgadas, que no apestaban a sueños viejos, aunque su mirada vidriosa, de ojos enrojecidos, simulaba tantas cosas como la ausencia del reflejo permitiera imaginar. En su haber había silencio, su cabeza aunque muy activa, gozaba de una paz insoluble, que reinaba en toda la extensión de su alma. Ni el tiempo, ni su paso, ni si quiera la muerte y su tempestad fortuita habían logrado arrancar tal mansedumbre, en un hombre tan poco tradicional a la mirada.

Pero él sabía que detrás de todo prejuicio, que el tan extraño estado de su alma, era algo que en otras escuelas solían llamar normalidad, por lo que no hacia alarde de nada, todo el tiempo, todo el hedor, toda la podredumbre, no eran más que detalles detrás de un par de ojos abiertos, en donde lo único que importaba era lo que la mirada alcanzaba a abarcar y pues aun siendo un misterio, también lo que vivía cuando su mirada se habría en el mundo de los sueños, en toda forma, no se sentía especial como para presumirlo, pero también sabía que la combinación de elementos con las que se adornaba su alma, en cuya presencia podía sentirse el espíritu de un ser diferente, tanto como todos los seres que habían logrado abrir sus ventanas con éxito en el algún sitio del cosmos, aun cuando estuvieran adornadas en formas más horrorosas que el miedo y más lindas que la belleza envueltos para regalo.

Laborar, para él, era más que tiempo perdido, era un entretenimiento pagado, no le importaba invertir un poco de esfuerzo, que en teoría era la moneda más cara que poseía, para levantarse por las mañanas algunos días a la semana y servir en un hotel de mala muerte, haciendo de todo un poco, pero principalmente ocupándose de la limpieza del lugar. Había llegado a un punto en su existencia, en el que nada le parecía banal, aun que era imposible evitar lo trivial, sonreía evocando la canción, cada vez que pensaba que “las cosas más triviales se volvían fundamentales”, sin embargo había cierta delicadeza y delicia en los días, a pesar de pasar rápido, estaba predispuesto a disfrutarlos, tomarse las cosas con una sonrisa había pasado más que ser un simple costumbre, era un hecho verle, a pesar de su costumbre bizarra, dispuesto a sonreír por lo que sea.

El tiempo pasaba rápido, cuando se le observaba a costo de meses, las quincenas le dejaban cierta satisfacción, además de sustentar su aporte al hogar, eran un ancla que le ayudaba a pensar que la espera no era larga, aun que, sin pensar en el sueldo, las esperas no se hacían presentes cuando el primer domingo llegaba y como si nada habría los ojos del tiempo pensando, apenas ayer había sido lunes, repitiendo lo mismo la siguiente semana, aunque de una forma más sutil y menos preocupada, el dinero aparecía y no gastar su parte libre, la mayor cantidad de veces, convertía su estado financiero en acomodado, a como diera lugar, por lo que algunas ocasiones, cuando salía de trabajar, compraba una caja de cigarros y comida callejera y tomaba un taxi a casa, para encerrarse a diluir la noche en nubes de humo gris y recuerdos de sus días en el colegio, no era nada impresionante se decía, pero era notorio el yugo que la anti sociedad había impuesto sobre su placer y satisfacciones, era una tortura que pudo superar además de haber dejado cierta sabiduría a la mano. Al pasar al segundo cigarro, después de un par de horas, encendía su estéreo y reproducía música suave en él, lo conectaba a su teléfono y sonaban sus canciones favoritas mientras el humo pasaba a través de su cabeza ausente de pensamientos y antes de que la colilla quedara sola, lo tiraba al piso y le pateaba.

Meditaba largo tiempo en el unísono, aun con el ruido de la música sonando, en el que cada vez se hacían menos las cosas que le molestaban y disfrutar de la soledad en su espacio personal, era algo que le ayudaba a profundizar en su propio estado mental, dejar la cabeza en blanco, era usual cuando se quedaba solo, además de ser reconfortante, parecía como si el alejarse de su mente, permitía que los nudos en ella se disolvieran por sí mismos, como salir del tiempo y sin darse cuenta sumergirse en el gozo del que había disfrutado ya por tantos años, pero en un estatus personal e individual de cual solo él podía disfrutar.

Corresponder sus relaciones de cama, como amistades era una incomodidad con la que tenía que lidiar algunas veces. Al principio intento ser sincero, declaraba en voz alta con sus relaciones, que no le gustaría perder lo que tenían por confundir las cosas y al final, eso sucedía, era de suponer que a nadie le iba a gustar que la valorasen como objeto de cama, sin embargo, con el tiempo aprendió que mentir después de todo, podía ser útil, si su moral lo veía mal, incluso podía llamarle mentira blanca y decir que eran amigos con derecho, lo cual parecía dejarlo todo en orden y sin ninguna especie de incomodidad que pudiera mal obrar las intenciones de su cuerpo, a la hora de ejercer su amistad y los derechos que esta traía.

Desenmarañando las lógicas del mundo, comprendió una función que gustaba desempeñar entre las masas, como ya se dijo antes “una colección de pensamientos, es como una farmacia en donde se encuentra la cura a todos los males”, sin sentirse arrogante, sonrió en silencio y con los ojos cerrados, cuando pensó en las platica que evitaban las relaciones personales que no quería mantener con sus amantes, en cuales muchas veces desentrañaba las almas de sus consortes sin buscar que fuera así y quedando una marca indeleble en la noche, concurría con más agudeza en el sexo de sus parejas, con la intensa sensación de haber recorrido sus almas, cuyo sabor se revelaba en sus cuerpos.

Pensó por un momento, que coleccionar ideas y pensamientos, no le transformaba en sabio, sin embargo, lo único distinto entre él y los demás, eran los aires que gustaba respirar, entre los hedores más profundos captaba las mejores ideas y reta hilaba pensamientos de fabricación propia que correspondían a medicinas cuya capacidad de cura en el alma humana, proporcionaba la comprensión a través del mundo y sus bienes y males. No era difícil plantar pensamientos de origen propio, solo bastaba respirar toda clase de aires, tufos y perfumes, para entender que en todos los estratos naturales, existía el brillo de una idea.

A veces pensaba hipotéticamente, como serían las cosas si no se cerrara tanto a que el mundo y sus costumbres se mezclaran con él, cerró los ojos y entendió… que no gozaría de la felicidad que su simple existir en soledad le proporcionaba de ser tal cual, era difícil encontrarles excusas a su satisfacción y felicidad, era más fácil simplemente aceptar que así era y no profundizar tanto en las raíces de su estado, aun que tenía la vaga idea de que la crianza que sus padres le habían dado, hoy le hacía ser quien y como es, por lo que estaba agradecido con el mundo, con la muerte, con la casualidad y la causalidad, con el amor que nada le daba y el sexo que lo indemnizaba.

El precio de la soledad, sostenía en sus manos una larga reflexión, convertía en humanos a los animales del vulgo y en semejantes a los desconocidos. Al conocer personas nuevas, sus instintos permanecían quietos y el juicio le invitaba a dibujar la imagen prójima, aun sin conocer ni siquiera la voz de tal protagonista. Solía pensar que la psique y su ventana, le proponían protagonizar la tragedia de su vida, sin embargo había sido cauto para cuidarse del ego, que siempre le proponía una idea de superioridad sobre los que estaban más arriba o más abajo de él, dependiendo de dónde flotara este. Sin embargo, con el tiempo había comprendido la necesidad del ego, como factor de la fisiología con su espíritu, así que permitía que este transmutara los celos ajenos en halagos, la rabia, en sentido de importancia y el odio, en ser tomado en cuenta en el corazón ajeno, por lo que su idea de sí mismo permanecía sana, a pesar de corresponder a una comprensión utilitaria e idealista de el mismo.

Domar las bestias de su interior no le costaba trabajo, en presencia de su soledad, soledad que nunca intento alimentarles a pesar de su naturaleza oscura, su espejo comprendía bien la idea de estar consigo a la que acudía cuando deseaba meditar en él y renacer en blanco al próximo encuentro. Eran constantes las ocasiones en las que la perfección aparecía, con la falsa modestia de llamarse a sí misma no perfecta, veces por la aceptación de que la perfección es imperfecta, veces por la simple costumbre de decir algo, sin embargo el solía recordarse que no era perfecto, no para serlo en lo irregular, sino como una realidad, consentía como defecto a la intolerancia que le caracterizaba ante ciertas características de la humanidad, que semiconscientemente comprendía que también poseía en alguna forma, motivo por el que las veía seguido en los semejantes y en los que a regañadientes tenía que tratar como iguales, a pesar de pensar que eran unos infelices, odiaba muchas cosas, pero eso le reconfortaba, ya que no permitía que su ego le hiciere creer que era perfecto, puesto que salir de esa valga la redundancia, idea de sí mismo no era fácil una vez el, hubiere aceptado la lógica de que la perfección es así, imperfecta. Tal vez en un principio, el pionero de esta tontería, lo habrá tomado en serio, no obstante hoy día era una idea narcisista que solo servía para decirse a sí mismo, “tranquilo, ellos se equivocan tu eres perfecto tal como eres”, entre otras escusas estúpidas que solía decirse la gente a sí misma como consuelo de su desgracia real y su pobre concepción de hechos realmente útiles.

Cuando la soledad le amparaba con su ausencia y aun ella desaparecía para estar consigo, solía visitar el lugar donde reposaban sus memorias, en él se encontraban los tesoros de su infancia que permanecían en reposo para mantener la frescura en su alma, aun que tenía un pequeño espacio para las vanidades del entendimiento y la mente, comprendía que era esa su cubeta de legos en los años que ya le habían levantado la mirada, ciertamente no había nada ahí que perjudicara su ser, las cosas que podrían haber sido graves demonios, ya habían sido iluminadas por su espíritu y consumidas por el fuego de su alma, por lo que cuando sonreía en soledad o por las calles, lo hacía de todo corazón en su inconsciente, motivo por el cual sabia, que él era feliz.

Con el tiempo como aliado y la satisfacción como ropaje, no le molestaba romper sus conforts, por motivos que su infancia había cultivado, cuando niño la algarabía y colorido de la época no se hicieron esperar, el sentía que había sido más normal que el estándar, sin embargo, era sorprendente, como aquellos que jugaron al futbol con pelotas de plástico y descalzos, ya habían crecido y tenían sus vidas hechas ya a esas alturas.

A pesar de su expresión de típico oscurantista, su semblante parecía gozar la vida y muchas de las cosas que ella traía consigo, sin embargo, llegado el tiempo de la muerte, nunca pensó que el deceso de su madre, fuera algo tan llano y sin sufrimiento, es decir, típicamente él había idealizado a la muerte como un daño irreparable que no tenía cabida en la vida sin embargo, cuando llego el tiempo de verla en su círculo, pareció comprenderlo todo cuando los ojos de su madre se cerraron y su respiración ceso, sin lágrimas ni sollozos, sintió un alivio por ella y entendió muchas cosas que solo el silencio tiene la destreza de explicarle al alma humana.

En su mente habían entendidas muchas filosofías, que a pesar de su discrepancia con ellas, congeniaba con la idea de que ocupaban un lugar en la lógica subjeta, que entretejía la compresión de los entendimientos con los que se constituía la realidad como fenómeno natural comprendido por subjetivos sobre naturales.

Solía pensar así, que la naturaleza era un fenómeno de subjetivos sobre naturales, cuyo entendimiento no era próximo al habla, ni presto a la vanidad, sino más bien, eran fenómenos cuyo origen escogía las almas a las que otorgar su sabiduría a través de los años. Claro, él no había sido sorteado con un don como ese, sin embargo era feliz sintiendo los vientos de octubre, las olas del mar, las llamas de una hoguera y la frescura de la tierra.

La manifestación de la vida, que se ocupaba de mantener viva a la vida, era una fascinación, que solo los arcanos de su alma habían podido contemplar, en el tiempo él había objetado diferentes fenómenos mentales, que le hacían distinto, aunque en ocasiones pasaran años sin ocuparles. La costumbre de su actividad cerebral, había ejercido un poder peculiar en su pensamiento, es decir, con el tiempo, se había convertido en un hombre de ideas, con lo que pudo aun sin notarlo, acceder a los secretos de las estrellas y extraer de ellas, las formas en que la vida crea a la vida.
Aun así, el logro concebir la idea que le hacía responsable de su silencio y encumbro muchas estrellas que dieron su luz al prenderse el foco, cuando a penas y pensaba en los bienes y males que aquejaban la realidad de este lado del sol.

Las circunstancias del ir y venir de la vida, le habían colocado en una zona de confort en donde no pastaba alma alguna, en ocasiones abría un poco su haber, como invitando a las almas oriundas de oniro, a respirar la neblina húmeda de sus estancias.

El final de un ciclo se había cerrado y con ello uno nuevo estaba abierto, no se había tomado la molestia de notar si podía o no concebir la vida sin su madre, hasta donde el sabia, ya no estaba sufriendo esos terribles dolores de los que solía quejarse y que al final terminaron por matarle. Si, era muy probable que las cosas ya no fueran iguales, pero no por eso habrían de ser malas, claro tomarlas del lado bueno no significaba que celebraba el suceso, el cliché de “a ella le habría gustado así”, no le convencía del todo, pero habían encajado juntos en la resolución final, que había sido, tomarse las cosas con calma.

Hubo mucho silencio en su soledad dentro del tiempo del duelo, el gozo que solía sentir, por la simple existencia de su alma, no había desaparecido, pero bajó la mirada un tiempo, vistiéndose de luto por respeto a quien murió, paso muchas semanas en una oscura reflexión, que termino por concluir la belleza de la vida, el haber estado ahí, instalada en su corazón, fue la señal precisa de lo que ella había sentido, puesto que la conexión con su hijo, dejo en su pecho más que un simple luto, a decir verdad no había desaparecido y aunque su costumbre racional concordaba con la muerte y no más, su corazón aun podía sentirla y eso fue algo que ni su logos, ni nadie pudieron cambiar a pesar del juicio de la razón más allá del cerebro.

Sin pensar mucho en el tema, volvió a su rutina que esta vez compadecía un poco más independiente, volver a sonreír no fue difícil, comprender la muerte era fácil, ya antes él le había visto a los ojos, con la convicción de acabar de hacerle frente, aunque reflexionándolo más allá del suceso , era un poco imprudente retar a la muerte, por lo que segundos después sus recuerdos sonreían y sin dar destino a su alma, no pudo sino reír al pensar que al final de todo siempre iba a morir hiciera lo que hiciera, aceptar esta idea hizo que sus ojos se llenaran de una luz purpura y su mirada había ampliado su espectro lumínico, dentro el ámbito de la vida, más allá de los sentidos comunes, a la muerte quizá no le gusta ser notada, pero parecía respetar a quienes le miraban de frente, desde entonces, las cosas parecieren distintas al verbo, eran inefables.

Comprendiendo las ideas de religión y su respectiva antítesis, pudo suponer que el mundo se encontraba en una dicotomía que pretendía hacerles decidir un bando, aunque en la era del saber, fue muy difícil que las viejas creencias fueran mantenidas intactas en su saciedad, pensaba, que quizá no era que esas verdades olvidadas hubieran sido superadas, más bien formas distintas de su comprensión habían sido entendidas por el humano dominante, era difícil suponer tal cosa cuando la acción de la naturaleza individual, se masificaba y se convertía en fundamento del pensar. En la generación que nos crio, aún existe la fase de dominación, como poderes de la masa, es una cosa curiosa, nosotros la generación de este milenio, siempre respondimos ante una autoridad próxima desde nuestra crianza, sin embargo, esta autoridad no iba a desaparecer tan fácilmente, ellos, sin más ni para que, construyeron toda clase de cosas, no para su supervivencia en el tiempo, sino para que su descendencia no padeciera hambres y siguiera dominando tal cual aquello que perdía el control en el caos, cuando nadie sostenía la realidad, es decir, la sociedad, los jóvenes de esta época realmente no comprendemos el papel que jugó la generación de nuestros padres a través del tiempo, desde diferentes esferas se habla de injusticia, del rico con el pobre, del hombre con la mujer, del niño con sus padres y ciertamente, entre todas esas injusticias, la única que vale la pena saciar a granel, es la de los padres con sus hijos, en donde los hijos debemos comprender que este mundo que nos queda como herencia, es el regalo que nuestros antepasados dejaron con la pronta idea de su partida, ciertamente la relación entre la sociedad y su antítesis, la dichosa antísociedad, no es sino la consecuencia hija de la sociedad que cruza en mal momento una fase de rebeldía como primer acto de independencia al ver la pronta desaparición de la presencia de sus padres. Es difícil de concebir una vida en donde la sociedad domine las cosas, sin embargo, no es trabajoso el comprender que la generación de tranvía y vino tinto, nos deja un legado y si, puede tomarse la resolución como personas que queremos hacer nuestras propias cosas, con esfuerzo propio, sin embargo no por eso se ha de desechar el regalo de los ancestros, debe entenderse que esta sociedad no es un enemigo, es un medio, es un hogar…

Las sociedades eran difíciles de entender ubicándose a sí mismo como víctima de ellas, es comprensible que en la familia como sacra base de la sociedad, se comenzaran a descomponer sus ideas en el entendimiento subjetivo de estas, sucediendo lo mismo a granel en la sociedad activa, comprensiones que suponen una presencia de evolución a cambio de un camino, ciertamente no es equivoca la idea de que comprendiendo mejor las ideas del pasado e incluso re comprendiéndoles, es evolución en el acto, sin embargo ha de entenderse también que dicha evolución tiene autonomía por sobre el pasado, es decir, si, nuestra comprensión de lo establecido, es diferente y es nueva y como tal ha de comenzar desde cero su propio trayecto para llegar a ser tan alta y bien valorada como la del pasado (al menos cuando se rechaza a la sociedad dominante del día de hoy), puesto que de lo contrario se corre el riesgo que dichas ideas sin cimientos, cuerpo y fundamentos, sean secularizadas a priori, victimas del fenómeno de la evolución. Es entendible que la sociedad se recomponga a partir de una recapitulación de sus componentes, en el siglo XXI, se creerá que la familia es quien se recompone y… no es una equivocación pensarlo, aunque también se creerá que es la alta re comprensión de las nuevas formas de familia que suponen existencia en esta era lo que habrá de recomponerle, no obstante, es equivoco este pensamiento puesto que esto, que ahora experimenta la sociedad en el tiempo, no es más que el relevo del liderato en la era, es decir, son los hijos quienes desde su temprana adultez toman la batuta y siguen al siguiente eslabón en la cadena, recomponiendo la familia en el tiempo a través de la era y formando con esto, su propia familia. Así que no será raro ver cosas como la inconformidad por el poder, cuya evolución comprende al hombre y la mujer como iguales, aun por encima de la idea de un patriarcado, idea cuya proposición no es más que uno de los muchos clichés, con que se viste el cambio, es decir, toda esta inconformidad y caos que supone el siglo, no son más que prueba de la transición de un estatus a otro más elevado, es decir, de la familia que nos crio, a la familia que crearemos.

Tales entendimientos son invisibles aun en el mundo que rechaza su nombre alegórico como sociedad, es normal estar inconforme en eras de transformación, los cambios siempre suponen una inestabilidad subjetiva, que es de difícil cognición y de fácil olvido, por su función como transición. Este caso, dada las circunstancias en que su presencia nos permite notarlo, a de comprenderse como función tacita del inconsciente colectivo, que tendrá consuelo en la ignoración de su existencia y quizá y solo quizá, en la incongruente y poco probable derogación de su presencia, caso último es de difícil consecución, puesto que incluso tal inconformidad en la transición, se vuelve necesaria para la consecuencia del aprendizaje y la maduración del alma en el cambio.

Entender los fenómenos de la sociedad o mundo, como se le prefiera llamar, es fácil, puesto que se comprende a esta como objeto de pensamiento, más que como circunstancia de ser.

En ocasiones respiraba ideas viejas y en otras contemporáneas, incluso el mismo tiempo no había escapado a su comprensión, por lo que incluso tales fenómenos eran clasificados como cosas en su acto de emular a una idea. Era difícil la juventud a través del pensamiento, por lo que esto era una habitación de juegos innecesarios para él, pero que sin embargo, se le daba bien y se le hacía muy entretenido jugar.

Las dinámicas del universo y sus funciones eran interesantes para un rato de juegos, pero tenía en mente el delicado equilibrio de su espíritu, al contemplar que en ese juego, nada que no le ayudara a ser mejor de sí para sí y para los demás, era importante, ni merecía espacio en la memoria. Ciertamente él sabía cuál era la percepción de su presencia en el ojo ajeno, como a todos a él le hubiera gustado tener muchos amigos y parejas cuya complicidad naciera en la mirada, sin embargo, comprendiendo que había adoptado esa apariencia oscura como una armadura de reinvención en la adolescencia, se le hacía útil como filtro, sabía que la adultez ya no permita bobadas como la reinvención y la vergüenza, no obstante aun entendiendo que su psique ya no funcionaba como la de un niño, cultivaba mucho su niño interior en el humor solitario de las risas individuales.

El mundo que se llama a si mismo espiritual y que procede en la religión, ha acuñado con falsedad la dichosa espiritualidad, la idea de esta, no se sabe si es de fácil o difícil cognición, como toda idea es presente en su necesidad y ausente en su búsqueda, no bastante al pensarle un poco cabe destacar que reside en la promoción del buen sentir individual, por lo que entendiéndole a si, se pueden tomar muchas cosas de la vida cotidiana como espirituales aun sin entenderles de esa forma, en su pensamiento habían pocas cosas guardadas, las más básicas correspondían a la manutención de su vida en el mundo y las demás, por muy intrincadas y profundas que parecieren, les consideraba vanidades no por ser vanas, sino porque eran gustos de su propio entretenimiento el conocerles y como la mariposa, la idea coincide más con quien no le molesta, que con quien la persigue con ahínco.

Así, a pesar de comprender una colección de pensamientos, propios y ajenos, estos no ocupaban espacio en su memoria, sino que simplemente cuando gustaba de bailar entre mariposas, no había necesidad de buscarles demasiado, así se forjo una opinión propia del mundo entre mariposas de mil colores, que se conjugaba en distintas circunstancias para encontrar respuestas a interrogantes de diferentes clases de cogniciones y naturalezas.

La indiferencia de no pensar, sostenía su alma en una sustancia poco soluble para la digestión ajena, por lo que era comprensible que a su vida llegaran no quienes debían estar, sino quienes querían. Una tarde cuando el soliloquio lo alcanzo, guardo silencio en su presencia y se propuso mirar el cielo hasta que este se hubiese marchado, una vez solo, su alma se llenó de una luz tenue, que era señal de su éxito.

Muchas veces había querido desinflar su ego, su comportamiento empezaba a reflejar rarezas que podían confundirse fácilmente con diferencias superiores a los estúpidos y aunque los estúpidos lo merecían, ensuciarse con su propio comportamiento, no era debido, sino hasta haber reconocido los orígenes de este. Ya en el pasado se atrevió a pensar que era superior a los demás, sin embargo, sufriendo detrás del telón pudo darse cuenta que nada era más idiota que pensar que podía ser superior a lo que no conocía también como a si, aunque era un argumento corto de explicaciones, pudo ayudarle a sosegar su alma, sino hasta encontrar una respuesta que colocar en la construcción de su carácter.

La sombría contemplación de su inconsciente manifestado en su vida, le proponía la concepción de un conocimiento de si, más profundo de lo que podía imaginar, por lo que pensar en aquello que parecía en concordancia con su opinión y también los eventos que coincidían con los elementos de su presencia, le hacía pensar que guardaba muchos secretos dentro de él, que no correspondían a la lógica usual en donde si el mar es azul y el agua está en el mar, entonces el agua es azul, sino algo distinto en donde la manifestación de casualidades se convertía en un mensaje y recordatorio de pequeños detalles a cuidar en su vida interior y exterior por igual.

El alcance de su razón, escondía una serie de lógicas incongruentes que a fin de poesía podrían ser bellas, sin embargo traídas en el exterior juzgable, la gente consideraría disparates por representar tanto en tan poco, pensaba mucho en cosas como la relatividad y el macro verso, el universo le parecía un lugar lleno de maravillas que escondían sus voces en ecuaciones y sueños, era difícil creer en la relatividad que solo intento demostrar que todo tiene relación con todo, no obstante, aunque en Einstein fuere comprensible su cantidad de complejidad, desde algunas perspectivas estas podían tomarse como una idea que puede expresarse en palabras simples y humildes, puesto que se dice que al descubrir una idea y enamorarse de ella, explicar su naturaleza corresponde a entender muchas otras ideas que en apariencia no tienen nada que ver, pero que son parte del contexto coherente de su comprensión.

El paso de los años le propuso a un tiempo más cruel de lo que esperaba, en un momento se respira la adolescencia y al siguiente atisbo de conciencia los treinta años explotan en su cara, era impresionante, sin embargo el desenfreno de la vida y los sufrimientos innecesarios de adolecer vuelven una experiencia de la cual no se tiene ansias memorizar, el sentimiento al recordar esa parte de su vida, era sin duda abrumador, pero mermaba al tiempo de volver al presente y abrazar la serenidad que las circunstancias le enseñaron a vivir, en cierta manera se puede asegurar que al principio de una vida idealista, la felicidad es la meta, es tentadora en cada amor, suculenta en el sexo y divertida en la complicidad, pero no es nada duradera en el acto, hoy día puedo entender que la felicidad que buscaba la encontré en las cosas que descansar de mi búsqueda de esta, me mostraron a un tiempo cercano a encontrar la serenidad, no diría que me rendí, pero renuncie a la basura y toxicidad que me representaba el mundo y eso me permitió pretender que descansaba de una faena cansada, caso en el que el despertar era muy quieto y sin brillo y las tardes no adornaban la belleza ni aun con el más delicioso café, sin embargo con el tiempo cierta monotonía me sumergió en una rutina de paz y podría decirse que es el premio del fracaso, pero no, en realidad es el desencanto que te concede el deseo de no esperar nada de la vida, no por rencor, ni mucho menos por una zalamera humillación, más bien por la serenidad que el ser atribulado encuentra en la quietud de la monotonía, que ayer no pasó nada y hoy tampoco, todo lo que tiene que pasar, pasa en mí y otros universos cercanos a los que a veces llamo familia.

Encontrar felicidad en la serenidad era fácil y accesible, era como si su espacio personal se hubiera abierto a cubrir toda la casa, lo que le hacía sentir descanso en todo tiempo, incluso descanso del descanso, la vida en esa línea se puede decir que era fácil de transitar, sin embargo, viendo en perspectiva todo lo que había ocurrido para encontrar esa monotonía, que le llevo a la estabilidad, permitió serenidad en su estancia.

Los mitos y las leyendas, han hecho de las suyas al decorar la idea de oscuridad con tenebrosas y románticas acepciones en las que esta pierde su esencia, es posible comprender esa idea cuando la madrugada susurra grillos en una serenidad impecable que borra la niebla mental con un soplo, esto de entender una idea como la oscuridad va más allá de las concepciones del bien y del mal, en las que algunos nacemos por tradición, lógica o herencia, en esencia su función disipa el mundo, en un membrana de sombras que vuelven homogénea la existencia en ella.

Entender que no todo está ligado al blanco y al negro, es difícil en una realidad que se presenta con la idea de la dualidad como representación de la vida misma, a estas alturas las tradiciones ya habrán tachado todo aquello que les contradiga y monopolizado lo que es útil, incluso en ellas se entiende desde la punta de la pirámide, que la supervivencia de la manada va más allá del bien y del mal, pero ciertamente, ha de entenderse que una vez que estas ideas actúan en el individuo, defenderles como ideales no es una opción si esto implica votar el castillo de naipes en el que la tradición personal hizo habitar a todo el grupom, algún día el predicador aprenderá a enseñar estas ideas, esperando que cuando esto suceda el respire aires más elevados que le permitan dar la libertad que él tuvo con ellas, aun sabiendo que muchos optaran por irse.

Era cierto que el gato solo tenía cuatro patas, aunque a veces el logos de la mente, haga coherente la idea de tres o más que cuatro patas, sin embargo, era interesante pensar en las posibilidades de la especie, se podía pensar que pensar no causa nada en el exterior, ese en síntesis, es la brecha entre el lago y el hielo, la gente no cree en lo que piensa, aun cuando toda herramienta de su diario vivir fue pensada y llevada al mundo por gente que se atrevió a romper el hielo, en teoría era fácil, para cosas como la filosofía y las artes, solo se trataba de ser ético, aunque muchas veces era difícil corresponder al pensamiento con acciones hasta la fronosis.

Entre la peste moral que acrecienta los prejuicios y socaba la opinión pública, es posible entender que esta fue una herramienta que el anterior milenio ocupo para regular la salud mental, los herederos del mundo, hoy día proponen nuevas cosas que entran en conflicto con muchas de antaño, que aún siguen en uso, es normal que para los ancestros sea difícil soltar el mundo e inclusive puede que pasen algunos años antes de que eso suceda a forma oficial, sin embargo, como herederos también es normal que no entendamos que abrir los ojos del milenio es equivalente a nacer en el tiempo. En sustancia, entender mejor la sabiduría de las bocas de los ancianos, aunque es menos estimulante , es también, más inteligente y entender que ciertamente la sabiduría de moda estriba en el hedonismo y el narcisismo, vivir la vida a forma de placer, evadiendo el sufrimiento y sus enseñanzas.

Es irrelevante estudiar la vida presente en tiempo de pañales, no cabe la menor duda que todos estos revuelos que afloran como noticias y curiosidades hoy día, son etapas de la transición, que han o no, de ser recordadas entre los siglos que ya hayan construido experiencias con las que sostener su mundo cuando pase el tiempo, aun cuando también habrán quienes vivan en apariencia, más adelantadas por haber escuchado a los ancestros y estructurado su vida basados en una clase de sabiduría que perdura y crece a medida se transmite.

La correlativa historia de las horas y los días, proponía un cambio lento y casi imperceptible, por lo que entender a cabalidad que todo cambia menos el cambio, se volvió un pensar subjetivo, que atrapaba en los procesos del pasar de los minutos y los segundos, la poca visibilidad que de él se tenía, sin dejar entender lo que este enseñaba. A ciencia cierta pensar más allá del bien cotidiano a veces se proponía como una vanidad que capturaba las atenciones más especiales del alma, aun cuando el creyera tener sus intereses en un segundo plano.

La razón era un bien cuyo ejercicio justificaba las decisiones y pasiones que se presentaban frente a la vida, en ocasiones cuando esta se vuelve un don, explica y desentraña los enredados del alma, mostrando más allá de los gajes del yo, los motivos de ser. Sin embargo como en toda lógica, la exposición prolongado a su luz, insensibiliza el alma y da la oportunidad al ego a erigirse por sobre la semejanza. Es propio de sabios practicar la rectitud, sin embargo más allá de una temeridad lógica, se presenta la idea de doblar el espacio de los logos de la rectitud, con intenciones de adelantar camino, delante del caminar de los rectos y el correr de los rápidos, podría tomarse como un espejismo de la lógica intentarlo y quizá hasta se pierda tiempo creyendo construir formas de ser que superen la luz, pero a exposición de las diferentes formas de entendimiento que explican las normalidades personales y ajenas, temeridad o no, es una probabilidad que vale la pena intentar, aunque al final se entienda que el correr y el andar en el camino recto, solo son formas de ser de la naturaleza del espíritu que gobierna la bondad humana y correr recto aun no sea un opción en la normalidad.

Es peculiar el entendimiento que los sabios ejercen como luz, a través de parpadeos de oscuridad, en donde la razón se vuelve una cualidad que valga la redundancia se usa en la medida de lo razonable, para entender mensajes que evidencian enseñanzas más allá de esta. Pretender ser un sabio o sentarse delante del sol, a empaparse de su luz, no despierta la sensibilidad del alma que se manifiesta como sabiduría cuando la razón es superada. Entendimientos cortos y de fácil comprensión, suponen una gran distancia desde su conclusión, hasta la forma de ser expresados, sin embargo, verles en manifiesto, es una bendición con la que los entendidos marcan su opinión, para referencia de sus propios motivos.

Poseyendo dones de luz, es fácil caer en comportamientos arrogantes que inclinen la conducta en una posición en donde deseándolo o no, se pase por alto la sabiduría de los años, de la experiencia, de la naturaleza, de la opinión y de los detalles que con aprecio podrían iluminarnos, mientras accedemos a la humildad de razón, como principal sabiduría al hablar.

Hablar de forma comprensible y lograr ser entendido, no como halago, sino como regalo para quien nos escucha, es una forma de comunicación más allá del ego.

La gente de la que somos parte, tiene distintos defectos y virtudes, que pueden agradar o no, cuando se les conoce, no obstante más allá de un egoísmo, desde un amor propio, se practican costumbres que cuidan los sentimientos personales, pensar bien de los demás a pesar de sus defectos o cosas que pudieran no agradarnos, es como un chaleco antibalas que protege a la persona que lo lleva puesto de sus propios juicios.

Corresponder a sus instintos le demandaba renunciar a su destino, más allá del sendero de sus propios recreos, sentía la voluntad ajena pesar sobre sus hombros, aunque no era molestia, ya que con el tiempo había entendido que el tiempo era más que una simple forma de contar los momentos, era una peculiar bitácora de la historia que no respondía a lógica alguna y aunque pareciera estar sujeto a leyes, era bien entendido que habían cosas que más allá de la creencia, suponían más secretos que su fachada no revelaba a la simple vista de los incautos.

En el fondo entender a la humanidad no requería de mucho esfuerzo, aun que llevar a cabo esa tarea significara echar abajo la misantropía que le permitía justificar la decisión de permanecer solo. Aun así, no era importante, ni esencial, uno puede disfrutar de su soledad, incluso entre un tumulto de personas, por lo que no le molestaba botar sus paredes de odio. Ciertas experiencias, que la vida había escrito en su haber, le mostraron nuevas formas de ver las cosas, formas que inspiraban amores más allá del mismo ego, era difícil si, después de todo, su adolescencia había levantado una barricada muy firme alrededor de su corazón, no porque este hubiera sido pisoteado antes o algo por el estilo, sino porque el mismo había encontrado paz en la unidad de su propio reflejo con el ojo. Pensó concienzudamente que quizá sus primeros intentos en el amor, no fueran perfectos o que quizá su inexperiencia en las artes del corazón, le harían pieza fácil para envolventes pasiones, por lo que habría sido víctima de estas, aun si razonara sus propios sentimientos, no obstante, era de corazón silente y lento, tan lento que a veces su palpitar hacia dudar al ojo si había en el o no, una vida.

En una ocasión los placeres del pensar, le llevaron a navegar por una idea peculiar, se decía que la gente vaga mucho entre la idea de criticar la razón y lo que ella permite, según decían las bocas ajenas, la crítica a la razón, había sido objeto de ejercicio ya por muchos años atrás, sin embargo nunca se había criticado a la mismísima critica, lo que lo llevo a recordar, pensamientos que tocaban esa fibra, es decir, la gente que ejerce la razón como pasión, hobbies o profesión, suelen estar muy seguros de su propio suelo, cuando razonan sin equivocarse que su pensamiento, opinión y razón, son los correctos al ejercerlos bajo ciertos estándares que demandan lógica y sinceridad, verdad y razonabilidad en ellos, aunque, como es el caso de muchos otros elementos, estando ubicados en una escena de nacimiento que no razonó con nosotros, los por menores y detalles de su construcción, podría pensarse que quizá y solo quizá, aquello que razonamos como propio, podría o no estar bajo niveles de razón, no tan absolutos y parciales en su esencia, como la razón misma nos ha hecho creer, es decir, la esencia y función de esta razón, compromete limites más amplios que su idea más próxima, por tanto en esencia esta funciona distinta aun cuando más lejos o más alto se le mida, entendiendo que el razonamiento personal, es sino, la herramienta forjada por el tiempo como circunstancias a través de las experiencias de ser, es posible que otras formas de razón o ideas contrapuestas o no, o bien quizá complementarias o más exactas y/o profundas que nuestras concepciones personales ubicarían en una actitud desapegada del ego que poseer razón erige, sin embargo al entender que este fenómeno no es sino, un gaje humano de ser en la humanidad, es posible pensar quizá y solo tal vez, que yo y otros en el presente y pasado, hayan o no, llenado este perfil, o pudieran llenarlo si se les reconociera como dentro de las características de su propio parecer, por lo que entendemos que la razón individual, de cada persona, es una pieza de la realidad conjunta, en donde razonar los fundamentos personales, de la razón propia, se haya o no se haya hecho antes, es sin más un acto de inteligencia pura, cuya evolución nos da la sumatoria de un más uno, entregando una nueva unidad en la expresión de esta. Pocas personas, pueden entrar en sí mismos y separarse de su mente, razonando que su razón podría o no, estar equivocada, fundamentando esta idea, en las condiciones humanas individuales y generales, bajo los que la razón personal se forjo o se heredó, entendiendo bajo esto, que la razón personal, podría o no, ser producto de condiciones que le orillan a ejercerse con convencionalidad y una visión limitada por los sesgos de su propio conocimiento.

Suponer la realidad desde la idea del cambio como constante, era más que intentar comprender la noción superficial de una dinámica propia de la naturaleza, es posible entender de qué forma el proceso que permite el cambio imperecedero, superpone frente a los ojos espectadores, ideas que corresponden al llamado de atención de la vida frente a espejos surreales, ciertamente en ocasiones las personas se han llegado a cuestionar, la extraña pregunta de porque hay todo y no nada y pues, en sí, no es algo que no haya sucedido ya, es algo que se puede entender de forma fácil si se deja una caja vacía en la selva, por ejemplo y al cabo de unos años, se va y se encuentra con que hay toda clase de insectos y hierbas dentro de ella, uno podría pensar que es algo esperado, en un mundo de movimiento constante, ciertamente, la idea del espacio es un poco arbitraria, puesto que en ocasiones solo permite comprender lo semejante, a veces solo en función de objetos propios, propia casa, propia ciudad, propio planeta, galaxia propia y propio universo, a la gente le es difícil imaginar que incluso su universo es únicamente un punto de luz en la distancias cuyo espectro de esta, no alcanza a iluminar vecinos, una idea más amplia, sin embargo, eso no significa que la eterna oscuridad de los horizontes celestiales del universo no es sino un más allá que no es tan acá, como quisiéramos. La gente infiere irrealidad a lo indefinible, aunque si se le piensa con detenimiento el universo tiene las respuestas a estas interrogantes en sus detalles, cosas como el espacio proporcional de los átomos entre sí, es impresionantemente pertinente al imaginar y concebir la distancia que podría haber entre lo que conceptualmente podría llamársele otro universo, fuese por la forma que la distancia le proporciona o bien por poseer naturalezas infinitamente distintas a la nuestra, ciertamente, puede entenderse que esta clase de pensamientos son exclusivos de mentalidades cuyos imposibles no existen, incluso si dentro de esto suceda que existan, entendiendo inclusive que, que algo sea imposible es posible.

Entender ciertos cánones de la realidad, comprendía una especie de mentalidad, que permitía floridos estados de pensamiento, dentro de los cuales entender los detalles de esta , incluía en sí, comprenderse a sí mismo como individuo. Dentro de sus días, pasaban pocas cosas si les veía con animosidad de relevancias, sin embargo en su tiempo que se suponía a sí mismo como un momento eterno que se veía sujeto a infinitos cambios, un día bastaba para entenderlo todo, si para esto, solo bastaba comprender lo cercano, sin ir más allá de las nubes y las estrellas, sin embargo, dentro del detalle en el cual entender al individuo en esencia, quizá aunque no sea entender a la especie, si es tener una idea de ella.

En ocasiones planteamientos como, el de conocer la vida a través de la razón, son tácitos y naturales a tal grado que su sola presencia propone clasificar las existencias, sin embargo, entendiendo más allá de esta, es decir, desde ella misma, se comprende que aquello llamado empírico, es sino, la forma en que los seres se desenvuelven y comprenden el mundo, consiguiendo con ello cierta sazón, que bien podría llamarse sabiduría si esta nos invitara a reflexionarlo, sin embargo, no siempre lo hace, más bien, nos invita a emularle con el fin de hacerse con resultados iguales a los de cualquier ejemplo que se pasare por el frente de la comprensión.

Su limitada comprensión del exterior, le comprometía a ir más allá del simple saber, le llevaba a actuar y hacer de ese saber, acción en el hecho, tanto como para sentirse mejor y construir una realidad en su vida de sueños racionales, entender que la razón no es siempre razonable, se vuelve un trabajo fácil desde la óptica de la acción, en las que en las acciones, muchas veces no cuadran en el entendimiento que se puede tener de ellas.

El sonido de su aroma recorría el pensamiento de las masas, como una mosca recorre el basurero, saboreando la podredumbre en su paladar, sin embargo, su lógica llevo a concluir como evolución, la velocidad de su andar, hacia una dirección más recta.

La sola idea de pensarse fuera del mundo reverdecía su muy oculto placer, lejos de la cercanía de su espacio personal, ser alcanzado por las sombras de su pasado era un sueño húmedo dejado atrás, víctima de la pesadilla de cumplirles tal cual.

Enterneciendo la cruenta belleza de su andar, cometió muchos más crímenes de lo posible, en ese espacio indeleble en el que todo se llamaba mente. Ordenando tal cual sus pensamientos, comprometió con el toque de su andar, a aquella temática que le correspondía en los amaneceres y los vicios.

La eternidad proponía un respiro en la vida, más que cualquier descanso en el que los ojos siguieran vivos, en cierta forma creer o no en fuerzas superiores, suponía tanto así un compromiso ético, tanto como uno razonable, ciertamente la lógica y la razón no permiten ideas insolubles como las de un dios o un espíritu como tal, sin embargo es comprensible en la subjetividad del mundo que aún hay ideas libres de la emulación de las cosas, por lo que es entendible desde la ignorancia que nada inmaterial puede demostrarnos su existencia, mientras no se tenga idea de esto.

Había llegado el momento de liberar su pensamiento y con suerte también su mente, ello suponía tomar la pastilla roja que Morfeo le ofrecía en una metafórica idea de andar, sin embargo en su aun recién liberada mentalidad, suponía que el momento en el que su mente fuera libre, él debía encontrarse en una dirección en perspectiva de su vista que le ahorrara el tiempo virginal de conciencia en donde, a sabiendas que ya se es libre, se debe escoger una dirección en los trecientos sesenta grados a su alrededor, decisión que ubicados en ella, deja de ser relevante. Caminar una vez adentrados en él, mediante una libertat mentís, correspondían a la conveniencia de un bien para sí mismo más que la de una causa como tal dentro de una romántica o no conveniencia.

Acabadas las luces de su cometa, supuso que la gente romantizaba la vida para que sus decisiones no parecieran tan carentes de significado o lo que es igual, crear la ilusión de que tienen un significado profundo más allá de ser una simple supervivencia. Su mente comenzó a ponerse turbulenta, viejas preguntas de la vida y sus magias, iban ennegreciéndose a medida que otras más insignificantes cobraban brillo, era normal padecer de irrealidad y romantizar incluso ese momento en que las circunstancias en la existencia propia, proponían vivencias que dejaban a su paso una fuerte reflexión, no tanto por haber sido significativas en sí, sino más bien porque propiciaban un estado de conciencia en él, que proponía perspectivas e ideas que normalmente no perfilaban en el azar. Estados de ánimos conceptuados como elevados, que permitían una forma de pensar reflexiva y con sustento.

Haber trascendido los treinta años, suponía un paso hacia la edad adulta que proponía una decisión nada romántica, que comprometían al estado personal de su valga la redundancia estancia en el mundo. Ciertamente entrar en la vida de un adulto suponía mucho más que una histórica epopeya, no era ni siquiera un cambio de perspectiva, su espectro visible todavía contemplaba la vida a colores, con unas dos que tres brillos que algunos llamaron aura, sin embargo, si suponía un compromiso más serio con su propia existencia, la ausencia de su madre, le proponía la idea de independencia, al igual que le propuso que la ausencia de su padre iba a ser igual o más inminente ahora, por lo que velar por su pellejo en cierta forma era la esencia del nuevo estado de su vida.

Pensó por un momento en que opciones tenia, sus ahorros podían invertirse en alguna oportunidad o bien, en un negocio propio, en cuando también podían suponer el enganche para una casa propia, la idea no le contagiaba entusiasmo aun, aun cuando el tiempo ya suponía una apresurada salida hacia otra forma de vida, una vida adulta, quizá no era tan satanizada como cuando niño solía pensar, que si se acaban las fiestas, que si hay responsabilidades, que si no se podía llegar noche, en esencia no suponía la gran cosa, era solo cuestión de administrar los recursos y corresponder empatía consigo mismo para evadir ilusiones. Ciertamente pensar en su vida adulta no le ofrecía tanto glamour como habría imaginado siendo un niño, pero aun así le parecía una idea interesante, no tanto así, por ser una gran aventura a primera vista sino más bien por ser un estilo de vida cuya calidad dependía directamente de él.

Ciertamente, la vida prometía tantas cosas como fuera posible y la muerte pues, ya le había demostrado su poder aun con curiosidad por su mirada y encumbrada la idea de un continuo mañana, su poder en el aquí y ahora que simbolizaban su propia vida, aun parecía lejano, aun cuando sentía la presencia de la muerte vigilarle.

En incontables momentos la inminente muerte que todo ser vivo supone a medida pasa el tiempo, experimentar, le proponía la idea alternativa y fantástica de una inmortalidad indeleble, tenía muchas teorías acerca del devenir de esta, pensar en perecer a las personas les preocupaba en la misma proporción en que sus vidas eran desgraciadas y estos desagradecidos con ellas. Al llegar su pensamiento a una idea realista de esto, pensó en lo fugaz que parecía todo en una vida normal a la que poder llamar mortal, es decir, la gente intenta hacer cosas con significado, que pudieran dejar un legado o dedicarse de alguna forma al mero placer en compensación con la falta de tiempo que una vida normal ofrecía. Aunque el tema de la inmortalidad le proponía muchas más ideas que poder disfrutar, ciertamente parecía algo que a la larga no importaba, sin embargo si suponía importancia el hecho de que la vida que con normalidad no trasciende de ciento y tantos años, años más, años menos, tiempo que pareciera volar en sustanciales atisbos de conciencia en los que uno termina por darse cuenta lo fugaz del tiempo en la vida…

Haber encontrado solvencia mental, en la casualidad a la que estar aburrido lo llevo, supuso un detalle impresionante en la historia de su presente, pensar las cosas desde la calma le proporcionaba de una perspectiva que proponía incluso la manipulación de su propio estado de ser, como una opción al dejar emerger alternativas de pensamiento en las situaciones en las que lo colocaba la vida y el devenir al que la cotidianidad lo llevaba, por lo que en teoría tenía la leve ilusión de que aquello que requería pensarse para llevarse a cabo, suponía en su solución, ser una decisión tomada y escogida de entre más alternativas menos conveniente y en síntesis diferentes que poder llevar a cabo, no obstante, ya su paz mental le permitía llevar al acto la idea de una propuesta de libertad de pensamiento, en la que su razonamiento producía diferentes alternativas para una solución, en la cual se permitía elegir la más adecuada, según criterios personales, de conveniencia propia y ajena, además de formas ideales de ser en si, por lo que podía darse el lujo de vivir en la ilusión de sentir que escoger incluso aquello que pensaba, no por fabricar en ello cada símbolo de su pensamiento, sino más bien, por poder ejercer el albedrio de elegir de entre los productos de su mente, que pensamientos le representarían en la existencia en que la resolución de los asuntos de su vida, que requerían de reflexión para ser decididos, le proponía.

Ciertamente, ya antes había pensado en cosas como la libertad de pensamiento, era extraño pero parecía un concepto sin ideas en las que originarse, se oía hablar seguido de libertad de expresión, suponiendo por razones lógicas que esta no garantizaba en lo absoluto una libertad de pensamiento que le precediera, más bien parecía el grito desesperado que una sopa de emociones emitía cual burbuja en hervor en la sociedad misma y en la masa, sin embargo poca gente hablaba de libertad de pensamiento e incluso cuando se indagaba en su idea, se entendía simplemente que era en esencia pensar sin restricciones, e incluso esta idea se quedaba corta al explicarle, puesto que se puede carecer de obstáculos para ejercer el pensar, pero eso no garantiza, que se esté produciendo pensamientos que puedan llamarse de origen libre, también puede pensarse que es el estado de la actitud en la que se emite un pensamiento lo que le hace libre o no, en teoría la esencia de este concepto, supone la simplicidad y complicación a su vez, de entender la definición común, de pensar con libertad, sin embargo, se entiende como una actitud libre como dijese aquel filosofo francés, “el pensar y luego existir”, pero ya en su uso esencial a él le funcionaba bien, en las ocasiones que merecía importancia esto de reflexionar lo que pensaba y después elegir como existir, eso le permitía expeditar además de la primera producción mental a la que se condicionan las personas al pensar, figurar y dar producción a pensamientos más completos no solo por traer más pasado que los primeros, sino también por encontrarse que es lo mismo más actualizados en el razonamiento propio. Eso proporcionaba de una acción, en la que si bien es cierto, no se escogía la producción visual básica del pensamiento, si, significaba tornar de una tonalidad voluntaria la consecución de un constructo mental que además de ser producido junto a más opciones, daba la libertad de pensar en los pros y contras que tomar una decisión suponía en esencia, por ejemplo un puede pensar una o dos veces que hacer ante un problema que en teoría suponga tomar una decisión para resolverle, esto puede emerger opciones positivas, neutrales y negativas, cosas que traen pros, cosas que llevan contras y entender que en esencia a medida se va analizando con más detenimiento cual es el problema y de entre sus posibles soluciones, escoger la que más convenga y se adecue a la forma de resolverles según sean las necesidades personales, ya antes se pensó que la libertad de pensamiento, era simplemente pensar sin restricciones y ya, también sale a relucir como lógico el reflexionar lo que se está pensando, e incluso uno puede llegar a entender también que el libre pensamiento es el ejercicio del alma desde a través de la mente, se pueden pensar muchas cosas, en teoría lógicas, aun sin escoger una desfasando a las demás, sino hacerlo teniendo clara la actitud mental de que se elige a la más preparada y conveniente aun que las demás se aceptan como coherentes, ciertamente pareciera un concepto poco estudiado esto de pensar libremente, de ese tipo de ideas que se esconden a la simple vista pública, sin conceptuar su esencia. La idea de asentirse a sí mismo como un libre pensador, le venía de la costumbre de meditar y reflexionar los productos de su mente, buscando el reflejo más exacto de lo que quisiera entender para decidir entre las propuestas pensadas, cual reflejaba con más precisión la imagen de aquello que se busca comprender.

Pensar en los pormenores de su reflejo, ya antes le había ofrecido como idea, un narcisismo que le proponía una superioridad estática al no abordarse, entenderle le había generado la idea furtiva de una sabiduría por encima de aquellos que están fuera del yo. Ciertamente es natural pensar como máxima al reflejo en el charco siendo el único que lo puede entender e interpretar equivocándose o no, sin embargo, ires y venires del destino le llevaron a entender como necesidad la idea de ego y es que esto no era más que aquella idea vaga que el tenia de el mismo, lo cual parecía tanto así no un pilar en el alma, pero si una viga traviesa que suponía cierto estado automático en la comprensión de sí mismo, que al cuestionarle, aunque opusiera resistencia, suponía borrar el romanticismo con que la charca refleja a narciso, siendo que el reflejo no es narciso, narciso es quien se refleja mas no el reflejo, es decir, que el ego en aquella idea que sentimos ser, supone una interpretación condicionada por la preparación de la mente, en la que aun siendo fiel a la idea popular e incluso por tal fidelidad, entender al equivocase, que el yo no es quienes somos, sino como nuestra mente, con todo y las condiciones que suponen su formación individual (como la crianza y las circunstancias de esta, preparación académica, ejercicio mental, libre pensamiento o no) piensa que somos y en consecuencia al enfrentar a la mente con sus propios juicos, se puede apreciar con un poco de reflexión, pensamientos antelados e información que ya se haya entendido antes, que la opinión de la mente es una interpretación tan o no tan realista como nuestra actitud frente a ella suponga ser, por lo que tomarle en serio no es un consejo muy útil, aunque siendo está, un órgano del alma expresado en primera persona, es difícil notarle.

Ya el destino le había propuesto un final al cual apuntar, aunque si lo pensaba bien, el final de su vida no era una idea que estuviera manejada con soltura, sino más bien era un futuro borroso y sin forma, cuando se buscaba en ella un final. Ciertamente, el poder en el tiempo suponía extender la voluntad a un plazo largo, corto o mediano, según sea la intensión, la idea de extender la voluntad en la estrategia en la que las consecuencias dan paso a otras consecuencias y estas a otras, propone la idea de un poder en el tiempo cuya consecución supone cierta inteligencia en el bienestar de lo común. Entendía que tenía el pensamiento infantil de pensar que el poder solo se le revelaba a aquellos dignos, en cierta forma esto suponía una realidad a simple vista, que le hacía parecer así de sencilla. Sin embargo, entender que él no era la única primera persona que se había entendido a sí misma, le proponía una alerta amarilla, como tentativa a esperar del mundo y quienes le conforman, ciertamente la gente y aquello que es público en la mente de la realidad, concuerdan en un sinfín de conflictos proporcionados por la casualidad, de verse cruzadas dos, cien, miles o billones de primeras personas, que son expresión de una vida cada una y que además al encontrarse, suponen conflictos superficiales que comprometen su historia con la de otras superficies personales, que también competen a una historia por separado, en teoría, es un mundo complicado lleno de cosas más, igual o menos complicadas que uno mismo, ya entendiendo una interpretación del mundo como esta, es posible que la mente no alcance a imaginar tantas cosas peculiares que cada vida y con ella cada historia, suponen como resultado en la existencia y con esto se pueden pensar tantas cosas que en primera instancia corren como inimaginables para aquel que conoce poco de mundos diferentes al suyo, visto de esta forma el mundo es un lugar peligroso, la humanidad como esencialidad de la especie propone siempre en lados positivos aquello que corresponde a la evolución, uno puede pensar con un poco de lógica que es lógico que poseamos negatividad y positividad en nosotros, definirse de esta forma en un bando, ciertamente ya es esa una de las muchas trampas erigidas por la mente, suponer que porque la especie ha llegado a hacer canónico el conocimiento de que luz y oscuridad, negativo y positivo, son diferentes formas de la misma cosas, la mente de la humanidad se ocupa de separar a la gente, porque en sus principios es lógico que hayan buenos y malos. Ciertamente creer que la humanidad como especie, evoluciono en lo absoluto y canónico, provoca un problema cuando aquellos parámetros lógicos que hechos máximas a través de la costumbre, suponen o no sustento en la fenomenología de la vida. Ciertamente, se puede pensar que la vida tiene cierta lógica para la cual corresponde vivirla, al entenderle a través de la experiencia y valorar aquello que esta experiencia propone importante en la fenomenología de la vida, sin embargo, entendiendo a la humanidad como especie, es bueno y natural, ilustrar a los nuevos integrados a esta, a entender el logos que se maneja como tal, para convivir con otros iguales o semejantes, sin embargo, entiéndase que sí o no, esta lógica nos es más que una prótesis que cumple con guiarnos para aprender a ser, a medida uno encuentra un logos propio o aprende a vivir con destreza en esta mentada fenomenología de la vida para ser y convivir con otras personas a nivel individual, de forma que uno no puede simplemente sentarse a esperar que la humanidad haya tenido la suficiente suerte, bueno, más suerte que la suficiente de creer que siendo nuestro origen lo primitivo hayamos caído en la infinita probabilidad afortunada que los básicos balbuceos de un cavernario se convirtieran en lógica, ciencia, matemáticas, literatura, arte y seguir creyendo que de esta forma tales balbuceos le dieran paso a la civilidad, en casos en los que el conocimiento, ciencia y obra de la especie, comenzó con una mera casualidad en donde unos cuantos cavernícolas se fueron adaptando progresivamente hasta llegar a lo que somos hoy. Ciertamente las experiencias encriptadas en los genes, han ido dotando de herencia a los individuos que van naciendo, sin embargo esta información que traen nuestros genes, no son vanidades humanas como creer que blanco y negro son una sola cosa o la fenomenología de los detalles en las que se pierde la civilización, sino formas de sentir, formas de pensar, sentimientos, actitudes, aptitudes, pensamientos, etc., en las que los ancestros comprobaron que dan resultado en la fenomenología de la vida y son esas las experiencias que los genes van recopilando. Y entendiendo la mente de la humanidad, como este logos que sirve de muleta para aprender a ser, se ha vuelto en teoría una actitud mental que condiciona los aspectos más sutiles de la humanidad, al comprometer lo que en esencia sea muleta o prótesis, es esto que aprendemos en las edades en las que se forma nuestra psique y el cuerpo y por lo cual tantas personas de esta y anteriores épocas, insisten en que hay que replantearlas y superarles, puesto que el haber sido aprendidas en la infancia, supone una actitud mental instintiva en quienes nos desarrollamos como adultos, por lo que aquella lógica en la que se distrae la humanidad que bien podríamos entender como la fenomenología de los detalles que acompañan a la vida, es como tal un obstáculo de no evolución en lo que sea, que sea que escoja el diseño de nuestros genes, no es relevante para este diseño, tales detalles. En síntesis, el humano tuvo la misma suerte que los miembros de testigos de jehová, judíos, cristianos, etc,. y las tantas religiones, en las que se nace en la verdad, al nacer en la sociedad como tal verdad. En resumen, se entiende que lo que comprende el ser humano, cuando se trata de conocimiento no tiene relevancia, ciertamente, aunque sea un detalle en extremo azaroso, es un hecho que la humanidad tuvo tal suerte, en la que su totalidad supone una verdad, es en teoría propicio para al menos entender lo poco que significa en verdad el conocimiento humano de esta fenomenología de aquellos detalles que acompañan la vida.

El pestilente criterio de los entrometidos, en ocasiones le insinuaba la idea de que el mundo era un basurero, ciertamente aquellas ideas que se ubican en el inicio de un pensamiento suponían la desviación típica hacia una idea de misantropía en donde parecía un vulgar chiquero aquello que usualmente llamamos mundo. Las diferentes ideas que la literatura le ofrecía, solían proponer muchos pensamientos que como pensamiento son atractivos e incluso lógicos y hasta un tanto coherentes, sin embargo eran de esas cosas que solo correspondían a aquella fenomenología de todas las cosas que en el alma no tenían importancia, aun cuando eran motivos de platica desde el anonimato de las redes, había en él un prejuicio que hacía que todas estas ideas excéntricas, no se mezclaran con su opinión personal.

A su parecer, solía pensar que ninguna cosa que no fuera útil le importaba a su alma, también pensaba que esta actitud podía parecer un poco peculiar y hasta rara y estúpida, a su parecer al verle en otra persona podía aparentar hasta ínfulas o un puritano espíritu de pulcritud moral, sin embargo aunque la idea sin proponerse a ventas, parecía un poco rígida, las cosas suponían diferencias en cuanto el consideraba que esto no era una ley, solo una forma de describir la figura en que las cosas que solían importarle se presentaban en su apariencia, en teoría no es que por ejemplo, una receta de cocina le llamaba la atención, pero no la leía porque no tenía la forma de aquellas cosas que le importaban a su alma, como se decía anteriormente, no era una ley, la realidad es que a pesar de su perfil que quería parecer un poco oscuro, era una persona muy normal, con pensamientos de aquí y de allá, construidos por propia mano o por naturaleza del azar de su mente, tampoco esperaba que todo aquello que le importaba (en cuanto muchas de esas cosas no las escogía), fueran cosas trascendentales, profundas o bien moralmente agudas o complicadas, la realidad ese pensamiento de entender aquello que es importante para su alma, era una de esas cosas en las que suponía por defecto que eran incluso parte de las vanidades de aquel logos que suponía ser una muleta en esencia proponía.

En teoría era una persona normal, como pretendía, no de aquella normalidad que supone ser perfecta, aunque solía ser mejor cada vez, según iba creciendo, aun cuando su actitud pareciere que sentía ser perfecto, quizá no en el fondo, pero si a una profundidad en donde solo el pudiera acceder a ello, sabía que no era perfecto, que muchas veces explotaba sin razón por cosas sin importancia, que no era, ni había sido el mejor hijo, incluso que había sido alguna vez un envidioso, hasta pensaba como defectos algunos fetiches que rayaban en la parafilia, sin embargo se comportaba con las personas en general, de una manera totalmente controlada que daba a pensarle como un ejemplo y ciertamente no era por hipocresía o falta de sinceridad, había pensado algunas ocasiones en esto y con facilidad pudo concluir que no tenía que tener una razón o una justificación al menos, para ser como le diera la gana ser, si, su sistema ético, le apuntaba a que debía ejemplificar aquellos ideales que solía pensar, pero era esa misma forma de pensar la que le hacía entender, que esto era parte de aquella muleta con la que solía lidiar, pudiera pensar lo que quisiera, cualquier ideal elevado que le diera por razonar, esto no significaba que su mente a través de un sentido de ética, dirigiera su vida. Solía pasar con algunas relaciones, que su manera tan controlada de ser, representaba o jugaba un papel confiable en la mente ajena, en cuanto quien sabe qué clase de cosas daba pie a que se percibieran de él, en ocasiones las personas le pedían consejos sin razón, sin embargo no negaba su opinión sin antes dejar claro que era eso, una simple opinión, ciertamente razonar las emociones y problemas ajenos se le daba bien, e incluso le hacía aplicar para sí, consejos que servían en primera instancias a segundas personas.

En una ocasión, bebiendo en un bar, coincidió por casualidad con una mujer que le abordo en una plática, al parecer las camisas negras que utilizaba y sus pantalones acampanados, etiquetaban su estilo como el de un rockero y pues a ella parecía agradarle eso, por lo que la plática fue entretenida, hablando de música, que si le gustaba sodom, que si el disco de emperor era o no bueno, cosas que interesaban a los dos, en cuanto la mujer, le pregunto, que hacía solo en un bar tan noche a lo que solo explico, que le gustaba la atmosfera cantinera de los bares de mala muerte, ciertamente le llenaba de espíritu beber en solitario, aunque la compañía ese día era agradable. Sin embargo ella, aclaro, antes de ser malentendida que era lesbiana, a lo que no hubo sorpresa, no por un prejuicio, sino porque el nivel de alcoholizado que había alcanzado hasta esa hora, le colocaba con menos inhibición que lo normal y eso en teoría le apartaba cualquier filtro que pudiera perjudicar la sociabilidad con las personas. Así siguió platicando de su colección de música y de lo mucho que le agradaba encontrar a alguien afín a ello. La noche paso, llego la madrugada y entrados en alcohol esta se acabó y amaneció en su cama con una terrible resaca y recordando muy poco de cómo había llegado ahí. Un agua mineral y un poco de limón ayudaron a pasar la cruda, recordó que había conocido a alguien, tenía algunos mensajes en su teléfono, vio unos de alguien nuevo, en donde reconoció a la amiga que había conocido en el bar, haciendo memoria pudo recordar quien era y todo lo que había platicado con ella, al menos hasta un punto difuminado de la noche. Al parecer había mucha afinidad con ella, a pesar de que ambos tenían claro de que no habían coincidido por un interés amoroso, sino uno casual, que nada tenía que ver con las estupideces que las personas suelen hacer para gustarle a alguien.

Con en el tiempo, una tangente paralela se formó a través de la mensajería, había crecido una buena amistad aun siendo con una mujer, siendo lo mejor de esto que no le preocupaba profundizar o no con ella, a diferencia de otras relaciones en las que solo le importaba invocar la sexo, esta parecía tener una fidelidad nada banal y muy agradable, a sus actitudes, ciertamente las pláticas con ella a lo largo de un par de meses le habían hecho apreciarle, en una ocasión las noticias de su aplicación mensajera en el teléfono, decía que ella estaba muy triste, pensó un poco en si tenía o quería preguntar o no, sin embargo la naturalidad con la que ella lo trataba, no le representaba un problema mental que pudiera encumbrar un prejuicio para no hacerlo, así que escribió en su teléfono, preguntando como estaba, ciertamente no era el mejor socialmente hablando, además de nunca antes haberse preocupado a nivel personal por alguien más que él mismo, entendió que las cosas en las que la tristeza suele sumergir a la gente, suponían fibras sensibles que no a todas las personas les gustaba compartir, a lo que dijo, si podía preguntar, ella sin demora respondió que sí y tomando un poco de aire, continuo preguntando, porque estaba triste,. Al principio parecía como si no quisiera hablar del tema, entendiendo entonces que en las posibilidades que no había corroborado en ella, podía haber estado cruzando un duelo o podría ser un estado consecuencia de una situación amorosa o quien sabe, la gente se entristece por muchas cosas hoy día, pasados algunos mensajes, ella afirmo que era algo difícil de entender, su pareja, que era una mujer, le había engañado con un hombre, ella entendía que siendo gay, tenía que lidiar con ese tipo de cosas si había lo que se puedo decir, convertido a alguien que antes no lo era, por lo que no sabía si sentirse culpable o culparle a ella o al desgraciado que la había seducido. El guardo silencio un momento en la intimidad de su cuarto y encendió un cigarro, pensando para sí, si debía entrometerse en algo tan personal, a lo que se respondió a sí mismo, recordando que había dado su opinión antes a personas que ni siquiera le caían bien y ella merecía un poco de ayuda sincera, intentando no ser grosero explico que entender las cosas del amor era complicado, suponiendo que son dos mundos diferentes relacionándose al nivel que funciona la intimidad personal, sentirse culpable o culpar a alguien eran solo bromas de mal gusto que la mente le jugaba al alma, en su intento de digerir positivamente una situación que pudiera lastimarle, ella no respondió por algunos minutos, sin embargo el siguió escribiendo, diciendo que entendía que aquello doliera, eso pasa cuando las personas nos sentimos traicionadas, pero no es que esto por ser o no lesbiana, se complique, en una relación heterosexual, las cosas son igual de complicadas, porque como dije, son dos mundos diferentes relacionándose y pues solo queda entender que ese tipo cosas podían pasar, es decir, que no estaba exenta vistas las circunstancias en que sucedió, de ello. No todos aceptan con prontitud su sexualidad e incluso quienes lo hacen, habiendo superado una etapa de sus propias mentes, no siempre trataban como una ley sus preferencias, es decir, ciertamente no puedo ayudarte a sentir menos o no tan triste, pero ayuda comprender que ella podía o no estar pasando la transición entre dos normalidades distintas y pues aunque a un nivel del corazón lo que ella hizo duele, es un pensamiento más allá del bien y del mal, saber que este tipo de cosas en circunstancias como esta, superaban a aquellas lógicas en las que esto era normal en etapas de transición para su pareja, había buscado una excusa que transmutara las circunstancias de una profunda tristeza a una actitud de comprensión, dio su opinión y esta no cayó en un saco roto, ella le pregunto si quería ir a beber con ella al bar, pensándolo poco accedió. Y aquella tarde se convirtió en uno más de esos recuerdos nebulosos, en los que no solía recordar cómo había regresado a su casa.

Su círculo de amistades había crecido en un alto porcentaje de un uno por ciento, que era en realidad para él un cien, como era de esperarse, el alcohol, había soldado el vínculo entre él y ella, las circunstancias suponían una forma nueva de sentir, pensó en que cosas fueron las que habían hecho acercarse a ella de esa forma, ya antes había tenido amigos que sentían una nada correspondida unión de amistad hacia él, aun cuando aquella mansa actitud controlada y poco transparente no les sacara de la ilusión, pensó en si él podía ser el lado despreciado en esta ocasión, ignoro ese pensamiento y sonrió entendiendo para sí, que aunque cualquier cosas sea posible, el no esperaba ser o no correspondido por su amistad puesto que la disfrutaba.

Encontró en su soledad, nuevas piezas para la cubeta de legos con la que le gustaba jugar, nunca había tenido prejuicios hacia los homosexuales y ninguna vez le había interesado pensar en ellos, ciertamente aunque esto no era algo que le molestara, tampoco era algo que le importara demasiado, aunque con la intensión de ser un apoyo útil en futuras ocasiones para su amiga, intento entender que sucede cuando dos personas del mismo sexo se enamoran, ciertamente, aunque la mente de la realidad suponga que no es lógico mezclar los positivos con positivos o negativos con negativos, esta era una de las cosas que le hacían entender, que este logos que la humanidad utiliza como muleta para aprender a vivir, no era del todo coherente con la realidad, no se podía decir que en las relaciones entre el mismo sexo, el amor fuera ilógico y aunque resultara negativo para comprenderles, también se podía entender que, que este amor fuera lógico no garantizaba en nada su realidad. Ciertamente no había forma de comprobar de un manera concluyente el amor en las relaciones gay, aceptarle o rechazarle suponían clichés que igualaban las circunstancias en aquella interrogante no comprobada, en donde aceptarle o no supone como tal, tales clichés en la sociedad (machismo, feminismo, etc.), pensar en qué clase de cosas le hacen a una persona amar a otra, era elemental para entenderles, ciertamente la educación jugaba un papel muy importante en este tema, se sobre entendía que tener una educación que le permitiera a una personas tener la mente abierta desde temprana edad, hacia fácil que una persona no sintiera ilógico el amor hacia el mismo sexo, sino que, sin ideas nacientes sintiera que esta idea no se disocia en hacia arriba o hacia abajo, sino en un punto en medio de los dos polos, que poder sentir constante entre estos, pensamiento que permitía la fenomenología de cualquier tipo de relación. Esto le hacía pensar que su amiga había tenido una educación muy buena, decir simplemente que ella veía normal su forma de amar, no explicaba nada a estas alturas, ciertamente ella no veía motivos para creer que su manera de amar estuviera mal, señal de una avanzada mentalidad. Entendiendo que en muchos casos la mente que ha superado a la mente, arremete contra aquellos valores iniciales que fueron superados para justificar el poder amar.

Ya entendiendo esto, comprendió, que cualquier opinión que este emitiera para su amiga, debía ser pensada con la misma normalidad que una pareja heterosexual, salvo por aquellas especificaciones tacitas a entender pertinentes al cuerpo, fuera de eso todo suponía una llanura en el pensamiento tal que todo se volvía prolijo. El tiempo paso, la amistad creció y aunque aquellas partes de su alma que amaban la soledad no menguaron, si, habían en el nuevos espacios en los que disfrutar el tiempo y su paso.

Aunque su rostro, aun parecía salido de una autopsia y su mirada aún era de un semblante vidriosa, manteniendo aquella rojiza apariencia en ella, entendía que lógico o no, se habían iluminado en el ciertas partes de su alma que antes no sabía que tenía.

Había entendido con rapidez, la camaradería que caracterizaba a una buena amistad, ni ella ni el, pretendieron juzgarse por su apariencia, ambos habían respetado la esencia personal que los caracterizaba, fermentada o no, no recibían juicios que les obligasen a comportarse distinto a como les nacía y siendo que ambos disfrutaban de sus compañías, incluso cuando esta solo significara sentarse en silencio y encender un cigarro o beber un buen whisky.

Ella parecía muy culta y concienzuda a pesar de cómo le había conocido, sus palabras proponían cierta experiencia y sabiduría que solo podía encontrarse en alguien en cuya vida hubiese habido tormentas y turbulencias que contrastasen con la serenidad que su mirada reflejaba, a él le gustaba que ella lo visitara, ella como tal le gustaba visitarlo también, se había hecho una fiel oyente de su forma de pensar, le parecía como si respetase todas las cosas y no pareciera afectarse por nada en particular, ella comento acerca de eso, a lo que él respondió con un sonrisas, explicando con sinceridad que esa era su fachada, no era en sí que fingiera, pero el tiempo le había enseñado a ser muy introvertido y hasta cierto punto introspectivo, por lo que en ocasiones no era que aquella dichosa fachada se trasparentara y reflejara los relieves agrestes de su mente, explico que consideraba ciertas cosas como secundarias aunque en su mayoría las cosas que proponían la gente, eran necesidades humanas de toda clase de formas colores y que aquello que suponía esencialidad en sí mismo era así solamente para cada persona por individual e incluso que las personas piensen diferente correspondía a esa clase de cosas con las que al aprender de la fenomenología de la vida ayudaba a lidiar. Cruzaron diferentes opiniones mientras llovía, aunque algunas todavía se mostraban con cierta timidez, por respeto a que para uno o para otro estas fueran distintas, ella proponía que estaba bien tener una manera de pensar que ayudara a ejercer la vida, ciertamente es como nos guiamos todas las personas, para soportar esta fiesta de disfraces a la que algunos llegamos con nuestros propios rostro, perdón si me doy a mal entender, no digo que este mal no ser transparente, a decir verdad aunque no todas las personas lo aceptan, esta es una forma tal vez no de vivir o sobrevivir, más bien me pareciere como si la luz de las personas colorearan la figura de tu presencia y tú no lucharas por llevarles la contraria, pareciera que ya te acostumbraste a vivir en esa miscelánea de energías que rellenan tu silueta, él sonrió, inhalo un poco el cigarro para ayudarse a procesar aquello que ella había dicho, pocas veces discutía de esto, pero ella tenía razón, él se sometía a reflejar cualquier cosas que el momento, o los prejuicios o la luz, o la energía, o lo que sea que esculpiera, esta forma en la que él solía parecer lo que sea menos el mismo, comprendía; soltó el cigarro en el cenicero y dijo, si, no lo había notado pero es cierto, me he acostumbrado a ser a través de lo que sea que fuere esto que colorea mi presencia y pues esto en ocasiones hace que ni si quiera me sienta que soy yo mismo, aunque cuando lo pienso bien es solo que no me siento como tal, pero a todas horas soy yo mismo, imagino que ha de ser cansado pretender ser diferente a como soy o reafirmarme a cada momento como yo mismo, quizá es que yo si acudí con mascara a la fiesta, pero no he encontrado nada que me motive a quitármela, quizá esos colores que pinta la gente en mi presencia son la costra de polvo que se pega a mi disfraz, a orillas del patio, la lluvia mojaba su zapatos y aunque ella no fumaba, lo acompaño con un cigarro, aun cuando solo fuera para aspirar humo y sacarlo, ciertamente era lindo el silencio, que sucedía cuando uno de los dos terminaba de hablar, parecía tal cual, que sus respectivas presencias les ayudaban a sumergirse en cierta paz y desenredar las marañas de sus propias mentes. Pasaron así por unos minutos, ambos sonrieron mirándose con aquellos cigarros en sus manos, estaban en una sintonía en donde podían entenderse el uno con el otro y permanecían en ella mientras callaban.

Ella comento en confianza que el feminismo era una forma de certificar la lógica de su sexualidad y pues aunque no quiera soy parte del movimiento feminista, aunque decía eso para no ser juzgada como feminazi, el pregunto si ella permitía o quería que opinase al respecto, entonces sonrieron juntos como asintiendo con ello y él dijo, no estoy muy informado acerca de que o como piensa el feminismo o alguien feminista, ciertamente no considero que sea algo ilógico, a la gente le gusta relacionar sus mentalidades con sus formas de ser, eso es parte de compartir sus vidas con otros afines, lo que les impulsa a crear movimientos sociales que enriquecen sus mentes y con esto sus espíritus, congregarse o frecuentar a personas que piensen o sientan igual que ellas hace más confortable su estancia en el mundo, me parece que como todas las cosas el feminismo surge de necesidades valga la redundancia femeninas, poco atendidas como lo fueron en su época los empleos y la educación, quizá no es el feminismo que hoy vemos en las calles protestar, aquel que velo porque la mujer tuviera educación y empleo, entre otras cosas, pero si hay un razonablemente antiguo espíritu femenino que estuvo ahí presente para aprovechar las oportunidades que las circunstancias de la sociedad iba proponiendo a medida evolucionaba la filosofía de esta, pienso en esto más allá del feminismo actual aunque sin duda me es lógico creer aun en ignorancia que este pudiera ser su origen, porque en realidad no es algo que haya conceptualizado para mi uso. Ella lo miro y dijo que entendía y además estaba de acuerdo que no había sido el feminismo oficial de esta época el que había estado presente en el pasado, en donde sin intensión de ser antipática, pensaba que podría ser un poco exagerado comparar las situación con un pasado tan lejano, aunque si, si tuvo que haber un espíritu femenino, para que las mujeres no se dejaran pisotear tan fácil. El asintió con la cabeza y cerrando los ojos un poco como gesto de respeto hacia su opinión, lleno dos vasos con whisky, teniendo el vago recuerdo de si ella lo tomaba en las rocas o seco, así que sirvió en un vaso aparte un poco de hielo y extendió uno que contenía whisky, preguntando ¿hielo?, a lo que ella negó con la cabeza, él se avergonzó un poco por tomarlo en las rocas, pero así le gustaba.

Al final del día, ambos se despidieron dándose un beso en la mejilla y al irse ella, el regreso a su cuarto, encendió un par de inciensos, sirvió más whisky y encendió un cigarro mentolado, hacer esto cuando estaba solo parecía ya un ritual, aunque no quería conceptualizarle de tal forma, por temor a desgastar la manera en que disfrutaba de esto en soledad, si, la compañía había sido agradable, más de lo esperado, pero quería descansar un poco de las personas, aun no superaba aquella idea de incluir a alguien más que a el mismo en disfrutar de la vida y aunque ya se había dado cuenta de esto, la había incluido a ella, esto le hacía romper un poco el confort de la costumbre y aunque lo negaba disfrutando de todas formas de su soledad, le agradaba estar con ella.

Entender a las personas parecía difícil, había hecho cierto esfuerzo al extender su opinión con ella unos días antes, no acostumbraba hacerlo, sin embargo, platicar con ella le hacía salir de ese narcisismo involuntario en el que estaba sumergido por no hablar con nadie, que le hacía creer que solamente su opinión podía reflejar inteligencia, era evidente que no era así., Recordaba que ella no había temido discrepar y esa discrepancia valga la redundancia, evidenciaba aquello que solo había pensado en su mente, que cada cabeza es un mundo, ciertamente y en la teoría, se podría pensar que la opinión de ella era una forma de expresión que respondía a otra clase de normalidad diferente a la suya, pensó muchas cosas que le hubiera gustado preguntarle en ese momento, salvo que en el instante de su plática no se le ocurrió ninguna de ellas. Pensó en que el prejuicio hacia que la gente parecieren no pensantes, se debía a que no se había dado la oportunidad de conocer a ninguna persona de entre esas que usualmente veía pasar, hablando o no, con las que solamente había tenido una interacción superficial de saludarles por educación, ciertamente, entrados en confianza también han de tener sus opiniones razonables de las que poder aprender. Sentía que había sido un poco antipático con la gente, aunque no sabía cómo darles una oportunidad a conocerles, si ellos tampoco parecían querérsela dar a él, esto le motivo un poco, salió de su casa con una mochila y su tarjeta de crédito en la bolsa, fue y compro un poco de ropa y se propuso dejar de parecer tan fachoso, compro algunos pantalones, varias camisas, zapatos, perfume y al día siguiente se vistió como si fuese a dar un paseo y fue a caminar a la ciudad, intento platicar con algunas personas, pero era evidente que las personas no estaban dispuestas a tener amistades así de simple como decir hola y adiod, entendió entonces que si quería conocer gente, debía ser más casual, por lo que no se presionó y regreso a su casa sentándose en la puerta con una silla haragana, un cigarro y una cerveza, si, quería conocer gente, pero también quería beber, así que si alguien se le acercaba ya habían filtros que cruzar para hacerlo, tampoco era como si se muriera por hacer amigos, la realidad solo quería extender su consciencia a un paso más allá del “yo”, el cual era el “tu”, aunque sin saber esto, el entendía que tanto tiempo consigo mismo lo habían hecho ser un experto muy letrado en sí mismo, suponía que en esencia las personas no podían ser muy diferentes, pero entre tanta introspección, había mentalizado demasiado sus capacidades y racionalizaba más de lo necesario en cuanto a relaciones personales se trataba.

La sinceridad dilataba su memoria, a medida que en esta, pretendía recordar su historia, ciertamente había salido de su zona de confort, tal vez no como lo había pensado, sin embargo, había sido de una forma menos violenta. Era cierto que aquello, que entonces parecía una introversión involuntaria, había sido muy cómodo a través de los años, aunque abrirse un poco suponía un cierto sabor a aventura, que en vista de él, le sentaba bien a pesar de tomarle en cierta manera por sorpresa. Ciertamente, continuar en esa ignorancia existencial, podría resultar fácil, era solo cosa de seguir una constante línea recta sin que obstáculo alguno mutara su paso.

Había pensado mucho en eso de las parejas, a pesar de que sus relaciones personales presentes, no representaban tal cosa en ese momento, en vista de la sorpresa llevada con su amiga, sabía que tarde o temprano se iba a dar la oportunidad de conocer a alguien tan bien como se conocía a sí mismo, aunque esto suponía cierto cuidado en cuanto a quienes conocer y a quienes no, puesto que bien había dicho aquel viejo cínico, “había por ahí miles de personas que amarías más, si les conocieses”, por lo que enamorarse parecía más fácil y menos voluntario que de costumbre.

Entender esto de las parejas resultaba un poco difícil, su mente se había abierto a esa posibilidad y esta le representaba cierta maravilla que antes había despreciado, si, las personas eran unas desgraciadas e infelices, a quienes parecía solo importarles lo próximo, lo material, etc. Ciertamente esto le encendió una alerta a su sentido común al entender que usuales o no, esos eran estereotipos y como tal interrumpían su vista de la realidad, teniendo en cuenta que no se había preocupado por disolver o desmitificar ninguno de estos.

Había pensado un par de veces al calor de un whisky, que quizá enamorarse de una persona, no suponía en vista de lo nuevamente pensado, que esta fuera o no su alma gemela, la idea representaba una forma en la que las circunstancias en las que conocería a una persona y lo que estas le permitieran valga la redundancia, que tanto conocerle, como no, a pesar de no creer en verdad eso del alma gemela, ciertamente saber estas cosas correspondía a la chispa propicia que podría encender en el amor. En cierta manera, se estaba enamorando del amor en sí mismo, aquello que una vez le hubo causado desprecio, hoy parecía maravillarle, aunque tal diferencia aún no había sido notada.

Había entendido ya el logos de como amaban las parejas del mismo sexo y teniendo en cuenta que estaba conociendo el amor heterosexual sumergido en una primera persona, resultaba un poco menos manejable que la idea anterior. Las personas solían amar varias veces en su vida y no supone ser exactamente por, qué tanto o que tan poco conozcan de sus parejas, en cierta forma la fenomenología del amor correspondía a una idea más amplia que los simples clichés y estereotipos que podían entenderse mientras no se conociera el amor en primera persona, en cierta forma se comprendía que quienes sabían de amor o estaban enamorados o con el corazón roto y no sabía cuál podría ser peor. Dándose unas palmaditas de conciencia quiso salir de la primera persona y colocar aquella idea en una tercera persona que le permitiera entender en perspectiva y de una forma impersonal lo que el amor podía ofrecerle. Solía pensar que las personas se enamoraban más que por algo en especial, por la pasión que compartían en experiencias conjuntan es decir, más que por la memoria, por la historia que tenían y forjaban juntas, lo que compartían y pues eso estaba bien a simple vista, ciertamente pensar en que solo aquello que se conociere de una pareja podía enamorar resultaba diferente al pensamiento, en el que sentía que esto podía atraer y no más. Al entender esto pudo darse cuenta que si la gente se enamora en la experiencia conjunta, entonces no es el corazón el que se enamora, sino el ser.

Nunca había pensado si su forma de ser era o no correcta, en cierta forma lo que había dicho su amiga resultaba cierto, nunca parecía el mismo y es que al no relacionarse con nadie, había ejercitado muy poco su forma de ser, en cuanto esto supusiera descuidar el ejercicio de la química entre él y las demás personas, ciertamente el método que su alma había encontrado para ser dentro del mundo, se limitaba a ir de aquí a allá, pensando en cuantas patas tiene el gato, para sobrellevar el hecho de que estaba solo y si, el suponía que esto era su elección, ¿pero lo era en realidad?, esta pregunta le hizo pensarlo dos veces, esto de la soledad tal vez no lo había escogido y suponer disfrutarla, quizá era lo que se podía decir o hacer para bancarse con buena cara una mala situación. Ciertamente siempre había pensado que era feliz y puede que fuere cierto, que aprendió a serlo incluso en su desgraciada soledad, tal como el superviviente se adapta para evolucionar, pero… Haber entendido que solamente estaba siendo positivo para pasar el trago amargo al que las circunstancias le orillaron a aceptar, era sino el principio de una forma distinta de ver la vida, esto le hizo pensar en si en realidad había sido un conformista con esto de ser feliz en las circunstancias que suponían desgracia. En cierta medida entendió que todo este tiempo, había estado inmerso en un efecto espejo, en donde su interior gritaba señalando a otros desgraciados como ejemplo de cómo no quería que el fuese. Aunque, esto de ser o no conformista, respondía a un gaje de la lógica, quizá no era como él creía ser, pero eso no significaba que fuese como el logos más próximo apuntaba, esto debía pensarse con meditación, ya que de eso dependía una pequeña parte de los ejercicios de su ser, entre otras cosas.

Entender que gran parte de aquellas cosas que había despreciado, no eran sino, un grito de su interior, que reflejaba lo que él estaba siendo en esencia, en cierta manera esto suponía la fronosis a la que todo lo que aprendió de esta y aquella cosa, le llevo, pensó en cuanto había pretendido ser diferente o ser mejor que los demás, porque pensaba esto y aquello de cosas que no tenían importancia ni siquiera para él, en las que solamente le importaba salir victorioso de una forma lógica que le hiciese creer que él estaba por encima incluso de aquel aroma dulce que suponían las flores en el camino hacia una buena vida.

Suspiró y miro su cajetilla de cigarros despreciándoles aun sin deshacerse de ellos, entendiendo que ya entendía cómo funcionaba esto aunque, esto de entender o no, era sin más una forma de romantizar lo importante, en cuanto comprendía que esto en sí mismo era ver como fantasía cosas que en esencia solo suponían a aquella sabiduría que pequeños detalles, como tener buenas costumbres, buenos hábitos, ser amable y todo lo que representa ir por el buen camino, correspondían a una buena vida o al menos al tipo de vida en la que desde siempre los ancestros más próximos nos guiaban con su sabiduria.

Él podía entretenerse con lo que había llamado antes su cubeta de legos, cosas como entender la forma en que las cosas de la vida funcionaban con una tonalidad fantástica de análisis supuesto como objetivo en el que todo aquello pareciese precisamente, eso, que nunca le iba a pasar a él, si, podía entender la única esencia que esto podría suponer, que no era más que un ejercicio para su haber, una mera manera de agilizar su mente. Entender esto, le hizo pensar que tenía una mente ágil, no por un ego con el que presumir ante los demás, sino aceptar que todo lo que él creía saber en esa farmacia eran sino, ejercicios con los que agilizo su mente en su debido momento y que hubo atesorado sabiendo que sí o no, esto fuere o no, útil, llevado a la práctica.

Ciertamente de tantas cosas que había pensado antes, pudo destilar muy poca practicidad, atender sus hábitos y costumbres, abrir su mente haciendo cosas nuevas, socializar un poco para variar, etc.

Entendió que los ejercicios para agilizar su ser, suponían aquella sociabilidad intrínseca con las que los seres humanos, nos entendemos a nosotros mismos entendiendo a los demás, pensó por unos segundos, que podía hacer para conocer gente, sin aun presionar que esto sucediese, sentía cierta vergüenza al pensar en compartir esto con su amiga, por lo que entender que no era necesario explicarlo todo, bastaba.

Sin apuros llamo a su amiga, preguntado si se podían ver, ella respondió a los minutos, diciendo que sí. Aun sin intensionar que esto fuera parte de los ejercicios que él se había propuesto practicar, el entendía a que correspondían a esa misma naturaleza, aunque no les presionara. Ella llego y él le atendió con la misma hospitalidad de siempre. Entre plática y risas paso la tarde y ella tuvo que irse antes de llegadas las seis. Ese dia le hizo entender que todas esas cosas que había pensado antes, eran una forma de complicarse, quién sabe si para sentirse inteligente por valga la repetición de la palabra, complicarse o solo como una necesidad de mantener ágil su mente, ciertamente entendió que para ser inteligente no basta entender grandes paradigmas o hablar bonito, ciertamente su vida le había llevado hasta una forma distinta de comprender la realidad en ese momento.

Encendiendo un cigarro subió a la segunda planta de su casa, la tarde perecía en neblina y oscuridad y aquello hacia húmedo el clima, meditando en lo mucho que se había complicado hasta ahora, el cigarro se terminó y pensó en si esto de la vida era cosas del destino inminente de cada ser vivo o bien era algo que adquiría forma con el tiempo, es decir, si su origen era el azar y su crecimiento la constancia. Pensó en el azar como responsable, una forma de entender que las cosas, aunque sus causas tengan un origen, este no siempre corre con un significado pretendido, aun que adquieren valor a medida crecen , mientras pasa el tiempo y aun que fuere esa en apariencia de infinita continuidad la que daba un verdadero sentido a las cosas, como la vida o la civilidad cuyos orígenes recibieron correlatividad a través de su formación, sin embargo, era algo más que azar aquello que suponía el crecimiento de estas causas, la acumulación de experiencias de una misma naturaleza, propone aquellas cosas cuya finalidad pretende demostrar significado a través del tiempo, por haber pasado del azar de haber sido en su origen no más que un grano de tierra atorado en el suelo, hasta convertirse en firmes montañas en la constancia de su propio azar.

Poder comprender sin complicación que esto de racionalizarse a sí mismo, era bueno si, sin embargo, era parte de los gajes de haber tomado aquella capsula roja, servía de mucho razonar sus motivos y hacia donde le dirigen estos, era un buen ejercicio para su mente, aunque esto no pretendía ser un ejercicio que le hiciera más o menos diestro en las artes sociales en las que las personas de muestran la forma en que su ser encontró para ejercerse.

No importaba que tanto o que tan poco quisiera entender, comprender eso del “ser”, era mucho más que una atractiva idea de los intelectuales y los hippies, por entender aquello que está más allá de nuestra mente, ser solo era la forma de actuar, la figura de la conducta, mas no una entidad esotérica como se le ha hecho creer a los incautos que buscan en la estimulación de sus mentes, aquello que les haga des comprender al mundo, pero terminan enjaulando la conducta en una cárcel cuya lógica captura la voluntad.

Entendió como conclusión, que no importaba si el mismo veía o no a bien sus costumbres, formas de ser y colores de su mente y demás, si, podía razonar esas cosas y darles un significado agregado a sus comprensiones, pero al final ese momento en que su alma contemplaba la vida a través de sus ojos, era lo único que tenía y aunque toda aquella verborrea de aquello es así, aquello es asa, podía o condicionar una mejor o peor actitud para accionar su comportamiento en el acto de ser, siendo que esto resultaba útil al final, al menos si el así lo quería.

Al cabo de sus treinta tres años, había forjado nuevos hábitos y nuevas costumbres, en la medida de aquello que fuere para el posible, llevaba casi un año corriendo por las mañanas, no por ejercicio físico en su totalidad, eso era un plus, aunque en verdad buscaba respirar aires nuevos, ciertamente sentía que respiraba solamente los aires que le nutrian en forma próxima, había otras clases de este que podrían infringir en él, una química distinta si les daba la oportunidad, esto representaba sentir distinto, pastar en otros campos en los antes no encontraba nada, al terminar sus caminatas de las mañanas, se sentaba a ver el sol y se fumaba un cigarro y regresaba lento, disfrutando de las blancas a medida se dirigía a su casa.

Había oído antes el razonamiento en el que sentir distinto representaba modificar el alma, sentía que si ese era el caso, él debía modificar su alma con prontitud, aun que al inicio de ello, no tenía idea de cómo empezar a hacerlo, sin embargo, era usual que las cosas que proponían novedad en su estancia, supusieran cierta complicación al llegar como novatas a su alma, entendiendo esta vez, que ellas debían modificar justamente eso, su alma.

Aquella presencia que una vez hubiese estado llena de oscuridad, pretendía sin más, ni menos, parecer menos individuo, no porque aquello que creía era una masa de gente le hubiere vencido, ya antes había intentado mezclarse, pero fallo, ciertamente aquello de juntos pero no revueltos era útil a fin de lógica, para disponer los límites de su individualidad, sentir o creer sentir distinto a las personas, representaba que estas percibieran que quería sobresalir o sentirse superior a ellas, con un poco de sentido común se puede entender que a nadie le gustaba ese tipo de personas y ciertamente comenzó por entender que quizá no era que debía ser como los demás, sino al menos parecer igual aunque fuere o no distinto.

La política le parecía una pérdida de tiempo, no era un gran patriota, pensaba que todas estas ideas de nación y pueblo, estaban bien para quien así lo quería, pero no significaban gran cosa para él, ciertamente su escepticismo con aquellas cosas que suponían el ejercicio de lo social, le liberaba de compromisos con ideologías que claramente respondían a intereses que no eran suyos. Si, él sabía que alguien tenía que gobernar el país, si, también sabía que en teoría la gente escogía a quien, sin embargo, todo aquello parecía tan ajeno a quienes podía decirse eran los gobernados, que resultaba difícil creer que su voto en realidad importaba, si no era un empresario reconocido, una figura pública o alguien famoso, que parecía eran los únicos perfiles que figuraban para tal tarea, era fácil notar que ninguna persona, que pudiera decirse es de entre los gobernados en ningún país, pareciere podía gobernar, podían pensarse muchos motivos de porqué, que a fin de parecer normales, podían ser lógicos, sin embargo la gente ya estaba acostumbrada a que les dieran atole con el dedo si buscaban una respuesta en lo público. Nunca en su vida en todos los países en los que había estado había escuchado decir que el señor de la tienda o la señora de las tortillas o el muchacho del pan, hubieren perfilado para edil o para presidente o cualquier cosa que supusiera importancia en lo político, casualidad o no, no pareciere correcto e incluso fuera de lo moral, tampoco parecía conveniente, al menos no para la gente que en su pensamiento el pertenecía.

En síntesis, la realidad parecía un fenómeno meramente tolerable, siempre dependiendo de cómo y desde que coordenadas se le contemple, ciertamente aquel escenario que todos tenemos en común, aunque fuese el mismo para un mendigo que para un político, era evidente que para uno de estos dos, sin importar que tan positivo o negativo fuere el pensamiento de estos, suponía ser mejor que para el otro, si, se puede pensar que el político pudiera vivir un infierno desde lo relativo y lo subjetivo y que el mendigo podría encontrar la sabiduría desde su pobreza, en cierta forma retorcer la percepción de la realidad con lógica, pudiera hacer que esto no fuese tan notorio, sin embargo escuetamente hay cosas en sus coordenadas que objetivamente en la mera existencia se vuelven circunstancias más fáciles o más difíciles desde donde ejercer la esencia a través del existir.

Son precisamente esas cosas que ayudan a mejorar la apreciación del mundo y con ello la actitud hacia él y como ejercer las acciones en este, las que terminan por convertirse en genes a través de la herencia y que por conjetura se comprende que ya en la forma que encuentra nuestra alma para ser en el mundo ya están incluidas todas aquellas experiencias que los antepasados hubieren vivido en el pasado.

Tal vez entender la vida no sea tan importante como parece, quizá aquello que a medida vamos viviendo cosas nuevas y no tan nuevas, sea en esencia, lo que supone el alma disfrutar o no, en su curso por la vida, pueda ser que la vida no tenga ninguna explicación lógica y que esta solo sea una casualidad conveniente como lo es cada montaña en el escenario en que esta pudiera haberse formado desde ser un grano fortuito. Sin embargo, ya montados en el corcel, bajarse es opción, pero también es opción montarle con estilo y además disfrutar del viaje. Una respuesta ultima, como se busca a través de las sabidurías ancestrales más populares, supone el final de una forma de vivir, encontrarle podría ser útil, ya habiendo realizado la vida, todo lo demás significaría un cielo que habitar después de la victoria y ciertamente no estoy seguro de si esta dichosa respuesta es la conclusión de la experiencia de buscarle o es en sí, la iluminación alcanzada al angular se con el sol. Si la famosa iluminación es muy romántica y atractiva a través de la historia, pero en ello supone en resumen, solo liberar la mente después de entender aquello que casualidad o no, formo a la montaña o lo que fuera que le estuviera manteniendo dependiente para existir a partir del desencanto.

La sinfonía repulsiva del mundo funcionando, corrompía el pensamiento que retrataba su belleza y entender a modo de bellos, aquellos microscópicos cuadros que la gente vivía en su escena, suponía el minimalismo de un instinto por la supervivencia de un sentido, más allá del azar, tal vez o quizás aquel valor agregado que la vida adquiría ya siendo una montaña. Si, era cierto que la vida tenia altibajos, que las condiciones en que las personas comunes le experimentamos no nos pone del mejor humor, a través del cual juzgarle, sin embargo, aun sin ser hedonista, narcisista o cualquier tontería con lo que el logos de la sociedad suponga etiquetar las cosas, es posible aceptar a modo de placer aquello que es vivido al igual que aceptar a modo de belleza el reflejo propio y no por ello sentirse mal porque se acepta que se es lindo, la sociedad por algún motivo ha popularizado la idea contradictoria del narcisismo, con esto la gente evita apreciar su propia belleza y busca en los demás ver lo que no es correcto a suposiciones, ver en unos mismo. El pensar contrario supone la idea de defender un error que no es en realidad tal cosa, habrase visto semejante disparate que una persona no puede aceptar su propia belleza sin ser llamado peyorativamente como narcisista, sino esperar a que otros le acepten como bello. Mientras por otro lado ahora es también llamado hedonismo disfrutar la vida, entonces se espera que la vida sea un martirio o bien que nunca nos atrevamos a pensar de tal forma que le podamos reconocerle por su nombre, en cuanto tal nombre ya fue pensado por quien sabe qué clase de intensiones promiscuas de los vicios del poder.

La realidad en el ejercicio de la lógica, era engañosa, suponía entendimientos silógicos, que a modo conveniente pretendían funcionar en todo estrato como leyes, sin embargo, nada más alejado de la realidad que creer que esto es universal. Entender la esencialidad de la lógica, proponía la idea de una inteligencia que razonara cada situación con juicio métrico, aunque tal cosa no fuere de orden universal, su uso al detalle era muy oportuno a la hora de diferenciar la verdad de entre las cosas que resultan falsas. Sin embargo, aun en el entendimiento del detalle, no siempre la realidad resulta lógica, muchas otras veces responde a situaciones en las que la inteligencia de otras almas, resulta ilógica como impresión del albedrio y voluntad de otras personas con las que suele convivir nuestro juicio.

Se puede ser letrado en cualquier materia que suponga avances en el uso de la mente, se puede ser un experto en cualquier rubro que represente importancia en los intereses de la especie, pero es en buena parte el ejercicio de lo social, lo que hace convivir alma con alma, al adquirir a través de esto, la experiencia que demuestra lo aprendido en eso de vivir, la fenomenología de la vida extiende sus ideas a quien proponga experimentarle a través de otras almas, siempre y cuando esto sea en la medida de lo razonable. Ciertamente, son las cosas que se aprenden en el camino del existir las que forjan y enseñan aquellas cosas que han de ser útiles a la hora de ser humano.

Educar la mente para que refleje el alma, corresponde a una forma de vivir que sustente la inteligencia y el albedrio personal a ejercerse como manifestación de valga la repetición de la palabra, del alma misma, ciertamente entender la realidad en su crudeza, si bien es cierto no es totalmente satisfactorio, pero si, es el principio idóneo para erigir un logos cuyo ejercicio suponga la expresión del anima, suponiendo paralelismo en las lógicas que pretendan ser fieles a las causa y motivos de la realidad, comprender que todo aquello cuanto hace bien, es en esencia el resumen del entendimiento de esta, hacia el que la inteligencia pura nos dirige, siendo o no esta lógica aplicada a continuación, parte de las muletas que suponen ayudarnos a encontrar nuestro método de ser, si, es a su provecho algo que contemplar en las geometrías básicas de la realidad en el acto, ciertamente el sentido común nos inclina a entender que nada crece ni se desarrolla en el mal, nadie por muy malvado que sea vive de hacerse el mal a sí mismo, nadie se mata a sí mismo para satisfacer su maldad, nadie se roba a sí mismo o se perjudica, es comprensible que el bien es lo que todo ser bueno o malo, negativo o positivo, blanco o negro buscan para sí mismo, lo que refleja en sí, inteligencia por lo que se entiende más allá de la simple lógica, que toda inteligencia deriva en un bien.

La idea popular de relatividad, supone en el mundo la noción de que todo puede pasar, si, la idea en cierta forma abarca ese hecho, sin embargo como tal la esencialidad de la relatividad pretende demostrar la forma en que la energía contenida en la materia es extensamente mayor a lo que su masa permite por modos lógicos, también se comprende aquella idea en la que el movimiento es relativo al observador mientras la velocidad de la luz es constante. Entender esto corresponde a comprender que la multitud de ideas que son contexto de la relatividad, en ocasiones suponen su idea popular, la gente adopto esta, como expresión de su revolución.

A su modo de ver, había sido muy drástico para entenderse a sí mismo, si, quizá no era el ejemplo de lo que debe ser alguien feliz y tal vez tampoco era su forma de pensar algo que diera resultados fructíferos en su vida, pero todo eso en sí, era el método o manera que su alma había encontrado para ser en el mundo y pues no se trataba de si era o no correcto, puesto que eso respondía a un juicio lógico, en donde algo solo puede ser o no ser, si se tratara de lógica matemática en la pura geometría de su idea, podría afirmarse que además de si o no, hay otras trescientas sesenta opciones que poder escoger alrededor de eso que representaban en sí, todo un universo de posibilidades que podían ofrecer una elección en específico de entre todas las opciones que incluso entendiéndolo desde una óptica diferente supone que más allá de blanco y negro existen los matices.

En su intimidad contemplaba aquellos sueños que había tenido en su infancia, ser un superhéroe había sido entonces, su aspiración más grande, solía imaginarse salvando a las personas por la noche a través de aquellas calles que le habían visto pasar y en las que la oscuridad propiciaba que todo pudiera suceder. Su adolescencia le había desencantado en cierta forma, todo aquello que su infancia le hacía imaginar, en ella cobro una forma más idealista, su sueño se había mutado para imaginarse en el escenario de un mercenario, hoy aquellos sueños le parecían infantiles, recordarles e imaginarse viviéndolos suponía despertar una faceta de su alma que le indicaba ser el hombre que sabía que en el fondo era, pensar en eso le hacía reír, sus antiguos sueños pudieren parecer infantiles, sin embargo él lo rememoraba con cierta gracia en la cual quedaba sino sonreír por ello.

Las personas solían soñar con toda clase de cosas fantásticas y no, con ser bombero, ser doctor, ser futbolista lo que hacía que su sueño fuera extraño entre los demás, sin embargo al abrir el baúl de los recuerdos encontraba una plática que había tenido con su abuelo a los ocho años, le había dicho entonces que para soñar tenía que ser inteligente, no bastaba con pensar el bien para sí mismo, e incluso tampoco bastaba el solo desearlo para los demás, debía entender que esto tenía que sacar en él, al hombre que en el fondo era. Eso le había marcado de cierta forma la visión que tenía de su propia alma, incluso a los treinta y tantos años, sentía ser un niño en comparación de aquella imagen del hombre que podía llegar a ser, que su abuelo le había ayudado a entender.

Se empezaba a preguntar en sus estancias de placer, como era el mundo para otras almas, si eso que en teoría decían, que cada cabeza es un mundo, sonaba bien, aunque estar trillado le hacía cerrarse al entendimiento de quien le pensara, pensaba en que la gente veía su vida desde otros ojos, que condiciones le cuartaban, que peculiaridades les condenaban, creer fielmente que la formación en su infancia quizá no definía su alma, pero si suponía una condición personal cuya formación tenia origen en las circunstancias de sus vidas, además de aquellos detalles que habían dado significado al ángulo de otras miradas y otras almas como tal.

En ocasiones sentía que el peligro era un elemento clave para su alma, aquella actitud hacia la vida que había estado llevando a través de los años, le suponía cierta osadía que representaba una especie de código bushido personal en la que solía sentir que se hacía presente su alma, ciertamente pensar en el peligro como algo estimulante era algo propio de aquellas actitudes que pretenden la vida desde la fantasía infantil del glamour, aunque, estando lejos del perfil de súper héroe, le gustaba creer que sus propósitos y la adrenalina que llevarles acabo suponía, podían pensarse desde la gloria, puesto que aún seguía vivo. Solía sentir que solo ese código bushido le hacía quitarse la máscara en la fiesta, siendo que llevarle puesta ya no le importaba, su comportamiento y forma de sentir, expresaban a su propio modo aquello que entendía era su ser.

La vida que había llevado hasta entonces, no le parecía nada mal, al contrario, pareciere feliz, sin importar cuantas racionalizaciones que le indicaran que era un inconforme, pensara, ciertamente, tenía paz mental y eso era más de lo algunos habían logrado hasta entonces. Pensarse a sí mismo, desde el deleite del narcisismo, había dejado de suceder hace ya unos años atrás, su amistad con la persona que encontró en aquel bar, había dejado claro que solo bastaba darles una oportunidad a las personas, para que estas demostraran aquello que solo pensaba era un bien para sí mismo.

Pensar en lo lógico desde el ángulo en que el conocimiento de la especie le permitía ver, era sin lugar a duda, una ceguera aun estando en una pretendida luz, se podía pensar que aquello era solamente la forma de sobrellevar racionalmente el momento, que muchos seres vivos compartían sin más, sin embargo el entender aquel logos que suponía la conciencia de la especie en él, era aún más de lo que podría contemplarse desde el punto ideal en el que entenderlo todo se resume a comprender, que nada se entiende en realidad, no porque esto fuera un romanticismo del saber, sino por el hecho aquel, que explica que la casualidad en la que creció la especie, supone cierta idea de difícil cognición que propone que el conocimiento de la especie es solamente una casualidad altamente sedimentada por los flujos del azar, que bien podría ser distinto si esto dependiera de detalles diferentes en las circunstancias de su origen, la especie a través de los años, comprendia desde la primera persona en la que nos sumerge la naturaleza para existir, no ser posible a primera vista, apreciar la facilidad con la que saber que la especie nada sabe, demostrada desde la casualidad de su génesis mental. Todo esto para entender que desde la lógica como juguete, pueden ser posibles muchísimas cosas de difícil concepción que el logos oficial de la humanidad, no permitiría si se le tuviera presente al momento. Las realidad a través de la mente, es limitadora comprende ideas en las que pareciere absoluto aquello que en ella pretende demostrarse mediante ejemplos, si, es posible que el botón sea la muestra para entender que la prenda es buena o no, sin embargo en el mundo ocurren día a día cosas que parecieren distintas a su concepción lógica y popular en cuanto muchas veces el botón no tiene nada que ver con lo demás.

La vida hasta ese momento, había sido grata con él, se podría decir que había tenido buena fortuna, la realidad desde su opinión personal, suponía un conjunto de perspectivas individuales que convivían en un escenario común.

Las artes no le eran indiferentes, disfrutaba de la buena música y la pintura, a pesar de sentir que solo era un aficionado ya tenía algunas obras que a modo de concepto, no representaba un gran reto entender, sin embargo en su creación habían sido objeto de momentos de gozo en los que ejercer su arte le permitía sumergirse, las artes a su modo de ver, eran una de las múltiples cosas que hacía a esta realidad libre, en ella un artista que se hubiese etiquetado a sí mismo como tal, tenía por derecho la creación y por deber ejercer ese derecho.

La sabiduría canónica que la humanidad hubiese atrapado a través de los años, le parecía muy complicada en ocasiones, entender que aunque la sociedad era una casualidad, había habido quienes hubieron documentado los resultados de su experiencia, siendo estos en esta era aquellos hombros de los gigantes en los que se dice que crecimos en esta época, pareciera contrario el pensamiento en el que saber que nada se sabe, supone una realidad desde la casualidad de la vida, aun mientras sea entendible pensar que no es un logos que entender o no, comprenda, sino más bien, la inmortalización de los resultados de experiencias cuyo conocimiento hoy día representen sabiduría. Se puede y con justa razón, cuestionarle y entender aquella idea que la experiencia pasada hubiere querido transmitir, es lícito hacerlo, inclusive es útil participar de esa idea. Es contradictorio aquello en donde la realidad como resultado del relieve de un azar, suponga en ella, un crecimiento perpetuo a través del tiempo en el que ese logos que representa una muleta para la especie, tanto como la herencia que comprende en ella los resultados de la experiencia de todos cuantos hubiesen vivido, en cierta manera es entendible que los seres humanos a partir de la casualidad hubieren acumulado sabiduría cuya bondad en compartir, disponga el crecimiento o en el caso de él, la creatividad.

Las redes le representaban un sabor agridulce que gustaba de aderezar con la necesidad social en él, no era muy fanático de ellas, a pesar de que disfrutaba de la opino logia que en esta se podía encontrar, resultaba útil leer pensamientos que le contradijeran en sentido, más allá de lo que aquellos con los que parecía estar de acuerdo le aportaban, tenían dos opciones al contradecir una idea, ilustrar o ser ilustrado, en su sincera opinión intentaba con ahínco entender en esencia, la idea que había implícita o explícita en los pensamientos ajenos y encontraba sumamente útil preguntar los orígenes de estas, siendo lo que fuere que fueren.

Pensando en el sentido que sus propios pensamientos tenían, comprendió que muchos de ellos no respondían a su experiencia, quizá entenderles fuere parte de aquella sabiduría que pudiera o no heredarse en las generaciones y que además, supone en ella esa valga la repetición de la palabra, la experiencia de quienes hubieron vivido antes que él, esto parecía demasiado conveniente para no aceptar que aquello, según lo que él había creído entonces que era lógico, correspondían a meras vanidades.

Entender al mundo resultaba útil, a medida que la comprensión en su alma, abrazaba al alma mater, como una forma de adentrarse en la mente del prójimo, cuyo logos es en su forma más básica, el mismo que le permitió adaptarse al mundo a el, podía notar la innumerable cantidad de coincidencias que tenía en común con otras personas, pensaba en que quizá la gente no fuere tan extraña como él pensaba, en la medida en que todos habían crecido en las mismas condiciones básicas que les permitían sumarse al mundo, entendió que este logos que antes creía era una simple muleta, era sin más, la sabiduría de la especie, en comprensión con ella misma, ciertamente el mundo desde la simpatía parecía lógico y hasta cuerdo. A pesar de que no era muy fanático del ejercicio social, habían ciertos detalles, cuya relevancia alcanzaba a su apreciación de mundo y lo que en el se suscitaba, en el pasado ya se había erigido una forma en la que la sociedad se regulaba a sí misma, había un orden en el conjunto de seres que representaban a la especie, sin embargo, era notorio que esta, estaba produciendo nuevos resultados nunca antes vistos, cuya comprensión suponía modificar la lógica con la que se les juzgaba a las personas, para adaptarle a estas.

Comprender la realidad, corresponde a ya haber entendido en su máxima, mínima y media expresión al yo, a partir de los límites de este, es posible que exista evolución, siempre en la medida de lo conveniente para la vida. La vida como tal representa satisfacción y dicha, en su mayoría para los que han adquirido destreza en ella, son estos los que con inteligencia, llegaron a dominar el mundo de aquellos a quienes respiran en su más fina sal, es probable el orden a partir de la conveniencia absoluta de una realidad individual, por eones es esto lo que ha mantenido vivo al listo y sometido al tonto, aun cuando esto suponga cierta insatisfacción al apreciarle. No es por lo tanto la jerarquía o la suerte, la que definen cual es la posición de un ente en la cadena alimenticia, sino la capacidad que adquiere la forma de vida, de adquirir la destreza necesaria para vivir.

Recordar su días en el colegio era en cierta forma agradable, habían sido días buenos para su alma, cierta satisfacción en ellos, comprometía la felicidad en el recuerdo de una sonrisa, algunas personas podrían haberle juzgado de antisocial entonces, aun cuando quienes alcanzaron a conocerle, encontraron una genuina amabilidad que parecía desmitificar la imagen de presumido que adornaba su fachada, aun cuando las amistades no fueron muy profundas, habían sido buenos tiempos, en ellos se había enamorado del pensamiento, aquellos soliloquios que hoy día rechazaba, le hubieron enseñado a desmembrar una idea y volver a armarle intacta, ciertamente salir del colegio en las tarde, le suponía una alegría al llegar esas horas, en las que solía caminar pensando en toda clase de cosas interesantes que le propusieran el ejercicio ideal para convertir su mente en una gran y útil herramienta al paso del tiempo.

Había desmitificado su juicio moral, en sí, pensaba que sentirse bien por el bien y mal por el mal, era lo normal mientras no se cuestionara esta lógica, no suponía que hacerlo era lo correcto, sin embargo, entre sus convicciones el sostenía, que los juicios de lo moral, eran así para guiar la forma en que se decidiera ser, a través de la ciénaga de lo social, como un manual en el cual seguirle supone estar dentro de aquello que se corresponde correcto, en cuanto esto de respuestas positivas en el espíritu. En esencia la moralidad simplemente es útil para sentirse bien y evitar sentirse mal, siempre y cuando se siga a esta con compromiso y ética, sin embargo al abordarle desde la libre tesis, los compromisos morales pasan a un segundo plano en el que se vuelve tácitos e inherentes a la lógica, es decir, se sobre entiende su presencia, aun cuando no se les invoca como tal, además de saltarse la racionalización que esto comprende, sin sentirse mal por motivos que supongan correspondencia con su sentido interior, en resumen, aprender a no sentirse mal, por actuar de forma asertiva o ejercer aquello que suponga oscuridad aunque esto fuere un simple no, aun cuando en ocasiones esto resultara en una apariencia negativa para el juicio del sentido común, en cuanto sentir lo negativo sin juicios morales, no resultaba perjudicial al espíritu, aunque tampoco resultaba satisfactorio. La culpa como producto de lo moral, suponía un desperdicio de tiempo y energía, en el cual es difícil negar su correspondencia, pues supone normalidad en quienes no pretenden hacerlo de forma distinta o cuestionar si es o no conveniente para el uso personal, fuera de limites imaginarios. En teoría la moralidad, era si no, el compromiso del individuo con sus propias reglas y cánones personales, en cuanto estas no mutaran, esto no iba a responder de una forma distinta, aunque era peculiar la similitud que suponía la idea general de moralidad entre una mente y otra, aun cuando estas ya hubieren sido superadas.

Entendía con soltura las reglas sociales, que venían encriptados por defecto en esto de aprender a vivir, no hacer sentir mal a los demás, no aprovecharse de la gente, no burlarse de nadie, todas estas eran cosas que era obvio no debían suceder y en cuyo ejercicio podía expresarse un juicio perturbado, bastaba con ignorarles para darlas por superadas, aun cuando no se les tomara ni por buenas, ni por malas, era comprensible que la gente tenía ciertos detalles cuya práctica, resultaba un conflicto. Esto se resumía en pocas palabras en aquel viejo dicho, que decía que “no debes hacer a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”, entonces él sabía perfectamente cómo tratar a la gente por fuera de sí.

Entenderse así mismo como letrado en el yo, le hacía preguntar como pasar al siguiente nivel, comprenderlo supondría ejercer la amistad, ciertamente no era un experto en eso, aunque saberlo, le suponía una instrucción de la cual darse idea de esto, las relaciones sociales le traían problemas, inclusive aquellas que solamente pretendían el sexo, siempre había pensado que los cortejos eran una manera miserable de buscar compañía, lo que le había llevado hasta un punto en el cual, su atracción le colocaba en el preciso exacto para corresponder a ajenos de la misma manera. Esto a su modo de ver, rogar por atenciones, cuya resolución debería ser un acuerdo directo y al grano, de dar un bien por otro. Aun que entendía que esto era así para él, importando poco como fuese para los demás, era inevitable notar que para otros esto suponía la normalidad en su relaciones, sus características siempre fueron muy bien definidas, cuando pequeño solía enamorarse a primera vista, si se le puede llamar así a ser flechado por alguien y tanto así, su nada horrible persona, era correspondida con correspondía valga la redundancia, aquello que él sabía que esto no era necesariamente normal o raro, pero era la forma en que él lo aprendió y que le significaba, una no humillante forma de tener compañía. Las artes sociales, proponían una idea distinta de contemplación de las almas, saber que hay vida inteligente fuera de su cabeza, era impresionante, más cuando recibía respuestas favorables de esta, que dejaban atónitas incluso a sus propias percepciones. Ciertamente la vida fuera de sí, resultaba impresionante y en su muy lejana intimidad, ser diestro en esto, suponía un reto, más allá de su confort.

La realidad fuera de su mente, parecía inquietante y de alguna manera, era más prometedora que su confort, no por ser mejor, sino por estar adelante, pensaba en que cosas pensaban las personas, que sería tener una normalidad distinta, que circunstancias podían hacerla estas diferentes a la suya, aunque esto podía ser fácil de entender, le resultaba impresionante saber que ahí afuera, hay unos seis billones de personas con norma lejas que proponían ideas distintas incluso a través de otros idiomas diferentes al acostumbrado. Se sorprendió de solo pensarlo, aunque en cierta forma, pensaba que eso a modo de ver de la realidad fuera de sí, resultaba el pan de cada día para el mundo. Eran estos los motivos por lo que sostenía que la moral y la justicia del mundo eran inútiles, puesto que ellas representaban un juicio a partir de la verdad, en cuanto frente a seis billones de distintas versiones de verdad, en cuales su ejercicio sostenido en una mera descripción, suponía apreciaciones distintas de esta, al menos mientras no se le conjugara con su origen.

Pensar en que el logos que por defecto aprendemos para convivir con la realidad, era producto de la experiencia de la especie, le hacía entender que sus detalles no eran tan banales como él había creído en un principio, estos sí, podían resultar inútiles a simple vista, sin embargo, su presencia a través del tiempo, representaban el hecho de ya haber sido importantes para alguien, correspondiendo la idea de que eran el resultado de experiencias pasadas de algunas personas o grupo de estas a lo largo de la historia, por lo que recordó, aquella creencia en la que la oscuridad y la luz proponen un conjunto, su idea más básica lo llevaba a entender que el negativo y positivo de la naturaleza en un objeto, eran no más que su arriba y su abajo, en manera que aquello que poseía oscuridad visto de una forma personal podía ser la saturación de la energía que este abajo soportaba por la presión de su posición, es decir, la gravedad, mientras que por otra parte su arriba correspondía a la libertad de su reposo sobre su contraparte, ciertas o no estas aseveraciones, la fenomenología del espíritu humano, disponía de dos ideas para la naturaleza humana, la luz y la oscuridad, nociones que a lo largo de la historia han ido sellando su paso, a medida este propone una resurrección de la idea, en otras formas distintas de su comprensión, popularmente se manejaba la idea, que suponía “que algunas personas son como las plantas, algunas crecen en la luz y otras en la sombra”, esto le daba cierta tonalidad normal, a ello, por lo que entender aquellas necesidades dentro de sí, que a las personas que suelen parecerles anormales al juicio, por tener entre sus personalidades, características que les hacen chocar con la aceptación que otras personas puedan o no tener de la saciedad de sus conductas negativas supuestas como enfermas en el concepto de lo entendible, aunque también comprendía que la humanidad ya había creado mecanismos a través de los cuales liberar y ejercer la oscuridad en los deportes y artes, marciales, plásticas, espaciales, etc., ciertamente esto correspondía a aquella sabiduría en la que la especie se contemplaba como hija de sí misma. Las funciones de la naturaleza proponían lógicas y coherentes a estas nociones de la vida, las personas tiene en cierta forma, adaptada a sí mismas las nociones duales, bien fuere porque no han conocido otras formas de ser, bien sea otro el motivo y fuere porque la naturaleza así los dispone, sin embargo, era entendible que a modo de lógico, cualquier pensamiento que cuadrara con esto, pretendería ser real, aun que fuere solamente un ejercicio de la mente, que busca relativizar todo cuanto fuere en ella, con el fin de crecer en sí misma, por lo que entender la realidad de la forma en que la dispone la naturaleza, supone una sabiduría en cierta manera, que propone la percepción de ideas básicas en ella, aun cuando dentro de esta el sustento de la verdad y la vida, corresponda a reglas más abiertas que las de un simple silogismo, en ella se encuentran patrones de conducta de la existencia, que denotan ideas de mucha contemplación en la esencia de sus funciones naturales, de las que el humano no puede sino captar la idea de sus valga la repetición de la palabra esencia, para adecuarlas a su diario vivir, si así lo desea. La naturaleza ciertamente, encuentra maneras de ejercer la vida a través de toda clase de circunstancias en las que sus formas de vidas silvestres y salvajes, suponen a bien existir. Ciertamente las ciencias naturales, comprometen en su juicio, la contemplación de ideas, que a fin de traerlas al uso humano, suponen las geometrías de esencias muy complejas y elementales, a través de las cuales puede entenderse a la naturaleza misma.

El en su más fino juicio de sí mismo y de su realidad, correspondía a fin de convenientes, pensamientos que lo llevaran a ser una persona de acción, en su vida había actuado poco frente a las circunstancias que una existencia reconfortantemente normal le proponía, veía en el mundo, delincuentes, deportistas, policías, ladrones, artistas, personas que vivían al filo de la navaja y a flor de piel la vida, que a su modo de ver eran los genuinos herederos de la sociedad, no por ser lo que nuestro logos comprende como aceptable, sino porque ellos eran la estirpe que pasada la era de la reflexión, nacieron para poblar el mundo y han ido ejerciendo sus seres en un nivel mucho más elevado que quienes abrazamos como propio el pensamiento a lo largo de toda la historia.

Sus percepciones personales, muchas veces alcanzaban a captar las ideas de las cosas, aun cuando estas no parecieren en el defecto de esto, explicarse en el mundo, aunque unos días atrás, había entendido en las redes un concepto de alma que proponía ser a fin a su parecer, entendiendo que esta era sino según lo aprendido, “una substancia inmaterial que determina el ser”, aunque el concepto en bruto no le cuadraba del todo, porque no creía que fuera el alma la que determinara o decidiera el ser, sino más bien que está experimentaba tal cosa.

Habían ciertas cosas de las que no se atrevía a opinar, de las cuales ya había visto antes teorías, pero aun sin poder captar la idea de sus naturalezas, consentía que comprometer su juicio a estas, era sino, actuar desde la mismísima ignorancia. Había algunas ideas, cuya participación requería de una actitud más sublime, en cuanto no debían ser imitadas por cosa alguna.

El mundo sensible, se había organizado, en la manera de su bien, a conveniencia y forma de las necesidades de aquellos que le experimentan en el acto, ciertamente comprender las ideas de las cosas, era en cierta forma útil, siendo que estas semillas germinan en mentes cuyo corazón suponía pureza o no, en cuanto algunas otras al florecer dejaban arcana la comprensión de sus esencias, siendo que comprenderles correspondía a un compromiso con la realidad misma, cuya responsabilidad se extendía más allá de la presente vida.

En su propia ensoñación, solía pensar que en los elementos de la naturaleza, podían percibirse espíritus cuya apreciación era exclusiva de las locuras personales de quienes así decidieran hacerlo, aunque era fácil creer aun sin lógica que la noche, el día, el cielo, la tierra, etc., Podían quizá y solo quizá tener vida, creerlo no le suponía irracionalidad, era solamente algo que le gustaba aceptar, aunque no tuviera lógica, tal vez eso no convertía a los elementos en seres vivos como tal, pero a su modo de ver eran manifestaciones de vida, aquello que da espacio a esta, podría ser en sí mismo una vida, el aspecto racional de esta creencia, sostenía que aquello era imposible aun cuando el comprendía que aquella sensación que le hacían sentir cosas como la noche o el mar, eran exclusivas de sus naturalezas, más que algo que pudiera encontrarse embotellado para su venta, era algo cuya percepción era única y expresamente de quien quisiere sentirle así.

La locura era una idea multilateral, en la que se comprendía como locos no solo a quienes habían perdido o el juicio o este se viere comprometido por criterios ilógicos y nocivos para sí mismo y para quienes le rodeaban, también se le denominaba en menor medida loco a quien se aventuraba en la vida sin atender al juicio, a los soñadores y a los atrevidos. Ciertamente de esta forma se podría pensar que la locura desde esta dimensión, comprendía un bien necesario para alcanzar la mismísima felicidad. Era cosa de personas con corduras extralimitadas el volverse loco por algo, aunque sea una vez en la vida.

La razón parecía conveniente para encontrar conocimiento y con este vivir una mejor vida, sin embargo, esta era en la que el internet y las comunicaciones en general, vuelven el pensar en algo de fácil acceso, supone un flujo de conocimientos más amplio y relativo que en cualquier otra era o época en la que fluyeron, instintos mejores nacidos en manos privilegiadas. Sin embargo, la época entrante corresponde a la acción.

Había tenido pocas satisfacciones a lo largo de su vida, aun sin contar la vida misma, que en ciertas circunstancias se había convertido en una alargada satisfacción valga la repetición de la palabra, sin embargo, eso le hizo encontrar comodidad en el aburrimiento y la monotonía que la paz de su propia mente le permitía experimentar sin importar cual fuera el suceso que lo atañera o lo agasajara. Entender que ese futuro que pensaba, era mucho para apresurarse a disfrutar de las demás cosas que suponían cierta des normalización del orden de su vida, suponía que el tiempo era lo que sobraba aun cuando ya los treinta años le habían dado la noción vaga de que el tiempo pasaba volando, en cuanto algunas veces había reparado en el hecho de que un día había tenido veinte años y disfrutado de estos, siendo que los diez siguientes años, hubieron parecido una alucinación muy efímera que dejo la madurez y se llevó consigo la maravilla y el glamour, pero era joven para pensar en el tiempo, aunque este pensamiento no le ayudaba, tenía razón en pensarle, como tal, las circunstancias no suponían un parpadeo, entre más años pasaban parecían ir cargados de mayor densidad de conciencia en ellos y ciertamente entre sus costumbres, visitas a jugar ajedrez con conocidos de la liga, coleccionar acetatos viejos de música de todas las variedades que dispusieran de un buen sonido para justificar su calidad, ir y venir en los bares de la ciudad y buenos restaurantes que hacia honor a su afición por el buen comer y los sabores exóticos, todo aquello cuanto supusiera calidad incluso rayando en los estrambótico merecía tiempo en su floja agenda.

Cumplió treinta y cinco, como era usual su papa lo felicito primero en la mañana que su aún vivo núcleo familiar compartía con el antes de que todos fueren a trabajar o su hermanita a estudiar, poco sabían de su fecha de cumpleaños, la mediana edad ya le había alcanzado, no era ni demasiado joven, ni demasiado viejo, aunque tampoco era esta la flor de su vida, era el presente. Pasado su cumpleaños, este perdió relevancia en el tiempo y como tal el siguió con su vida en teoría normal, trabajar, caminar por la ciudad, visitar conocidos con los que compartía intereses, beber, fumar, comer, fornicar y suponer que todo aquello era normal, sin embargo, ya desde días antes de su natalicio, habían estado pensando en las cosas que se volvían molestas en la fecha, tanta algarabía cada año, parecía insensata.

Llegado el fin de año, la gente se vistió de fiesta y toda la calle en la que estaba su casa estaba adornada con motivos navideños, su casa era en cierta manera el patito feo de la cuadra, sin embargo eso nunca le preocupo, la muchedumbre en su gozo, solía tapar los rostros de aquellos infelices que pudieran desgraciar su alegría, sin embargo el acostumbraba tomar esas fechas como motivos para beber y encontrar en los excesos el júbilo, sin embargo, pensó en hacer algo distinto para variar y llamo a aquella mujer lesbiana que había conocido en aquel viejo bar, se saludaron con alegría, incluso ella parecía estar contagiada de espíritu navideño y el preguntando que iba a hacer en fin de año, le dijo que la invitaba a cenar antes de concluido el año, ella acepto y el propuso los lugares, ella interrumpió diciendo que mejor cenaran en su casa con motivos del fin de año y el termino aceptando. Llegado el día, el la espero en el boulevard, en donde se reunieron para ir a casa de ella, llegando pudo notar que habían muchos más invitados y el no muy entusiasmado pensó en irse, aunque no pudo arrepentirse, quizá no por ser o no maleducado, la poca ética que su razón le había dejado en manifiesto, no fue suficiente sin embargo ella era importante para él y dispuso quedarse y disfrutarlo, la velada fue un éxito, todos la pasaron maravillosamente, conoció a varias personas ahí y el año nuevo le llego en casa de su amiga, esto era extraño, en el pasado con su mama nunca había estado un año nuevo fuera de su casa, esto era nuevo para él y aunque era muy agradable, llegadas las tres de la mañana le explico a su amiga entre cervezas y tequilas que quería ir a congratular parte del nuevo año con su familia, ella lo tomo muy bien y él se fue en la madrugada, caminando por el boulevard, con un cigarro para el frio y una botella vacía que ya ni el sabia porque cargaba. Al llegar a su casa, todos parecían estar dormidos, entro y fue a la cocina, habían pocas señales de que alguien había estado ahí, sin embargo en el lavadero, algunos platos sucios evidenciaban que habían cenado como usualmente lo hacían, salvo que esta vez sin él, sin darle mucha importancia, subió a su cuarto y se acostó, sin darse cuenta cuando se quedó dormido y al llegar casi el medio día del día venidero, su padre entro a su habitación, llevándole el almuerzo, junto a un agua mineral con limón para la resaca, al despertar lo miro y se reincorporo como pudo, le dijo feliz año, mientras se daban un abrazo y su padre sonrió y correspondió a este con cariño.

De una u otra forma, el aceptaba que las fiestas tenían su magia, aun cuando había decidido celebrarlas de una manera banal, en cierta forma entendía que estas servían de excusa para estrechar los lazos familiares, en ocasiones hasta para repararles, aun cuando su familia extendida, parecía rechazarle, no le importaba, siempre que su hermana y su padre tuvieran una sonrisa para él, él podría estar contento.

Las circunstancias de lo trivial, parecían volar a través de los días, cumpleaños de ex parejas, día de los enamorados, las pascuas, nada parecía importarle, sin embargo, algo lo detuvo llegado el día de la madre, suspiro al percatarse de la fecha, no era más que otro día, uno que moralmente le recordaba a su señora madre, las cosas parecieron oscurecerse con el recuerdo, la música sonaba sin reparar en ella, pensó por un momento como podía estarlo pasando su familia, en especial su hermana, cuyos recuerdos con su madre sucedieron en la flor de su vida, las cosas no parecían ser muy positivas, sin embargo el decidió sonreír, contemplo ignorar la fecha, en vida aquella solo había sido una excusa para recordarle a su madre lo especial que ella era, no obstante hoy el propuso para sí mismo, vivirlo como un homenaje, hacer esto le parecía idealista y socialmente estúpido, sin embargo, aquello debió importarle muy poco ya que tomo por resolución pasar el día pensando en ella.

Podía entender a la gente si así lo quería, ya antes se había comprendido a sí mismo y los demás no parecían un reto en vista de ello, sin embargo notar que las personas suponían por importantes y normales, aun desde un sistema de creencias y valores muy distinto al propio, eso proponía sentarse a escuchar y dejar que su cerebro procesara todo aquello, al menos si en algún momento sucedía esto con alguien, la gente solía rechazarlo a simple vista, él no era el prototipo de estética en el que las personas solían confiar, sin embargo había algo detrás de su presencia , con lo que las personas se encontraban que evocaba cierta calma al daros cuenta que en el florecía un genuino interés por escuchar lo que los demás tenían que decir, eso era reconfortante, al menos habiendo superado los prejuicios que su apariencia invocaba.

Ya habiendo alcanzado la adultez joven, suponía que la adolescencia iba a desaparecer en algún punto en el que su apreciación se trasladara a otra utilidad del yo, no sabía cómo lo vivían las demás personas, pero en su haber el aun sentía los recuerdos de su edad temprana en primera persona, suponía que quizá habían algunos errores en ella que no había logrado superar aun, lecciones que aprender y cosas que le hacían defender ese yo someramente añejo, que no había logrado dejar atrás a pesar de todo.

Entendía muy bien el orden que la vida había adoptado, para pasar por sí misma, intacta de muertes, comprender las esencias de las cosas, suponía una utilidad que pretendía ser universal en su uso canónico, aquellas parecían ser las geometría que cumplían las cosas sensibles al imitar a sus respectivas ideas, esto parecía tenerle sin cuidado y era eso en sí, lo que hacía que estas fuera inofensivas en sus manos, la gente utilizaba el conocimiento para tantas cosas irracionales, la guerra por ejemplo, ya antes Einstein destapo el velo arcano con el que los objetos que comprendía su teoría estaban cubiertos y a un plazo razonable para tal disparate esto llevo a la invención de la bomba atómica, la realidad no podía darse el lujo de dejar que su sabiduría se mal obrara en las manos de la humanidad, la especie sin lugar a duda había dejado de ser confiable, aunque esto no suponía una universalidad en la extensión de su esencia, más bien proponía ser especialmente selectiva en escoger en quienes se podía depositar la confianza de revelar sus arcanos sin que estos se mal obraran a cualquier clase de plazo.

El haber analizado con poca o mucha conciencia todas las cosas que parecieron importarle a lo largo de su estancia en ese ángulo desde el que el apreciaba la vida, suponía cierto toque que había añejado su parecer en una manera en la que el conocimiento representaba el resultado de la experiencia a través de la razón, el comprendía que era posible pensar en maneras que parecieren lógicas, otras ilógicas, otras distintas al parecer cotidiano, en cuanto todas tuvieran por bien común expresar la vida para ser en esta, ciertamente podía entenderse que habían partes de su propia alma que buscaban a bien su propia manera de ser a través de las facilidades de su mente, aun sin entender cuál es el factor común que determinaba sus pensamientos, podía encontrar en ellos cierta libertad en la que figuraba a bien ser a través de muchos elementos en los que a modo de lógica antes había parecido mal estar, sin embargo comprendiendo las cosas en su mismísima esencia de ser, lograba aferrarse a constantes que parecían funcionar básicamente en la misma forma en otras almas.

Siendo que él no se consideraba a sí mismo un hombre de acción, suponía que su alma pertenecía por esencia o bien a la transición en entre el siglo pasado y el actual, o bien fuere netamente a alguno de estos, entendiendo el siglo anterior, en el que el pensamiento y sus maravillas, habían protagonizado las formas de evolución cuyas actitudes era propiciadas por la mente en sus diferentes haberes, habiendo está determinado la dirección del sentido con en el que la vida y sus acciones habrían de ejercerse frente a la misma. Entender la función esencial de las naturalezas del siglo anterior, es llegar a comprender la actitud que hoy día tiene la vida, para con las ideas del nuevo siglo, habría que entender con razón la función esencial del mundo desde la acción de ser que supone la época en su nueva naturaleza. Desde una perspectiva someramente racional en la que el tiempo ubico a las generaciones que concluyeron el siglo, puede comprenderse con cierta dificultad las ideas en las que la naturaleza propone ser diferente para con otras formas de alma, en las que entender que suponen en si resultados diferentes por ser en si misma distintas más allá de la química poco estudiada con la que funcionan las cosas de ser a través de lo social y personal, en la dimensión de la naturaleza que se hizo a bien comprender desde la perspectiva meramente mental, entendiendo o no a las almas del nuevo siglo, que suponen una sumatoria en las que ya está incluida la sabiduría en la genética, en la que el pasado determino la actitud del alma, asumiendo por simple lógica que esto sumado a las nuevas pretensiones de almas cuyo nacimiento propuso la acción de ser, comprenden aquellas actitudes en las que el pez experimenta la existencia en toda aquella agua que una vez sus antepasados hubieron nadado, proponiendo nuevas formas de almas para con gusto obtener resultados inusitados en la realidad misma y todo lo que esta habrá de representar ya una vez sumergidos en el nuevo siglo.

Algún día las generaciones ya entradas en el tiempo que el futuro no ha dispuesto aun, habrán de entender la sabiduría como algo que viene con la acción, mas allá de la simple reflexión, suponer esto desde la perspectiva del anterior siglo supone una imposibilidad en las que más allá de simplemente determinar la actitud del alma frente a lo que la vida le proponga a bien o no, experimentar, compromete la re comprensión de viejas ideas que se añejaron en la espera del tiempo actual, aquellas almas hibridas que sirvieron de transición entre lo mental y la acción, quizá y solo quizá serán en su entonces, aquellas que cuidaran los templos de la sabiduría, en la acción de su época y la reflexión de sus propias genéticas. El orden actual en el que la mente a su supuesto determinar cómo actitud a la sabiduría, ignora los diferentes elementos esenciales del alma que otras épocas han cultivado en su apogeo, aquellos que supervivieron la época, no suponen en si a los más sabios, sino a los más aptos. como el tiempo hubo hecho comprender a la ciencia del anterior milenio, ciertamente las atrevidas concepciones en las que una apreciación de ideas desde un ángulo ya pasado, suponen a leyes, es sin más aquella caverna, desde la que se contemplan las sombras que comprometen al instinto en la seguridad de lo aprendido por casualidad, siendo o no esta la oportunidad propicia para cuestionarlo todo y aprender basado en otra apreciación de las mismas ideas e incluso nuevas, un entendimiento desde el aprendizaje causal, en el que como la palabra lo define, se es causa de sus propias comprensiones, este es sino, el horizonte de la mente en el que no le queda más a esta, que rezar por sabiduría para que esta fuere quien determine el aprendizaje que ha de escogerse a través de sus propias causas.

Es comprensible que desde la mente sean aquellas apreciaciones mentales, las que determinen la actitud con las que habrán de tomarse las acciones adecuadas para su flujo, hacerle entender a las personas de este siglo la simple idea de que tienen la oportunidad de re comprender todo aquello que su mente hubo aprendido a través del canon, supone en si la dificultad de traducir de una manera atractiva que corresponda a ciertas nociones de lógica, ciertamente podría tomarse la confianza de traducir en un logos someramente digerible, los motivos que dispongan la actitud para atreverse a hacer lo que llámese sociedad, llámese naturaleza, el tiempo está proponiendo en las generaciones que aquellos que no nos adaptamos a este, hemos llamado de cristal, estas suponen ser los elementos de transición que tienen por fin llevar a la humanidad hacia decidir lo que quiere vivir y además que actitud tener frente a esto, todas estas formas en las que el nuevo milenio corresponde a cierta inestabilidad suponen en si la acción de deshacerse de los contenidos con los que la mente propuso ser inmortal en su derrota, ciertamente esto ocurrirá, de forma natural como ha sucedido en los prototipos de transición entre los siglos, en cuanto la mente del mundo dará por inservibles todas las cosas que en la apreciación presente de su realidad, no sean útiles, si, el mundo va a tener tantas dificultades como la hubiésemos tenido muchos en nuestras propias descomprensiones de lo establecido, en cuanto toda aquella sabiduría que el siglo pasado supuso transmitir para evocar sabiduría al dejar atrás lo establecido y tomar por valores otras cosas diferentes, que quizá y solo quizá han de definirse en el azar de las circunstancias entonces presentes, sin embargo todo esto está ocurriendo en el mundo, de una forma natural, sea por los motivos que sea, es un hecho que la gente está dejando atrás lo establecido y que son los tiernos genes de las almas, los que han de definir en un inconmensurable azar de circunstancias, lo que ha de determinar la nueva mente que esta generación suponga utilizar, ese es el motivo de las oraciones de los sabios del siglo pasado, en algún lugar de sus propias evoluciones hubieron comprendido al llegar ellos mismos a sus horizontes personales, que este horizonte supone una constante que solo ha de superarse caminando hacia él y no pensando, ciertamente este es el horizonte a través del que está comenzando a caminar el mundo y siendo o no los sabios, los más inteligentes y en su defecto los más aptos los que sobrevivan a esto, suponen en su defecto una nueva mente de la cual en conciencia consigo mismos, estos entiendan que tampoco fue como si la hubieran creado o escogido, siendo su formación por el mero azar de las circunstancias en que entonces se encuentren, internas y externas, comprendiendo con esto que en el acto de superar lo establecido está implícita la idea, de superar incluso aquello que supone en apariencia nuestra propia decisión, siempre y cuando se entienda que el primer paso del mundo en este sendero de superar la mente, siendo ya superada esta, aun es condicionado por la casualidad, motivo por el cual habrá que entender o hacerle entender al mundo, que debe superar en especial aquella mente con la que parezca estar de acuerdo al creer que el la elige, esta es una ilusión, el mundo no va a escoger cual y cómo va a ser su mente, a no ser, que este adopte destreza en esa experiencia y decida más adelante, des comprender lo someramente usual de la mente que les toque habiendo superado la anterior, que quien sabe cómo le llamen entonces al constructo de sus pensamientos azarosos, para llegar con algo de pericia a erigir una mente que allá sido pensada por los sabios de aquellos entonces futuros, es por eso que creo que algunos oriundos de este siglo deberán nacer con cierto significado en su almas, con el propósito de concesionar cuales y como han de ser los elementos que formen sus mentes y la de su siglo, desde la utilidad de determinar las actitudes desde las que ha de vivir el resto del tiempo, siendo así, la naturaleza la que ha de hacer lo suyo y suponer que van a nacer personas ya propuestas para estas tareas, a lo largo de la época.

Desde siempre hubieron sabios, pensadores, eruditos, filósofos y demás, no obstante la clara disposición de esta era por la opino logia, supone en si la herencia de estos con el mundo, como todas las cosas la comunicación abierta que pretenden cosas como el internet, corresponde al entendimiento de que traen ventajas y desventajas, esta demás mencionarles sin embargo cabe destacar que la virulencia que algunas cosas traen para su expedición y supervivencia en el tiempo, suponen más que simples vicios, parafilias y enfermedades de orden lógico que proponen envenenar a la población con aquellos tragos amargos que se hace necesario soportar para disfrutar de lo prohibido de ciertos placeres. El tiempo es disperso en su evolución, su lógica corresponde a un relieve agreste y nada parejo en el que aun sin decidirse que esto sucede, algunas cosas sobreviven y otras no, cosas como el internet y las computadoras, parecieren hoy día necesidades imprescindibles, sin embargo, no sería la primera fantasía que el tiempo enterrare en sí mismo, a lo largo de la historia no publica de la humanidad.

La gente sin lugar a duda, ignora la transición por la que están pasando, en mayor o menor medida, las personas superan aquello establecido para sí mismos o para sus propias sociedades, el único problema en esto es que siendo nuevos en eso de abrir su mente, aquella propuesta de lógica por la que reemplazan sus viejas creencias, no es tampoco ni someramente una idea que suponga libertad, en esencia es el producto con el que se conforman después de haber superado aquello que pretenden les oprimía en sus propias mentes, sin embargo esta nueva forma de entender las cosas no es ni por cerca lo pretendido por el tiempo y la evolución, por las cuales se superó a la mente, ya que deviene de circunstancias azarosas entendiendo esto como el hecho de que aquellos elementos que hubieren sobrevivido en sus presentes después de superadas sus propias mentes y las de sus sociedades, corresponde a la casualidad, comprendiendo la idea casualidad como un acto sin pretensiones futuras, entendiendo esto desde el hecho de que el desorden que queda al superar lo establecido, no es pretendido, planeado o diseñado, es lo que sobra, en cuanto llegar a un punto específico en el que las circunstancias tampoco son lo que se pueda decir, escogidas o seleccionadas por sabiduría alguna, supone entonces llegar a un punto en el que se lleva con lo que sobra (la primera mente que surge después de superado lo establecido) a tomar lo que hay (las circunstancias entonces presentes), siendo esto sino el principio de una experiencia que ha de practicarse cada cierto tiempo, hasta adquirir destreza y sabiduría en esto.

La forma en que las próximas generaciones contemplen la naturaleza de su propia actitud, devendrá a través de la decisión o la conciencia de que la casualidad con la que se allá formado su segunda mente supuesta como voluntaria, tendrá en si la opción de escoger si quedarse con esta o adquirir destreza y sabiduría en la formación de que elementos adherir a futuras mentes que propongan mayor consentimiento individual con los que abra que acostumbrar a la gente a modo de que adopten cierta sabiduría en la experiencia de su razón, que pueda valga la redundancia, razonar los brotes de su propia mente. Entender someramente que el ideal debe alcanzarse a través de aquellos hechos que han de llevar a escoger las circunstancias en las que deba florecer tal mente, tanto como con que experiencias deba nutrirse, normalmente se puede disponer esto, mas allá de lo que la naturaleza o el tiempo o quien sabe que, este disponiendo en esta era en que la mente esta des comprendiéndose a modo de deshacerse de lo establecido, para adoptar siendo lo que sea que lo determine o lo decida, un nuevo sistema de valorizaciones, que no ha sido pensado y que en tanto se entienda que a pesar de que la libertad con que esto pueda suceder, somete a juicio de las masas, que instinto o que reacción tendrán estas con las circunstancias en que quede el desastre de sociedad pasada su desinstalación de lo establecido, circunstancias en las que se formara por defecto la mente de ese entonces, saber si esto ya fue pretendido o pensado dejaría en cierta calma, las intenciones de muchas personas que suponen hacer relevancia en un recuerdo para que este disponga importancia en las decisiones futuras de la gente, sabiendo también el estado en que quedara la psique y la actitud con que esta dispondrá de lo que sobro en ella habiendo superado lo establecido, para si se tiene el “lujo de” seleccionar a través de medios circundantes como florecerán sus mentes, y que actitud, pretendida o no abra de adoptar el nuevo sistema de valores, siendo así una casualidad libre de imposiciones, pero tan casual como el surgimiento de la especie, sin embargo hacer hincapié en una idea que lleve a la costumbre de re comprensión de la mente a ciertos tiempos de su uso; entender que esto se debe hacer es fácil, disponer como hacerlo entender a terceros supone complicación dentro del hecho en el que esto es lo que otorgara una real identidad cultural y un real y nada genérico libre albedrio, al comprender que se puede escoger en qué circunstancias dejar florecer la mente, tanto como la actitud con que habiendo dejado atrás lo prestablecido, se le suponga enfrentar a nueva forma de entender las cosas. El consejo de los sabios que procuran la realidad actual, ha de querer trascender aun a través de la mortalidad, para que su sabiduría guie a las almas para aprender a labrarse a sí mismas, más allá de la casualidad, suponiendo causalidad en sus actos. Sin embargo estos mentando sabios, comenzaron a desesperarse a partir del ahogamiento en el vaso de sus horizontes, entiéndase que para adaptarse a este y superar la mortalidad como tal, se debe caminar y no pensar, entendiendo caminar como la acción en la que ya muchas almas están sumergiéndose al ejercer formas de ser que exigen cierto compromiso con la vida y con la muerte, sintiendo en sus almas un forma de sabiduría que solo llega a ser a través de la acción, el riesgo, el peligro, la adrenalina, etc. Experiencia que los sabios ya no pueden ejercer desde su erudición.

Es comprensible que aquellos no oriundos de la nueva naturaleza, Incluso habiendo vivido experiencias de extremo peligro, les sea difícil la conceptualización de muchos sentimientos que solo pueden ser entendidos habiendo pasado por este, en circunstancias solamente comprensibles en carne propia, hay formas en las que haber tenido la oportunidad de perder la vida, llegan a influir en la forma en la que el alma decide apreciar a la vida en otros seres vivos. Sabidurías, si se les puede llamar así, cuyas experiencias llegan a ser a través de circunstancias en las que solamente la selección natural ha permitido avanzar, ser apto para vivir a través de la guerra, supone sentimientos no conceptualizables, cuya oscuridad otorga paz al corazón, además de un sentido a la vida misma. Puede pensarse que aquellos rateritos de las colonias, los pandilleros, el crimen organizado, nada saben y son inservibles a la sociedad, en cuanto representan en la era actual o más bien en la ya recién pasada, patógenos en tanto suponen una naturaleza de una era futura en las que sabidurías y las cosas se consiguen en la acción, es comprensible que sus presencias disfuncionen la sociedad hasta ahora gobernante, aunque sus identidades corresponden a las características de la vida en el nuevo siglo.

Entender la nueva realidad desde la transición hacia esta, siendo que esta sea el origen de algunos sujetos, cuya naturaleza responde a una forma hibrida de ser, como entes de transición entre una era y la otra, suponiendo con su presencia la adaptación de la actitud y mentalidad hacia las nuevas formas de ser y sentir.

De cierta forma, el futuro parecía importarle, aun que podía tenerse el pensamiento que su ayuda no suponía hacer una diferencia para con este, sin embargo antes ya había pensado, que en ocasiones el solo develar arcanos que pretendían sus secretos, solamente a través de la ignorancia, suponía una forma de ayudar a crecer a la conciencia de la especie, si se le puede llamar así, a aquella manera de entender a las masas como una sociedad, siendo que en mayor o menor medida su evolución como grupo depende no solamente de quienes posean autoridad, sino también de quienes se atrevan a romper los paradigmas que encadenan las almas de aquellos que pretenden no solo ser “parte de” el vulgo, la masa, el pueblo, la sociedad o como sea que se decida llamar a esta conciencia grupal.

Las personas que él había logrado conocer a lo largo o corto de su vida, suponían cierta manera usual de ser, en el que la apariencia les hacía antipáticas, aun cuando no hubieren emitido palabra alguna de forma voluntaria, aunque, observando con detenimiento, entender que a quienes en realidad juzgaba de esta forma eran sino, al grupo de personas como entidad misma, comprendiendo someramente que aquellos que habrían de ser individuos con poca o mucha conciencia en sí, pocas veces se habían dejado conocer por el, es decir, juzgaba al grupo, pero nunca había conocido a los individuos que le formaban, en cuanto se entendía de forma tácita que en realidad nada sabía de la naturaleza de estos, al menos en una forma empírica que le permitiera corroborar sus ideas preconcebidas, más que como un simple prejuicio.

Comprender la transición por la que estaba pasando la humanidad y con ella la realidad misma, era fácil en vista de los signos que se expresaban en las diferente situaciones sociales y humanas a través de una muy perspicaz percepción del tiempo. Siendo que algunas cosas en ella, eran no más que gajes con los que siempre ha lidiado la especie, comprendiendo por comparación con otras épocas, habían muchas cosas que podrían ser normales a fines coherentes con el mundo, aunque habían otras cuya estructura era diferente a todos estos gajes, suponiendo que quizá no estrictamente por el cambio de siglo o milenio, sino más bien por el nivel de evolución que la humanidad ha alcanzado hasta este punto en el que las cosas comienzan a mutar por simples movimientos de la naturaleza en ella.

Poseer empatía con los fenómenos de la realidad, comprometía a su conciencia a someter a juicio a estos, aun sabiendo el insignificante papel que jugaba frente a sus magnitudes, sin embargo ya en el pasado habían existido personas que a pesar de su rol individual en la sociedad, habian logrado influenciar a esta en la medida de aquello que propone razón y verdad en el logos de sus propias opiniones y propuestas, ciertamente dentro el concepto en el que el simple pensar corresponde a la utilidad de hacer crecer la conciencia humana, supone en sí, un papel importante en cuanto este disponga de la libertad necesaria para figurar a modo de lógico todo aquello cuanto su conciencia podía captar y su mente conceptualizar. Ciertamente existen innumerable cantidad de ideas en la realidad fuera y dentro de lo sensible, siendo algunas por la forma en que diciéndolo de esta manera, son vendidas, es decir, en cuanto sus presentación y conceptualizaciones para usos próximos, suponen ser atractivas, en cierta medida todas las personas sin excluirme atendemos a la atracción o presentación interesante de aquellas ideas con las que proponen nutrirse los intereses personales, sin embargo atendiendo a la expresión más pura de estas, puede entenderse en sus usos, como la esencia misma de estas es la medida de lo usual, útil en diferentes campos en los que pudiera o no imaginarse que florecerían.

Como es el caso de ya muchas personas antes y después de él, suponía haber superado aquello que había estado establecido en sus viejas creencias, ciertamente esto le había hecho poder apreciar algunas cosas que antes no le era permitido admirar, sin embargo aún eso estaba muy alejado de la libertad, con el tiempo aprendió a cuestionar las cosas que suponían una autoridad no solo en su vida, sino en su mente en general, más adelante entendió que quizá no era que estas cosas que ya había superado antes, estuvieran mal, sino que lo poco que comprendía de ellas, le hacía monopolizar la verdad como único objetivo a través del cual contemplarle, ciertamente ya con un poco de experiencia había comprendido que como tal las cosas no estaban mal, simplemente él estaba tierno en su apreciación de ellas y les estimaba con los límites de su propia mente, poco después entendió que aquella destreza para escoger sus circunstancias y su actitud hacia estas, suponía decidir dejar a modo análogo muchas cosas que antes su mente hacía por él, en tanto esto representaba que habiendo decido cuestionar incluso aquello que había sido producto de la superación de sus establecidos, comprendía a un hecho en el cual la esencia no era la rebeldía o cuestionabilidad de las cosas, sino el entendimiento que de estos podía extraer, a través de su razón, en cuanto ciertas actitudes le comprometían a ser fiel con juicios morales cegando algunas partes de su alma cuyos criterios vetaban de mala e incorrecta a su apreciación, con esto pudo darse cuenta que no era en tanto el hecho de que aquellas cosas que parecían incuestionables lo fueran o no, sino la actitud que su mente adopto al abrirse en una forma usual frente a estas. Habiendo des comprendido muchas cosas, incluyendo aquellas con las que parecía estar de acuerdo, pudo notar que en su psique florecían pensamientos que correspondían a información elemental para algunos temas en específico, ciertamente participaba de muchas ideas que a modo de evolución iban superando sus pasados y vistiéndose con nuevas lógicas necesarias para la comprensión de la realidad en su fase dinámica. En cierta medida aquello que supone ser lo establecido, puede superarse siempre y cuando se tenga o bien una idea mejor de ello o bien una idea diferente que explique lo que esto pretende comprender en si, en una forma más completa que permita una apreciación distinta a la acostumbrada, sin embargo muchas veces no se trata de ideas equivocas, sino dimensiones de estas, que fueron un hito en su debida época y quedaron por valores supremos con la primera impresión que se tuvo de sus formas, en tanto no se reemplazan o se superan, se comprenden mejor.

Ciertamente la realidad y sus fenómenos conmemoraban sus propios pasados en la medida de límites difuminados, en los que se miden más que su simple presencia en el colectivo aquello que suponía las consecuencias de estos en la gente. La capacidad de excluirse a sí mismo de las personas, no era la inconciencia, ni mucho menos la ignorancia, aquello comprendía a un entendimiento en el que era tácito que él era parte de todas esas personas en las que en ocasiones solía pensar, sin embargo, exponer esto de una forma impersonal, le proponía aquella idea en la cual podía juzgarse incluso a el mismo aun sin que hubiere espejo alguno sobre sí.

La comprensión de algunas cosas le hacía en cierta forma diferente, aun cuando él se entendiera a sí mismo, comprendiendo que esto de la individualidad era algo que todos sufrían en manera y especificaciones distintas, aun cuando supusieran en sí, las figuras básicas de la vida, desde el cuerpo, la mente, el alma misma que correspondía entender de forma subjetiva, siempre entendiendo que aquello para la vista objetiva era un mero ideal, que buscaba hacer tolerable la idea de la vida que desde ella se vivía. Algunas escuelas intentaban explicar estos fenómenos de alma, entendiéndolos como la psique o como el ánima, ideas que proponen quizá o no, dimensiones distintas de la comprensión de esta, aun cuando en su haber, suponía un poco curiosa la idea de la psique proponiendo que esta era desde la que se contemplaba la realidad, superpuesta en su vista y demás sentidos. Sin embargo todas aquellas eran meras conjeturas, incluso desde las enseñanzas antiguas, entendiendo que estas nomas pretendían explicar aquello que comprometía el juicio del individuo en concordancia con su esencia, entendiendo esta como la más pura expresión de su ser, si en algún caso se le lograba entender o hubiera alguien que le explicara, en su más fina definición, correspondería a lógicas que quizá y solo quizá podían entenderse solamente desde un criterio divino.

Aquella idea que comprendía la existencia de una deidad o como fuere conocido un dios, suponía a simple vista poca realidad entendiendo que no se podía entender desde la razón, ciertamente en su mediana adepción a esta, había encontrado que en su mayoría las cosas que suponían importancia en el mundo eran remitentes de ideas a las que debían su mismísima esencia, sin embargo notar que esto de un dios, no parecía comprometer a ninguna idea visible por la razón, sometía a esta a un juicio extra que pudiera saciarse en la historia del mundo, aun cuando en su más incipiente razón, era entendido aquel concepto de dios, en donde este no era más que la entidad que suponía a través de sucesos legendarios, haber quedado grabada en la memoria del mundo. Sin embargo a un juicio divino esto era irrespetuoso, a pesar del entendimiento que se había abordado desde un criterio meramente humano. Buscar la idea divina de tan difícil cognición como lo suponía aquella propuesta que manejaba la religión era difícil, aun entendiendo que esa no era la única expresión de un dios en la tierra, existían cientos y decenas de cientos de propuestas de dioses, en cuanto unas suponían ser una estirpe, otras como meros espíritus de las cosas que pretendían importancia en el mundo, como la luna, el sol, la noche y el día, entre otras cuya descripción se es posible imaginar en conocimiento de ellas. Aun cuando era de difícil definición el hecho preciso de que los convertía o los había convertido en dioses, la explicación parecía quedar en ser seres que a través de logros y linajes, habían quedado grabados en el corazón de la realidad, como leyendas en el caso de Odín, Zeus, Cronos, Etc.

Las circunstancias en las que los seres accedían a lo divino, resultaban de difícil cognición viéndose desde un plano mortal hasta lo alto de la imaginación que esto necesitaba para ser concebido, sin embargo, en el medio de lo posible aquellas ideas de la cosmogonía griega, por mencionar un icono de estas, suponían el origen lógico de la vida, aun cuando se explicaran desde el conocimiento de que los elementos de esta, correspondían a deidades.

La comprensión profunda de la historia humana propone algunas ideas del origen de las deidades en el mundo, teorías que van desde la presencia de vida de otros planetas en el nuestro, hasta la existencia de razas superiores en este, siendo entre todas estas teorías, las más coherentes, las que intentan describir los orígenes de la vida a modo de razón, basados en la fenomenología de los elementos que conformaron la existencia y el orden en que estos dieron paso a valga la repetición del término, la vida, siendo estas explicaciones no más que alegorías que buscaban representar ideas que correspondían a las expresiones de los atributos de la realidad.

En ocasiones solía preguntarse, cual había sido el origen real de la vida, ciertamente la lógica y el sentido común podían proponer a modo de denuncias muchas maneras probables en las que esto fuera posible, sin embargo correspondían a meras conjeturas, aun cuando la antropología y la ciencia han intentado explicarlo, esto no asciende a más que simples teorías, comprendiendo que incluso los intentos matemáticos por explicarle, no son más que simple probabilidades que a modo de coherencia física, suponen no más que las formas en que la realidad y la vida pudieron haber sido posibles, siendo que las diferentes ramas del estudio proponen ideas distintas que perfilan en vista de ser todas de sustento lógico, como meras suposiciones y posibilidades en las que esto pudo haber sido esto posible. La teoría más aceptado hasta hoy, es la evolución aun cuando no explique el origen de la vida, comprende la forma en que esta supervivió a través de la aptitud en distintas formas de la misma, siendo una interrogante si el genoma humano tiene registro de eso, correspondiendo a un conocimiento coherente, que tal teoría de la evolución siendo correcta, tendría que mostrar registros de su presencia incluso en el simple ADN.

Suponer más allá de lo coherente con la realidad, sucesos cuya conjetura corresponda a meras teorías que no evidencien razón alguna a la cual atender, es normal entender como lógicas todas las probabilidades en las que la vida pudo ocurrir como casualidad o no, de circunstancias de la existencia misma en las que el origen de la vida a partir de la ausencia de esta, pudiera formarse mediante atributos y elementos cuya naturaleza buscase expresión en ella.

Desde siempre se había sobreentendido la ecuación básica de la vida, “nacer, crecer, reproducirse y morir”, entendiéndolo de esta forma, la existencia es simple, los subjetivos que esta idea comprende, suponen en sí misma un grado de dificultad relativo que compromete a la experiencia de la vida misma y las manifestaciones de esta en el mundo, aun cuando el tramo entre nacer y crecer, compromete aquello en donde la vida aprende a mantenerse en sí llegando hasta el punto de formarse a sí misma, en el caso de la reproducción, siendo este escalón el punto específico de la real inmortalidad de la especie a través de la informacion contenida en nuestros genes.

La realidad suponía ser un fenómeno en el que tener acceso a su cognición corresponde a vienes más allá del simple individuo, siempre en cuando este comprenda que sus circunstancias como tal, no son exclusivas de su individualidad, siendo más que un simple compendio de perspectivas, un escenario común en el que sus especificaciones comprende constantes en quienes le experimentan desde sus propias almas. Comprometiendo al juicio de lo común, aquellos elementos cuya percepción propone ideas compartidas a partir de cualquier perspectiva en teoría humana.

El juicio de la memoria, suponía relevancia en cuanto a que y de qué forma se debe o no recordar las especificaciones y gajes que los individuos experimentan como recuerdos, en cierta manera la mente cotidiana, corresponde a la selección de cuáles y como deben tenerse en cuenta las memorias, siendo algunas irrelevantes y otras que en su uso más próximo se vuelven capsulas de tiempos pasados grabados en la psique. Aun cuando el ser humano no posee un control totalmente voluntario de su mente y los elementos que esta comprende en ella, comprometiendo como juicios a aquellos criterios por medio de los cuales se deduce la realidad, a modo de comparaciones coherentes con las especificaciones que le conforman en toda su extensión. Definir la realidad en base a la memoria resulta útil, aunque determinarle desde juicios subjetivos que a modo de información suponen una perspectiva que si bien es cierto, es activa, también compromete para su consagración como real a juicios valga la repetición de la palabra que están fuera de los alcances de la voluntad personal.

Para el la mente, era el órgano de su alma, que le permitía administrar la misma, en cuanto a que algunas cosas en ella corresponde al juicio de lo inconsciente, siendo por tanto un órgano elemental para la existencia y la supervivencia del ser humano, en conjunto o de forma individual, aun cuando su conjunto no sea otro que el meramente social, del cual y en el cual se forman diferentes criterios útiles para la vida, en cuanto algunos suponen concepciones de lo ajeno y lo propio que identifican el parecer personal para ser aceptados en la mente, aun cuando algunos de estos suponga o no lógica y otros solamente comprendan una apariencia coherente, siendo su uso en la realidad lo que habrá de corroborarles como correctos o no, en cuanto se ajusten a las necesidades y aptitudes para las que fueron pensados o por las que fueron aceptados en la mente.

El pretender juzgar la vida, le había llevado hasta un contemplación reflexiva de esta, ciertamente aquello parecía una forma de sobrellevar los gajes de esta y su condición humana como víctima de la misma al apreciarle desde sus fauces, en cierta forma victimizarse de la vida, correspondía a una forma experimental de vivirle, desde una perspectiva que lo volvía en cierta manera lejano a sus causas, no obstante entender las cosas a lo lejos, también suponía aceptar que no era más que un insecto en el parabrisas de las circunstancias. Al entenderse a sí mismo, como un elemento secundario de la vida, logro comprender que sea esta lo que sea, no orilla a sus víctimas a no decidir su destino, la gente podía ir por ahí de forma automática, correspondiendo o no con su existencia que llegar a su inevitable destino era el único camino, como si aquello fuera un viaje en el que ellos pretendían viajar en piloto automático y evitar o no llegar a los predecibles resultados de su inercia, quizá la responsabilidad de sus actos para culpar a la vida o la sociedad o cualquier excusa que les hiciese sentir menos estúpidos por quejarse de sus existencia, suponía que ellos, los que precisamente no tiene a obligación vivirle y tomarle por los cuernos, tenían por destino la desgracia y la monotonía, aun cuando ninguna fuerza viva les evitaba detenerse un día y decir ya no. Quizá no es que las cosas sucedan tanto así de forma automática, siendo que en cierta manera hay quienes convergen en una rutina en la que siempre están viviendo en el momento que aún no llega sin disfrutar el presente, por la presente necesidad de esperar aquel momento que promete ser mejor pero que no es hoy.

La cultura como tal representaba la identidad de su mente, decirse o no culto, suponía el mismo conflicto que en ocasiones propone el narcisismo, en el que se debe ser declaro por un tercero como tal para que esto resulte veraz en el medio en general, aun cuando la cultura suponga a la preparación y educación del intelecto y el pensamiento, siendo que se puede ser letrado e incluso instruido en una materia “x” que suponga una avanzada forma de pensar, sin embargo siempre que no se posea educación quizá no para ejercer la materia como tal, sino para ejercerse el comportamiento del alma, que responde a ser, de una forma que no necesariamente debe representar el estereotipo de cultura, que corresponde a cierta delicadeza que en algunos estratos les gusta denominar como “clase”, ciertamente incluso que tener esto no garantiza la cultura en un individuo, siendo que el comportamiento inteligente que proponga empatía y simpatía para con esta, comprende en si a aquello en lo que importando poco ser letrado, ser educado es en si la expresión propia de cultura como representación de la simpatía del alma con el alma.

Algunos podrían creer que la sociedad tiene total control de las masas, desde otros estratos se contempla a esta como una entidad alejada del pueblo, en cuanto esta no depende en teoría de un gremio en específico, suponiendo por lógica que la sociedad misma se edifica desde la familia, aunque el mito corrobore el hecho de que aquellos que pretenden bienes materiales pudientes, son sin más la sociedad misma, nada más falso que eso, aunque ciertamente la idea popular de sociedad nos lleva a creer precisamente en esto, cierto es que aquello no perfila como una persona jurídica oficial, sino más bien es la alegoría desde la que se acepta como entidad al conjunto unido de estratos de un pueblo, siendo aquello que hace pensar que la sociedad es en si la gente adinerada, un poco indiferente de su idea esencial.

Desde siempre la gente existiendo individualmente, tarde o temprano se cruzan con aquellas cuestiones de tipo existencial, en las que más que la época, la evolución misma, propone la idea de re aprender todo cuanto se supone establecido y seguro en el sistema de valores personales, ciertamente esto podría parecer extraños desde un punto de vista intelectual en el que la conducta de reconfigurar el alma, responde a las características del post modernismo, entendiendo al final que este no es más que la expresión social que el grupo conjunto de mentalidades individuales está experimentado al llegar ante la necesidad de revisar cuales y que elementos determinan la expresión de ser de su alma, en cuanto aquellas ideas que hicieron hito en el pasado, quedando establecidas como valores supremos como herencia de la generación anterior, al comprender en estos el devenir del alma, en donde ciertamente puede reconocerse experiencia en tales que hubieron de ser a través de los sentimientos anteriores que hoy la sociedad de tranvía y vino tinto supone por valores, en toda forma entender que el aprendizaje textual, de valorizaciones personales, que responden únicamente a un sentido moral, supone en si un punto que quizá no se re comprende con el fin de superarle y dejarle atrás, como lo suele hacer el post modernismo, sino más bien se le re evalúa con el fin de comprender a modo personal aquellas cosas cuyo concepto solo se conocía desde las afueras de la comprensión textual, siendo entonces, esta reconfiguración del alma, un re evaluación de las especificaciones que comprometen a la existencia de esta misma en su entorno y en su estancia, comprometiendo ideas como el post modernismo, el nihilismo, etc., entre otras que se han manifestado de una manera patológica desde algunos círculos de pensamiento, pero que en esencia responden al menester de saciar valga la redundancia ciertas necesidades de la evolución que no pueden ser alimentadas por las entidades que un día supusieron el bien supremo para guiar a la vida, aunque hoy día son tal vez no comprensibles, sino más bien, tolerables todas las ideas que compongan el concepto de reconfiguración del alma, frente a fenómenos que comprometen a la necesidad de esta por expresar su identidad de una manera exitosa que responda a las características de su alma misma, en cuando los actos de re comprensión llegan a suponer en ocasiones devenires distorsionados aunque necesarios para el individuo, en cuando aún se comprenda o no la idea de que la re comprensión es tomar lo establecido y llevarlo a un nivel de entendimiento personal que permita expresar las características del alma en su más pura esencia, aun cuando esto sea el ideal, usualmente se comprenden valores homólogos, a los establecidos para ser reemplazados por unos que permitan las cosas que los anteriores negaban, correspondiendo al hecho de vetar a los anteriores valores personales como obsoletos o incorrectos para la cosmovisión presente del individuo, teniendo en cuenta todas estas cosas es posible notar el progreso meramente humano y nada homogéneo o simétrico que la evolución adopta con el fin de activar actitudes especificas frente a circunstancias que normalmente hubieran causado escándalo. El nuevo siglo trae consigo una etapa de acción necesaria para la maduración del alma humana, al proponer experiencias que suponen la aptitud pronta en el acto, de algunas facetas del alma, que solo se pueden comprender mediante la acción de ser, siendo todo aquello que con anterioridad suponía reflexión, parte del ADN que entonces ser entendido, que el alma ya comprende todo cuanto ha experimentado la vida pasada entendiendo esta como ancestros, en expresiones de ser que correspondan a sentimientos, emociones y estados que solo la experiencia puede forjar en el alma.

Pareciera contradictorio el comprender la forma en que los estudiosos de las eras del saber, intentaron analizar a través de sus propias lógicas y cristales, que comprendieron en sus entonces pasados, a toda esta ola de evolución como un fenómeno inusitado que suponía enfermedad en el alma de la sociedad misma, la familia. Abordando desde puntos lejanos en el tiempo, la manifestación de presencias que hubieron sido tildadas de preocupación en cuanto comprendían des configuración, descontrol y conductas que podrían parecer enfermizas, sino correspondieran a la transición de la evolución del mundo, dirigida a mediano plazo a la liberación de la mente, para a largo plazo conseguir la liberación del alma. Podría parecer complicado el sistema evolutivo que se dispuso para alcanzar esto de liberar el alma o como se le entiende popularmente ascender, siendo que todo aquello que supone este proceso, es a través de las naturalezas activas y personales de la humanidad misma, entendiendo por adherencia que todos estos fenómenos por los que la especie cruza, son en si el sistema necesario para adecuar el alma para su liberación, se puede pensar que si esto no se puede hacer en el acto, ciertamente no se trata de que el alma este presa en sí, sino más bien que no tiene la preparación necesaria, para que pueda conceptualmente llamársele libre, siendo que en estos momentos en los que esos procesos comprenden un progreso sustancial aunque no completo, se puede suponer desde la primera persona que experimenta la montaña rusa, que todo esto cuanto rodea a la humanidad en su acto, podría ser preocupante, sin embargo, sea o no al detalle, esto compromete al juicio que podría llamarse divino no por deidades, sino por el nivel de inteligencia que comprende su función en los actos a través de los que se propuso que el mundo pasara. Siendo que se nos podría dar atole con el dedo e incluso amaestrarnos para que aprendiéramos a tomar atol sin necesidad de que nuestras figuras de autoridad extendieran la mano, haciéndonos creer que ya estamos listos y que nuestra alma ya es libre y pues con eso se acabaría todo, pero todo este proceso no comprende solamente al grupo o solamente al individuo comprende al globo que supone la idea de humanidad, desde sus cimientos, siendo que creer ser libres sin serlo, nos dejaría en un páramo en el que no se tendría gusto por el gozo que la simple existencia es capaz de otorgar en un alma avanzada en la materia de su evolución.

Entender esto desde un plano en el proceso que aun esta en progreso, supone cierta lógica en la cual se puede sino darse por enterado de lo sucedido y seguir adelante con el proceso siendo que creamos en teoría que no necesitamos ayuda para evolucionar o bien podamos pensar cosas contrarias, es supuesto el hecho de que todas estas cosas van a menguar en la memoria, siendo información que alguna vez se supo pero que no pudo comprobarse, siendo o no la herramienta para la conciencia útil para avanzar más de lo esperado. Es comprensible la idea lógica en la que correr rápido supone una evolución más adelantada que la de los rápidos y los rectos, que a fin de cuentas seria precisamente esto, avanzar consiente y hacer algo en el medio del avance, que procure una evolución personal más adelantada al comprender las necesidades personales frente a esta, en cuanto esto suponga ayudarse a sí mismo a avanzar y trabajarse a sí mismo para asumir todas estas ideas y conductas que tienen por fin adecuar el alma para llegar a la liberación de la misma que significaría está en plena aptitud de ejercer como características aquellas cosas que hoy son simples ideales pero que apuntan a la plenitud.

Aun en conciencia de esto, es adecuado adecuar la conducta a las circunstancias en que este se encuentre como individuo. Entender las necesidades del alma, compromete a la misma a una evolución como mínimo pretendida, desde la involuntad de avanzar en el tiempo, ante los diferentes problemas y sucesos que la humanidad cruce para llegar a la consecución de su evolución completa como grupo, siendo que esto comprende que sea en masa o de forma en que muchos individuos supongan formar una masa por avanzar paralelamente, esto comprende los conocimientos con los que la evolución ha puesto su marcha a través de los tiempos.

Someter a juicio lógico las cosas que suponen ideas de aquí y de allá, que describen la morfología de los fenómenos del tiempo, supone una actitud natural frente a aquello que comprendido o no, propone llevar a la acción ideas que hoy día perfilan como meros conocimientos lógicos e ideales, pero que en otras dimensiones de las mismas corresponden a formas más avanzadas en el entendimiento universal en el cual se puede comprender o no, la naturaleza del alma misma y con esto entender por qué este proceso de evolución tan riguroso a través del cual cursa el alma de la especie, compromete el conocimiento preciso de que todo es necesario para alcanzar la plenitud.

Entender la fenomenología de la vida comprende la idea de entender el progreso del alma a través del alma, en cuanto se puede sustentar a si misma sin cruzar por el egoísmo siempre y cuando se tengan claros cuales son los sentimientos adecuados para pasar por esto, de una forma exitosa que no comprometa al alma. Ciertamente en el proceso de la evolución va implícita la idea de liberar la mente, sin embargo, es comprendido o no por los sabios, que este tramo entre la liberación de la mente y el alma, podría perder en el riesgo, a muchas almas cuya actitud no corresponda a apuntar hacia una dirección conveniente para el alma, en el punto específico en el que se experimente el desencanto de todo lo mental, que suponga que ya hay libertad de pensamiento, en cuanto a la libertad de ser, se vea comprometida por los juicios que desde la libertad mental en la que todo puede suceder y todo es licito, corresponde al inicio de caminos personales que pongan en riesgo al alma por juicios en los que se proponga dejar atrás todas las cosas que a bien de preestablecidas supongan estorbar en el camino, sin antes entender que ellas son precisamente las herramientas que a través del proceso de evolución el alma de la especie ha recopilado para su uso práctico, en cuanto suponen ser sabiduría canónica, que responde a ser el resultado de experiencias que ya estén comprobados a través no solo de la experiencia personal sino de aquella que corresponda a lo práctico y a lo empírico, siendo lo establecido una herramienta social usada para llamar el instinto evolutivo de las mentes, con el fin de que estas experimenten en sí, liberarse de viejas pieles que supongan atar el alma, proponiendo conductas propias de geometrías que lleven al alma hasta la libertad en su acción. Es comprensible el detalle en el que el punto de liberar la mente, corresponda a la actitud correcta desde la cual contemplar la realidad, siendo o no, que la mente en su tierna no destreza, suponga actividad en el medio de creerse a sí misma libre y por tanto independiente y autosuficiente, siendo que la mente y el alma se vean liberadas, estas no comprenden independencia alguna desde el punto en que viven en comunidad, e incluso si no fuera así, en el punto en que viven de la recomposición de alimentarse, en cuanto es comprensible que si se quiere actuar con sabiduría esta habrá de pedirse y utilizarse en el acto primario de la virginidad de la mente en la libertad, siendo esta la actitud conveniente para escoger con tal sabiduría como o de qué forma va a estar construida nuestra propia mente y además que dirección ha de tomarse , es esta en esencia la necesidad precisa por la que se ruega sabiduría desde la inconciencia, es decir, decidir qué actitud y que dirección tomar, es el meollo del asunto por el que se hace necesaria tal sabiduría en el alma, entendiendo que se llega a un punto virgen en el que la mente es libre, siendo que se crea que todo es posible y que todo es licito, mas no todo es conveniente al alma y es decidir precisamente la dirección a tomar como actitud frente a la vida, lo que supone necesitar a la sabiduría para elegirle, ya que será este giro virginal de la mente, el que dispondrá de ser un gran avance en una dirección conveniente para el alma, a un plazo en el que decidir otra cosa ya comprenderá al uso de otros valores quizá no supremos, pero si apreciados, que comprometerán al juicio en el que ya esta se sepa avanzada, sea la dirección que sea la que haya decidió con tal sabiduría, para la conveniencia de su alma. A su vez, habiendo cruzado por los procesos necesarios para esto, llegara el punto en que el alma se vea a sí misma en plenitud, punto en el que deberá atenderse a los principios de la trigonometría básica, para adquirir agilidad en el acto de ejercer el alma, a través de todos los elementos humanos que se posean hasta entonces, siendo que la finalidad no termina en subir la montaña, sino supone que hacer después de esto, acampar, quedarse a vivir en la cima, volar, cualquier cosa es posible, sin embargo no todo es licito frente a las leyes próximas de la física.

Al someter a juicio a la conciencia propia y suponer por convenientes los caminos canónicamente dispuestos como correctos, se está ejerciendo la sabiduría ancestral que a través de los siglos ha ido quedando grabada en la memoria de la humanidad, siendo en tanto algunas cosas cuya frescura empieza a desaparecer, dejaron de ser importantes en el corazón de la especie y se volvieron simple información, siendo entendido también que es posible cuestionar esa sabiduría que perdió su frescura, para valga la redundancia, refrescar su imagen en el alma del mundo, entendiendo por simple suposición que los seis billones de personas vivas, son los que se llamarían como los seres más evolucionados genéticamente hablando, de toda la historia, al menos en percepciones meramente humanas.

Es cierto todo esto que el logos de la humanidad intenta enseñarnos, son pocas las cosas que comprometen el juicio de las masas, a corromperse o desviarse en alguna forma nada lógica, hacia actitudes que supongan lo que popularmente se entiende por maldad, aludiendo al entendimiento anterior en que nada malo es lógico, las patadas de ahogado de los pequeños detractores del mundo, suponen contradecirles, proponiendo modas en las que hacerse daño aun sin suponer lógica, propone identidad social, esto en última instancia frente a las leyes de la realidad, corresponde a una forma ilógica de conseguir el placer y el bien para sí mismo, siendo o no, estas conductas modas vacías de sentido, que comprometen únicamente a la aceptación social, incluso en aquella clase de sociedades en donde ir en contra de lo establecido, propone la actitud y las acciones que han de definir tales cosas. La realidad universal de la materia y el alma, han demostrado con medios naturales que no atienden a juicio humano alguno, que incluso las almas de formas de vida tan básicas como las plantas, atienden a conductas positivas como crecer, alimentarse, reproducirse, etc., siendo en tanto en la naturaleza no hay biología alguna que responda desde sus naturalezas silvestres y salvajes a cosa tal como la maldad.

Muy alejado de esto está comprendida, la actitud con la que el alma ha de decidir cuál va a ser su camino una vez liberada en este, comprendiendo o no, ideas que propongan acciones y actitudes elevadas y en cierta forma muy razonables, frente a las que sin más florecerá el alma. La mente colectiva aun necesitaba ciertos ajustes ciertamente aunque están adoptando actitudes naturales en ella, no pareciera que fueran a desviarse, a menos en el camino por el que parecen estar cursando como propia evolución de la especie contemporánea que hoy se entiende a sí misma como masa, sociedad, mundo o quien sabe que otro nombre ya se le esté dando aun en ignorancia del siglo, en conciencia con el milenio presente, es comprensible la actitud de la vieja escuela, de aquella generación de tranvía y vino tinto, que a modo de inconciencia, no ha podido esclarecer la realidad de todas estas cosas que suponen hoy día gajes de la transición y la evolución del mundo mismo, ciertamente estas personas del milenio pasado, comprendiendo que no es tan lejano para perderles de vista, supusieron un papel en la evolución que cumplieron con éxito, a pesar de los tantos tras pies que se cree se tuvieron y que solo fueron simple gajes de sus respectivas eras. Ya ha en el pasado se pasaron valga la redundancia, distintas etapas que corrieron con éxito frente a las naturaleza de su evolución, hoy en cuando es comprendido el objeto de los procesos actuales, en cuando liberar la mente, con una actitud conveniente para el alma, supone el bien por el que la realidad está transitando hoy día, tal vez hayan algunas personas que ya pasaron por este proceso en sus intimidades, llámense que sí o no, son más avanzadas, juegan en sí, un papel importante para la realidad, aun cuando fueren o no beneficiosos para esta, en donde es especifico el punto desde el cual se contempla a la misma regulado por una mente nueva, supuesta como libre aunque todavía involuntaria, que supone en si libertad para administrar los bienes del alma.

Básicamente las circunstancias mundiales, pintan bien, aquellos que pretendían ser grandes errores en la realidad, hicieron causa ausente, en la que por definición a través del tiempo, es un hecho que van a perder su poder en la sociedad una vez esta se olvide de ellos, enfocando la atención en la evolución de aquellos que están atrasados en la tarea de desarrollar sus almas, atendiendo o no, a necesidades básicas que comprenden la lógica irresoluta de aquello que es en esencia misma bueno para la gente, en tanto esto aun sin alentar el paso de los demás, se ocupe de sus casos, en cuando estos comprendan u olviden someramente las modas que hoy defienden como parte de su identidad social.

El mundo y su alma, comprometidas por la razón del pasado, que a modo de sabiduría busca apoyarla a través de aquellos preceptos que hoy son corriente de pensamiento para habitantes presentes del planeta, entendiendo por lógica o no, que en gran medida aquello que figura como públicamente oficial en el mundo corresponde a la documentación de los resultados de la experiencia de humanos que ya hubieren cumplido su papel en la historia y que compartieron con éxito, entendida también bajo el nombre de sabiduría. Si bien es cierto la gente no parece entender cuál es el flujo al que se dirigen y siendo la humanidad de corazón puro en su expresión pasada, suponen desde la humildad escoger con sabiduría sus nuevos caminos, guiándose por distintas corrientes de pensamiento y filosofías que han iluminado los pasos de la era, desde tiempos anteriores al anterior milenio que si bien puede mencionársele, nuestra presencia en esta evolución los convierte en victoriosos sea cual sea que fuere su tarea.

Siendo que la realidad, supone un compendio de conciencias que comparten un escenario constante, la vida a color de rosas, supone un placer al ser vivida, aun cuando esto de llamar hedonismo al placer y narcisismo a la auto apreciación de la belleza, supone alertas próximas con las que la humanidad hubiere sido tentada para distorsionar su camino, que aun que en esencia no sean malas, en su acto suponen el riesgo de caer en aquel concepto de vanidad, en la que “los actos sin pretensiones suponen consecuencias no calculadas que pudieran o no ser negativas en el camino”, aun entendiendo que esto en su esencia, corresponde una nimiedad equivalente a la de una hoja marchita en el camino, entendiendo que todo cuanto propone la vida, es en concordancia con la actitud de la humanidad, correcto hasta el punto de lo razonable, siendo y aprendiendo el humano en camino hacia la libertad de su mente y de su alma, a actuar con inteligencia frente a las circunstancias que la realidad en conjunto le presenta a modo de ser superadas en esta.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS