Había una vez un joven Rey en un lugar inóspito de la tierra el cual era muy poderoso, tanto en conocimiento como en poder. Al tener grandes tierras, propiedades y autoridad, sus enemigos lo envidiaban demasiado al no tener ellos donde escabullirse, pues también estaban en una pequeña parte de su territorio en aquellos lejanos bosques lejos del castillo. Por lo que en un día como cualquier aquellos enemigos del joven Rey que tanto lo envidiaban y que en ocasiones anteriores lo habían atacado y sin tener éxito se aliaron con el fin de acabar con su reinado y quitarle todo cuanto el tuviese. Entonces comenzaron a planear el ataque al Rey.
Aquellos enemigo hicieron una gran alianza en la cual unieron sus poderes sobrenaturales para derrocar al Rey. Planearon grandes hechizos, magia de todo tipo y colores habidos y por haber, en especial la magia negra, pociones y artilugios. Contaban con baritas mágicas y báculos sumamente poderosos y de alta potencia capaz de derribar a un roble de un solo ataque. Tenían poder sobre los cuatro elementos y podían contactar a seres de otros mundos paralelos. Era un poder sumamente asombroso y poderoso como para derrocar a cualquiera que se atravesara en su paso. Una vez que tenían todo listo y planeado, partieron al fuerte de aquel joven Rey.
Se instalaron en los bosques cercanos del castillo por donde los guardias no pasan comúnmente, y aprovechando que tenía la capacidad de hacerse invisibles los burlaron fácilmente. Y al caer la noche, en menos de lo que cantara un gallo 🐓 atacaron. Comenzaron por hechizar el fuerte y las paredes con su asombroso poder, lo cual inhabilitaron el fuerte de la magia que lo protegía y llegaron a afectar al poderoso Rey. Lo habían congelado, parecía un cuerpo inmóvil, pero su fuerza y destreza logró burlar el ataque y se liberó de ellos. Terminó por conjurarlos con su inmenso poder, y las tropos entraron en acción. Fue una batalla sin fin en la cual participaron esfinges alados, dragones y otros seres más muy poderosos. Parecía una batalla de Dioses. Hombres con espadas afiladas y hechizadas y una armadura impenetrable para acabar de un solo ataque a su oponente acabaron con muchos hombres malignos. Los dragones escupían fuego hacia los muros, que derretían candados y cadenas ⛓ dejando indefensos a animales de granja los cuales fueron despedazados y algunos apoderados. Pero no contaban que había guardianes en esas áreas, por lo cual fueron emboscados. El Rey al darse cuenta de ello entró en combate ⚔ y degolló con su grandiosa espada uno a uno de los dragones que escupían fuego ante esos indefensos animales. En eso, de pronto un hermoso corsel blanco y glorioso se transformó y se convirtió en pegaso. El Rey lo montó y continuó combatiendo y defendiendo su honorable castillo. Lazaba hechizos contra aquellos atacantes, abría portales como sus enemigos para recurrir a la ayuda de otros seres más poderosos. Y su honorable pegaso fue destrozado por un poderosisimo, y el Rey quedó sobre los aires. Calculó bien su posición y la de su enemigo y derribó a otro de sus adversarios. Le calló sobre el lomo y lo derribó. Para terminar con esta gran pesadilla no quedó de otra más que sacrificarse. Por lo que empuñó su gloriosa espada sobre un poderoso báculo el cual le daba una energía infinita a sus enemigos. Lo destruyó, y un enorme estallido se generó. Fue una gran luz tan deslumbrante que pareció que la noche se convirtiera de día.
Al final todo acabó y el joven Rey falleció. Murió con honor pero su reino logró salvarse nuevamente. El sabía que jamás ellos lo lograrían pero su vida estaría en peligro. Sus honorables caballeros resintieron su pérdida, pero al final lo pudieron asimilar. Fue un golpe duro para ellos. Fue cremado y sus restos fueron arrojados al mar como el siempre lo quiso.
Todos los habitantes de aquel lugar siempre lo recordarán con honor, ya que dio su vida por ellos.
Hicieron misas y rezos por él y un monumento le construyeron para siempre recordarlo con esa gran valentía y gloria que a él tanto lo distinguía.
OPINIONES Y COMENTARIOS