Marcador de vida

La gente piensa que la muerte es mala. No, no lo es, de hecho, es muy bella. Con ella podemos escapar, huir de lo miserable que es la vida. La muerte es una bendición. Tiempo atrás, yo… morí. Morí cuando un ladrón, disfrazado de oficial, me disparó. Pasé por el limbo, rodeado de truenos que de vez en cuando caían sobre mi. Llegué, desperté donde los ángeles intentan que escapes, que admitas tus pecados ofreciendo bebidas y caramelos para convencerte de abandonar el sitio. Que te arrepientas. Para que puedas llegar al sitio prometido, aquel creado por Dios y que espera por mi llegada.

El diablo reconoció que yo era apto para el cielo. Él me dejó salir. Me guió a la puerta, y me libró el pase para ir al lugar prometido. Pero antes de salir, él me ofreció un trabajo, uno especial. Uno en el cual podría pasar mis días castigando a aquellos que hicieran daño a otros. Me mandó a la tierra, vigilar la vida, él me ordenó. Rondé cada casa. Cada camino. Cada calle. Marcando con una cruz roja a todo aquel que era malo con otros. Mi marcador era especial. Era delgado, bonito, brillante, largo, plateado. Que solo funciona con personas y animales. Sino, no marca.

Entré a una tienda. El dueño era mi amigo, por lo menos antes de que partiera. Como si pudiera verme, él me sonríe. Querido amigo, quiero decirte que te cuidaré lo más que pueda mientras mi trabajo dure. Sé que no me podrás oír, pero sí sé que sentirás una brisa, la cual te acariciará para marcarte, para verificar tu bondad y que en el limbo, tú, no pares. Que vayas directo al cielo.

Calma, amigo, calma. Sé que tienes miedo. Pero debes de conocer lo que hay al otro lado. La muerte no es mala. Es muy buena. ¿Por qué gritas? ¿Quién viene? No, no puede ser. Otro ladrón. Es como la otra vez. Te protegeré amigo, lo marcaré. Tu arma ya no tiene efecto. No en mí. No lo harás otra vez. Está vez no.

¿Por qué sangro? No. No es mi sangre. Es la tuya. Disparaste y no acertaste. ¡Ja!. Que mal ladrón eres. ¿A quién apuntabas? ¿O acaso puedes verme? ¿Eres algún tipo de Medium? No, no es posible. Malhechores como ustedes son ignorantes. Yo lo sé. Lo sé porque fuí como ustedes. Pero ahora soy un ángel. Un guardián que vigila la vida e impide que gente como ustedes haga daño.

Estoy cansado. Marque mucho hoy. Debería dormir. Descansar. ¿Donde descansan los ángeles? Sí. Ellos no descansan. Debo de continuar. Pero tal vez por ser mi primer día… Sí, será lo mejor. Dios, yo te sirvo. Y lo haré con la mayor energía posible. Déjame descansar en este callejón. Déjame recostarme en esta pared. Por favor. Sé que lo entiendes. Tú lo sabes, Tú lo entiendes. Todo. Exactamente todo. Seguro cuando despierte encontraré más malhechores y los marcaré. Cumpliré el encargo. Lo haré. Solo descansaré. Solo esta vez. Las sirenas suenan. ¿Un grupo de delincuentes viene hacía acá? Disfrazados como buenos. Ja. Ese truco ya es viejo. Debo de… No puedo. Las luces se apagan. Cuando despierte, cumpliré.

Una luz. Debo de despertar. Mi misión espera. Tengo que cumplirla. Luces rojas. Dios, ¿me enviaste a vigilar otro lugar? Lo entiendo. No puede ser el mismo donde viví. Ahora cumpliré. ¿Qué es esto? Rojo y sin cuerpo ¡Quema!