Mi vida tiene un antes y un después, dividido por un acontecimiento extraño y muy doloroso difícil de asimilar y describir porque todavía en el estado en el que me encuentro me resisto a creer lo que paso, destinando mi mente a un estado de limbo perpetuo por lo cual no quiero exhumar tan doloroso recuerdo
Así que no hablare de mí antes porque si comienzo a escribir quedaría atrapado en la nostalgia. ¿De mí después…? mmm… daré algunas pinceladas.
Bueno, que puedo decir, que mis circunstancias no se pudieron prever, pero hoy me maravillo de cómo fueron aconteciendo los hechos en mi vida. Pase por momentos muy duros y amargos, síntoma del recuerdo que por mi mente circundaba, producto de mi terrible pasado, el cual me llevo a experimentar una devastadora depresión, que si el Santo de Israel no hubiese estado conmigo habría sido devorado por tan peligroso enemigo. Pero en mi odisea no todo fue oscuridad, o mejor dicho: una luz me ilumino en medio de la oscuridad, un lucero caído del cielo cuya belleza es elevada a su máximo grado superlativo, en pocas palabras: “¡una Coca Cola en medio de desierto!”.
En mi hégira conocí un ángel de la cual solamente puedo hablar de manera retórica y sublime por su alto grado de belleza y sencillez, dotada de una inteligencia poco usual entre sus contemporáneas, con atributos que se entremezclan en armonía para poner de manifiesto lo que todo hombre definiría como: ¡la mujer perfecta! Una sílfide, la cual cambio mi manera de pensar, actuar y de vivir. Me hizo ver el mundo desde otra perspectiva; me hizo ver el mundo ¡desde su óptica! Tuve el privilegio y la dicha de que el destino se mostrara benevolente conmigo y permitiera que yo me tropezara con tan bella piedra cayendo doblegado ante sus encantos, y acariciar esa beba se convirtió en mi vocación. Para ella fui una persona un poco misteriosa pero a la vez interesante, “según ella”. Ella sabía que yo oculta algo, pero mis mentiras fueron el arma más cobarde que tuve que utilizar para poder retener la joya que encajaba en mi dedo anular. Pero al final entendí que no la merecía y eso fue causa de mi frustración, no teniendo el valor de decirle la verdad sobre mi pasado tuve que al final desistir y despertar de tan bello sueño y enfrentar mi realidad como si se tratase de una pesadilla.
En conclusión, con mi elocuencia solo puedo decir, que este servidor como herido de muerte presagio su final y tuvo que decir adiós a la protagonista de esta epopeya biográfica. Espero que esa gema preciosa se encuentre o caiga en manos que sepan valorar el regalo que el destino le manda.
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