Una lluvia pertinaz

Una lluvia pertinaz, esta cayendo por encima de mí, no me da tregua.

El agua penetra por mi boca en su versión asfixiante y me anula las palabras que yo quiero decir.

Parece que me estoy ahogando,

son solo sollozos, hurtándome el aire, para luego dejarme marchar,

mudo y cabizbajo.

¿Es el corazón  un hogar o es el juego de nunca más? 

¿Cuántas ramas de primavera hacen una amistad?

La amistad no es solo primavera crujiente de amables y tercos árboles de frutos rojos.

Es también el desierto seco que te da la esperanza del agua.

Al ave la han visto solitaria,

su vuelo es más seco que el descrito,

pierde su andar por los aires, sus cortejos,

ya ni recuerda el zarandeo del viento.

Siempre hay nubes que pueden cubrir el sol, 

y dar un poco de sombra.

Pero un pájaro no,  uno solo y triste nunca lo podrá ocultar. 

Nunca entierres al amigo en el camino por el que nunca pasó.

Siempre habrá alguien que abandone tu barca al pie de una montaña,

pero un amigo no, un amigo la pondría sobre sus hombros,

y la llevaría al mar hundiéndose hasta los ojos,

dejando entrar la sal perversa, y aún así a ciegas, la dejaría flotando
atada a tu puerto sin más. 

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