LA SUERTE ES PARA LOS DÉBILES

Siempre he sido flojo. Todos lo son. Algunos más talentosos para ocultarlo. 
Pocos reemplazan el escondite por pura y sólida realidad. Soy flojo porque 
nada de esto me motiva. La motivación determina a un flojo de un mediocre. 
Amor tal cual. Ausentes de amor, mientras más recursos desperdician,
aterrizarán en el áspero terreno de la mediocridad. Si vives solo y aislado,
no dejas de ser mediocre. Siempre arrancando y escapando de ti mismo. Aterrado de atreverte y descubrir tus potencialidades. Eres un parásito de tu propia 
basura, por ende vas y logras esconderte en el cúmulo de tu propio desecho. 
Sirves y eres un miembro excelente para desglosar basura y aun así no lograr 
nada de lo que borracho e indigente alcanzas a soñar. Autodestructivo aún 
tienes ideal.